martes, junio 23, 2009

Estrenando palmarés

Transcurridos los pertinentes 15 días para asimilar el tremendo éxito cosechado en la desde ya histórica mañana del 7 de Junio de 2009, puedo al fin compartir con mi legión de seguidores las sensaciones vividas en tan turbulenta mas fructífera jornada.

Resulta que el club del que actualmente formo parte tiene a bien organizar un campeonato anual para que los pipiolos de sus distintas categorías se exhiban a lo largo de todo un día y el público asistente se eche unas risas. Piénselo por un instante: si ya sólo con un partido de los nuestros uno se lo pasa mejor que viendo a Chiquito de la Calzada, contemplar más de 20 de sujetos de la misma entidad de todas las edades y tallas sólo puede asemejarse a un combo de magos del humor tipo "No te rías que es peor".

El Junior, que es el que nos importa, debía pugnar por el trofeo con el representante Agustiniano, cuna de elementos de renombre como el irlandés, Carlsbart o el rey de la night. A partido único, con el peligro que eso representa. Porque esto es 5 contra 5 y no hay enemigo pequeño. Para agravar la situación, se contaba con sensibles bajas, tanto entre los jugadores, que entre exámenes, novias y resacas no están para nadie, como en el staff técnico. Y es que resulta que Coach H está muy solicitado y los domingos los dedica por entero a la selección, rollo Scariolo. Así que una vez sopesada y descartada la opción de cargar con el marrón a uno de los chavales y lavarnos las manos, asumí la responsabilidad de dar la cara, dirigir con más miedo que vergüenza y afrontar con entereza las críticas posteriores.

Instrucciones del coach ante esta tesitura: pocas pero selectas. La primera y primordial, la siguiente:

CH - "Pues nada, Portu, domingo a las 11.30 en el pabellón de Bezana. Ojo, en el de Bezana, eh, no en el de Soto en que solemos jugar."

Ok, mister, entendido. Allí estaré. Lástima que sólo estuviera yo. Y a las 11.45 también, así que hubo que recurrir a la telefonía celular para desfacer el entuerto. Primer intento, el señor entrenador se encuentra absorto con sus jóvenes promesas y no responde. A ver si con uno de mis pupilos hay más suerte. Movistar me informa de que el número al que llamo está apagado o fuera de cobertura en este momento. La trama se complica. Última bala en mi recámara, el otro jugador del que tengo número de contacto (2 de 12, no está mal)... y hay suerte. Mis peores temores se confirman: el evento es en Soto de la Marina, como aseguran los carteles que una vez superada mi ansiedad veo en la fachada del polideportivo bezanero. "Pero vamos, Portu, que todavía estoy en casa. Iré ahora, dentro de un rato". Así me gusta. Mis chicos siempre en tensión antes de un partido.

Una vez en el pabellón correcto, tras echar una parlada con los entrenadores rivales y confirmar que no sólo yo había sido engañado por coach H (suerte que algunos de los chavales viven cerca y al ver el revuelo se la jugaron al "a ver si va a ser aquí y no en Bezana"), minutos antes de comenzar la contienda recibo un nuevo jarro de agua fría. Rebelión a bordo. Los cadetes que apuntalan el equipo juvenil han terminado su participación en el torneo y se amotinan. Al uno no le apetece, el otro tiene ganas de poner un fax, y ambos llevan por el mal camino al tercero, a quien sí le apetecía echarse otro partidito. En resumen: 6 jugadores a mi disposición y pocos representantes del star system entre ellos. Pero yo confío en mis jugones y lo sacaríamos adelante.

A pesar de lo precario de nuestra situación, optamos por emplear una defensa al hombre, escasamente agresiva, eso sí. Ya habría tiempo de refugiarse en una cobarde zona si la ocasión lo requería. Mas la peculiar duración del partido (2 partes de 20 minutos a reloj corrido... ni en minibasket he visto algo así) unida a la bondad de los señores colegiados se tradujo en la ausencia de problemas de faltas, con lo que no hubo que recurrir a rastreras tácticas defensivas de esas que no molan a Prigioni.

A todo esto, el partido bien, gracias. Correcalles arriba y abajo manteniendo la delantera hasta que un fatídico parcial de 0-7 nos coloca 3 abajo al filo del descanso. Los sublevados aparecen de pronto en el banquillo con las orejas gachas solicitando su inclusión en el partido, pero me muestro inflexible y tajante en mi decisión de contar sólo con aquellos que han mostrado interés desde un principio. Sí, lo sé, no está el horno para ser fiel a los principios de uno y estupideces por el estilo, pero así soy yo. Por suerte, un arranque de furia y el inusual acierto en el tiro libre deja la cosa en tablas en el medio tiempo. 19-19. Miserable tanteador, pero ni tan mal. Las rotaciones continuas han surtido efecto y no hay rastro de fatiga en mis seis elegidos. Algo es algo.

