lunes, junio 27, 2011

Indignos indignados

Esto es la ostia compadres, ni indignarnos sabemos ya. Atentos a la película que tiene delito: “Si no nos dejáis soñar, no os dejaremos dormir”, “Pienso, luego no sirvo”, “Hay noches que todavía sueño”, “No nos falta dinero, nos sobran ladrones”. Madre mía, qué indignación tan grande, qué exageración de enfado oigan, hasta la coronilla estamos ya, hombre, recórcholis y repámpanos. Mecachis en la mar, si me obligáis voy a tener que hacer una locura y me voy a bañar sin dejar las dos horas de digestión. O peor aún, a que salgo a la calle sin protección solar. Para que aprendáis, desaprensivos y malandrines.

Venga ya hombre, no jodan. Tanta corrección y tanta puta basura. A ver si me explico. Yo cuando me indigno (si tuviera esa capacidad porque en realidad lo que yo hago es ponerme de muy mala ostia), tiendo a cagarme en la puta madre y en todos los putos muertos del hijo de la gran puta comevergas que me indigna. Así de sencillo. Y si me pilla a mano le calzo una buena ostia y arreglado. Esa se la queda, luego ya discutiremos el resto muy democráticamente. Desde luego lo que no hago es hablar de sueños, y pensar en habilísimos juegos de palabras dignos de los osos amorosos y que lo único que van a conseguir es que el sujeto de la indignación se descojone de la puta risa en mi puta cara.

Sí, lo sé, soy un radical y un antidemócrata y deberían expulsarme del planeta tierra por cabrón y por fascista. Pero qué quieren que les diga, es que soy de la vieja escuela, yo me salté lo de las educaciones ciudadanas, lo de las alianzas culturales, el buen rollismo y el ponga usted la otra mejilla, que ya verá que a la segunda no le duele.

De todas formas, y obviando el tema del edulcorante en los lemas y pancartas, a mí me parece que aquí, colegas indignados, están errando el tiro de parte a parte. Es que no hay derecho a que esos desalmados cobren 4000 pavos de sueldo base, más dietas, más pluses, más pluses ultras, más coches, más viajes, más putas y más cubatas. Y yo pregunto, ¿y por qué no hay derecho a eso?. Nadal gana mucho más y nadie se queja ni se indigna. ¿Por qué?. Porque se lo ha ganado, y nadie se lo discute. Aquí el problema, queridos enfurruñados, no es lo que ganen, ni sus putos privilegios, aquí el problema radica en qué cojones han hecho para ganarse esa posición. Eso, y no lo otro, es lo que toca los cojones.

A ver si me explico. Esto es España, cualquiera que llegue ahí arriba, va a robar. Si no les gusta, cámbiense de país. Es más, si yo llegara ahí arriba, robaría. Y si ustedes llegaran, no me sean falsos, hipócritas y Peps Guardiolas, también robarían. Eso es una inevitabilidad histórica, como que todos los gabachos son homosexuales. Y no se puede cambiar. Lo que sí se puede cambiar, es quién te roba. Porque a mí, si viene el puto ingeniero jefe de la puta NASA, y llega a diputado o a presidente del gobierno, y se pone a cobrar de aquí y de allá, me iba a indignar, pero menos. Joder, es el puto ingeniero jefe de la puta NASA, se lo ha ganado. El jodido problema es que la gente que está ahí, no son los putos ingenieros jefes de la puta NASA. Es más, estoy convencido de que el 99% de ellos tienen muy serias dificultades para mantener la baba dentro de la boca y para no cagarse en los pantalones, y su única virtud para haber llegado ahí arriba ha sido tener un carné de socio fanático, medrar a la sombra del sol que más calienta y ser unos consumados expertos en la lamida de ortos. Ni más ni menos. El 99% de esos putos analfabetos, si los sacaras de sus putas butacas y los mandaras a la calle no servirían ni para limpiar el suelo con la puta lengua, porque a duras penas consiguieron acabar COU. Y eso, sí que pone de mala ostia.

A mí me hace mucha gracia y contemplo con asombro, cómo para llegar a cualquier puesto de funcionario (repito, a cualquiera, incluyendo barrendero) hay que aprobar unas oposiciones y demostrar unas ciertas aptitudes. Todo aquel que cobre del erario público tiene que pasar por el aro, todos excepto los putos políticos que se supone que son la flor y nata de la sociedad, y que por eso cobran lo que cobran y tienen los privilegios que tienen. A ellos, la única aptitud que se les pide es hacer, decir, y votar lo que ordene y mande el partido, no dar el coñazo, y dejarse dar por el culo por esos seres superiores que piensan y deciden por ellos. Y ya está. A chupar del bote. Independientemente de que no sepas hacer la O con un canuto, hablar inglés, o cuántas putas provincias tiene España.

Venga, joder, no nos engañemos. Todos hemos ido al colegio. Y muchos a la universidad. Y sabemos de sobra que buenos, buenos, de verdad buenos, de nuestros compañeros, había tres. Y ninguno es político. Si lo fueran, no sería tan indignante, porque su situación de privilegio se la habrían ganado. El problema es que ahí están puestos los que en su puta vida habrían hecho algo de valor de no haberle chupado la verga a otro puto analfabeto de turno, y cuya única valía es haberse sacado cuando tenían 18 años un carné de color azul, rojo, rosa, o amarillo limón, y que, dicho sea de paso, cambiarían sin inmutarse si alguien viniera con una oferta mejor. Para vomitar, queridos.

