jueves, julio 27, 2006

Santander is back

Y esta vez vuelve para quedarse. Basta ya de calores inhumanos y rayos de sol hirientes. Nuestros organismos norteños no están preparados para semejantes inclemencias climáticas. Pero para una buena lluvia como Dios manda, con sus vientos huracanados y sus granizos rompecristales, siempre estamos listos.





Llegados a este punto, hay dos posibles explicaciones para tan repentino cambio climático. Según Rubo, podría deberse a un tremendo estornudo por mi proferido.













Podría ser. No lo descartemos. Yo prefiero creer que mi llamada a Revi ha surtido el efecto deseado y el gobierno regional ha apostado por la recuperación de nuestro característico clima con el que finalizar la continua invasión de hordas guiris que nos afectaba.







Aquí tenéis un video casero que recoge unos segundos de lo que está aconteciendo ahora mismo aquí al ladito. No es la tormenta perfecta pero no está mal para empezar.

Post dedicado especialmente a nuestros menosmola en el exilio, donde no pueden disfrutar de estas pequeñas satisfacciones veraniegas tan santanderinas.


Actualización de las 18.30 - Las tormentas está de puta madre siempre y cuando no traigan consigo una inundación de tu garaje y te veas obligado a acudir a él fregona y demás utensilios al uso en ristre para achicar agua lo mejor que puedas.

Molansejo al respecto. Si decides guardar tus apuntes en cajas de cartón en el garaje procura que ese no sea su único revestimiento, ya que la acción de las dos moléculas de hidrógeno por cada una de oxígeno produciría en dicho material el famoso efecto "galleta mojada en leche" con las nocivas repercusiones que todos suponéis en su contenido. La bolsa de plástico es un remedio bastante efectivo para este terrible mal de nuestro tiempo.

miércoles, julio 26, 2006

El dardo en la palabra

¡Hola! Soy Coco. Seguro que me recordáis de anteriores programas como "Pintura con plomo: deliciosa pero mortal" o "2 menos 3: diversión negativa". Hoy vuelvo a estar con vosotros para ayudaros a distinguir correctamente entre dos verbos que llevan a equívoco a no pocas personas en el documental que llamaremos "No te digo higo por no llamarte Rodrigo". Cobardes de la pradera.


comprar.
(Del lat. comparāre, cotejar, adquirir).
1. tr. Obtener algo con dinero.
2. tr. sobornar.
3. tr. ant. pagar.

recoger.
(Del lat. recolligĕre).
1. tr. Volver a coger, tomar por segunda vez algo.
...
5. tr. Dicho de una persona: Recibir o sufrir las consecuencias o resultados, buenos o malos, de algo que ha hecho.
....
15. tr. Ir a buscar a alguien o algo donde se sabe que se encuentra para llevarlo consigo.
...

Buscando apropiadamente aquí podéis dar con todas las acepciones relacionadas a dichos términos, pero con las señaladas basta y sobra para nuestro objetivo.

Por azares de la vida, siempre caprichosa, hoy toca hacer la compra. ¿Y qué mejor lugar para ello que el Carrefúl? Efectivamente, ninguno. Así aprovechando la coyuntura puedo compartir un rato con mis primos los Montoya y hablar de los malacatones y la nueva flagoneta del papa. Además por lo que tengo entendido allí podré canjear mi número de referencia de compra por un par de entradas contantes y sonantes para el concierto de mi amigo Bruce.

Bien, atasco. No voy a reproducir aquí todos los tacos proferidos durante el laaaargo trayecto casa-centro comercial porque son perfectamente imaginables por todos y no serviría más que para atormentar vuestros inocentes ojos.

Pues ya estamos aquí. Hala, a pertrecharse con un carrito último modelo, que con todo en la mano no puedo, como le dijo Josefina al teniente Glüntz del 4º regimiento de Húsares aquella loca noche en su alcoba. Comienza la aventura. Por los pasillos das con carritos de la compra abandonados a su suerte, desbocados, cruzados, y conductores de los mismos de lo más variopinto, yendo desde aquel que fuerza la situación diciéndose "pues claro que paso por aquí, claro que sí", recurriendo al "disculpe, ¿podría apartarse?" sólo cuando la rotura de ligamento cruzado de su rival pasillil es ya inevitable, o aquella que a pesar de verte parado delante escogiendo qué arroz llevarte pal cuerpo, ya que tras las últimas recomendaciones del irlandés ha surgido en ti la duda razonable, prosigue su marcha veloz y sin freno hacia tus cuartos traseros diciendo, eso sí, "cuidado, cuidado, cuidado...". Por no mencionar a los niños. Angelitos. ¿No podría haber colegio 366 días al año? ¡Si hoy uno hasta me ha ido tocando el culo mientras iba de la manita de su mama y después ha estado aguantándome la mirada! Desafiado por un párvulo, esto es lo último.

Hala, a pagar. Y no, sigo sin tener la tarjeta de compra del club Carrefour. No insistas. Bueno, pues nada, a guardar otra pequeña cola en Atención al Cliente y podré irme contentito con mis entraditas. Je. Ya. No me lo creo ni yo. Fijo que algo me pasa. Hola, buenos días. Venía para recoger las entradas para el concierto de Bruce Springsteen que reservé el otro día. Ah, que aquí no es. Vaya. ¿Y dónde tengo que ir a por ellas? Oh, claro. Tonto de mi, ¿cómo no lo pensé antes? La agencia de viajes es el lugar más lógico para efectuar este tipo de transacciones. Si me apura, solamente la charcutería sería un sitio más apropiado. Ahora que lo mejor sin duda es la mirada de condescendencia que me echa la jefa acompañada de la correspondiente sonrisa transmitiendo algo así como Ay, mira este pobre chavalín [nota del autor: es que me afeité ayer y ya sabéis lo que me pasa cuando me afeito, 10 años perdidos de sopetón] qué majo él, que viene a por entrada y se han agotado hace ya una semana. Y va la tía y me suelta que pregunte en la agencia, pero que si no había hecho reserva lo voy a tener crudo. Joer, yo creo que lo he dejado bien claro, ¿no? Yo compradas ya las tengo, oiga. Vamos a llevarnos bien, o aquí van a haber ondonadas.

A ver la de la agencia si no tiene estos problemas gramático-léxico-lingüísticos (no sé qué es más apropiado decir en estos casos, que soy de Ciencias). Pues no, mira tú por dónde. Igualica, igualica que la anterior. Que sólo la ha faltado soltarme un Pero tú de dónde te has caído, pardillo. ¿Qué parte de "recoger" no habéis entendido? Pues nada, sonrisa estúpida en mi cara mientras mil demonios pugnan por salir de mi interior y a capear educadamente el temporal. Que yo entiendo que trabajar cara al público es muy jodido y está a la orden del día el que lleguen muchos pesaos malinformaos a toas horas, pero precisamente por eso he intentado ser lo más preciso posible en mi petición. Igual es eso, que me he pasado de listo y no debería haber utilizado palabras tan técnicas. Sí, será eso. En fin, que ya las tengo. No voy a decir que a buen recaudo porque no es cierto, pero espero no perderlas, porque sería para cortársela. Y qué queréis que os diga, son tantos años juntos que ya la tengo cierto aprecio.

Prueba superada. Ya queda menos.

domingo, julio 23, 2006

Me dicen el matador

Como ya hemos comentado alguna que otra vez, los de Santander somos tremendamente chulos, y en nuestro afán por dejar este punto meridianamente claro al resto del mundo hemos ideado una nueva suerte en la fiesta nacional por antonomasia. Ni chicuelinas, ni saltos de la rana, ni portas gayolas, a nosotros nos mola ir al grano y por eso aplicamos el primero dispara y después pregunta. William Munny estaría orgulloso.