Tras mi ración de ánimos y balbuceos de opciones tácticas, decido emplear la variante Pepu y otorgar el turno de palabra a los chicos. Éstos no se andan por las ramas y viendo el percal exclaman en voz alta "Venga, hombre, si jugando así vamos empate, hay que apretar un poco y ganarlos, eh". Claro meridiano, vaya. Yo no quería ser tan crudo en mi apreciación, pero ahí lo tenían. Se ordena una vuelta a los orígenes de los sistemas de ataque obviando las teóricas mejoras introducidas durante las últimas semanas además de una tímida presión en toda cancha tras canasta anotada y el parcial de 16-2 que se comen a continuación los del Sardi lo dice todo. Partido a la saca, amigos. De ahí hasta el final sólo queda evitar las marrullerías rivales y sus ataques a la desesperada, aderezando la faena con dosis de espectáculo, alley-oop incluido, para goce del respetable. El 43-29 final es irrefutable: somos campeones, amigos míos. Luchamos contra los elementos y prevalecimos. La calidad, que es mucha. Eso y un estilo de juego deudor de los mejores tiempos del maestro Boza en el Limoges. Qué les voy a contar que no sepan.

Así que aquí me tienen, batiendo récords de precocidad que ni Xavi Pascual y sopesando la posibilidad de hacer la cama a mi head coach a tenor del exitazo alcanzado en solitario. Todo se andará.

Hoja rosa + trofeo + pastitas. Esto es lo que se llama llegar y besar el santo

domingo, junio 21, 2009

Portu y su primer día de playa 2009

Pues no, debo reconocer que no soy un gran amante de pasarme horas y horas vuelta y vuelta en una toalla en la playa. Desde que se acabó mi carrera deportiva en el mundo del voley-playa la cosa ha perdido aliciente. Pero claro, cónyuge b no es del mismo parecer, y en consecuencia de cuando en cuando hay que hacer un esfuerzo por tenerla contenta. Así que tras marear la perdiz unos cuantos días, con la inminente llegada del verano no hubo alternativa y allá que nos plantamos. Un tipo valiente y corajudo, ese soy yo.

Para empezar, cómo no, problemillas a la hora de encontrar aposento para el 205 (sí, tuve choferesa... qué menos, recuerden que había dado mi visto bueno al plan playero), recrudecidos por la presencia de no pocos elementos dignos de ocupar un lugar de privilegio en www.aparcascomoelculo.com.

A pesar de todo, se protege la privacidad del infractor. Sin rencores

Cónyuge b, sabedora de mi reticencia a tostarme sin más, tuvo la deferencia de traerse algo de lectura para que estuviese entretenido... así que pude ampliar mi bagaje cultural echando un ojo al "Mujer de hoy". ¿Acaso hay algo más viril?

Suerte que la jornada se amenizó con las críticas sin piedad que dedicamos a todo bicho viviente próximo a nuestro espacio toallero: que si ahí está Vaquerizo el de Alaska, que si a esa la conozco y ha engordado, ojo con ese de los músculos que va exhibiéndose, mucha espalda pero poca pierna (por omitir la palabra "culo" y el dicho que acompañaría a tal frase), o un esos de allá qué sosos, rematando con un "discretamente, mira a tu derecha: ¿de verdad u operadas?"... y no lo dije yo, señores, qué va, eso salió de la parienta. Y uno, que es un mandado, pues mira, cómo no. No una, sino dos veces. Para asegurarse y formarse una opinión válida, claro.

De súbito, nuestra calma se ve interrumpida: una venerable cuasi-anciana tiene la ocurrencia de aposentarse con su sillita justo en nuestras narices. Vamos, que poco más y tenemos que irnos para que cupiese ella cómodamente. Faltaría más, oiga. Si seguro que es que usted tenía reservada esta parcela, como en el camping, y ha venido aquí la juventud maleducada a importunar. Como podrán imaginar, nuestro campo visual se redujo de forma notable, así que adiós diversión criticona.

Mas no todo estaba perdido, pues tras un gélido primer baño de la temporada después del cual perdí momentáneamente mis gónadas (reaparecieron horas después, todos tranquilos), la llegada de una tropa escolar, lo menos de Pucela a la vista de sus reacciones ante la presencia de semejante masa de agua ante sus castellanas narices, achantó a la señorona y tuvimos nueva compañía: 40 críos de 12 añazos y sus dos sufridos tutores.

Salimos de Guatemala...

Aaaah, los niños, qué monos son... cuando se trata de los propios, y a veces ni eso. Y menos cuando topas con la representación obligada del moco macarrita con pendiente y coletilla al que le da por sacudirte la toalla en la cara y pasa de tus educadas y sutiles peticiones de moderación. Lástima para él y sus pandilleros coleguitas que el acompañante de la de los pechos sospechosos tuviese otro talante y al poco soltase esta perla a uno de los sufridos monitores: "Yo tengo mucha paciencia, pero al próximo que me vuelva a echar arena le suelto dos sopapos". Pues menos mal que tenía paciencia, si no la llega a tener se monta ahí unos sacrificios rituales que ni en el Templo Maldito.

