sábado, septiembre 30, 2006

Queremos tener un millón de amigos

Este verano Miguelovas volvía a la tierruca de su exilio anual leonés un poco harto de linimentos, pesas y estiramientos, por lo que decidió dar un giro tecnológico a su vida y adquirir cuantos más dispositivos electrónicos mejor, consiguiendo así de paso asemejarse más y más a los miembros de este telequil blog.

Tras comenzar desafiando a la suerte adquiriendo un disco duro portátil de tochocientos gigas vía nuestros viejos conocidos de Pixmania, asistió con dolor al deceso de su pequeño reproductor mp3, que tan buen servicio le había proporcionado. Por ello hace unos días me embarcó en la misión de acompañarlo en la búsqueda del sustituto ideal: un aparatejo de Sony del que había quedado prendado. Que sí, que tiene poquita capacidad, pero cuenta con radio incorporada, y eso para las duras tardes invernales de la estepa castellana viene de pegada, que así puede escuchar el Carrusel Deportivo. La compra fue rápida (más o menos), y nada hacía presagiar el terrible destino que aguardaba a nuestro héroe. A la llegada a casa y proceder a la realización de la prueba de rigor, comprobó con pavor cómo se la habían metido doblada hasta el fondo: que si no reconoce mp3, sino que utiliza unos archivos personales e intransferibles, que si no organiza bien las canciones, que si lo de crear carpetas es una tarea encomendable a Ethan Hunt... vamos, como el chisme Airis que tengo yo, pero de una marca de calidad. Solución: devolverlo. Parece fácil, ¿verdad? Pues después de leer lo que habéis leido en este blog, ya deberíais estar escarmentados. Lean el estremecedor relato [en el que he realizado labores de corrector/adornador, que falta le hacía]. Ni Bram Stoker.


Cómo tardar 60 min en devolver un mp3

Sí señor, 1 hora que he tardao. Tras largas negociaciones me decido a mandar a la mierda al reproductor, voy a cambiarlo y espero 25 minutazos de cola en "Atención al cliente", donde permanecían guardando cola tres entrañables marujas interpelando a las dependientas por chorradas de diverso pelaje. Total, para que me digan que se devuelve dentro. Otros 15 de propina dentro porque no aparecen los señores azules con camisa tan bordes de costumbre. Sí, esos que mientras estás tan tranquilo mirando en cualquier sección te vienen a agobiar con la cantinela del "¿Puedo ayudarle en algo?", y en cambio cuando los necesitas se dedican a hacer el truco del hombre invisible. Tras esperar durante un rato en un mostrador, opto por la opción de internarme en los pasillos en busca de algún amable señor de azul con camisa, logrando un temprano éxito en mi empresa. Después de cambiarlo, para lo cual he de soportar un duro y exhaustivo interrogatorio...

Inciso: debido a su indiscutible interés para la compresión del relato procedemos a la transcripción íntegra de dicha conversación. Más o menos.

Miguelovas - Hola, buenas. Venía a devolver este reproductor.

Señor de azul con camisa - ¿Qué le pasa?

M - Nada, sólo que no me gusta mucho cómo funciona. Pensaba que era otra cosa.

Sdacc - ¿Has grabado alguna canción?

M - Sí, pero ya he borrado todo.

Sdacc - Vale, pues ahora te doy un ticket para que te devuelvan el dinero.

[Ya os advertí que había sido mazo exhaustivo]


...me dan un ticket para que me den el dinero en la Caja Central. Y, ¿a que no adivináis cuál es el sinónimo de "Caja Central" en argot Carrefour? Habéis acertado, ¡¡"Atención al cliente"!! (sí, donde antes esperé 25 minutos) Y otros 15 allí de nuevo hasta recuperar mi pasta. Las cuentas son fáciles, y para colmo me olvido el móvil para llamarte. En fins, se me ha hecho tarde y me encuentro plof, como en esos días sum sum. Mañana nos despediremos en plan no-gay, ¿no? See you.



¿Soy el único al que este tipo de situaciones le recuerda a cierta prueba que hubieron de superar Astérix y Obelix?

De impresos, circulares, pases y demás familia

Y sí, le perdoné su despiste que conllevó que me quedara en casa toa la tarde. Y sí, ayer nos despedimos. Y sí, lo hicimos en plan no-gay. Cotillas. Que todo lo queréis saber.

viernes, septiembre 29, 2006

Seguimos haciendo enemigos

Y el Retirao pensando que nada más podía importunarle antes de marchar a tierras checas...

El Círculo de Lectores

Son las 13:35. Apenas quedan unas horas para irme. Justo acabo de hacer la maleta, cuando suena 3 veces el timbre de mi casa. Abro y veo que no es ningún policía ni nada por el estilo, sino un señor vestido de traje. Justo lo que necesito después de mi affaire con ONO. Esto me obliga a una última despedida inesperada.

-El Retirao: ¿Ocurre algo?

-Trajeado Bajito: (va a decir algo y se para) ¿Cómo dice?

-ER: Que si ocurre algo.

-TB: ¿Por qué lo dice?

-ER: Porque como ha llamado tres veces, pensé que pasaba algo.

-TB: era por si no había nadie en casa.

-ER: se llama una vez, y no contestan se llama otra.

-TB: (me pone una revista en la mano y dice algo que no entiendo): ¿Sabéis lo que es?

-ER: ¿El qué?

-TB: El Círculo de Lectores.

-ER: (viendo que en la revista que tiene en la mano pone "Círculo"): Ah, sí. Fuimos socios.

-TB: ¿Hace cuánto?

-ER: pues la última vez hace unos 3 años, creo.

-TB: ¿3 años? Ah, bien, verá, ahora el Círculo de Lectores lo lleva XXX (dijo el nombre de la compañía), y las condiciones son distintas porque ahora llega la revista cada 2 meses en vez de cada mes.

-ER: Ajá.

-TB: ¿Me dice su nombre para saber a quién le he dado la revista?

-ER: Pues... El Retirao.

-TB: (apunta el nombre). ¿El Retirao, qué más?

-ER: El Retirao a secas. Con saber que me llamo El Retirao y que vivo aquí, ya está.

En ese momento pone cara de desconcierto y se le nota que se empieza a poner nervioso.

-TB: No, pero necesito el nombre completo para mandaros la revista. No puedo poner El Retirao a secas.

¿Mandarme la revista? ¿Pero no había dicho que era para saber a quién se la había dejado?

-ER: Yo no he dicho que me manden la revista. Eso lo ha dicho usted.

-TB: Pero necesito tus datos para mandarte la revista porque...

-ER: Trátame de usted, que yo le estoy tratando de usted.

-TB: (Ni puto caso). Te tomo los datos para mandarte la revista (señalando la revista que me ha dado). ¿No se hizo así la otra vez que fuisteis socios?

-ER: Pero es que yo no he dicho que quiera hacerme socio. Eso lo ha dicho todo usted.

-TB: ¿Me estás vacilando?

-ER: ¿Me está vacilando usted a mí?

-TB: (Con cara de señalar lo evidente) Mira, no me vaciles.

(A partir de aquí hay un par de frases que se me escapan, porque la conversación fue más rápida. En cualquier caso, las frases que faltan consistían en repetir lo mismo).

-ER: No, no, pero si es que yo no he dicho que quiera la revista. Eso lo ha dicho todo usted.

-TB: (Me quita la revista de la mano y pone cara de cabreo). Mira, llevo un mal día, y no estoy como para que me vacilen.

-ER: ¿Le ha llamado alguien? Si alguna otra persona le ha llamado diciendo que quiere hacerse socio, tiene usted mis disculpas y ahora pregunto.

-TB: No, lo que pasa es que vamos por las casas, porque este es mi trabajo, y no me gusta que me vacilen, y...

-ER: (Por primera vez con tono de enfado): Adiós.

Y di un portazo porque su nerviosismo y su cabreo empezaban a contagiarme. No creo que me oyera, pero fui por el pasillo de casa diciendo para desahogarme en una voz que me salió más alta de lo que pretendía: "Vienen a tocar los pies ahora. Soy yo el que está tranquilamente en su casa y viene a vacilarle otro".

El nerviosismo se me pasó cuando vi al resto de personas de la casa partirse de risa.

Tengo que defender al pobre hombre en una cosa: al igual que el trabajo de teleoperador es muy duro, el de vendedor por las casas es también muy duro por una razón: estás casi obligado a embaucar a la gente con engaños (hablo en la mayoría de empresas que contratan a gente para que haga esto. Puede que exista alguna que tenga como política la sinceridad). Vamos, que también es una mierda de trabajo, que prácticamente requiere que a la semana de trabajo te hayas desprendido de toda conciencia. Pero creo que tampoco hay que perder los nervios cuando la gente no pica: se acepta la derrota, y punto.