Mosquitos a cañonazos, que diría aquel


Por cierto, hablando de cántabros, nuestro paisano el barquereño cantante aún no se lo cree. Ni yo tampoco. ¿Cómo ha podido engatusar a esta preciosidad de mujer?


Como bien apuntó el putter tras la emisión de cierto capítulo de "El Comisario": Pope, yo también me la f*ll*b*.

La carne es débil, Elo

¿Quién es culpable de mi calentamiento global?

Nosotros lo sabemos. Ellas lo saben. Pero, aunque seamos conscientes, no podemos evitar que en verano esa libido que normalmente controlamos se ponga a mil doscientos y subiendo...

Vosotros diréis: "Claro tío. En verano...Ya se sabe. Poquita ropa, telas ligeritas, las falditas, las minifalditas, los bikinis y pareos, el calor y los baños refrescantes en esa piscina o playita, ese moreno depositado uniformemente en esas pieles tersas curtidas por esa brisa que acaricia casi todas las partes de ese cuerpo de mujer contoneándose y jugando a sentir las partes de ese cuerpo de mujer acariciadas por esa brisa que curte esas pieles tersas con ese moreno uniformemente depositado deslizándose bajo ligeritas telas, y...buf......"

Y os iréis poniendo cachondos poco a poco aunque no queráis... Pero no porque seáis unos cachondos rutinarios. No. Es porque es verano, y hay algo que ha cambiado en nosotros. Se ha ido incubando en primavera y ha acabado de eclosionar en verano.

Parece claro que generalmente las mujeres sufren una metamorfosis consistente en tres fases a lo largo del año. Aunque no tengo ninguna base científica, estoy por demostrar que cada una de esas tres fases desencadena un cambio en los hombres, definiendo en él otras tres fases distintas que alteran su comportamiento. Fijaos el poder que tienen sobre nosotros. Así pues, siempre refiriéndonos a una mujer que no se salga de la media, es decir, que no lleve minifaldas, escotes y/o tenga un moreno de Solarium todos los día del año (que para mí eso es trampa y no las incluyo en mi estudio), me dispongo a comentaros un poco esas fases del hombre:

Fase Otoño-Invernal:
Desencadenantes mujeriles: mucha ropa, color pálido de piel, demasiado a la imaginación...
Comportamiento varonil: Los cachondos no rutinarios responden apáticamente y ante un espécimen como éste no llegan a imaginar nada y pasan por alto cosas que en siguientes fases descubriran...

Fase Primaveral:
Desencadenantes mujeriles: menos ropa, la piel sigue pálida, menos a la imaginación...
Comportamiento varonil: Ah...La primavera... Empiezan a surgir los primeros síntomas. Los cachondos no rutinarios ya pueden sentir lo que se avecina en la próxima estación. Y tanto es así, que se acercan más a la mujer e intiman con ella. Pero ellas no están preparadas. No es verano. Están en su segunda fase y ellas son las que mandan. Oscuros cauces les aguardan. Así que no les queda más remedio que esperar y a veces...enamorarse...

Fase Estival:
Desencadenandes mujeriles: poca ropa, piel tostadita (ñam, ñam...), poco a la imaginación...
Comportamiento varonil: ............(El que no lo sepa ya, o es un cachondo rutinario y no ve la diferencia, o no le gustan las mujeres)


En resumen, es importante tener claro que son ellas las que dirigen nuestro comportamiento y nunca, nunca, nunca, pensar que es por culpa de algo intrínseco que, debido al sol veraniego, se cuece en nuestras sencillas mentes ( algo que, seguro, seguro, seguro, muchos pensábais). Ellas nos alteran, nosotros no hemos iniciado esto, nosotros no somos el desencadenante y, por supuesto, son ellas las que tienen que hacer algo para calmarnos y saciar nuestros deseos. Entonces pues, este es el plan, nosotros vamos a esperar "tranquilamente" sufriendo nuestra Fase Estival, y vosotras os aplicáis el cuento y os hacéis responsables de vuestros actos desencadenantes.

Nosotros lo haríamos por vosotras...

:- :-/ :-o :-) :-D

*<:-)<=

martes, julio 18, 2006

Es mi sino

Tras muchos días de espera, llega el momento. Martes 18 de Julio, 10.00 de la mañana: puesta a la venta de entradas para el concierto de Bruce. Sí, finalmente y tras realizar una escucha detallada del último disco he decidido ir. Cierto es que al oir todas y cada una de las canciones no puedo evitar imaginarme al viejuno del Alambique Veloz y su copiloto el oso interpretándolas, pero bien mirado eso es una ventaja y no un inconveniente. Los Autos Locos + The Boss = Flonante.

Baby we were born to run

Es necesario que sea precavido. Que he oido por ahí que los tickets para estas cosas tienden a agotarse en un plis. Pues nada, pongo el despertador a las 9.00 y así no me pillo los dedos. Que conociendo a este ordenador mío que tarda 10 minutos en arrancar, y eso cuando arranca que no siempre hay esa suerte, mejor que sobre que no que falte. Vaya, aún no sé qué resolución habrán tomado el Tamborilero y el Irlandés. Bueno, ya saldremos de dudas. Ahora mejor ir a la camita que ya es hora.

Una horas de reparador sueño después...

Joer, qué caló. Entre los tropecientos grados, el tochomil por ciento de humedad y el calor que desprende este PC, más que mi cuarto esto parece un baño turco. Y eso por no hablar de mis pintas, casi en cueros y todo sudao (no os pongáis nerviosas, nenas). Definitivamente, estoy en un baño turco.

Bueno, ya entré en la paginilla de marras. Parece que la opción "Santander" aún no está habilitada. Pues nada, vamos a hacer tiempo desayunando. Frosties de Kellog's, poderosa energía, despiertan el tigre que hay en mi (de nuevo os ruego controléis vuestros bajos instintos, chicas). Y sí, voy a hacer la compra por Internet aún viviendo a escasos 5 minutos del Palacio de Festivales, punto de venta habilitado en esta sacrosanta urbe. Nunca me ha gustado guardar cola. ¿Algún problema con ello? Ah bueno, creía.

9.45. El Tamborilero no responde a mi mensaje. Tomaremos eso como un "yo paso, tío". Son muchos años de mensajes sin contestación o cuya respuesta se limita a una llamada perdida, así que podríamos decir que ya tengo un master en estas situaciones. Haré la cama para pasar el rato. 9.50 ¿He dicho ya que hace un calor de la leche? Voy a llamar al fuckin' irish. Espero no pillarle en pleno brainstorming, que el mundo laboral es lo que tiene. Pues no, le pillo sobando. Hay que ver lo bien que viven los ingenieros. Que ahora marcha al curro dice. Sí, ya, y yo el Pato Lucas, cuac cuac. Que menudo finde destroyer me he tirado. Que va a ser que no voy al concierto, que yo los miércoles de Octubre estoy en Madrid y me dedico a la vida contemplativa, pero oye, mira qué chiste tan guapo me han contado el otro día. Ok Gal. Recibido. Recurriremos al Plan B: sacar entrada para mi progenitor y así no voy solo. Los padres están para situaciones como estas, ¿para qué si no? 10.00. Momento de dar al botoncito de "Actualizar" en mi navegador. ¿Cómo? ¿Aún deshabilitada la opción "Santander"? Esto me huele mal. Voy a cerrar esta ventana y entrar otra vez usando San Google. ¡Eso es! ¡Ahora sí! A mi me la vais a pegar. A mis años. Aaaay, ingenuotes, que decía aquélla.

