Es que las ausencias ya son prolongadas y esto está pasando de castaño a oscuro. Empiezo a temer por las vidas de mis jóvenes y tiernos pupilos, sólos y desvalidos ante un mundo hostil.
Porque Varo mucho "eh tío, ya tengo cámara digital: verás qué posts más guapos me voy a currar con mis excursiones suizas" pero a la hora de la verdad se pasa el día de marujo limpiando su habitación y nada chico, entre eso y el esquí está consumido. Y cuando digo esquí, digo esquí. Y cuando no lo digo, no lo digo. Ya nos entendemos. Con lo bien que estaría él sentadito delante de su PC dejando aflorar su vena poética en vez de estar tirando los duros por ahí, que está todo mu caro. No digo ya nada de ponerse con el proyecto, que no quiero malparar con nadie.
Y Pacho se ha tomado a rajatabla eso de no postear en dos meses y a fe mía que lo ha cumplido. De sobra, además. O se le ha jodido el calendario Pirelli de tanto usarle o está tan absorbido por su curso de aprenda alemán en 60 días para ser un buen Erasmus fraulein que no le queda tiempo para deleitarnos con sus encontronazos con empresas de telefonía diversas ni con su vasto (y basto, ambas valen) conocimiento de la supremacía de Corocotta y Laro el Cántabro sobre el asobinao de don Pelayo.
Claro que el putter no les va a la zaga en esto de desaparecer en combate. Menos mal que ha hecho un intervalo en su sinvivir de saca el güisqui cheli para el personal, chocolates (belgas) que más le ponen y rubias, castañas, morenas, para él son todas peras en el árbol del amor y ha tenido a bien confirmarnos que sigue vivo, cosa que yo ya empezaba a dudar. Es que ese ritmo de vida sólo pueden soportarlo unos pocos elegidos. Así a bote pronto se me ocurren Neo, David Haselhoff y el Cote. Y encima dice que va haciendo el proyecto a ratos. Y voy yo y me lo creo.
Lo que nos lleva a Él. Nuestro fan número uno. Un ídolo de masas que marcó tendencias en el blog para, en un momento Bobby Fisher, desaparecer por completo del mapa. En esta redacción tememos que haya sufrido la ira del gallo ardilla de 13 metros por atreverse a descubrir su insidioso plan contra la humanidad y se haya visto dominado por el ataque conjunto del gallo gallo de control mental y la sandwichera maléfica. O quizá simplemente sea que se aburrió de nuestras chorradas lo que unido a la marcha de su hermanísimo le llevó a abandonarnos. Nos da igual. Always in our hearts, Mini-Yo.
Y esto por no hablar de nuestros contactos Erasmus. El uno viviendo la Dolce Vita en Roma, que dentro de poco van a sustituir a Rómulo y Remo de las estatuas para ponerlo a él, eso sí, también con alguna loba amamantándole. El otro haciéndose la cabeza visible del barrio más John Singletoniano de todo Pádova. Se comenta que ya es conocido como Il Capo Carbayonniere por el hampa italiano. Y no nos olvidamos de Tomasek, metido de lleno en la floreciente industria del porno checa, donde es considerado la respuesta asturiana al mítico Ron Jeremy. Otros como Hepeti ya han vuelto de las Highlandias esas, pero está taaaaaaaaaan aburrido en su trabajo que no le apetece ni huevo dar a la tecla. Así que nos queda la incertidumbre (quien haya recibido alguna clase de su actual jefe sabrá a lo que me refiero) de descubrir a qué dedica su vida tras su periplo escocés.
Por lo demás, todo bien. La mar, calma. El viento, racheado. Y el grajo, volando cada vez más alto. Portáos bien allá donde estéis, tunantes.
Porque Varo mucho "eh tío, ya tengo cámara digital: verás qué posts más guapos me voy a currar con mis excursiones suizas" pero a la hora de la verdad se pasa el día de marujo limpiando su habitación y nada chico, entre eso y el esquí está consumido. Y cuando digo esquí, digo esquí. Y cuando no lo digo, no lo digo. Ya nos entendemos. Con lo bien que estaría él sentadito delante de su PC dejando aflorar su vena poética en vez de estar tirando los duros por ahí, que está todo mu caro. No digo ya nada de ponerse con el proyecto, que no quiero malparar con nadie.
Y Pacho se ha tomado a rajatabla eso de no postear en dos meses y a fe mía que lo ha cumplido. De sobra, además. O se le ha jodido el calendario Pirelli de tanto usarle o está tan absorbido por su curso de aprenda alemán en 60 días para ser un buen Erasmus fraulein que no le queda tiempo para deleitarnos con sus encontronazos con empresas de telefonía diversas ni con su vasto (y basto, ambas valen) conocimiento de la supremacía de Corocotta y Laro el Cántabro sobre el asobinao de don Pelayo.
Claro que el putter no les va a la zaga en esto de desaparecer en combate. Menos mal que ha hecho un intervalo en su sinvivir de saca el güisqui cheli para el personal, chocolates (belgas) que más le ponen y rubias, castañas, morenas, para él son todas peras en el árbol del amor y ha tenido a bien confirmarnos que sigue vivo, cosa que yo ya empezaba a dudar. Es que ese ritmo de vida sólo pueden soportarlo unos pocos elegidos. Así a bote pronto se me ocurren Neo, David Haselhoff y el Cote. Y encima dice que va haciendo el proyecto a ratos. Y voy yo y me lo creo.
Lo que nos lleva a Él. Nuestro fan número uno. Un ídolo de masas que marcó tendencias en el blog para, en un momento Bobby Fisher, desaparecer por completo del mapa. En esta redacción tememos que haya sufrido la ira del gallo ardilla de 13 metros por atreverse a descubrir su insidioso plan contra la humanidad y se haya visto dominado por el ataque conjunto del gallo gallo de control mental y la sandwichera maléfica. O quizá simplemente sea que se aburrió de nuestras chorradas lo que unido a la marcha de su hermanísimo le llevó a abandonarnos. Nos da igual. Always in our hearts, Mini-Yo.
Y esto por no hablar de nuestros contactos Erasmus. El uno viviendo la Dolce Vita en Roma, que dentro de poco van a sustituir a Rómulo y Remo de las estatuas para ponerlo a él, eso sí, también con alguna loba amamantándole. El otro haciéndose la cabeza visible del barrio más John Singletoniano de todo Pádova. Se comenta que ya es conocido como Il Capo Carbayonniere por el hampa italiano. Y no nos olvidamos de Tomasek, metido de lleno en la floreciente industria del porno checa, donde es considerado la respuesta asturiana al mítico Ron Jeremy. Otros como Hepeti ya han vuelto de las Highlandias esas, pero está taaaaaaaaaan aburrido en su trabajo que no le apetece ni huevo dar a la tecla. Así que nos queda la incertidumbre (quien haya recibido alguna clase de su actual jefe sabrá a lo que me refiero) de descubrir a qué dedica su vida tras su periplo escocés.
Por lo demás, todo bien. La mar, calma. El viento, racheado. Y el grajo, volando cada vez más alto. Portáos bien allá donde estéis, tunantes.