Y de remate, taratachán, aparición sorpresiva en escena de la hermana, cuñado y sobrino de mi señorita acompañante. De estos no diré nada malo, porque son majísimos y me caen requetebién (y aunque no fuese así, cónyuge b es fiel lectora y hay que guardar las apariencias). Aunque bueno, cierta observación del cuñao hizo mella en mi amor propio. No es verídico eso de que esté echando tripa, que en el reconocimiento médico de hace poco (when poco >= 4 meses) me dijeron que había adelgazado 3 kilos. Y tú no, ea.

Lástima, con lo bien que íbamos y tuvo que acabar así la cosa. Pero no se crean, que no contento con tan trepidante toma de contacto, hoy he tentado a la suerte y he tenido otra sesión más. Y ha habido nueva petición de tasación de glándulas mamarias ajenas. Lástima que los objetivos seleccionados por cónyuge b sean dignos de entrar en un catálogo de aberraciones.

Ah, y esta vez he ido andando. El comentario del engorde no ha caído en saco roto precisamente.

sábado, junio 20, 2009

¡Booombaaa!

Tras un par de temporadas en las que nuestros amigos nos han fallado, bien fuera por su ausencia, bien por no respetar las tradiciones, este mes de Junio el TAU lo ha vuelto a hacer y ha claudicado en la Final de la ACB.

Lástima que esta vez fuera ante el Barça en un duelo entre "los más odiados". Ganara quien ganara, perdía el baloncesto, claramente.

Al menos en el bando ganador estaba mi adorado Juancar, que debía andar recibiendo SMS hirientes y provocadores de ET desde LA y se ha picado de tal modo que ha acabado de MVP y todo. 5 ligas ya. Aún te queda otro anillo para llegar a este nivel, Kobe.

Claro que, dejando aparte el triplazo tras paradinha y cuasi pérdida de balón a falta de 1 segundo para final de posesión seguido de la bomba-alley-oop con Fran the Man que acabaron de sepultar las vanas esperanzas de un par de ilusos baskonistas que aún creían en el 2-2, la JUGADA de la final la ha protagonizado el genuino Gianluca, con uno de sus triples "ignorantes" que llegué justo a tiempo de visionar y celebrar. Yo celebrando una victoria del Barça, ¿a qué punto hemos llegado?


Una pena que la enchufara en el primer partido y no en el quinto. Entonces sí que nos hubiéramos reído a gusto.

jueves, junio 18, 2009

De Renazhetes y encontronazos con la autoridad pertinente

Tras meses de silencio, un encontronazo mañanero con el estado de sitio improvisado en el CDTUC Fase B por mor de un "quítame allá esos humos, que lo mismo hay un incendio y estos raros quieren quemarse a lo bonzo", ha recordado a Renazhete el tremendo susto que se llevó hace poco con dos tipos equipados con Cetme de asalto y despertado las ganas de postear latentes en él. Ahí les dejo con la primera entrega de una saga que se promete de interés general.

¿Ustedes no se han preguntado nunca “cuántas son las veces que me han parado para: hacerme un control, hacerme soplar, pedirme la documentación, registrarme el coche en busca de droga, hacerme perder tiempo, llenar el cupo de gente que tienen que parar, porque se aburren y alguna tienen que parar, para por todos los intentos colarte un tarjeta de visita con recibo de 150 aurelios”?

La verdad es que con la suerte que tengo les puedo asegurar que aquí al que suscribe si volviera a nacer le pararían el triple, pero dado que sólo se vive una vez estoy en condiciones de decirles que a mí personalmente me han parado un güebazo de veces y como hoy, día glorioso de 18 de junio de 2009, que será recordado como un día apacible en la oficina con Sauron y Saruman lejos de Mordor, procederé a contarles mis historietas y escarceos con los cuerpos de seguridad del estado. No tiene desperdicio.

1.- Allá por el 1800 cuando éramos jóvenes y vírgenes, jejejejeje, cuando aún éramos guapos y atractivos al sexo opuesto y cuando aun teníamos pelo en la sesera. Allá en mi Kajhuria natal una tarde de sábado en las Bajartu sin nada que hacer más que comer pipas y hablar de las titis que no entraron por el aro la noche anterior,… (puestos en situación empiezo). “Cuál va a ser el plan de la noche”. “Esta noche es la Fiesta de la Rosa en Ampuero, podríamos ir”. Y allí que se fue (para los profanos, la Fiesta de la Rosa se celebra en septiembre y consiste en una rosa roja con un número para chicos y rosa blanca con un número para chicas, el resto se pueden imaginar cómo va). Bueno, se apunta todo el mundo y al final somos unos 15 entre amigos/as. Llenamos 3 vehículos. Por aquel entonces yo andaba con mi primer coche, un Polo Classic de la Letra P con 55 CV y 1180 c.c., menuda batidora, y cuando llegamos a la salida de la autovía en Colindres, ahí que están los verdes o los vareadores o los aceituneros, como ustedes quieran llamarles, ¡¡¡ALTO A LA GUARDIA SIVIL!!! Recortada en mano nos hacen descender a todos y comienza el cachondeo.