Al lío. Rápido que no me quiero quedar sin sitio. ¿Entrada General o Asiento Reservado? Ya empezamos con las preguntas chorra. Pues coño, costando lo mismo, optaremos por la reserva, que seguro que se está más cómodo. ¿Número de entradas? Póngame 2. Y dos huevos duros. ¿Número de tarjeta? Tiquitá Tacatá Chichispúm Agromenauer. El número de tarjeta es incorrecto. Ha de tener 16 dígitos. Pues 16 dígitos tiene, chatín. ¿Cómo quieres que los ponga, en cursiva? Ah, no, que no te gustan los espacios. Jolín con el tiquismiquis. Ya lo cambio, ya lo cambio. Confirmar compra. Toma, pos claro. Cargando. Cargando más. Error. El sistema se ha saturado. Demasiados accesos simultáneos. ¡NOOOOOOOOOOOOO! ¿Por qué a mi? Si yo ya había hecho la compra, como quien dice. Sólo estaba confirmando. Joder, joder, joder. ¿Y ahora que hago? Voy a actualizar la página como un loco hasta que me vuelva a salir la opción de comprar entradas.

Cinco interminables minutos después

Bien, otra vez a comprar. Esta vez voy a ir rellenar esto rápido, que para algo tengo el título de mecanógrafo reputado del reino. Confirmando. Esto marcha. Confirmando más. Ahora sí. Error. El sistema se ha saturado. Demasiados accesos simultáneos. ¡¡NOOOOOOOOOOOOOO!! ¡Otra vez no! Mecagüen vuestro servidor, vuestro bando de ancha y en todo lo que se menea. Pero si yo me he portado muy bien todo el año. OPBL, ¿por qué no me has abandonado?

10.12. ¿Qué hago? Esto no actualiza ni a la de mil. Fijo que ya me quedé sin entrada. Por ceporro. Quién me mandaría a mi hacerme ilusiones. Voy a acabar de hacer la cama para calmar mis ansias destructivas. 10.15. Venga, voy a intentarlo otra vez, por el qué dirán. Ya sabes, "a la tercera va la vencida". Aunque también se comenta que "no hay dos sin tres".

Y ahora, el momento "Elige tu propia aventura" del post, amigos lectores.

¿Qué creeis que le ocurrió a Portu? ¿Logró entrada? ¿Petó de nuevo el sistema? ¿Se reinició misteriosamente su ordenador sin causa justificada como suele hacer a menudo y perdió así hasta la más remota opción de un final exitoso y feliz?

Hagan sus apuestas. No va más.


10.18. A pesar de lo gracioso que hubiera sido lo de la tercera opción, y de que lo más normal hubiese sido lo de la segunda, por una vez se rompió el maleficio. Un poquito al menos. ¡Logré entrada! Todos a coro gritemos Aleluya y cantemos alabanzas. Aún no me lo creo. Mejor no echar las campanas al vuelo, que fijo que a la hora de ir a recoger lo que es mío por derecho me dicen que mi código de recogida no es válido, o que los Portus tienen vetado asistir a conciertos de Bruce porque éste dice que le dan mala suerte o vaya usted a saber qué. Ya les contaré cómo acaba la cosa. Permanezcan atentos a sus pantallas.

Donde hay dinero que se vea

Aquí me tenéis recién llegado de ver un curioso programa de La Sexta, esa cadena televisiva de reciente inauguración que cimenta su programación en sólo tres nombres, Florentino Fernández, Miki Nadal y Agustín Jiménez (haced la prueba y veréis como en cualquier programa aparece al menos uno de ellos), que tiene por nombre (el programa, que enseguida os perdéis en mis relatos) Planeta Finito y en el que se dedican a ofrecer al espectador divertidos recorridos turísticos por las ciudades europeas que han sido protagonistas de mis viajes. Igual pensaban que no me había dado cuenta. Pocholo en Amsterdam, Santi Rodríguez en Londres, Flo y Miki en Roma.... eso sí, dado que sólo a los más grandes se nos permite el acceso a Belgrado han decidido sustituir este último destino por Moscú, que se parece pero no es lo mismo.

En cualquier caso, a lo que ibamos, que me disperso como de costumbre, es a que hoy ha tocado conocer la capital rusa y gracias a ello he recordado que tenía algo para vosotros desde hace muuuucho tiempo. Un poco más de un añito, siendo exactos y precisos, como a los buenos ingenieros les gusta. Y a nosotros de vez en cuando también, que no somos buenos pero pertenecemos al gremio. Más o menos.

En la dirección indicada abajo tenéis a vuestra entera disposición un


Pinchando en cualquiera de las 'M', se pueden ver diversas estaciones del metro por dentro y muchos detalles de ellas. Pa que lo flipéis un poquitín.

Desde luego que ésta no era la idea que tenía yo del comunismo, para qué nos vamos a engañar.

Y sí, aquí también tienen línea circular. Mejor me lo pienso dos veces antes de visitar la Catedral de San Basilio (ya pensabáis que iba a decir el Kremlin, ¿eh? ¡Ja! No contábais con mi astucia).

Dos vidanya, tovarish!

domingo, julio 16, 2006

Los telecos que subieron una colina

Y no vean ustedes si les costó. Necesitaron un derroche de sangre, sudor, lágrimas y dignidad para llevar a buen puerto su empresa: realizar con éxito la ruta de Tresviso (donde el queso, no donde el Benetton). Por suerte pasaba por allí Venganza infinita, quien ha tenido a bien relatarnos los hechos en primera persona:

...es que las ideas pesan...

Todo comenzó un bonito día en que nuestros cuatro aventureros decidieron echarse la mochila al hombro y rememorar antiguas glorias deportivas y de campamento para disfrutar de un bonito día en perfecta armonía con la naturaleza. Una ruta que, por las fotos, parecía ser realmente espectacular. Vaya que si lo fue.

Después del primer kilómetro y medio hasta nos reíamos, ¿¿y esta es tu ruta de dificultad media?? Como de paseo por el Sardinero. El caso es que llegado un punto, después de un tramo de subida, atravesamos una verja y allí comenzó el verdadero sufrimiento de nuestros tres jinetes, y digo tres porque la cuarta, es decir, una servidora, subía como una bala, seguida muy de lejos por sus secuaces de miradas de odio y grititos de rabia, incluyendo algún que otro comentario hiriente, ya que otra cosa no podían hacer, del tipo “¡Ahí va la cabra, beee,beee!” o “¡Eh! Que es que me pesan las ideas!”. Se les iba la fuerza por la boca con una simplicidad solo digna de un hombre. Hasta les adelantaron un señor entrado en años con su buen nieto, quien les comentó: “¡Que os gana a todos!” a lo que ellos, todo dignos contestaron: “Es que la dejamos que vaya delante porque nos tiene cansados”. Pues sí señor, ahí están los años de entrenamiento, tanto músculo, tanta fuerza, tanta superioridad física, en fin, que me pierdo. El caso es que una vez arriba, compartiendo saludos con el resto de sufridores del camino, nos obsequiamos con una copiosa comida (algunos la necesitaban más que otros) y un merecido descanso.

La prueba

Sin embargo, en la bajada, ocurrió justamente lo contrario, debían de tener los chicos algo de resquemorcillo, porque realizaron una bajada vertiginosa, por un peligroso pedregal y junto a un osado personajillo de los que tienen la cara roja y hablan raro que bajaba ¡en bici! Sí señor, hasta se cayó el tío en plena bajada (todos pensamos que ya no le volvíamos a ver) y nos dijo que ná, que estuviéramos tranquilos, que sabía que se podía bajar en bici porque ya lo había hecho. Alucinante.