Hala, esta vez sí es la última. Si es que no me pasa como a El Verdugo (el que no lo pille, que oiga la última frase de la película).

jueves, septiembre 28, 2006

Tiene nombres mil

Miguelovas femoral de León, melómano sibarita donde los haya, nos obsequia con la siguiente pieza musical, con la que ya de paso disminuimos en cierta medida el ambiente lacrimógeno del que se había impregnado el blog en la mañana de hoy.


Qué letra, qué coreografía, qué efectos visuales, que señorío... ¡Leonardo Dantés a Eurovisión ya!

Porque lo valiente no quita lo cortés

Ahí van, tal y como aparecieron en el tocho. Salvo el último reír, que me acabo de dar cuenta que allí lo puse sin tilde. Cagoentroya.

Pues básicamente porque sí. Porque se lo debía. Porque hoy, o mañana, o un día de estos hace justo un año. Porque se me pone en los cojones y porque, como ya dije, estoy orgulloso de los amigos que tengo.

Agradecimientos

Creo que el título es lo bastante explícito como para decir más sobre lo que viene a continuación:

A Don Ignacio Santamaría, alias Nacho, por creer que podía.

A Don Javier Vía, alias Vía, por su infinita paciencia con mi ignorancia, por su inagotable capacidad de ver la luz, por su power-ball, por su muñeca en el futbolín, porque es un auténtico crack y un insuperable jugón.

A toda la gente del Grupo, alias GTAS, porque cuando uno está a gusto piensa el doble de bien.

A Don Lorenzo Vara, porque aún hoy recuerdo cosas que él me enseñó.

A todos los golfos, porque no sólo de libros vive el hombre. En especial a Andrés y a Aitor, porque sois de puta madre.

A toda la banda de clase, porque cinco años así los pasa cualquiera. En especial a Tomé (auténtico y único cheriff de la night santanderina), a la entente asturiana con Tomás e Iván a la cabeza, al gran Cote (compañero de fatigas laboratiles), a Juanisho (un inmenso talento balonmanista y mejor persona), a Varo y a Portu (con su mala salud de hierro y su humor a prueba de bisturí).

A mis hermanos, no sé muy bien porqué.

A mi hermana, por sus besos y porque es mi hermana.

A mis padres por soportarme y no echarme de casa como deberían.



Y sobre todo a Carmen...

... porque uno no llega a uno y dos son más que dos.



A todos ellos, y a los que me olvido, sigan bien, sean felices y, por encima de todo, nunca se me olviden de reír.

miércoles, septiembre 27, 2006

El enemigo en casa

Iba yo a meterme en mi camita, que mañana hay que madrugar, cuando he pensado "bah, venga, voy a echar un último vistazo a mi correo a ver si alguien ha comentado en el blog" y en lugar de eso he topado con ¡¡una nueva colaboración de el Retirao!! Os dejo con ella, que es así como larga y no tiene desperdicio.


Unos días después de haber visto la factura de teléfono de Agosto y ver con buenos ojos esos 69 céntimos de consumo telefónico, llega la factura de Septiembre.

Todo bien, todo perfecto, excepto por un pequeño detalles: 12 llamadas realizadas a un 905 entre las 2:00 y las 4:00 de la mañana entre un domingo y un lunes.

"Vaya", pensamos, "habrá habido un error en la facturación. Bueno, nada que no solucione una llamada al 902 de ONO" (a pesar de que por ley tienen que tener un número gratuito, ahí sigue el 902. Al menos devuelven el dinero de la llamada si lo pides explícitamente). Llamo y me atiende una chica que, muy amablemente, me explica que esas llamadas han sido realizadas a un concurso de televisión y se ofrece e explicarme cómo evitar que vuelva a suceder en el futuro. El diálogo que sigue viene a ser, de forma resumida:

-El Retirao: Verá, es que el problema no es cómo evitarlos. Es que nos han cobrado unas llamadas que no hemos hecho.

-Teleoperadora Inepta: Es que sí se han hecho.

-ER: Verá, yo comprendo que le aparece ahí la lista y que eso le da la seguridad de que se han hecho, pero es que yo estoy seguro de que no se han hecho. Si no lo estuviera, no llamaría.

-TI: Pero es que sí se han hecho. Si lo que quiere es evitar que utilicen su teléfono para estas llamadas...

-ER: No, no, no quiero evitar nada. Lo que quiero es que no me cobren unas llamadas que no hemos hecho.

-TI: Sí se han hecho.

-ER: No, no se han hecho.

-TI: Sí se han hecho.

-ER: Bueno, comprendo que tal vez usted no puede solucionar este problema. ¿Me puede decir cómo puedo contactar con alguien de ONO para que me lo solucione?

-TI: No, no puede hablar con alguien superior a mí. Mire, señor, el dinero no se lo van a devolver, si quiere puede volver a llamar pero le van a decir lo mismo que yo.

-ER: De acuerdo, ya buscaré otra forma de hablar con ONO.

-TI: Buenas tardes. Gracias por su llamada.

Bueno, después de esto hicimos otra llamada en la que hemos llegado a la conclusión de que volvió a atender Teleoperadora Inepta, en la que no nos mostramos tan comprensivos y exigimos que ONO ofreciera una vía al cliente para solucionar estas situaciones. A regañadientes nos dio la dirección de la sede de ONO en Santander (Calderón de la Barca nº 15).

Después de consultar con un ex-teleoperador de telefónica cuál era la política de telefónica en estos casos, y que me contestara: "En un caso como el tuyo en el que se ve que nunca habéis hecho llamadas de esas ni hay reclamaciones extrañas, se devuelve el dinero y se envía a un técnico a revisar si alguien ha pinchado el cajetín", fuimos para la sede de ONO. Tras explicar la situación, nos dijeron que ONO seguramente nos devolvería el dinero por tratarse de la primera reclamación. Todo iba bien hasta que apareció el elemento del diablo: un teléfono. Nos pusieron con el departamento de reclamaciones.

-ER: Buenas, llamábamos porque nos han cobrado unas llamadas que no hemos hecho.

-Teleoperadora Estúpida: ¿Es usted El Retirao?

-ER: El mismo.

-TE: Verá, es que las llamadas sí se han hecho.

-ER: Pues no, no se han hecho. En nuestra casa vivimos 3 personas adultas, no hay ningún niño ni ningún viejo senil, y no es que haya sido una llamada por error, es que son 12 llamadas y si una persona hace 12 llamadas se acuerda de haberlas hecho.

-TE: Pero las llamadas sí se han hecho.

-ER: Mire, ya sé que constan como hechas, pero tiene que tratarse de un error.

-TE: No, el sistema no ha fallado.

-ER: No sé si el fallo está en el sistema o en qué punto exacto, pero está claro que el fallo se ha producido, y eso es lo que queremos que investiguen.

-TE: No, no se ha producido ningún error. Si se hubiera producido un error se investigaría, pero no se ha producido. Las llamadas se han hecho, y ONO no les va a devolver el dinero.

-ER: Muy bien. ¿Me puede decir su nombre, por favor?

-TE: Teleoperadora Estúpida.

Volvemos a hablar con la única persona que nos ha atendido en persona y, por tanto, la única persona que nos ha atendido medianamente bien. Después de quejarnos del servicio de atención al cliente de ono, en el que se llama al cliente mentiroso ("no, claro, si dicen que las llamadas sí se han hecho están diciendo que uno de los tres es un mentiroso", tuve que añadir después de que se llevara las manos a la cabeza), la señora tomó aire y nos aclaró que la política de ONO era no devolver el dinero en las llamadas al 905, y que seguramente hayan llegado a la conclusión de que las bajas que pueden provocar casos como el nuestro es algo que les sale mejor que el devolver el dinero a la gente que llama reclamándolo. Nos dijo que ella por supuesto no podía hacer nada y que, por tratarse de política de empresa, no íbamos a encontrar a nadie en ONO que nos diera otra respuesta. Nos dijo también que teníamos la opción de ir a la oficina del consumidor.

Pero lo verdaderamente interesante fue que por fin puso sobre la mesa lo que sus compañeras de trabajo habían dicho de una forma menos abierta y mucho menos educada. Nos dijo que, aunque para ella era imposible saber si realmente se habían hecho las llamadas o no, era una lástima que no supiéramos a qué empresa en concreto pertenecía ese número, porque nos podría hacer caer en la cuenta de algo, que ella ya había visto de todo en ese lado del mostrador y que hay ocasiones en las que de repente la gente cae en la cuenta: "«Anda, pues sí, igual mi hijo...» Su hijo de 28 años... además es que esto de las 3 de la mañana es muy típico".