GUARDIA CIVIL: Buenas noches.

NOSOTROS: Buenas, agentes.

GC: De dónde son ustedes.

NO: De la capi agente.

GC: A dónde van.

NO: A las fiestas del pueblo, agente (y aquí es donde el mito de la Guardia Civil cae en picado y ya no levanta más en toda la historia).

GC: No llevarán ustedes droga encima.

NO: No somos camellos, agente (si te parece te vendo un gramo de perico para ti y tus colegas disfrazados no te jode).

GC: No llevarán cocaína encima (lo que llevo es drogaína no te digo, lo que llevo es un calentón encima jefe....).

NO: Nosotros somos adictos al alcohol y a las mujeres.

GC: JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA (parece que esto va bien)

De fondo se oye a uno que viene corriendo y apuntándonos con la recortada, “¡Estos son los de las katanas!” ¡¡Mande, qué dice este!! “¡No, que estos son de Santander!” (momentos de tensión). “¡La documentación de todos ustedes, y los conductores además su carnet de conducir!”

Bueno, pues ahí que saco el DNI y carnet de conducir y para gran suerte me tocó a la lista de la clase.

GUARDIA CIVIL MUJER: La dirección del DNI no coincide con la del Carnet de conducir.

YO: El Ayuntamiento me ha cambiado el nombre de mi calle y he renovado el DNI antes de ayer. El carnet de conducir lo saqué hace 3 años (Respuesta rápida y certera que hasta Abundio comprendería)

GCM: Gñi que, gñi ehhhhhhhh, que la dirección del DNI no coincide con la del Carnet de conducir.

YO: (jooooooooooder con la espabilada esta) Agente, las calles son la misma pero con distinto nombre debido a que el Ayuntamiento ha cambiado de nombre mi calle y yo el miércoles renové el DNI

GCM: Que la dirección del DNI no coincide con la del Carnet de conducir.

YO: (Ya verás cómo esta lista me detiene)

GCM: Pues proceda a cambiarla porque es objeto de multa

YO: Y tú de mofa y befa no te digo. (Decir que no lo cambie)

2.- Semana después de Carnavales, estando solos en la Bajartu (centro de ocio y reunión de Kajhuria y también donde se hacen los concejus kajhuriegos) Luis, Carol y yo, vamos a Santoña a ver qué se mueve por allí (y por allí no se movía ni Dios, porque ni Dios estaba allí). Y llegando a Santoña ahí que nos para (y esto es verídico se lo juro) un tipo gordo con barba blanca y vestido de Guardia Civil. “¡Joder!”, dice Luis, “¡Papá Noel es madero o pluriempleado!” Pues ahí que nos paran.

GC. Buenas noches.

YO: Buenas, agente

GC: Documentación.

YO: Cómo no, agente, aquí tiene.

GC: Muy bien, se van a bajar para que les meta el perro dentro.

YO. Que me va a meter el cualo, perdón. (Mis cojones me mete el perro este dentro del coche)

YO: Me va usted a disculpar pero si no tiene una orden el perro no entra, soy alérgico al pelo de los perros y como usted comprenderá si lo mete, ¿luego quién me aspira el coche, usted? (Han visto mis dotes de abogado de medio pelo jejejejeje)

GC: Mira chaval, o te meto el perro o te meto un puro que te cagas.

YO: Lo que usted diga, (aquí ya perdí la dignidad que me había ganado pero qué se le va hacer)

Y nos metió el perrito dichoso, para no encontrar más que dos gominolas tiradas en el suelo que las jaló el perro, 200 pesetas y medio bono-bus.

En fin, siempre se ha dicho que el que no valía para estudiar se metía a policía. Yo personalmente no lo comparto pues tengo amigos que ahora son Guardias Civiles y Policías Nacionales y no son gilipollas, pero es que concretamente el número de tontos del culo vestidos de uniforme que a mí me han parado es directamente proporcional al número de veces que me paran, será suerte, será el destino... En la próxima entrega les comentaré algo acerca de esos grandes, los del Cuerpo de Policía Local de Santander, que no tienen desperdicio. Estos sí que son para echarlos de comer aparte, ellos y sus tontunas. Un saludo.

miércoles, junio 17, 2009

Buitreando que es gerundio

En días como hoy, a pesar del revuelo causado por jovenzuelos en plena época de exámenes y del calor pegajoso cual Pritt en el cubículo-cocedero que damos en llamar laboratorio, por no mencionar la apasionante tarea programadora, la cual como todos pueden imaginar me apasiona cantidubi, la jornada laboral se le hace a uno más llevadera.