Y ésta fue nuestra pequeña aventura, eso sí, al día siguiente nadie, excepto yo, se atrevió a admitir que tenía la más mínima molestia de agujetas. No cambiaréis.

sábado, julio 15, 2006

Mi furia paranoide

Que digo yo que a 15 de Julio ya habréis visto todos este video, pero por si acaso hay algún despistado no me cuesta nada ponerlo:


Con lo que se demuestran dos cosas:

1) Tened cuidado con dejar un ordenador a los pequeños de la casa
2) Los alemanes están chiflados.

Claro que en ciertos momentos de la grabación no puedo evitar verme representado en las actitudes de este entrañable germano. A mi y a ciertos amigos míos que en su adolescencia poseían ordenador con conexión a Internet y vivían momentos de excitación similares a lo aquí expuesto.

En fin, serán imaginaciones mías. Este está mucho más tocado del ala. Fijo.

Para disfrutar de interpretaciones y traducciones al español más o menos afortunadas de lo que le está ocurriendo al chavalín para ponerse así, podéis entrar aquí y empezar a buscar. De nada.

Hala, voy a seguir al cobijo de la sombra, como las lagartijas, que hoy no hay quien pare al sol. Ozú qué caló.

jueves, julio 13, 2006

Todo cambia, nada permanece

Hasta cortarse el pelo, oigan. La globalización era esto. Pero vamos a empezar desde el principio, que esto lleva un proceso, como el pollo al chilindrón.

Es tu tercer día de vacaciones, te aburres en casa y llevas unos días sopesando la opción de acudir a un profesional dispuesto a trasquilar tus greñas. Lo metes en tu coctelera cerebral, lo agitas y obtienes como resultado la decisión irrevocable de acudir a una peluquería cercana en pos del corte prometido.

Y no crean que lo de "cercana" es un eufemismo, qué va. Es en este punto cuando ustedes saltan alarmados exclamando "¡Pero hombre, si todos tenemos una peluquería de confianza en la que nos saludan alborozados al llegar y todo el mundo sabe nuestro nombre!", rollo Cheers y tal. Pues yo no. Yo soy un aventurero del cuero cabelludo. Y como tal, voy experimentando entre las diversas alternativas que me ofrece mi ciudad. Claro que hoy lo de la cercanía era un factor decisivo, ya que mis recientes escarceos baloncestísticos unidos a mi mala cabeza que cuando todo indica que uno debe estarse tranquilo en casita le dice que nada de eso, y mejor echarse unos paseos y unas carreras para tonificar y estar guapito pal verano, han derivado en una rodilla más hinchada que los morros de Esther Cañadas. Hinchazón que no por conocida resulta menos fastidiosa, así que supongo que ya entiendan el por qué de mis deseos de efectuar un desplazamiento lo más corto posible. Que sí, que ya sé que la cojera está de moda, y a mi también Gregory House me parece un tío de puta madre, pero qué quieren que les diga, uno ha cogido aprecio a sus facultades motrices y no le gustaría perderlas así a lo tonto.

Primer problema: vives en mitad de una cuesta. Santander tiene estas cosas. Las cuestas no son buenas para las cojeras. Pero da igual. Eres un tipo con mucho arrojo y emprendes la bajada de la misma. En tu empresa también aparecen inoportunas escaleras que tú abordas con enorme valor y curioso estilo. Nada importa. Eres un hombre con un objetivo y vas a cumplirlo. Llegas a la peluqería. Intentas no fijarte en el pibón rubio vestido de rojo que fuma compulsivamente en la puerta. ¿Esperándote a ti? No flipes, chavalito. Te deshaces de la música que te ha acompañado por el camino (recomendación del Tamborilero) y cuando estás a puntito de entrar te percatas de la tremenda cola de espera existente. Y sí, la rodilla jode, pero más jode esperar a lo tonto, así que reanudas la marcha dispuesto a ejecutar el Plan B: ir a la siguente peluquería que te encuentres. Por lo menos ahora es en llano.

Bien. Está vacía. ¡No, no lo digas! ¡Ni siquiera lo pienses! Has triunfado. Mierda. Lo has vuelto a hacer. La cagaste. ¿La cagué? No, qué va. Si la chica es muy maja. Y me indica por señas dónde sentarme para lavar mi cabolo. Por señas. Claro. Ah, OPBL, vieja amiga, ya empezaba a echarte de menos. La tía es rusa. Pero no rusa como Carmen Maura en Volver, no. Rusa, rusa. Como Popov y Radchenko. A ver cómo me entiendo yo ahora con ésta. Pues mal, cómo te vas a entender. Si ya te cuesta con las autóctonas, qué puedes esperar con las extranjeras.

Comienza el turno de preguntas. Que si cómo lo quieres de corto, que si con o sin maquinilla, que si de verdad de la buena lo quieres todo corto o te deja una cresta como al gallo Claudio (¡por Dios, que no soy futbolista!), que si cuando dices que lo de arriba lo quieres un poco más largo te refieres a no sé cuántos palmos de largo... ¡y yo que sé! Yo sólo quiero que me cortes el pelo cortito. Nada estrafalario. En serio. De verdad. Puedes creerme. Esto antes no pasaba. Tú ibas a la barbería de la mano de tu abuelo y el barbero ni te dirigía la palabra. Él ya sabía de antemano cómo lo querías. Y si no era así como lo querías te iba a dar igual, porque así te lo iba a cortar él. Eficacia y rapidez unidas en un mismo sujeto. Y más adelante no tenías ni que moverte de casa. Con comprar una maquinilla y pedir colaboración paterna bastaba para mantener tus pintas de recluta patoso que tanto gustarían al gran Clint. Ahora no. Ahora tienes que hacer un cursillo de traducción e interpretación para conseguir un mísero corte de pelo.

Ahora, que no vean el cinturón que se ha agenciado la amiga para acometer la faena. Me río yo del Bat-cinturón de utilidades del hombre murciélago. Y entre tijeretazo y tijeretazo llegamos al momento crítico de los comentarios acerca de la cabellera que la naturaleza tuvo a bien prestarte, y digo bien prestarte, no darte, porque cada día es más palpable su intención de ir recuperando lo que en principio era suyo, siendo el más recordado (por inteligible) el de "es que tienes el pelo rizado y así parece más corto". Pues si tú lo dices, será. Yo es que soy de Ciencias y de rizos no entiendo mucho, para qué te voy a engañar.

Claro, que para momento crítico aquél en el que te pregunta "¿qué te parece así?" y ante tu respuesta de "bien, bien" delatando conformidad y dejando caer un no me lo cortes más, anda, que ya vale, ella opina que mejor seguimos cortando (un mal endémico al gremio por lo que me dice mi experiencia), esta vez eso sí con unas tijeras innovadoras recién sacadas del bat-cinturón con pinta de servir para limpiar las escamas del pescado.

Tras sobrevivir como puedes a los ataques de dichas mortíferas armas contra la tapa de tu sesera, la amiga da la tarea por finalizada y el resultado final es de los que podríamos denominar como "ni tan mal". Sí, tus patillas siguen pareciendo un crimen contra la humanidad, pero mejor date por satisfecho no vaya a ser peor. Así que apoquinas tus 14 eurazos, prestas tremenda atención a la oferta que te proponen en tratamientos de belleza (¿no sé habrán dado cuenta que a mi no me hace falta nada de eso? Es imposible mejorar lo presente. Por lo de causa perdida, quiero decir, no por otra cosa), y te coges un carameluco para endulzar el cojitranco trayecto de vuelta, cuesta incluida, a casa.

Conclusión a sacar de la peripecia de hoy. Pues algo que ya decía el bueno de Pazos hace unos años: Qué preparados vienen los de fuera. Y déjense melenas, así se ahorran estos malos tragos.