Lo que quiso decir, y que se vio mejor cuando dijo "El teléfono no se marca solo", fue:

Caballeros... bienvenidos a El Enemigo En Casa.

Eso es. Lo que hay que hacer es investigar quién es el culpable. Uno de nosotros es un mentiroso. Igualito que en Diez Negritos, pero con la tensión adicional de ser gente conocida. Analicemos los principales (y únicos) sospechosos de esta conspiración:

1. Mi madre. Persona que duerme al lado del teléfono. El candidato ideal. Un día se da cuenta de que a su vida le falta algo, y ese algo es: llamadas a un concurso de televisión. Cuántos años malgastados sin haber hecho esas llamadas. Mi madre además es la que recibe la factura y podría esconderla sin ningún problema sabiendo que nadie preguntaría por ella. Pero no lo hizo: seguramente dejó la factura a la vista para que nosotros la abriéramos y estuviéramos sufriendo pensando en la injusticia que nos han hecho. Ahora mismo se está riendo por dentro ante mi desesperación.

2. Mi hermana. Otro buen candidato. Durante los años que ha estado fuera no hemos tenido ningún problema, pero vuelve a casa unos meses y... ¡zas! Precisamente entonces es cuando nos clavan en la factura. Demasiada casualidad. Además mi hermana también se queda a veces despierta hasta tarde... ¿tal vez decidió que esa noche en vez de leer un rato sería mucho más interesante llamar por teléfono?

3. Servidor. El Retirao. Yo también soy sospechoso, claro. No sería la primera vez que me quedo despierto hasta tarde. Y en aquella época tal vez estaba aprovechando la noche para investigar un poco sobre una práctica que tenía que hacer. ¿Acaso encontré una divertida forma de matar el aburrimiento mientras tanto?

4. El señor X. Descartado el hecho de que alguien pueda entrar en casa a esas horas y hacer las llamadas sin que nos diéramos cuenta (realmente creo que ha quedado claro que a esas horas suele haber alguien a quien no le ha venido el sueño o que se despierte, cosa que unida al hecho de que a pesar de haber leído numerosas novelas de Agatha Christie, ninguno de nosotros es un experto criminal, hace difícil que alguno de nosotros esté llamando a esas horas sin que los demás se enteren), nos queda la otra posibilidad: un vecino nos pinchó el teléfono. Curiosamente, a diferencia de las 3 opciones anteriores, esta es la única opción que en ONO rechazaron de plano porque no le veían ningún sentido. Veían sentido a las 3 anteriores porque han visto de todo, pero ésta no estaba considerada como posibilidad aceptable.

Bueno, total, que la chica que nos sugería todo esto, empezando por un sutil "es que ustedes parten de la base de que las llamadas no se han hecho" intentando hacernos ver la luz acerca de lo inocentes que somos al pensar que conocemos a las personas con las que vivimos, acabó reconociendo que tal vez las teleoperadoras que nos atendieron por teléfono hubieran realizado una "presunción de culpabilidad".

Y mi última frase fue: "y precisamente al cliente lo que no le gusta es que le presuman culpable". O al menos en mi caso. Llámame gilipollas y te diré que tienes parte de razón. Llámame mentiroso y te la guardaré durante el resto de mi vida, porque es el único defecto que no tengo (si encima fuera mentiroso, no habría por dónde cogerme, caray). Incluso aunque seamos amigos, siempre recordaré que cuestionaste mi palabra (amigo lector, seguramente tú ya no te acuerdes, porque hace muchos años y no le diste importancia, pero desgraciadamente yo sí me acuerdo y tengo la maldición de no poder olvidarlo y sentir dolor). Y si eres mi compañía telefónica, por mucho fastidio que me produzca, no tendré más remedio que darme de baja.

Con lo coñazo que es cambiar de compañía... en fin, ahora todo el rollo de buscar una oferta de teléfono+internet, y entrar en una nueva vorágine de pésimo funcionamiento y horrible atención al cliente. Y seguro que pagando más. Pero al menos no estaremos con alguien que nos haya insultado (de momento, que ya tocará). Y es que eso de seguir en esta compañía después de esto sería algo que acabaría afectando demasiado a mis nervios, y después de mi segunda subida a Peña Cabarga ya quedó claro que mi corazón no está para excesivos trotes. No, es mejor pagar más por el teléfono.

Y encima no estaré yo aquí para supervisar toda esa operación, que como haya algún problema...

Bueno, ya que la gente que se va por ahí cuenta historias para no dormir que le pasan según se va, yo cuento historias que me pasan justo antes de irme. Sí, estoy cabreado y me siento impotente. Espero que en el extranjero no me pase eso. Sobre todo lo de la impotencia.

Saludos menosmoleros desde la que muy posiblemente sea mi última contribución. El Retirao se retira.


P.D: los nombres reales de Teleoperadora Inepta y Teleoperadora Estúpida de momento no serán publicados.

martes, septiembre 26, 2006

Adiós muchachos, compañeros de mi vida

¿Quién mejor que Carlitos Gardel para despedir como merecen a nuestros emigrantes?

Pues sí, resulta que con la llegada del curso académico se produce la partida de no pocos allegados a este blog, encabezados por un menosmolero de pro como es el Pacho, que ha marchado a tierras germanas decidido a revolucionar Regensburg, lugar de origen de este chico tan famoso que ahora vive en Italia... sí, hombre, si le conocéis todos....uno que hace poco ha dado a conocer sus apetencias por todo lo relativo al mundo musulmán...éste de la foto, vaya.


Espero que cuando leas esto ya estés aposentado en tu nuevo domicilio y más sosegado que anoche, compañero. Por suerte hemos enviado a Bea (tranquilos, no tenéis por qué conocerla, es su primera aparición en el blog) para que el chaval no se nos ponga excesivamente nostálgico. Eso sí, si ves que algún día la situación te desborda y necesitas tomarte un respiro, te recomiendo que visites la ciudad de Colonia, donde seguro que encuentras algo que te ayude a superar tan difícil momento. Tú también puedes ir, Bea, creo que en el local ese no hacen discriminación.

El rey de la night no podía ser menos y tenía que probar la experiencia Erasmus, así que a Bolonia que le hemos empaquetado. Veréis como en menos de lo que canta un gallo el tío ya se ha hecho más famoso que Dante y Petrarca juntos y le hacen una estatua a la entrada de la Universidad... y otra en la zona de bares. Al tiempo.


Lo malo es que el chaval no nos salió muy basquetbolero y no va a poder disfrutar de la ciudad en todo su esplendor, haciéndose tifoso o bien del Virtus o bien del Fortitudo. La envidia me corroe y no pasa nada por admitirlo. Dios le da pañuelo al que no tiene mocos, que decía aquél.

Por otra parte, la experiencia estudiantil de Tom en Chequia no pasó desapercibida para la mejor amiga del rey de la night (es que si digo la palabra novia se me enfadan) y el Retirao, así que se nos han animado ambos dos a marchar a Brno, a ver si es verdad que es tan tan tan recomendable como se dijo por estos lares no hace tanto tiempo atrás.


Y no, venganza infinita, no me he olvidado de ti, puedes estar tranquila. Pero ten en cuenta que tú "sólo" marchas a la capital del reino, y eso como que no impacta tanto. Eso sí, el paisaje que te vas a encontrar allí no admite ni punto de comparación con los anteriores. Vamos, hombre, faltaría más.


En definitiva, disfruten mucho, trabajen lo justo y no se distraigan, que en cualquier momento reciben visita de alguno de los que han dejado atrás en la tierruca.

domingo, septiembre 24, 2006

In the ghetto

Domingo por la tarde. Tengo sueño. Anoche me dejé engatusar por el irlandés, el leonés y el rey de la night y así me luce el pelo hoy. Acabo de venir de Guarnizo de asistir a un espectáculo baloncestístico del cuarto nivel (usease, la liga EBA) en el que ha perdido el representativo cántabro de la categoría. Claro, los chavales también estaban anoche por ahí y las imprudencias se pagan.

En fin, al grano. Ya tengo sección para días como el de hoy. Os voy a achicharrar a jurgol con canastos, chavalería. Para empezar, una sesión de basket callejero. Y no hay mejores expertos en estas lides que los amerrikanen. Parafraseando a los lechones gomaespuminos en su disertación acerca del coche de Carlos Sainz, "Molar, mola, pero pa ganar no. Pa ganar no te comes una mierda."