Y es que andábamos de celebración... y me enteré justo a tiempo, pospuse mi obligada visita al banco para otro momento y disfruté del convite que con motivo de su cumpleaños se había currado nuestro trabajador a tiempo parcial con la connivencia de su santa madre.

Un goce para los sentidos. Una explosión de sabores en el paladar sólo comparable a la producida por un suculento Big Mac (tal sacrilegio se lo apuntan al amigo Renazhete, que no sé en qué McDonald's comerá él, pero que me pase la dirección). Quesada + Leche frita, combinación ganadora.

Se recomienda regar su ingesta con un Yosport Fresa

Como el tenazas se pusieron unos que yo me sé. Los ausentes por diversas razones no. Mayor espabile a la próxima. O mejor no, que así a más toca.

¡Dios bendiga a los becarios! Y a sus mamás cocineras, claro.

lunes, junio 15, 2009

Tan gafe no seré

Que miren que después de lo que les comentaba hace poco más de un año creía que era una certeza absoluta e inmutable. Pero va a ser que no. A los hechos de estos playoffs NBA me remito:
  • Final de Conferencia Oeste. Tercer partido. Nuggets 97 - Lakers 103. Apurando.
  • Final de Conferencia Oeste. Sexto partido. Nuggets 92 - Lakers 119. Sobradetes.
  • Primer partido de las Finales. Lakers 100 - Magic 75. Qué hisisteis, abusadores.
Haciendo gala de mis dotes premonitorias estilo Rappel, me permití el lujo de no poner el despertador las noches del segundo y tercer partidos, porque para un tipo espabilado y egocéntrico en temas baloncestísticos como yo no cabía la más mínima duda del seguro reparto de victorias al calor del hogar. Así que me reservé para el cuarto, que no vean si se hizo duro aguantar el tirón tras el madrugón el viernes anterior y no era plan de realizar excesos. Uno ya va teniendo una edad.

Y justo es reconocer que lo pasé mal, mal, fatal. Pero cuando peor pintaban las cosas, Superman descubrió con pavor que un eclipse ocultaba el sol amarillo fuente de sus poderes... y tomó el relevo de Nick "The Brick" Anderson en la particular galería de los horrores desde el 4,60 de las gentes de Orlando. Momento registrado por mi cámara siguiendo lo propuesto en TrueHoop, idea que Juanisho y servidor hemos acogido con agrado. Lo que pasa que él aún no me ha pasado sus fotos, así que de momento se conforman con las mías.

Indispensable tener un libro bien a mano para sobrellevar los interminables e inagotables tiempos muertos

Como ya sabrán, triples milagrosos mediantes y con una "excelsa" a la par que "determinante" actuación de ET, la cosa acabó con un 91-99 tras prórroga que dejaba el anillo a punto de caramelo, además de resultar un atentado contra mi integridad física, pues no contaba con tal alargamiento de la tortura baloncestística en mis cálculos de horas aproximadas de sueño. Así que anoche me vi obligado a pasar de mis pronósticos que hablaban de un 4-2 en LA y pegarme otra siesta antes de levantarme a horas intempestivas, porque ¿se imaginan lo que hubiera sido no estar presente ante mi PC justo el día que se consigue el campeonato? Muy mío, lo sé, pero esta vez no estaba dispuesto a pasar por eso. No, no, no.

Tras múltiples intentonas inútiles de seguimiento vía streaming, y sobrevivir con/a la lacrimógena retransmisión de Radio Marca en la que 13t dio sobradas muestras de haber alcanzado el estado vulgarmente conocido como "gagá", decidí quedarme con la emisión de mis ya apreciados chicanos de la ESPN latina, cuyas cortinas, tapas y defensas a ultranza del no-blando 16 de amarillo y morado me han llegado a recordar por momentos a nuestro señor Montes (alabado sea). Y el 86-99 definitivo habla por sí solo.

El simpático Gonzo estaba ufano con su gorra de campeón

Pues nada, chiquet, enhorabuena a los premiados. Disfrútalo que te lo has currado. Pero tampoco te regodees mucho con las cosas que te dicen los del Marca que ya sabes que son un poco exagerados.

Y a todos aquellos que me acusaban de cenizo, les dedico un amplio y sentido corte de mangas virtual. 5 de 5, nenes. He pasado de aguafiestas a talismán. ¡Ja!

viernes, junio 12, 2009

Britain sí que tiene talento

Sashita, nuestro corresponsal en la Pérfida Albión, aparte de poner verde y a la vez por las nubes a la televisión estatal británica (el tío es así, no se decanta), nos deja un recadito en su último contacto vía e-mail. Altamente recomendable oigan.