Ostia, lo indignante no es lo que ganan ni lo que roban, lo indignante es que quien lo gana y quien lo roba sea, verbigracia, la Bibiana, la Leire, la Cospedal y la puta niña del puto Rajoy.

He dicho.

5 comentarios:

El Retirao dijo...

Se me afianza cada vez más una idea que tengo de por qué esto no servirá de nada: la mayoría (incluyéndome a mí) cree que sabe más que la mayoría.

Sobre los políticos, la democracia es lo que tiene: si millones de personas (entre las que puede que me incluya) votan a analfabetos, gobiernan analfabetos.

el_irlandés dijo...

Yo creo que ahí una vez más erramos el tiro. La gente no vota (votamos) analfabetos. La gente vota al que se presenta. Y a eso es a lo que voy. A hacer una criba previa (regulada por un organismo lo más independiente posible) que diga quién tiene el nivel y quién no para un determinado puesto (y por supuesto que ese nivel esté arriba de cojones, como corresponde al dinero y al poder que se les da, ya saben: idiomas, una determinada media en la carrera, y una oposición que haya que estudiar 4 putos años como un puto condenado). Y luego ya que cada uno vote al que se le ponga en el higo.

Evidentemente no será la panacea (esto es España, joder, hecha la ley hecha la trampa) pero al menos sí que se limpiará un poco el panorama de mierda y de escoria.

He dicho. Otra vez. Por si a la primera no me había explicado bien.

El Retirao dijo...

Te habías explicado perfectamente. Perdona si no lo he hecho yo, que hablaba de una cosa similar pero no exactamente de eso.

Creo, y puedo equivocarme, que una de las cosas inherentes a la democracia es que *cualquiera* que reúna las condiciones necesarias para votar puede igualmente presentarse como candidato***. Y pueden votarle millones de personas y salir elegido.

No digo que lo que propones tú sea mejor ni peor. Digo que lo que tiene la democracia es que impide eso.

*** Eso a nivel teórico: en la práctica tú mismo has dicho qué hay que hacer exactamente pare tener posibilidades de ser elegido a cosas que no sean la alcaldía de tu pueblito.

Portu dijo...

En primer lugar, querido irlan, creo en la premisa "perdidas las formas, perdidas las razones", por lo que esa medida a la que muestra su adhesión del palo y tentetieso no la puedo defender. Entre eso y el buenrollismo total que comenta creo que hay un punto medio al que han intentado aproximarse en alguna ocasión durante el último mes y medio ciertas facciones del movimiento ciudadano, pero como es imposible enterarse con veracidad de ello a menos que esté uno allí gracias a nuestra prensa libre, tampoco pongo la mano en el fuego.

En cuanto al sistema de acceso al mundo de la política, me encuentro en un cierto punto de ambivalencia. Por un lado presumo de ir de "progre" y considerar que las titulaciones son clasistas y puede haber gente extraordinariamente dotada que por unas u otras razones no ha tenido acceso a cierta formación oficial, lo que le cierra varias puertas. Por otro, debo reconocer que es un método que provee de cierta validez a no pocos procesos de selección. Partiendo de ese punto, sí que me parece observar desde que tengo un mínimo sentido crítico que la gente más preparada no es precisamente la que opta por meterse en política, y lo que es peor, los que entran (creo, espero y deseo que no todos a chupar del bote) viven de enardecer a las masas con su discurso público para atraerlas, soliviantarlas y luego hacer lo que les sale de los cataplines.

En fin, que no sé cuál puede ser la solución óptima a los problemas reales que aparecen hoy día. Y lo de la vuelta a los 3 estamentos no la acabo de ver clara, qué quieren que les diga.

Para finalizar, y abandonando este poso de seriedad que nos ha inundado, ¡Marinaleda rules!

Y la próxima semana hablaremos del Gobierno.

el_irlandés dijo...

Como de costumbre está usted en lo cierto. Se me fue un poco la mano con lo de las ostias. Ya me conoce usted, se me calienta la boca pero luego soy igual que un cocker spaniel. Licencias literarias, y tal.

De todas formas, y por poner sólo un ejemplo, sigo pensando que hoy en día un país no se puede permitir un presidente, ni un solo ministro, y casi si me apura ni un solo diputado, que no hable inglés como si hubiera nacido en el puto Dublín. ¿Y eso cómo se controla? Con una prueba, y si la suspende, a su puta casa a vender salchichas.

Lo mismo se podría aplicar a economía para un ministro de economía, medicina para el de sanidad, investigación/ingeniería para el de ciencia y tecnología, leyes para el de justicia, y así sucesivamente. Prueba de acceso, o oposición, o como quiera usted llamarla, de cagarse la perra, y el que no la pase, a su puta casa a vender salchichas.

Porque ya me dirá a mí si no es para quedarse con las ganas de calzarle una buena ostia, el que un diputado no sepa cuál es la capital del País Vasco. Y encima salga por peteneras. Ese tío se está riendo en nuestra puta cara. Y eso no se puede permitir. Con ostia, o sin ostia.