Sobre pijamas y bilirrubinas

Si yo no digo que no, que seguro que tenía buena intención. Las madres siempre la tienen. Bueno, no, qué coño, que a veces se te acercan con más maldad que un vecino, y tú ahí aguantando el tipo viendo como se te viene encima sin posibilidad de hacer nada y miras a tu lado a ver si le puedes cargar el muerto a otro pero claro, tus hermanos que también se la saben ya han salido por pies y mariquita el último. Ellas dicen que es por nuestro bien. Pues será. El caso es que esta vez sí que venía de buenas, y ahí que llego a casa de visita y qué tal el viaje, y que si estás más delgado (es curioso uno nunca está más gordo, de hecho yo a estas alturas ya debo pesar menos que el gato), que si qué tal la alergia, y los calores y que si necesitas algo y todas esas cosas que dicen las madres cuando hace un tiempo que no ven a su hijo y han acabado por creerse las cosas que las cuentan a sus amigas y ya no se acuerdan de que es gilipollas. Supongo que se hacen cargo. Y si no da igual, ya se lo cuento yo. Bueno pues después de todo eso y de saludar a tu hermana, que sí que se acuerda de que eres gilipollas pero te quiere igual, viene tu sufrida progenitora y te dice que han salido las dos de compras y que se han gastado una pasta gansa y que para sentirse un poco mejor con ellas mismas pues te han comprado dos cosas. Vaya, piensas tú, pues qué chachi. Díganme, díganme. La primera es una camiseta de cantabria me pone, vil plagio a la de mi compañero de fatigas portu, pero qué quiere que le diga amigo, la vida es asín, ya sabe de mi falta de personalidad y de mi adicción a la desaforada compra de camisetas chorras. Pues eso, gran ilusión me hizo, ahora ya puedo dar más la nota por los madriles. La segunda era un pijama.

A ver si me explico señores. No es que yo sea precisamente un dandi del vestir, ni un metrosexuel de gafas mosca ni me preocupe más de lo estrictamente necesario de lo que me pongo encima. Con que los calcetines no sean cada uno de su padre y de su madre, negros las escasas ocasiones de zapatos y el pantalón no sea fuxia, me llega. Y mucho más para dormir. Qué más da, si ahí estás tú solo contigo mismo. Y las raras veces que no lo estás llegas al catre vestido y hace rato que has perdido toda capacidad de raciocinio (ya saben, aquello de que no hay sangre para todo) y no la vas a soltar a la engañada de turno "espera preciosa que me pongo el pijama y luego ya si quieres pasamos a eso que me estabas diciendo". Pues no. Ya llegados a ese punto suelen preferir quedarse en la fase que va entre que te quitas la ropa y te pones el pijama. Yo tampoco sé porqué, pero es así. Y cuando una chica te ve en pijama, la verdad es que da igual lo que lleves puesto, porque eso quiere decir que ya está todo el pescado vendido, que ella sabe lo que hay y aún así, por alguna razón que nunca llegaré a explicarme, ha decidido soportarte y no la va a echar atrás lo que lleves puesto, total, a ella la interesa lo de debajo, ya saben, lo importante es el interior. Resumiendo, que me la soplan los pijamas.

Pero hay cosas que ya pasan de castaño a ocuro, que dice mi abuela. Que una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, coño. Supongo que recordarán aquellas líneas que escribí especialmente dedicadas a los extraordinarios decoradores de los nuevos autobuses municipales y santanderinos, y su gran selección del azul pastel como ornamento de los mismos, pues bien, todo ese color de gran hombría y macho que te cagas es el que cubre contumazmente la camiseta del pijama de marras. Un azul cielo bonito, bonito hasta decir basta. Para echar la pota. Pero eso no es todo. Porque el pantalón no le va a la zaga. En principio es blanco, pero eso es sólo en principio porque sus geniales creadores decidieron que eso era muy soso, y muy de nena, y le pusieron por encima un gracioso estampado de cuadros entre crema, rosita pálido, naranja melocotón sedoso y verde que te quiero verde casa de la pradera. Claro que sí, ole sus cojones señores, y mi madre jurándome y perjurándome que estaba en la zona de caballero mientras mi hermana se partía el culo de la risa diciéndome que estaba monísima de la muerte a medio día alegría. Y ustedes dirán, va irlandés, seguro que exagera. Pues no, coño, que con eso pareces el payaso de micolor pero en femenino, joder ya. Pero es que ahí no queda todo, porque en un alarde de virtuosismo creador llegó la culminación del genio sin parangón de los diseñadores del puto pijama cuando decidieron que ahí en primer plano, justo encima del corazoncito maravilloso del portador iban a poner un bordadito preciosisisisisimo que te giñas de un cocker spaniel. Un puto cocker spaniel, señores. Por qué. Por qué. No podía haber sido un bulldog, o un doverman o un jodido pastor alemán. No pedía más. Pero no, tuvieron que poner un cocker spaniel, con lacito en el cuello, lengua fuera, sonrisa de colocado y toda la pesca marinera. Casi habría prefirido a miss kitty. En serio. Mierda, que eso la baja la bilirrubina hasta a jenna jameson, por mucho pescado que esté vendido, por mucho no te preocupes cariño que yo te quiero igual, y por mucha milonga del marinero y el capitán. Eso no es un pijama, es una venganza, qué coño una venganza, es una jodida máquina de provocar gatillazos femeninos. Como no lo queme me parece que no mojo hasta el 2037, más o menos.

Al final hasta mi madre se meaba de la risa. Menos mal que me libré por los pelos de que mis hermanos me vieran embutido en eso, porque si no, lo mismo me tengo que mudar de país.

martes, julio 11, 2006

Minutos musicales

Sabida es nuestra pasión por los pentagramas, las claves de Sol y las semicorcheas, y el amigo Rubo, en pos de lograr una mayor animación del blog, ha dado con un par de videos que quiere compartir con vosotros.

Ellos son "El Cuarteto Obrero" y definir su estilo como lírico es quedarse corto.



En la mejor tradición de ídolos de este blog como El Chivi o Juampa, ¿verdad que sí?

Aprovecho también para recomendaros un grupo prometedor de letras rompedoras al que descubrí hace escasas fechas gracias a mis amigos del dúo Corchopán. Ellos son Los Gandules, venidos desde Zaragoza para revolucionar el panorama musical patrio. Recomendaciones del chef son los temas "Bayas, bayas", "Malos tiempos para Sergei" (Bubka) y "Batman, Robin".

Y ya que estamos hablando de música, finalizamos con otra recomendación (por su calidad intrínseca, no porque pertenezca a un colega): mirad qué sitiuco tan mono nos tiene el torito de Carbayín. Eso sí, una vez más se comprueba que lo de las actualizaciones es un mal endémico a este grupo menosmolérico y sus allegados. Por cierto, a Noel la que más le mola de Los Gandules es "¿Qué hace un esquimal como tú en un iglú como este?". Siempre fue un sentimental.

domingo, julio 09, 2006

¡Bravissimo!

Si es que cuando digo que son unos grandes, es por algo.

Tras años de odio visceral en lo deportivo, de un tiempo para acá lo único que siento por nuestros vecinos mediterráneos es una adoración rayante en lo pagano. Siempre circunscritos a ese ámbito mencionado, claro. En otros no me meto, que son muy suyos según con qué cosas de la metrosexualidad y la cosa nostra. No mezclemos churras con merinas, per favore.

Me ha costado reconocerlo, pero hoy me doy cuenta que era la envidia la que me cegaba y hablaba por mi: son los mejores, y no hay más que hablar. Ya les puedes poner a jugar al pasabolo tablón, que eso aquí en Cantabria y poco más, que fijo que a la segunda tirada ya te están poniendo en aprietos. Y por supuesto te acaban ganando, faltaría plus. Juanisho, tiemblo sólo de pensar en el día que les de por probar en serio con "questa cosa dil balonmano".