Os presento a Skip to my Lou. Rafer Alston, toda una leyenda. El pibe lo ha intentado y se ha ganado sus contratillos en la NBA. Algo es algo. Y creedme, botar tan bajo NO es nada fácil.


Prosigamos con Disaster. Las hazañas del pequeño Rory Grace llegaron a mis oidos putter mediante, pero no ha sido hasta hace escasas fechas que he dado con un video en el que el chiquet muestra sus habilidades. La demostración de que (algunos) blancos también la saben meter.


Finalizamos la entrega de hoy con el amigo Hot Sauce. De este no tengo nada más que contaros, así que pasad directamente a la parte de gozo y disfrute con sus filigranas.


Os ha gustado, ¿a que sí? Ya lo sabía yo. La semana que viene más y mejor. Supongo.

sábado, septiembre 23, 2006

Cocina para menosmolas

Son ya varios los menosmola que por estas cosas de la vida, por estas cosas del querer, se han visto obligados a abandonar el nido y emprender una nueva trayectoria en diversos y variopintos parajes con la problemática que ello conlleva y que no os voy a detallar pormenorizadamente aquí porque hoy me pide el cuerpo post corto y quiero seguir buscando peña conocida en el graderío levantado en la Campa de la Magdalena para la disputa del España-Italia en la Copa Davis.

Y nada, eso, que ha pasado mucho tiempo desde que el irlandés nos deleitó con sus consejos culinarios para la correcta realización de unos huevos a la madrileña, o desde que Hepeti tuvo a bien obsequiarnos con una breve muestra de dieta escocesa, así que ahora voy yo y os enseño:


¿Qué mejor receta puede haber para unos solterones telekos como los que suscriben? Suculento, no lo duden.

Niños, no hagáis esto en casa.

jueves, septiembre 21, 2006

Kriptonianos de Nueva Jersey

Efectivamente, nuestro corresponsal allá donde se cruzan los caminos, donde el mar no se puede concebir no es el único decepcionado y confundido con la última de Super, Superman. Mi amigo Kevin Smith se encuentra en parecida situación. [Voy a intentar dejar de poner links, que con tres en apenas tres líneas basta y sobra para demostraros mi superioridad intelectual]

Aquí tenéis unas declaraciones suyas al respecto del milagroso embarazo de Lois, sus pérdidas de memoria repentinas y esas cosas. Ah, sí, está en inglis pitinglis para ayudaros a desarrollar vuestras aptitudes de traducción e interpretación.


No era la primera vez que Kevin hablaba de la problemática sexual del chico de Krypton. En su segunda peli y en boca del personaje magistralmente interpretado por Jason Lee, Brodie, dejaba bien a las claras su opinión al respecto del apareamiento inter-especies.


Chavales, ya estáis tardando en ver Mallrats.

Algún avispado hollywoodiense la vió antes que vosotros y decidió que Kevin era la persona idónea para escribir un guión sobre el que sustentar la nueva peli de Superman que ejerciera como motor para reflotar la franquicia tras el fiasco de las dos últimas entregas (juas juas, siempre había querido decir algo así, en plan crítico de cine independiente y transgresor). El putter indagó por la red y dió con un video en el que nuestro colega relata con todo lujo de detalles las experiencias vividas. Éste os lo pongo con traducción incorporada, que ya bastante esfuerzo habéis hecho con el primero.


Y vosotros que pensábais que nada podía ser peor a lo de Singer. Una vez más, la realidad supera a la ficción.

miércoles, septiembre 20, 2006

Sobre muelles y fucsias

La cosa está chunga, pero chunga de verdad. Con lo fácil que era antes. Y ahora, ahora necesitas contratar a ethan hunt, a mr bond, a dos amiguetes y un teletabi para conseguir un par de playeras. Y aún así, el tema está bastante jodido. Bueno, para ser exactos y no faltar a la verdad, que eso está muy feo y luego te llevan a visitar a belcebú y sus esbirros, conseguir un par de playeras es fácil. Lo realmente jodido es que sean playeras con aspecto de playeras. De esas de toda la vida de dios, que ahora han dado en llamar de tennis. Sí, con dos ennes, que suena mucho más chic y así te meten treinta napos más por cordón, y tú con una sonrisa mientras te la clavan porque realmente si lo piensas despacio las tennis de ahora son mucho más chachis que las tenis de antes. A dónde va a ir a parar, por favor. Si a uno le tienen que dar por saco, que lo hagan, pero con dos ennes, a mí que no me jodan con una sola.

Pues eso. Que el otro día tuve que ir a comprarme unas playeras nuevas (también conocidas como spays, deportivas o zapatillas, según la zona, el cómo y el cuándo). No por capricho. No para tener unas que me hicieran juego en los días de nublado. No. Por pura necesidad. Porque las otras estaban que daba pena verlas, que pedían misericordia y una muerte digna a cada paso que daba. Así que dicho y hecho me puse manos a la obra, total, esto es tarea fácil pensé yo para mí. Y me dirigí a esa típica tienda que todos tenemos en la que compramos desde que usábamos patucos y saludé al dependiente simpático que ya me conoce y me puse a contemplar el género. Y el género daba miedo al contemplarlo. Coño, pensé yo, me he equivocado de estante, este no es el de las playeras, es del jodido calzado para el love parade. Así que me giré con cara interrogante hacia mi amiguete y mi amiguete puso esa típica cara de lo siento chaval, pero esto es lo que hay, y tú entenderás pero yo no puedo hacer nada. Así que me giré de nuevo y volví a inspeccionar aquello. Joder, señores, que la mitad eran fucsias (o como cojones se escriba) y la otra mitad plateadas. Coño, que hay que ponerse gafas de sol para mirarlas directamente y que no se te derrita la retina, con esos destellos de saturday nigth fever, y esos dorados y esas líneas súper mega fantásticas. Ni astraco, coño. La madre que los parió. Y todas con más muelles que el colchón de mi abuela que hace 50 años que no lo cambia porque dice que ya se le ha hecho a la espalda y que no se fía de los de ahora que tienen muchos agujeros. Pues eso, muelles. Pero para qué ostias quiero yo unos muelles en unas playeras. Si es que no lo entiendo.

Bueno, lo mismo es que a este buen hombre le ha dado la senilidad y trae estos esperpentos. Pues me voy a otra tienda. Y a otra tienda me fui. Y el espectáculo era tan desolador como en la primera. Así que ya decido preguntar. Pero bueno, no tienen de esas de toda la vida, blancas, de suela dura y, por el amor de dios, sin muelles, ni cápsulas de hidrógeno líquido, ni ná de ná, sólo una jodida suela. Claro, claro faltaría más caballero, aquí tiene. Y me saca las reebok estas de blancura virginal que te sientes mal sólo de tocarlas. Pero señora, a ver si me entiende, que necesito que me duren más de tres días, que no soy el puto banco de españa, que yo esas me las he ventilado de la que llegue de aquí a mi casa. Me refiero a las típicas de jugar al tenis. A, pues no, de eso no tenemos. Cago en satán, la cosa se empieza a complicarse horrores.

En la tercera me tocó el tonto del culo. Siempre hay uno de esos en las tiendas de deportes. Y claro, si voy y pido un palo de golf pues el tío me puede contar la biblia en verso que yo voy a tragar cual jenna bien entrenada y me venderá el palo que a él le dé la gana, y por el precio que a él le dé la gana y yo me iré feliz a mi casa. Porque la verdad, de palos de golf como que no. Pero de playeras y otras cosas sí, así que si entro y pido una cosa, señores toca huevos, es porque quiero esa cosa. No pido consejo. No quiero que me vendan la puta moto. Quiero que me digan si tienen o no los esquís de los huevos y no el porqué estoy totalmente equivocado con mi elección. Que usted también se equivocó al escoger su cara y nadie le dice nada, coño. Bueno, que estaba en las playeras, que lo de los esquís es otra historia que quizá cuente en su momento. Pues el pollo entendido que me dice que cómo que unas playeras para todo. Lo que oye, chaval, así tal y como suena. Es que eso no puede ser. Que sí cansino, de verdad, sólo cierre el pico y dígame si las tiene. Es que eso no puede ser, el calzado debe ser específico y técnico. Específica y técnicamente le voy a arrear en toda la geta si me sigue soltando monsergas, porque yo ya sé que sería de puta madre tener unas playeras para cuando voy a jugar a futbito, y otras para el tenis, y otras para correr y otras para los mortales con tres tirabuzones, pero es que repito que no soy el jodido botín, ¿me capta?. Es que eso no puede ser. Lo de sus neuronas sí que no puede ser chaval.