Y para despedirme por todo lo alto, un enlace a un vídeo. No son carnavales ni chirigotas, pero genial igualmente. Seguro que a las Españas llegan noticias de la ya archiconocida Susan Boyle, pero no estoy seguro de Stavros Flatley. Tengo que decir que esta pareja de padre e hijo se han ganado a la gente de esta isla. No habrán ganado, pero actuación tras actuación se han superado. Son geniales, y lo mejor de todo se les ve auténticos y mu buena gente. Ahí os dejo...


Y de propina, su actuación en la semifinal.


Esto es Grecia: desvergüenza y diversión a partes iguales. Amén de algo de sobrepeso. ¿Parentesco con Sofo, quizá?

jueves, junio 11, 2009

Del rosa al amarillo

Tras un prolongado periodo de silencio, toca importunarles con un resumen de los últimos partidos de la temporada de mi retorno a las canchas. Como habrán olvidado, dejamos nuestra historia en un momento álgido-pesaroso, con la épica primera victoria seguida de una miserable derrota en el plazo de 20 horas. ¿Y que pasó con el póker de despedida? Pues a continuación podrán saberlo. Sigan, sigan, no se corten.

Empezamos con un apasionante Solares C - Bezana, en duelo directo por la sexta plaza. La hora no acompañaba mucho, que un domingo por la mañana nuestros chicos no están para nadie, pero íbamos esperanzados. Lástima que la regla del 69 se mostrara implacable una vez más. Tras remar durante buena parte del partido, y alcanzar un empate a 67 en el minuto 38, perdimos nuestra opción de amarrar la victoria anotando dos puntitos de nada hasta en dos ocasiones y los pipiolos de donde cuatro huevos son dos pares no tuvieron piedad. A esos dos les siguieron otros 6, lo que unido a un periodo de enajenación transitoria bezanera en el que se tiraba triples hasta algún padre desde la grada, desembocó en un 75-67 nada favorable y el basket-average a freír monas. Buen trabajo de la dupla entrenadora, como bien se encargó de resaltar uno que nos lee, que se acercó gustosamente a presenciar el encuentro. Y lo peor es que esta vez estaba en lo cierto.

A continuación, y en la extraña fecha de viernes por la tarde, que seguimos unos horarios que parecemos los Oklahoma City Thunder, tocaba recibir a los representantes del SAB Torrelavega. En "casa" por llamarlo de algún modo, porque hubimos de exiliarnos a Cacicedo, lo cual estuvo bien para todo aquel que estuviera buscando una excusa para pasarse por el Elefante Azul y darle un agua al coche. La situación era compleja, pues además de estos condicionantes había que contar con el inminente viaje a tierras de Papi Berlus de 3 de nuestros pivots. Vamos, que estaban pensando más en borracheras a la luz de la Piazza del Popolo que en meterla por el arito (no haré jueguecitos de palabras con el verbo "meter" y su viaje de fin de estudios hormonado porque no es el lugar ni el momento de ello). Suerte que el llamamiento a la afición realizado durante la semana surtió efecto y un nutrido elenco de ultras acudió a presenciar el dantesco espectáculo que teníamos preparado para ellos. Allí estaban los genuinos Valich y consorte, el infatigable uno que nos lee, y por descontado cónyuge b, arrastrando a una incauta compañera de curro al evento.

En juego, nada menos que mantener la séptima plaza, conseguida gracias a los deméritos de uno de nuestros rivales directos. No debía despistar el vapuleo a domicilio por 50-73 del partido de ida, ya que mis compatriotas iban al alza en las últimas jornadas y nosotros nos desplazábamos en sentido contrario a pasos agigantados. Y los tres primeros lamentables periodos y su más que gráfico 32-34 (y gracias) daban buena cuenta de ello. Mas no recuerdo bien qué gritos en concreto surtieron efecto en las volátiles mentes juveniles a nuestro cargo que salieron revolucionados y plantaron un parcial 28-9 en 10 minutos que no se lo salta un gitano. 60-43 y a otra cosa, como por ejemplo convidar a nuestros fieles seguidores a unos cacharros por los servicios prestados. Y pagando ellos, claro, que nosotros la entrada no se la cobramos.

Y con las mismas, nos plantamos en el fin de fiesta baloncestístico. Tras el aplastante 71-89 cosechado el anterior domingo en las proximidades de Castro, donde se puso un día más de manifiesto ese estilo "Barça de Aíto en los 90" que implica llevar el partido igualado hasta el hachazo final de los últimos 5 minutos (2-16 esta vez, nenes, cuidadín con nosotros), el cual hemos debido inculcar sin quererlo en nuestros pupilos, el Bezana Soto Junior afrontaba el último partido de la temporada ante su público y con la sana intención de agradar a su afición dando un susto al campeón de Copa y actual tercer clasificado (empatado a victorias con los dos primeros, ojo) para que fueran calentitos a la Final a Cuatro. Cantbasket, vamos a por ti.