Dolce, Gabbana & Cannavaro

Ya tengo claro lo que quiero ser de mayor: Italiano. Bueno, no, mejor italo-argentino, que eso ya es el no va más. Como Camoranesi, pero en bueno. Y en guapo.

FORZA L'ITALIA! FORZA L'AZZURRA!

Y de aquí a un par de meses, campeones del mundo de baloncesto. Y si no, al tiempo.

viernes, julio 07, 2006

Que no os pille el toro

Llegamos al final de una semana plena de vivencias para el recuerdo, entre las que destacan los respectivos retornos a la tierruca de nuestros menosmola en el exilio, el belga y el suizo (grandes chocolates ambos), y que alcanzaron su punto álgido en la tarde de ayer, repleta de emociones y de la que esperamos amplia cobertura por parte de su protagonista principal. Y a pesar de lo que estaréis pensando todos ahora mismo puedo asegurar que no: no solté lagrimilla. Por muchas ganas que hubiera. Uno es un blandengue, pero delante de la gente de la UC debe guardar las formas.

Pero un menosmola no vive del recuerdo. Un menosmola ha de estar al cabo de la calle, al filo de la noticia, viviendo siempre entre la espada y la pared. Y si se da el caso de que el menosmola está en la parra y no se entera de la misa la media, entran en escena sus múltiples contactos para insuflar la necesaria ración de espabilina. Vean si no me creen el aviso que me hace llegar nuestra fiel lectora Venganza infinita, que acaba de empezar las vacaciones y tiene más ganas de marcha que Pocholo Martínez Bordiu. ¡Anda! Ahora que lo pienso: Pocholo -> Bordiu -> La nieta de Franco -> José Campos -> Bodorrio -> Fiesta en Santander -> ¿Tendremos la inmensa fortuna de contar con el gran Pocho por estos lares? No quiero ni pensar acerca de lo que podría lograr un explosivo tandem formado por el chico BNS y él. Pero estoy divagando. A lo que íbamos. Venganza infinita, sus ansias de farra y tal:

Portuuuu!! chicha de post!!! ;)


para que luego conspires a mis espaldas...

¿Yo conspirar a tus espaldas? Totalmente cierto. Nada que objetar. Pero compréndeme, es que ese nick tuyo acojona mazo. Como pa ir de frente está la cosa. Creo que va siendo hora de que lo suavices un poquito.

Que vivan San Fermín, su chupinazo, Dennis Rodman con el pañueluco rojo, los borrachos, conocidos o no, que pueblan las calles de Pamplona durante estos días, y que vivan los encierros.

"Algún día, todo esto será tuyo"

Eso sí, espero que al amigo Mikel le quedara claro que nuestra conversación de ayer era totalmente en broma y no se haya lanzado a La Estafeta embriagado en un delirio alcohólico y haya sido él el primer accidentado de la fiesta. Otra cosa sería más rara.

jueves, julio 06, 2006

The thrill is gone

Debe ser esa jodida cadencia que incita a pecar. Y a pecar despacio, rock me baby, rock me slow. No sé, lo mismo son las letras sin ton ni son, o la voz negra, o el punteo de guitarra. Quizá el ritmo cansino o su languidez optimista. La verdad es que no sé por qué, pero me encanta el Blues. No es que sepa de Blues, y sea uno de esos entendidos que te cagas por la pata abajo de su sabiduría universal y pueda decir si este menda es técnicamente mejor que aquel o si esta versión es la sublimación de la armónica en do menor y aquella otra un petardo de no te meneés. No, yo sólo sé si escucho algo y me gusta o no. Y el Blues es la ostia. Y de todos los bluesman que conozco hay uno que si fuera tía me haría mojar las bragas, y ese es el jodido rey del Blues, Mr B.B. King.

Pues resulta que hace un tiempo me llama un amiguete que sabe de mis preferencias musicales y me dice, irlandés, me debes una. Seguramente te deba muchas más, muchacho, ya sabes que a mí la noche me pierde. No señor celta, no, me refiero a una gorda, o más bien gordo, y negro. Como no se me explique. Pues me explico, dice él, conociendo su caraja mental y que los putos rolling podrían venir a dar un concierto a su cocina y usted no enterarse y además ir a decirles que por favor dejen de armar escándalo, me he tomado la libertad de convertirme en su avisador de eventos y festejos varios. Coño, dije yo, qué majete que eres, pues comuníqueme hombre comuníqueme. Seguramente no ha oído usted hablar del Vía Jazz. Pues supone usted bien, a mí sólo me suena benicassim y de pasada. Olvídese de benicassim y de la madre que lo parió, céntrese coño. Bueno muchacho, no se altere, ya estoy centrado, en el mismo centro del centrismo. Pues eso, sigue él, Vía Jazz, collado villalba… ¿Collado qué?, tío tú estás mal. Que te calles, coño, campo de fútbol. No me creo que un pueblo con ese nombre tenga estadio de fútbol, es más, dudo que haya llegado el teléfono. Tío te voy a acabar metiendo una galleta. No, no, ya te dejo, acaba, acaba, peace and love. Miércoles cinco de julio, nueve de la tarde, adivine quién viene. Pues manolete seguro que no, que ese hace tiempo que no se le ve, y como me diga el fary me voy a ciscar en todos sus muertos así que por su bien espero que sea el puto Bon Scott reencarnado. B.B. King. Anda no me joda. Como se lo cuento. Pues vaya, dije yo. Pues vaya, pues vaya, dijo él. Pues vaya, pues vaya, pues vaya, dije yo. Después de lo cual pareció bastante difícil continuar con la conversación (esto último es un burdo plagio al gran P. G. Woodhouse). En realidad, lo que hice fue decirle, tenemos una cita, efectivamente le debo una, y bien negra y bien gorda. Eres grande.

Ayer fue cinco de julio. Ayer estaba yo como un clavo a las nueve, at nine sharp que dicen en mi isla, en esa bonita población de la geografía española con incontables lugares bucólico-pastoriles que no nombraré porque sería muy injusto olvidarse de alguno, conocida como collado villalba. Y al campo de fútbol me fui con mi amiguete y otros dos amiguetes de mi amiguete. Y me perdí la seguro que original actuación de mariano mariano (sí, sí, el de mira quién baila con muletas) y su big band porque la impresionante organización del evento había puesto una única taquillera, de edad indefinida pero que probablemente conoció en persona a los reyes católicos, con un ordenador al que miraba como embobada y con los ojos como faros pensando seguramente que aquella televisión era rara de cojones. Conclusión, la cosa de la recogida lo que se dice rápida, rápida pues no iba. Vamos, que cuando entré estaba ya en escena la versión femenina del King: negra, uno sesenta y ochocientos kilos. Y tú ahí pensando, y esta quién es. Pues os podéis imaginar la voz, aquí hasta el más tonto hace relojes. Chica, si no estuviera mi amiga Aretha diría que eres la Boss. Donna Hightower, de nombre. La tipa se marcó una versión de Georgia para mear y no echar gota. Acojonante. Ovación con bises y vuelta al ruedo.

Y entonces salieron unos tipos negros y de negro, salvo uno blanco también de negro. Y colocaron instrumentos por aquí y por allá. Y delante de todos, presidiendo el cotarro, ella sola, negra y soberbia, Lucille. Saludaron y se pusieron a darle, dos trompetas, un saxo, un saxo bajo, un bajo, un guitarra, un piano, teclados y el batera. El ritmo de puro blues de fondo y uno a uno al frente a marcarse un solo de estos de dejadme a mí que yo sé de qué va esto. A cada cual mejor. Y Lucille allí contemplándolo todo desde su puesto de privilegio con cara de puta complacida. Entonces se adelanta el saxo, se marca cinco notas, se acerca al micrófono y dice: “With all of you, the one and only, the king of the Blues, Mr B.B. King”.