Bueno, para abreviar, que seguro que se aburren, al final en la sexta tienda conseguí mis playeras. Ahora, que como la cosa siga así, me parece que la próxima vez me compro unas zapatillas de andar por casa y a tomar por culo. Aunque ahora que lo pienso, seguro que hasta esas vienen ya con los putos muelles amortiguadores de serie.

domingo, septiembre 17, 2006

Cantabria rules

Ya estaba tardando en llegar el post mensual de adoración y loas a la patria chica. Hoy las recientes exhibiciones de nuestros remeros nos dan la excusa perfecta.

El triplete obtenido la pasada semana en tierra hostil fue una buena muestra de nuestra superioridad indiscutible en las artes ciabogueras. La Bandera de La Concha no tiene secretos para los cántabros.

Por un gallifante, busca al cántabro de la tripulación

Pero es que lo de la tarde de ayer ya fue el no va más. Como pa chulos, nosotros, decidimos invitar a una travesía por el Cantábrico a los mozalbetes de Oxford y Cambridge. Sí, esos que llevan tochocientos años compitiendo encarnizadamente en aguas británicas, y que son tan listos, tan altos y tan guapos. Y hombre, vale que eran los invitados y las normas de educación de las que suelen hacer gala los british indicaban que había que cederles el paso y patatín y patatán... pero nunca nos hemos distinguido por la humildad, así que si hay que vapulearles se les vapulea y punto. Después se les regalan unas anchoas y unos sobaos y tan felices.

Así que nada, a la faena que se pusieron los chavalucos de Astillero, palada va, palada viene, y victoria sin paliativos.


Y eso por no recordar el último descenso del Sella, que nuestros compis asturianos se pican.

La supremacía cántabra en el líquido elemento permanece vigente. Y que dure. Y yo que lo vea.

viernes, septiembre 15, 2006

Clásicos de videoclub

No hace tanto tiempo, en una galaxia tremendamente próxima, el Portu, el putter y el Rizox eran tres pequeños empollones deportistas que se aburrían bastante a menudo y para combatir el tedio no encontraban mejor remedio (y sin haberlo deseado me ha salido un sexteto con rima asonante en los pares) que dirimir espectaculares duelos al rey de la mesa ya fuera al NBA Live'95 o al Street Fighter II, SuperNintendoTM mediante, o por el contrario dirigirse a su videoclub para alquilar películas de dudosa calidad. Qué pasa, aún éramos jóvenes y nuestras hormonas no estaban desatadas. O por lo menos, no tanto.

Aaaah, el videoclub de nuestro barrio. Qué recuerdos. Videoclub Cantabria se llamaba. En él podías encontrar novedades a tutiplén... sólo que 6 meses después de estrenadas, porque llegaba una única copia de cada peli y por supuesto era inmediatamente reservada para los múltiples colegas del regente del local. En la vida siempre hay jerarquías que no podéis saltaros amiguitos. Eso sí, a nuestra disposición teníamos una tremebunda oferta de material de la más pura serie B, C, D y hasta Z. Sobre todo Z. Eso por no hablar de la curiosa disposición de las cintas que te permitía pasar de la escasa sección infantil a la abundante zona del porno sin solución de continuidad. A la orden del día estaba el niño que llegaba al mostrador donde aguardaba su orgulloso progenitor con un ejemplar de "Los Guardianes de la galaxia" acompañado por uno de "El semental negro". Ambos clásicos en su ámbito, eso no lo pongo en duda, Dios me libre.

En este momento en el que la añoranza me inunda, he decidido poner a prueba mi memoria y escoger una breve selección de lo mejorcito que pudimos visionar en aquellos días, compilación de lo más granado en el séptimo arte. Metrajes que no pueden ustedes perderse por nada del mundo. Sigan y lean:

10. Pollo Jurásico


Intento de parodia italiana del éxito de Spielberg. Lucha libre avícola dominicana, islas tropicales de nombres ingeniosos ("La isla de los Huevos Podridos", se llamaba el lugar de los hechos), experimentos genéticos de dudosa calidad, pollos gigantes gays y nuestra Rossy de Palma, todo ello aderezado con escenas de folleteo del peor gusto. Simplemente horripilante.

9. Holocausto Caníbal


Por suerte o por desgracia causé baja el día de proyección de esta joya. La demostración de que la idea de "El proyecto de la Bruja de Blair" no era tan tremendamente original. En medio de una orgía de ritos antropófagos, castraciones y mujeres empaladas a día de hoy lo que sigue produciendo pesadillas al Rizox es el momento en que ¡¡separan a una tortuga!! (de su caparazón, supongo)

8. Movida en el Roxbury


Aquí también falté. Los cabrones aprovechaban mi ausencia para pillarse las mejores. Dos hermanos dispuestos a demostrar que no son tan inútiles como todo el mundo piensa y qué mejor manera de hacerlo que colándose en el local californiano de moda: el Roxbury. El momento baile moviendo la cabeza con I've been thinking about you ha pasado a los anales de nuestro grupo.

7. Plump Fiction


De los productores que vieron "Pulp Fiction", "Reservoir Dogs" y "Braveheart", llegó a nuestras vidas este film que siguiendo el guión de la peli de Quentin aprovechaba sus escenas para parodiarla tanto a ella como a otras de la época. En su día no había visto ninguna de las parodiadas, así que no me hizo excesiva gracia. Habrá que volver a verla.

6. El silencio de los borregos


Creo que salta a la vista nuestro criterio de selección, ¿verdad? Aquí el detective Joe Dee Foster se dedicaba a seguir la pista a un terrible asesino en serie, llegando hasta una casa perdida semejante a la de Norman Bates y su adorada mamá. Risas mil.

5. Los locos del Snowboard


Esa carátula era demasiado atrayente, con el protagonismo de Jim Varney, Corey Haim (vale, sí, el que molaba de verdad era Corey Feldman, pero este era tocayo y debería valer) y Brigitte Nielsen. ¿Brigitte Nielsen? ¿La de Stallone? Mola. Pues no, no molaba nada. Tardamos aproximadamente 5 minutos en mirarnos a los ojos y proceder a la extracción de la cinta del video y ponernos a malgastar el tiempo en otra cosa. Si tenéis suerte, puede que os topéis con ella algún fin de semana en las tardes de Antena 3.

4. La Familia Stupid


La auténtica película que a eso de la mitad decidimos ver en modo "pasar rápido hacia adelante" ('fast forward' para los listillos, que siempre hay alguno) porque nos estábamos aburriendo como ostras pero teníamos ganas de contemplar cómo finalizaba semejante despropósito. Los Stupid son una agradable familia yanqui que cada día asisten con estupor creciente a la desaparición de las bolsas de basura que antes de ir a la cama depositan en los cubos correspondientes de su vecindario. Hartos de la situación, emprenden una búsqueda desenfrenada de los culpables de tamaña afrenta. Sí, yo también lo sé: el argumento es patético. Pero la canción "Yo mi abuelo soy" es una genialidad que todos deberíamos escuchar por lo menos una vez en la vida.

3. Los surfistas nazis deben morir


No podía faltar en nuestra clasificación un representante de la factoría Troma. No llega a las cotas de calidad de El Vengador Tóxico, pero se le aproxima bastante. Años y años de conductas dubitativas ante su carátula hasta que al fin nos decidimos por llevárnosla a casa, precisamente uno de los días en que mayor era la ocupación del salón. Unos vigilantes enloquecidos y de tendencias neo-nazis intentan dominar la costa de California después de los efectos devastadores de un terremoto que acaba con la vida de la mayoría de la población del Estado. Una banda rival de surferos retan a estos Surfistas Nazis haciendo que las playas californianas se convierten en campos de batalla. La única persona que puede enfrentarse con éxito a los Surfistas Nazis es Leroy Mama, la madre sedienta de venganza de un chico que murió a manos de estos surfistas de ultraderecha. GENIAL, ¿a que sí? Y más cuando en un plano puedes apreciar, gracias al descuido patente de todos los compenentes del equipo de dirección, los genitales de uno de los actores. Durante su proyección opté por la sana opción de irme a la habitación del tío de nuestro anfitrión y ponerme a leer. Conclusión: la peli fomenta la cultura.

2. Halloween III: el día de la bruja


Uno la pilla pensando que va a ver a Michael Myers en todo su esplendor y se encuentra con que es la única componente de la saga que no tiene nada que ver con la original. Delirante es la palabra que mejor la define. Lo que nos reímos con ella no está en los escritos. Un argumento estupentástico, en el que las protagonistas son unas máscaras de Halloween embrujadas que acaban por consumir a todo el que se las pone, unas actuaciones para el recuerdo que trasladan al espectador todo el dolor, sufrimiento, pavor y pasión que cada escena requiere (joer, os describiría mejor los momentos cumbre, pero es que leído tiene menos gracia que visto, os lo aseguro), unos efectos especiales que ya desearía George Lucas para su saga galáctica, y sobre todo una canción hipnótica y pegadiza a más no poder: "Na na na na na na na, Halloween, Halloween. Na na na na na na na, Halloween, Halloween.....". Un must see con todas las de la ley.