En juego..... nada... ni siquiera la honra. Los unos ya no podíamos aspirar a nada más allá del séptimo puesto y los otros iban encaminados a comerse al Pas en tremenda semifinal de ahí a dos semanas. Cualquiera diría que es el partido ideal para liberarse de tensiones competitivas y dar rienda suelta a los jugones que se llevan dentro, pero como me temía no fue así. Los recuerdos de la debacle forman una nebulosa en mi memoria, pero con decirles que el marcador acabó indicando un 69-105 podrán hacerse una idea de lo acontecido. Desastroso colofón a mi estreno en los banquillos.

Tras este equitativo reparto de 2 hojas rosas por 2 amarillas, mi balance particular queda en un 3-6. 33% de victorias, rollo Clippers. Espero que en este club valoren otros aspectos por encima de los resultados, como por ejemplo el tener coche propio o utilizar bolígrafos de dos colores distintos para llevar la estadística, porque si no voy dado.

miércoles, junio 10, 2009

¿Crisis? ¿Qué crisis?

El retorno del rey (no el hijo de Arathorn, ni de Nach, sino el tipo éste que aparece cada Navidad en TV diciendo lo mismo) a la región trajo consigo un incremento de temperaturas más que considerable, con lo que cónyuge b lo vio claro y propuso sesión de ejercicio cardiovascular relajado aderezado con una intensificación del bronceado de forma natural. Vamos, que estuve paseando por la ciudad de 16.30 a 21.30. Loseta, asfalto, hierba, arena,... Pude demostrar que me defiendo en más superficies que Rafa Nadal.

Pero uno no es inmune a la fatiga, y 10 años sin deporte de élite pasan factura, así que a mitad de viaje solicité tiempo muerto, utilizando eso sí la infalible excusa de "venga, mujer, que te invito a algo, que con este calor tendrás sed".

Y esa parte salió bien, vaya que sí. Donde no estuve tan acertado fue en la elección de lugar en el que reposar de forma merecida. Me dejé llevar por el corazón y sucumbí a los cantos de sirena del bar nombrado como mi patria chica, lo que acabó por mostrarse una decisión poco afortunada por causas de inminente revelación. Antes, una muestra de los productos ingeridos:

Mi caña con limón nenaza se convirtió en una caña + una fanta limón, alcanzándose así una nueva dimensión de pijoterío

Y ahora, sin rodeos, la razón de mi estupor y esos dolores a la altura de la cadera que me acechan en sueños:

Propina de 5 céntimos auto-incluida por el camarero no reflejada

Un considerable sopapo a mi modesto sueldo. Me está bien empleado por listuco. Suerte que en el paseo de la semana anterior se optó por la "versión pobre" y el gasto se limitó a 1€ de botellín de agua.

Para la próxima no habrá que despreciar a la mítica fuente pública, que para salir del apuro vale.

martes, junio 02, 2009

34 x 23

Todo el mundo tiene sus cuentas pendientes, sus demonios internos y todas esas historias. Hasta Chuck Norris. Qué cojones, hasta los irlandeses. Y aunque bien pudiera haber sido yo la excepción a la regla, no es el caso. Porque uno no puede pretender subirse a una bici, ponerse a subir un puerto, bajarse a mitad, y dormir tranquilo por las noches. Por mucho que al final llegaras arriba, y por muchos cojones que le echaras subido encima del puto sillín. Porque si uno se sube a una bici, es para no bajarse, o al menos para bajarse cuando a uno le parezca bien, y no cuando se lo dicte la carretera. Porque eso escuece en el orgullo, y el orgullo de un irlandés es muy puñetero. Y porque un irlandés no da un paso atrás ni para coger carrerilla, cojones.

Así que tuve que volver. A mis queridos y amados lagos de los fucking eggs. Los de Covadonga. A subirlos como dios manda. Y no como la última vez.

Allí andaba yo el sábado pasado, en Cangas de Onís, en la salida, con otros seis amigos, y otros dos mil subnormales más, y con lluvia fina del norte de esa tan molona para darse un agradable paseo de 115 kilómetros en burra. Los primeros 50 llanos. Luego un puertecillo en el que los dos últimos kilómetros son una auténtica pared. Luego otro muy llevadero. Y después para rematar la faena, los señores lagos. Ya saben, 12 kilómetros de puta tortura. Los ocho primeros no bajan del nueve por ciento. Los cuatro últimos te dan la puntilla.