Desde ese momento hasta el final la apoteosis, muchachos. La jodida apoteosis. El señor bibi que sale, saluda, sonríe, se sienta, agarra a Lucille y se pone a acariciarla. Sublime. Extraordinario. Puto genio. Casi lloro con la versión de The thrill is gone. Los pelos como escarpias. En serio, brutal, no creo que eso se pueda mejorar. Hay veces que si no se alcanza la perfección se está muy cerca, pues a mí ayer me pareció que casi la agarra. Lo dicho. Dios.

¡Una solución quiero!

Tras un duro día de trabajo y pachanga, en la que se ha puesto de manifiesto que habiendo perdido los fundamentos y la velocidad el único arma al que puedes recurrir a día de hoy es tu muñequita linda (virgencita, virgencita, que me quede como estoy), seguidos por una ducha reparadora y un buen bocata de jamón york y queso (la comida de los campeones), uno consulta su correo electrónico y se encuentra con lo siguiente:


Miércoles, 25 de octubre, Palacio de los Deportes de SANTANDER


Lo prometido es deuda y como él mismo anunció, Bruce Springsteen regresa a España con una extensa gira adecuada para espacios de mediano y gran aforo, que el 25 de octubre recalará en el Palacio de Deportes de Santander.



¡BIEN! ¡Bruce Springsteen! ¡El jodido Bruce Springsteen! ¡Ese Bruce Springsteen que tanto te ha gustado siempre y por el que has dejado escapar infinidad de suspiros pensando que jamás podrías verle en directo! Al menos, no sin moverte unos cuantos kilómetros. Y es que, amiguitos, en esta ciudad nuestra repleta de gente jóven, emprendedora, decidida y para nada chapada a la antigua lo habitual es que los veranos estén repletos de visitas del Dúo Dinámico, Raphael y últimamente El Canto del Loco, que ya son como de la familia de tanto que han venido. Así que la ocasión la pintan calva.

¡OUCH! La cosa se tuerce al seguir leyendo y toparse con Con Bruce Springsteen volveremos a vivir, esta vez multiplicada, una increíble noche de folk, blues y gospel en mayúsculas. ¡Hala, vengaaaa! ¿Dónde está el Born to run? ¿Y el Dancing in the dark? No me digas que me voy a quedar sin mi ración de Waitin' on a sunny day porque soy capaz de morderte un ojo. Para una noche de folk me voy a ver a Luétiga, o me acerco al festival de Magosta, que además me sale más barato. Porque la broma del amigo Bruce sale por la módica cantidad de 65 iuros más gastos de distribución --> Sablazo que te meto, traducido al portugués. ¡Porca miseria!

Pero claro, volviendo al lado perlán de la fuerza, en lo que va de año ya me he perdido el Summer Festival con Prodigy, Pet Shop Boys, Primal Scream, Marlango y alguno más, a lo que se añade que en estos momentos el fuckin' irish está disfrutando en Villalba de una velada con el GRAN B.B. King y el no menos grande Mariano Mariano a la que no he podido acudir por un quítame allá estas jodiendas. Vamos, que o Bruce o nada.

Tengo una semana para decidirme antes de que las entradas salgan a la venta. ¿Qué hago, menosmolas? ¿Che facchiamo allora, ragazzi?

miércoles, julio 05, 2006

Caprichos del destino

Pues resulta que El Retirao se ha puesto en contacto conmigo para comunicarme su interés en compartir con vosotros una de sus pajas mentales. Él jura y perjura que "No alcanza los niveles de brillantez habituales en mí" (¡tres hurras por la modestia!) y por eso no me lo ha mandado antes, pero está visto que mis criterios de calidad no son tan estrictos como los suyos y no tengo ningún reparo en colgarlo del blog.


Fantasía cumplida ¿O no?

¿Nunca has soñado con ello? Estás agobiado con 8 exámenes, y decides dejar de lado esa asignatura que tienes tan atravesada, de la que te matriculas por tercer año, y que tantas frustraciones te ha dado. Y cuando llega la hora de presentar las actas, ves tu nota: APROBADO, 5.3. Al profesor se la ha ido la olla y se ha traspapelado tu nota. Por fin te la has quitado de encima, cuando no tenías ninguna esperanza de conseguirlo.

Ese caso se comenta desde que empezaste la carrera, así que ya tienes perfectamente estudiado el plan de acción. Primero, hay que rezar porque a nadie le hayan puesto tu no presentado y vaya a quejarse, pues el profesor puede ponerse a revisar y darse cuenta del error. Segundo, en caso de que eso haya ocurrido, hay que ponerse en contacto con dicho alumno. Al fin y al cabo, si se espera a que estén publicadas las actas, el alumno puede reclamar que le quiten el no presentado, pero el profesor no tiene derecho a cambiar por su cuenta tu aprobado.

En todo ese plan, por supuesto, hay infinitas variables e infinitas estrategias, todo ello bajo la tensión de ver que tienes tan cerca algo con lo que tantas veces has fantaseado y, sin embargo, se te puede escapar de la mano.

Es curioso cómo piensas en esa situación, y conoces qué es lo que puede pasar, cuando, realmente, no pasa nunca. Pasas años y años de la carrera y no conoces ni un caso. Y, por supuesto, a ti no te pasa ni de rebote.

Ahora imagina una situación un tanto distinta. Imagina que estás a punto de terminar la carrera. Imagina que te has matriculado de dos asignaturas de libre elección, pero luego resulta que no necesitas cursarlas porque has convalidado los créditos gracias al nuevo sistema de idiomas (que te exige un pago de 36€) y a un cursillo por el que tuviste que pagar 50€ y en el que te aburriste soberanamente y no aprendiste nada que no habrías aprendido en 15 minutos con un profesor que hubiera puesto un mínimo de interés. Imagina que no hay países. Ningún motivo por el que matar o por el que morir. Imagina a todo el mundo viviendo la vida en paz.

En esta situación, tú, que eres una persona educada y respetuosa, decides avisar a los profesores de que no vas a cursar las asignaturas. En noviembre avisas al del primer cuatrimestre, y en marzo avisas al del segundo cuatrimestre. Por supuesto, ellos, que también son educados y respetuosos, tienen la amabilidad de no contestar. En lugar de eso, uno de ellos decide denegarte directamente el acceso a la web de la asignatura.

Pasa la primavera, pasa el verano, ... bueno, no. Mejor dicho, (strong)llega(/strong) el verano. Has hecho ya todos tus exámenes salvo una pequeña prueba que vale el 20% de una asignatura, y estás a la espera de los correos esos de "calificaciones provisionales". Y en esto que llega uno. Durante un breve instante te preguntas de qué será, porque el nombre del profesor no te suena. Hasta que caes en la cuenta: es esa asignatura de la que ni siquiera te acordabas de que estás matriculado. Menuda decepción. Lees el correo de todas maneras, y encuentras lo siguiente:

A: RETIRAO, EL

Su calificación provisional en la asignatura QUE NO TE VALE PARA NADA
en la convocatoria de JUNIO es: 9.

La revisión del examen tendrá lugar el día XX/06/2006,
entre las YY:30 y las ZZ:00 horas.

Lo lees. Parpadeas. Lo vuelves a leer. Los siguientes minutos son confusos, y no consigues escoger entre asombro, risa o emoción. Pero, sobre todo, piensas: ¡A buenas horas!