1. Las locas, locas aventuras de Robin Hood


IM-PRES-CIN-DI-BLE. Si sólo vais a ver una peli en vuestra vida, que sea ésta. Mel Brooks en estado puro. La parodia de las parodias. Diversión garantizada. Cada toma guarda un momento para el recuerdo. Cuando pensabas que Spaceballs era la caña de España, llega tito Mel y lo mejora con creces. Lo sé, parece imposible, pero ¿os mentiría yo? La huida de Robin de la cárcel donde torturan a los Cruzados, el fiel Tuerting y sus problemas de vista, las bambas Pump de Achús, el cinturón de castidad de Lady Marian, el baile en mitad del bosque de Rotingham al ritmo de "Somos hombres, hombres con mallas", el lunar móvil del Príncipe Juan... ¿Por qué demonios borré yo la cinta en la que tenía grabada esta peli? ¡Ahora mismo pongo el Emule a trabajar!

Una lástima que se haya perdido la sana costumbre de la visita al videoclub. Esas sesiones de cine en casa eran entrañables. Ahora que el Videoclub Cantabria ha echado el cierre, espero que este posteo le haya servido como homenaje póstumo. Siempre en nuestros corazones.

Fdo: El socio número 126

jueves, septiembre 14, 2006

Lecturas universitarias

Cuando estás en etapa escolar, eso de estudiar se hace en casa sin ningún problema. Total, para lo que hay que estudiar, tampoco es necesaria mucha concentración. O al menos, así era en mi caso. Pero claro, yo es que tan sólo tuve que aplicarme en mi más tierna infancia, porque ahí ya me gané fama de niño aplicado y estudioso y luego me dediqué a vivir del cuento. Es lo bueno de que te regalen las notas.

Claro, que mi mayor triunfo se convirtió en mi mayor derrota, porque al llegar a la Universidad esta cantinela ya no valió de nada. Mi buen nombre se perdió en el trayecto Canalejas - Avenida de los Castros y yo no me di por enterado, así que me dieron por todos lados. Por mi, por todos mis compañeros y por mi el primero. Una solución quería. El estudio en casa no era viable: demasiadas distracciones, rematadas con la llegada de internet a mi vida. Opción no válida. Acudir a Macaya, tu academia amiga, no parecía mala solución, pero es que sólo por ir allí no te iban a aprobar en la uni. Hacía falta algo más. Y ese extra resultó ser la biblioteca de la escuela. ¿Qué mejor que un recinto sito en la propia facultad en el que decenas de jóvenes y jóvenas en tu misma situación se dan por entero al arte del estudio sin permitir que elementos externos interfieran con ello? Pues nada, allí iremos.

Ah, amigos, aquello era la tierra prometida: libros idóneos para complementar las horripilantes clases recibidas, como por ejemplo la indispensable colección de Fundamentos Matemáticos, con sus cinco apasionantes volúmenes en los que el irlandés tuvo algo que ver, aunque fuera remotamente, o interesantes revistas divulgativas con las que saciar tu curiosidad ingenieril, entre las que podríamos destacar la sin par "Cojones y Voltios" ('Nuts & Volts' en su lengua mater). Por no hablar de la posibilidad de acudir a compañeros más aplicados para resolver las dudas que se te presentaran, porque eso en casa a tus padres como que no, que eso de Thevenin y Norton les sonaba más a serie de TV que a otra cosa.

Pero el embrujo desapareció pronto. Resultó que el ambiente teleco/químico/industrial no era el más idóneo para fomentar el estudio. Ni mucho menos. Aquello tenía más semejanzas con el Mercado de la Plaza de la Esperanza que con la Biblioteca del Museo Británico. Diálogos a voces, palomos con la música puesta a volúmenes dolorosos para los tímpanos del vecino, petardas hablando con total tranquilidad por el móvil mientras tú las miras fijamente con cara de "al final te terminarás comiendo el Nokia, ya verás", la llegada de Junio y con él los yogurines que van a hacer sus exámenes de Selectividad y entre uno y otro no se les ocurre nada mejor que pasarse por la biblioteca a ver cómo es eso, y las obras. Las sempiternas obras. No sé cómo sería antes, pero desde que he llegado a esta escuela siempre están de obras, o en ella o en sus alrededores. Lo último ha sido la construcción de un edificio anexo al nuestro al que trasladarán despachos y laboratorios que ya no tienen cabida en la ETSIIT. Tranquilos, los de microelectrónica no se mueven de donde están, que para los diez que son les basta y sobra con ese zulo de 30 metros cuadrados que tienen asignado. Y ya no es que lo levanten o lo dejen de levantar. O que se estén tirando dos añitos para hacerlo. No. Lo que ya huele es que alternen épocas de trabajo a destajo con otras de no aparecer por allí ni el tato, ¿y a que no adivináis que meses eligen para currar como locos? Efectivamente, los más próximos a temporada examinatoria, cuando el melódico ruido que generan es mejor recibido por la comunidad estudiantil. Spain is different.

Por suerte tus amigos que son mazo espabilados cuando quieren te hablan de un lugar que reúne todas las cualidades que buscas en un lugar de estudio: silencio, compañeros de fatigas a los que poder consultar tus dudas y chicas. Sí, qué pasa. No disimuléis ahora, que sabéis que es así la cosa. Si ellas hacen lo mismo, no sé por qué os escandalizáis. Pues eso, a lo que íbamos, que dicho remanso de paz responde al nombre de Interfacultativo (Inter para los allegados) y es el edificio que acoge las titulaciones de Geografía, Historia, Magisterio... Claro, que todo lo bueno se acaba y tras correrse la voz de las bondades del lugar la proliferación de protoingenieros lo ha convertido en un "Biblioteca de la ETSIIT 2.0", así que estamos como estábamos. Pero bueno, siempre es mejor ir al Inter, porque hay más sitio y tiene mejores horarios. Por no hablar de las lecturas que puedes encontrar en sus estanterias a nada que investigues un poco, porque no tienen desperdicio.

El último y más impresionante hallazgo tuvo lugar en la pasada época de exámenes pre-vacaciones de verano (y lo cuento ahora.... sí, yo soy así, siempre ofreciendo novedades de rabiosa actualidad), cuando a mi llegada al piso elegido como base de operaciones mis compañeros empezaron a desternillarse de la risa. Nada nuevo bajo el sol, porque ese es el efecto que suelo provocar en ellos. No me preguntéis por qué. A mi me gusta pensar que es algo no ofensivo. Sólo que esta vez había un motivo adicional. En un momento de aburrimiento, tan habitual por otra parte que el estudio es lo que tiene, habían dado con EL LIBRO DEFINITIVO. Y yo que soy muy majo lo comparto con vosotros.

Chicos y chicas, con todos ustedes, las aventuras y desventuras de

El pollo Pepe


No sé a qué vienen esas caras de asombro. Ya hemos dicho que en el Inter se imparte Magisterio entre otras titulaciones, así que es normal que tengan en su biblioteca libros dirigidos a pequeñines, para que hagan sus prácticas los de educación infantil. Vamos, al menos yo pensé que estaba ahí puesto por eso.


Ay, qué entrañable. Nos van a contar cómo creció el pollo Pepe hasta convertirse en el gallo Claudio. Qué bonito. Va a ser como esos de Teo que teníamos en la clase de parvulitos. Sólo que este pone que es "Libro-Juego", así que debe ser que es de esos desplegables (y no, no me estoy refiriendo a esos posters con los que tenéis tanta pericia, salidorros), que para ver cómo acaba la cosa tienes que tirar de una pestañita o algo así.


¿Eh? Pero, pero.... Vaya, empezamos fuerte. Bueno, debe ser que llegados a una cierta edad tiendes a buscar el lado picantón de la cosas.


Joer. Parece que no bajamos el listón. Creo que lo mío ya es para empezar a preocuparse.


Confirmado. Tengo la mirada sucia.


¡Acabáramos! ¡Pero esto qué es! ¿Qué clase de depravado escribe esto, con tanto juego de palabras? Así salen los niños como salen, no me extraña.

Quizá en otro momento vaya con la cámara de fotos al edicio y comparta con vosotros los mensajes finales de cada página, que las cosas no son lo que parecen. Los autores son unos cachondos, sin lugar a duda.