Bueno, te dice uno de tus compañeros novato en estas lides, por lo menos como llueve se saldrá tranquilos. Le miras de reojo. Claro, piensas mientras esnifas el olor a réflex, y contemplas las piernas como jodidas columnas de granito y depiladas hasta el escroto del tipo que está delante de ti. Tranquilos de cojones, non ti preocupare. En el kilómetro 45 paras en el primer avituallamiento. Miras el cuenta. Más de 37 de media. Tócate los cojones, mariloles. Tu compañero el optimista claudicó en el 10. Pero bueno, tú vas sorprendentemente cómodo, así que para adelante con los faroles. De tus compañeros aguantan tres, dos algo tocados, y el que te va a dar para el pelo dando ánimos y diciendo que el primero con tranquilidad. Que ya se encargará la huesera de cobrarnos cualquier esfuerzo de más.

Así que si lo dice el que va sobrado, se le hace caso. Y el primero se sube al tran tran. Sobre todo los dos últimos kilómetros. Más que nada porque es imposible subirlos a cualquier otro ritmo. Dos mil metros a más del diez por ciento. Pero bueno, como es el primero llegas arriba sin demasiado dolor. Y además ha dejado de llover. Para abajo. Aquí es donde yo me paso por la piedra a los depilados. Miras a tus compis (que tienen familia e hijos por los que velar). Oye, yo os espero abajo. Metes plato y la corneta suena a séptimo de caballería. La carretera aún totalmente mojada y la gente bajando con más miedo que vergüenza. Joder, a este paso pillo al primero. Si es que estos meseteños no tienen ni puta idea. En la tercera curva la bici te suelta un trallazo de atrás que ves la luz al final del túnel, a la virgen María, a la de Covadonga, y a todos los santos revoloteando a tu alrededor. El tipo de la organización que está plantado en la curva para avisar de que se baje tranquilo, empieza a desgañitarse y a llamarte de todo menos guapo. No es necesario. Tú ya te has hecho caquita encima y empiezas a bajar como todos los meseteños. Piano piano y sin pasar de cuarenta, que somos muy jóvenes y el precipicio es muy largo.

El segundo puerto se sube casi sin enterarte. Pim pam pum y arriba. Para abajo, esta vez sí con la carretera buena, sin curvas de las de mírame y no me toques, y el asfalto medio seco. Así cualquiera. Tú lo agradeces porque aún te estás limpiando el culo de la bajada del primero. Unos kilómetros llanos, y llegas al cruce.

Jodido y fatídico cruce. Giras a la izquierda y de nuevo tú ante el puto muro. Ruido de cadenas subiendo a toda prisa por las coronas. Imprecaciones de alguien al que se le sale la cadena al quitar plato. Miradas de quién me mandó a mí venir aquí. El gracioso del si falta mucho. ¿Cuánto llevas?, me pregunta mi compañero el máquina. 34x23. No te gusta su, bufff. Para ahora bien, te dice, pero en la huesera a lo mejor te falta. Joder, eso ya lo sabes tú, coño, no te hace falta oírlo. Para arriba. A los dos kilómetros de subida tu compañero lleva un punto más que tú. Pasas de él, que se vaya, no te cebes que esto es muy largo. Pero vas bien y no se aleja mucho. En el tres le vuelves a coger. Te mira, sonríe y se pone a rueda. Un tipo que va ya con el agua al cuello pregunta que si eso suaviza. Tú has estado en su situación así que sabes que no quiere nada de medias tintas, ni de paños calientes. Aquí no sirven las mariconadas. El tipo sólo quiere la verdad. No, le dices al unísono con tu compañero de fatigas. Y añades un vamos y un aúpa. Un par de los que están en la cuneta y le han oído preguntar se desgañitan con él como si le conocieran. Sabes que lo agradece. Porque sí, coño, porque tú también has ido así de jodido.

En el siete, llegas al puto cartel. Huesera. Miras al cielo en busca del final de esa jodida recta. Lo ves allí arriba, a tomar por culo. Respiras hondo. Tú y yo tenemos algo pendiente, zorra. Tu compañero mete la corona que se guardaba. Tú sólo te pones de pie y aprietas los dientes. El cuenta todo el rato entre siete y ocho por hora. El pulsómetro todo el rato por encima de 180. En un momento que tus riñones no pueden más te sientas. No hay cojones de mover ese desarrollo sentado. Blasfemas para adentro. De pie otra vez y hasta arriba. Cuando llegas al descansillo no sientes nada más que dolor y vacío en las piernas. Tu compañero empieza a despegarse. Intentas ponerte a rueda pero es absurdo. Vas planchado. Sólo queda llegar arriba y punto. Como se pueda. En los cuatro últimos kilómetros te pasa hasta el apuntador. 1h10’ de puta agonía. 4h50’ en total, o lo que es lo mismo, 1h30’ menos que la última vez, y sin sacar el pie de la cala. Sonríes mientras te metes tu cuarto aquarius sin respirar. Ya puedes dormir tranquilo.