Y eso es todo, amigos. La moraleja de la historia es clara: no hay que perder la fe. Puede que cuando ya seas una de las 100 personas más ricas del mundo te toquen 6000€ en la lotería. Puede que por fin encuentres esa cosa que estuviste buscando durante meses y como no la encontrabas te compraste otra. Puede que consigas adelgazar los kilos suficientes para participar en una competición una vez esta haya terminado. Puede que esa persona que tanto tiempo te ha gustado se fije en ti cuando ya no te atrae. Puede que te den una beca para hacer deporte cuando acabas de lesionarte de por vida. Puede que te den permiso de residencia justo cuando te vas a ir del país. Pero no lo dudes, cuando ya no te haga falta, todo eso que has estado ansiando durante años será tuyo.

martes, julio 04, 2006

Recursos contra la OPBL

El otro día le comentaba al irish man in Madrid que no dispongo de remedio alguno cuando me encuentro en "uno de esos días".

¡Mentira cochina!

Sí que lo tengo. Y todo se lo debo al sin par Eric Idle y sus colegas de Monty Python.


Some things in life are bad
They can really make you mad
Other things just make you swear and curse.
When you're chewing on life's gristle
Don't grumble, give a whistle
And this'll help things turn out for the best...

And...always look on the bright side of life...
Always look on the light side of life...

[por si no os habéis dado cuenta aún, no, no os la pienso traducir]

If life seems jolly rotten
There's something you've forgotten
And that's to laugh and smile and dance and sing.
When you're feeling in the dumps
Don't be silly chumps
Just purse your lips and whistle - that's the thing.

And...always look on the bright side of life...
Always look on the light side of life...

For life is quite absurd
And death's the final word
You must always face the curtain with a bow.
Forget about your sin - give the audience a grin
Enjoy it - it's your last chance anyhow.

So always look on the bright side of death
Just before you draw your terminal breath

Life's a piece of shit
When you look at it
Life's a laugh and death's a joke, it's true.
You'll see it's all a show
Keep 'em laughing as you go
Just remember that the last laugh is on you.

And always look on the bright side of life...
Always look on the right side of life...
(Come on guys, cheer up!)
Always look on the bright side of life...
Always look on the bright side of life...
(Worse things happen at sea, you know.)
Always look on the bright side of life...
(I mean - what have you got to lose?)
(You know, you come from nothing - you're going back to nothing.
What have you lost? Nothing!)
Always look on the right side of life...

Y es que, ¿qué tengo que perder? Vengo de la nada y volveré a la nada. ¿Qué habré perdido por el camino? ¡NADA!

Aplicaos el cuento. A mí me funciona.

lunes, julio 03, 2006

Sacando rendimiento a la Travel

El amigo Hepeti, que últimamente viaja más que el baúl de la Piquer, se dijo a sí mismo que no iba ser menos que el irlandés y se nos marchó de visita de trabajo (ya me conozco yo ese eufemismo, ya) al país vecino famoso por sus toallas. Y cómo no, nos resume sus experiencias vía post.

Eso sí, no me vale esa condición que planteas de librarnos de venganza infininita para poder publicar un posteo tuyo sobre féminas diversas, ya que no estoy dispuesto a pasar otra vez por un cambio en la dirección del blog, con lo que ello conllevaría. Así que espero que sepas hacer tuyas las palabras proferidas hace escasas fechas por un jóven amigo del ejército encontrado a altas horas de la madrugada santanderina a propósito de parejas y reprimendas: "Si vienen mis amigos, salgo con mis amigos, y me da igual que te enfades o no".

Claro que también se ha dicho siempre que las imprudencias se pagan....


O Porto

Hablar de mis contribuciones en este nuestro humilde blog es pensar en retrasos, retrasados, vuelos e intentos frustrados de contar sucesos que atraigan y movilicen a la gran masa (si, eso va por vosotr@s). Tras un prudencial tiempo apartado de las corrientes maléficas y demás (que aquí hay dónde rascar, todos lo sabemos, pero mi pluma no es lo suficientetemente hiriente) aquí estoy para contar mi primer viaje de "negocios", el cual puede resumirse en una maravillosa palabra: Comida.

La historieta empieza bien y acaba mejor. Digan lo que digan, volar con Iberia tiene sus ventajas. Te tratan como si fueras un Sir de la Corona Británica: pinchitos, zumos, prensa... ¡¡¡Yo garrapiñé hasta tres periódicos!!! (Como Hólygud nos enseña, hay que contrastar la información del Marca con el AS). Y ya, una vez llegado a las páginas de waterpolo, decides cambiar de tercio y ojeas el otro periódico, y coño! Delante de tus ojos se descubre un nuevo mundo. Un artículo titulado: “Uso y abuso de la libre configuración”. Cualquier universitario ya sabe de antemano que va a ser gracioso, muy gracioso. Y no, amigos, no defraudó. Nosotros tenemos Flauta, Deportes Colectivos I y II…Pues en otras universidades tienen Historia de la Mierda (Curso dedicado a plantear una visión alternativa de un elemento esencial que, a pesar de su enorme importancia literaria, psicológica, biológica o cultural, suele obviarse en los estudios humanísticos y científicos) ó el afamado Importancia y Transcendencia del sentimiento sevillista (según la propia universidad, se deberán ampliar las plazas para el curso ante la gran demanda y ha anunciado otro del Betis).

Y tras unos minutos de cortesía en la T4 (preciosa e incómoda a partes iguales), llegamos ya a Porto (que es Oporto a todos los efectos) y ya te empiezas a mosquear. Tres de cada cuatro casas con bandera de Portugal… ¿qué pasa aquí? Respuesta de los lugareños: “Fútbol, siempre fútbol” (con acento aronaldao). ¡¡Preparándose para el mundiá!! Nosotros vamos a la plaza de Colón y la destrozamos… jejeje, eso es amor a la madre patria.

Llegamos al punto cultural. ¿Qué hace uno cuando va a una conferencia de una semana de duración? Básicamente, desayunas a las 8 de la mañana, escuchas un tostón de 9 a 10, a las 10 descanso con pastelitos de esos que te miran inocentemente y ¡¡a los que no puedes llegar a decir nunca que no!!. Charla. Comida a las 12:30. Tostón. Merienda a las 15:30 (horarios europeos, ¡en fin!). Charla. Degustación (comida y bebida) a las 19. Cena a las 20. Si, señores, sí, ese fue mi infierno personal durante una semana. Todo eso fue costeado por todos vosotros, señores contribuyentes (excepto el irlandés que ya sabemos todos cómo se las gasta), y tuve que decir basta, huir cuando pasaba la guapa camarera con sus tiernos pasteles, dejar de soñar con esos placeres que me eran ofrecidos casi de continuo

Pues sí, esa es la vida tan estresante a la que se dedican (y ¡qué coño! me dedico) los pobres investigadores. Aquello era una pequeña clase, no faltaba la insoportable de la primera fila que siempre decía algo cuando el chairman lanzaba el políticamente correcto “Any question?”, las camisetas frikis tipo “En ningún sitio como en casa: 127.0.0.1” y los que intercambiaban nuestros ratos de mus pirando clases por estar conectados y cacharreando con su portátil ultra algo. Y, lo que más me sorprendió de todo, ese viejete entrañable de melena blanca que dio su charla con transparencias (milagroso el que tuvieran proyectores de este tipo en un hotel) a la par que nos dictaba su charla, porque el tío, sin cortarse ni un pelo, sacó su cuaderno y empezó a leer casi sin respetar puntos ni comas. Y era americano. Así que digo yo (no lo puedo asegurar) que hablara más o menos bien su idioma.

¿Conclusión? Que el premio a la mejor charla se la tendría que haber llevado la señorita de la bodega que nos explicó la forma de realizar y madurar el vino de Porto. Conceptos sencillos. Ideas brillantes. Puesta en práctica. Ejemplos tangibles. Y encima… ¡qué quesín!

Señoritas, señores y demás fauna, ¡a seguir entreteniendo al personal!