Eso sí, yo esto a mi ahijada no se lo compro. Antes la regalo la revista esa con historias de Don Pelayo.

miércoles, septiembre 13, 2006

Los que se van ya volverán

Resulta que a nuestro microelectrónico de confianza le han tentado los hijos de la Gran Bretaña con una suculenta oferta de trabajo y a la pérfida Albión que se nos ha ido por un periodo estimado de tres meses. Para mantenernos al tanto de su día a día ha tenido a bien abrir un blog al que no ha dudado en dar por nombre una frase para los anales telekiles pronunciada en su día por su último profesor favorito de la carrera y actual jefe de nuestro freelance Hepeti.


Lo hemos logrado. Ya tenemos un topo perteneciente a nuestra célula durmiente alojado bien cerquita del corazón de Londres. Esperemos que obre como es debido y actualice más a menudo que el enviado especial a Finlandia, que pa mi que se lo ha jalado un alce.

Good luck, little microelectronic.

martes, septiembre 12, 2006

Hoy la vi

Y sigue igual que cuando la dejé.

Dos años y medio después, está espectacular como siempre. Como nunca.

El tiempo parece no pasar por ella.

La nostalgia y la tristeza suelen coincidir, decía Enrique Urquijo.

La máquina de correr más conocida como mi R5 Five Campus sigue al pie del cañón. Si queréis verla, sólo tendréis que pasaros por el aparcamiento de Empresas.

In the ghetto
Me río yo del barrio de Mentes Peligrosas

Claro, que como para no aguantar. Después de todas las reparaciones que acometí sobre ella en apenas 24 meses ahora estará lista y preparada para hacer poles positions sin despeinarse. Muérete de envidia, Giancarlo Fisichella.

Hay que ver, la sangría económica que era el cochecito de marras y lo que le echo de menos. Las reacciones químicas que rigen nuestras vidas tienen estas cosas, que no entienden de pasta.


PS: Vale, me habéis pillado, la fecha del posteo no es la que corresponde, pero es que ayer se me complicaron sobremanera la tarde y la noche y hasta ahora no he tenido tiempo para colgarlo. Puntillosos.

jueves, septiembre 07, 2006

Sobre mallas y potas

Pues ya que ha empezado Iván (aquella personilla que vivía en casa de Tomás) yo voy a continuar. Con la pequeña diferencia de que él sí que entiende de cine y entonces puede hacer críticas constructivas y yo no. Pero me da igual. Porque lo que sí sé es si algo me gusta o no y eso no me lo puede discutir ni el tato. Así que eso, que esto sólo va de si la película me gustó o me dejó de gustar y no de la interpretación de fulanito, de la calidad fotográfica de las tomas, de si aquello debió ser un primer plano filmado con un objetivo del 34 o de si el señor Pitt la tiene más larga que el señor Gere. Porque a mí todas esas cosas me la soplan. Si me entretiene es buena y si no pues es un bodrio, por mucho que la luz en la toma del crecimiento de la margarita silvestre fuese de una belleza incomparable, porque a mí, en general, las margaritas silvestres me dan bastante igual a no ser que sean mutantes y coman humanos.

Pero bueno, que tampoco es para tanto. Que a mí me gusta cualquier cosa. Torrente, bueno. Cadena perpetua, excepcional. Love actually, buena. Clint Eastwood, la polla. Sé lo que hicisteis el último verano, risas. Los hermanos Marx, jugones. Vamos, que no soy ningún gourmet. Lo dicho, si me entretiene, buena.

Correcto. Pues a ello. Quizá debería avisarles de que seguramente acabe destripando la película, si es que hay algo que destripar, aunque en realidad de destriparla les estaría haciendo un favor porque así se ahorran ver ese esperpento. Sí señores, la última de Superman es absolutamente lamentable. Pero no de esos cagaos con una sombrillita, no, esto es un truño sin adornos. Una boñiga de vaca auténtica. Vamos, que no sé si me explico, una basura de altos vuelos, un timo, un bodrio, que no sé quién es su director pero es para que lo encierren por cabrón, por inútil y por incompetente. Que sí, que vale, que sacar algo digno de un tipo en mallas azules con tanga rojo brillante es difícil, pero coño, que se ha pasado tres pueblos, que ni a propósito lo hace peor.

Vamos a ver señor director. Lo primero es que no era necesario torturarnos durante horas. Que a los veinte minutos ya hemos aprendido la lección y hemos tenido bastante de fustigarnos mirando al frente. Que no da para tanto. No sé si me entiende, que 154 minutos son muchos, que sobran por lo menos 150.

El bueno. Luego está el tema de superman. No sé si era estrictamente necesario ponerle cara de lelo, puede que sí, aunque con sus pintas de drag queen habría sido suficiente. Si es que le ves y piensas que esa falta de huevos sólo se puede explicar porque le castraron de pequeño. Coño, que hasta un oso amoroso tiene más cojones. Y toda la peli que parece que va a llorar en cualquier momento, huy, huy, que es que lois ya no me quiere. Pues te jodes. Por marica. Ahí todo el día que si lois para arriba que si lois para abajo, que si nadie me entiende que si qué desgraciadito que soy. Para echar la pela. Que en vez de el hombre de acero parece el hombre de gominola.

Mención aparte merecen sus botas. Que sí, que toda la indumentaria es para descojonarse, pero es que las botas parecen sacadas del puto carnaval de río.

La chica. Y entonces llegamos a lo de Lois Lane. Porque claro, si hubiera cogido a la maciza de turno, coño, pues casi como que habría arreglado la peli. Pero no. Tuvo que coger a esa. Con más frente que la Preysler, que cada año la crece el pelo un poco más atrás de tanto recorte y tanto pliegue. Y esos pelos. Que la pones una escoba y vuela sin necesidad de supermanes. Para mí que la estilista era la Bruja Lola. Y encima destetada y desculada y destodo porque era un palitroque andante. Pues no habrá pivones en hollywood ni ná.

El malo. El malo es kevin specy. Y ustedes dirán, coño, con este no te meterás. Pues sí, me meto. Vamos a ver señor Kevin, ¿pero cómo se presta a semejante cosa? Es de risa. Si parece una puta parodia de Austin Powers y el Doctor Maligno. Que ya tiene tela el intentar hacer una peli seria y que te salga una parodia de una parodia. Qué cojones, el Doctor Maligno tiene más pinta de malo que este Luthor. Joder, hasta la Madre Teresa de Calcuta tiene más pinta de mala.

El guionista. ¿Pero quién coño es el guionista?. Supongo que el propio director porque es para que lo cuelguen. Pero que sufra. Ese maravilloso plan para conquistar el mundo no puede salir de un cerebro cuerdo, algún problema de drogas, o una infancia cruel o algo así tiene que haber detrás de tamaña majadería. Crear un continente de criptonita que inunde el resto de tierra del mundo, para luego venderlo en pequeñas parcelas al Florentino Pérez de turno que construirá maquiavélicos edificios gigantes que venderá a precio de oro a las infortunadas personitas que sobrevivan a la inundación. Pero… pero… es que no sé ni qué decir. Pero usted señor director es gilipollas o qué ostias le pasa por la cabeza. Y luego para salvar al mundo pues va superman el castrati y coge el continente de criptonita enterito y se lo lleva al espacio volando por los aires. No sé si reír o llorar. Mierda señores, que Pinky y Cerebro tienen mejores planes para apoderarse de la tierra que ese.

El único que se salva es el chaval, que, por cierto, desde el minuto dos de peli ya sabes que es hijo del deshuevado volador. Tiene la misma cara de capullo que el padre. Pero claro, en un chaval tiene más gracia.

No sé si se me olvida algo o alguien, pero en caso de ser así por defecto y por decreto también es lamentable.

Resumiendo, para echar la pota.

martes, septiembre 05, 2006

No era el hombre más honrado, no

Que no se diga que los menosmola no tenemos inquietudes culturales. Para demostrarlo, qué mejor que la primera crítica cinematográfica del blog a cargo de uno de nuestros visitantes habituales y posteador ocasional, el ovetense antes conocido como Iván. Esperemos que sea la primera de una fructífera colaboración, ya que en este blog no andamos sobrados de la seriedad y el rigor que adornan su prosa.

Por lo demás, sólo expresar mi deseo de que este artículo espolee a nuestro irish man in Madrid a plasmar en texto su particular visión de la peli superheroica del verano, que no tiene desperdicio. Una jartá de reir, oigan. Y más si el lugar en el que te lo cuenta es el mítico Vicente.

Alatriste

¿Qué os ha parecido la adaptación de Las aventuras del Capitán Alatriste a la gran pantalla?

Brindaré opinión intentando no destriparla...

Para un servidor falla lo de siempre... no sabemos hacer grandes producciones. Ya sé que las comparaciones son odiosas, pero tal y como están montadas ciertas escenas se me hace imposible no compararla con otras como por ejemplo El Reino de los Cielos... y echarme a llorar. Nos sacan años luz.

Primero. Faltan lugares comunes y una explicacion clara de las motivaciones de los personajes. Es decir, falla la adaptación del guión. Peor, no hay por donde cogerla. Es una simplona sucesión de vibrantes pasajes novelescos donde tienen cabida una larga serie de rostros de la farándula española - parece que si no sales en Alatriste no eres nadie. Si no has leido las novelas más vale que abras bien los ojitos y prestes atención.

Segundo. Está claro que no sabemos rodar escenas de acción a gran escala. Me refiero a aquellas con buen número de extras. ¿Qué hubiese costado 'rebajarse' a contratar un grupo de americanos duchos en el tema? Pero eso sería demasiado... mejor hacer un par de escenas basura y venderlas como oro del bueno. L A M E N T A B L E.

Tercero. El momento final, supuesto germen de lágrimas para un público entregado, en Alatriste provocó risas en los seres unicelulares que llenaban la sala. Mientras que si se hubiera seguido el ejemplo del señor Scott el resultado hubiese sido bien distinto. Basta con aplicar los cánones básicos de todo buen guión... el clímax final es el puto clímax - me encantaría escribirle 'puto clímax' a fuego en la frente al Díaz Yanes para que no lo olvide. Quiero decir con esto que las pequeñas bromas mejor dejarlas para otro momento.

Por último me gustaría añadir que chapó para Javier Cámara y Viggo, dos pedazo de cracks. Lástima lo del acento del segundo, pero mejor una actuación creíble con acento regulero que todo lo contrario. A la hora de peli ya te has hecho con el silabeo final extraño del capitán - si no es así se visiona en inglés y santas pascuas. Chapó para el vestuario, de 10. Chapó para la ambientación, no pobre y sobria por falta de medios, si no porque así era la época. Chapó para las batallas y los duelos, en Alatriste se mata de verdad y los tintineos de espadas no duran media hora - aportación de esta peli al cine del género... y chapó para las tías. ¡Las titiriteras españolas están de toma pan y moja!

Bueno nenes, un abrazo fuerte, ya me contaréis.

lunes, septiembre 04, 2006

Despotricaciones a granel

(O "sobre títeres y cabezas", que también valdría).

Me cago yo en satán y en las valquirias y en todos los putos jinetes del apocalipsis. Es septiembre. Dicho así, como un hecho aislado e irrefutable no parece que tenga nada especialmente malo. Pues sí. Septiembre es una puta mierda. Enorme. Es como cualquier lunes, pero a lo bestia. Joder, que yo ayer estaba en Santander tirado como una colilla al sol en el Sardinero. Y hoy, bueno, hoy casi mejor ni pensarlo. Porque hoy es septiembre. Y septiembre es una gran puta mierda. Creo que eso ya lo he dicho. Y estoy de vuelta en el jodido madrid, con sus jodidos atascos, su jodido aire irrespirable y sus jodidos inquilinos todos a toda ostia de aquí para allá. Y encima sin mar, ni andaluza de Santander ni perrito que me ladre. Mejor ni lo pienso, porque como lo haga aquí va a haber ondonadas señores, y acabo acuchillando a alguno en plan alatriste y eso no es bueno.

Uno llega y saluda a todos los esforzados compañeros que traen la misma cara de septiembre que tú, pero un poco menos, porque claro, aunque todos los sitios tienen su encanto y todas esas gilipolleces pues me parece que no debe ser lo mismo tirarte un mes en Santander que en tomelloso provincia de ciudad real. Que seguro que mola cantidad pero que no conozco a nadie que se compre un piso allí para ir en agosto, así, a tomar el fresco. Pues eso, que no mezclemos churras con merinas, que después de un mes metido ahí casi seguro que hasta echas de menos la mesa infernal del trabajo del demonio. Pero después de un mes en Santander con un pivón del quince al lado y comiendo el mejor bizcocho de la historia de los bizcochos, conciertos de joaquines y fiestas por doquier pues lo único que se echa en falta es que haya nieve en verano. Cagoen todo lo que se menea. Que uno llega, y viene el jefe con cara de satisfacción de ver a todas sus huestes allí formando otra vez a su servicio y te suelta un venga majetes al tajo. Al tajo tu puta madre subnormal, le dices tú. En realidad no le dices nada porque el muy cabrón no ha aparecido, que él debe seguir por la costa, pero sólo de imaginarme la escena como que me siento mejor.

Y encima estaba yo viniendo en el coche muy de mañana hacia la meseta pensando en la madre que los parió a todos (no sé muy bien a qué todos, pero ya saben, a alguien hay que echar la culpa y además lo de insultar siempre relaja) cuando un fulano de profesión tonto del culo se pone a explicar con pelos y señales en lo que consiste el síndrome postvacacional. Que si sueño. Que si dolores de cabeza. Que si falta de apetito. Que si irritabilidad. Que si no sabemos de qué hablar en verano y soltamos sandeces por doquier. Vamos a ver, señor psicólogo de las pelotas, métase su puto síndrome postvacacional por donde buenamente le quepa, porque eso que me está usted describiendo se descubrió hace muchos años y se llama resaca. Resaca, gilipollas, resaca, y ocurre los domingos. Lo que tengo yo hoy no es un estado depresivo semicomatoso, no, lo que tengo es una mala ostia que no me lamo, y unas ganas locas de enzarzarme con alguien a guantazos, y mire usted por dónde cuanto más le escucho esas subnormalidades que cuenta más me parece el candidato idóneo para servirme de sparring. Soplapollas.

Bueno ya no se me ocurre a quién más insultar así que casi lo dejo por hoy. Qué cosas, y eso que yo iba a hablar sobre mi experiencia paranormal intentando comprar unas playeras, o zapatillas o spays o como coño quieran llamarlas. Pero nada, que me he liado así que lo de las playeras quizá otro día.

Pues eso. Que a joderse toca. Que bienvenidos todos.

domingo, septiembre 03, 2006

Big in Japan

Genios, genios, genios,

ta, ta, ta, ta,

¡CAMPEONES!

Dios Santo, viva el basket

¡CAMPEONES!

Es para llorar, perdónenme....

España, en un partido memorable,

en la exhibición defensiva de todos los tiempos...

samurais ibéricos.....

¿De qué planeta vinisteis

para dejar en el camino a tanto griego?

Para que el país sea un puño apretado

gritando por España

España 70 - Grecia 47

Gracias, Dios. Por el baloncesto, por la selección española,

por estas lágrimas....

por este España 70 - Grecia 47


Enhorabuena y Gracias a Pau, Rudy, Carlitos Cabezas, Juancar, Caldereta, Felipe, Carlitos Jiménez, Sergio, Berni, Marc, Álex, Jorge, Pepu, Chichi, Jenaro, Vecina, Coque, Rubia, Galiano, Lacomba, Toba ... y a La Sexta, con especial mención para el trío calavera de Montes, Itu y Lagarto.

Tenías razón Itu, una vez más nos has llevado a lo más alto.

Se confirma que, a veces, la vida puede ser maravillosa.

Esa plancha realmente tenía algo especial.

viernes, septiembre 01, 2006

Se acabaron las pelotudeces


¿Y qué queréis que os cuente?

Podríamos empezar con el "os lo dije, clavé mi pronóstico", pero paso, que lo he pasado muy mal y no las tenía todas conmigo.

Podríamos comentar las estadísticas, pero también paso.

Podríamos también desmenuzar la actuación de cada miembro del equipo, pero vuelvo a pasar.

O quizá hablar del papel del entrenador, pero no me apetece, que voy mal de tiempo y ya sabemos todos que es un fenómeno.

Lo dejaremos en que el sufrimiento ha merecido la pena, que nunca por lo más remoto debéis despreciar los tiros libres (el puter es un sabio de esto) y que somos España y por ello la alegría nunca puede ser completa.

Soy un friki, lo sé, pero a mucha honra y espero que por muchos años.

Y el domingo, a por otros cracks. Ya ando informándome de cómo va el rollo para obtener la doble nacionalidad. La tortilla de patata frente a la ensalada griega. Lo que pudo ser y no fue en Belgrado. Un espectáculo que no podéis perderos.


PD ->Chapu, estabas en lo cierto, pero a medias. Sí, lograstéis dejarnos en 15 puntos en el último cuarto, pero...