lunes, diciembre 29, 2008

Se abre la veda de Navidades rimadas menosmoléricas

Porque ya iba tocando. Están todos ustedes invitados a aportar su granito de arena, y pasar en un futuro reciente a formar parte de la historia del blog con sus rimas, duelos y quebrantos, cuando sus escritos sean publicados. Éxito asegurado de crítica y público, ojo.

Y dado que los que tiraron la indirecta en algún comentario perdido por esos (pocos) posteos del pasado reciente no se han dignado a dar comienzo a las hostilidades (¡aupa Pachelas!), ahí va mi rima de este año, con homenaje a Quique el cantante exiliado a la Vega de Pas incluido, y las sentidas respuestas, recibidas de modo casi instantáneo, a cargo de tres incondicionales (la cuarta no la copy-pasteo aquí porque trata temas de índole estrictamente confidencial; otra vez será, Coach Parras):

Es Navidad, no os voy a mentir
no me parece una fecha especial mil
y no paso por el aro de felicitar al mundo entero.
Es Navidad, no lo quiero decir
pero es una época que me vuelve hostil,
dadme el verano, que lo disfruto entero y verdadero,
y me olvido de cenas porque estando orondo
pierdes mucho fondo al engullir
será porque me ralla el barbudo de rojo
será porque es mejor San Fermín.

Es Navidad, una época inservible
es Navidad, Navidad insufrible
es navidad, una época inservible
es Navidad, Navidad insufrible.

Es Navidad, no quiero reír
pero es que a veces no queda otra que hacer así
tendre que poner mis impulsos destructivos en remojo
y colocar un toldo ante los ojos
y hacer esfuerzos por no herir
y cantar "El tamborilero" con vosotros
al estilo Raphael cañí.

Es Navidad.


El Portu

Ya nos llega otra navidad,
sin darnos cuenta en diciembre estamos
si es que parece que solo curramos,
y no estoy faltando a la verdad.

En el nuevo año casi hemos entrado,
brindemos para que mejore al anterior,
porque como nos venga peor
estamos más que fastidiados.

¡¡¡¡Merry Christmas muchachada!!!!
Disfrutad de estas fechas
que para eso estan hechas,
y a ver cuando se organiza una quedada.


Juanisho

Al llegar estas fechas señaladas,
felicito Navidad y Año Nuevo,
evito comidas tipo ensaladas,
y hace un frío que le manda huevos.

Currar en Nochebuena no está tan mal:
planeas tu tarde dando al alpiste,
porque el año de curro llego a su final,
eso pa mi, Artu, te la comiste.

Esta noche nos pondremos las botas,
para mañana acabar de reventar,
sin al mus cosechar una derrota.

Por si acaso no dejeis de vigilar,
no sea que reciban una nota,
para que el viernes volvamos a trabajar!


Vali

No haré un intento en vano
de poesía decente
pues ya alguien ha expresado
lo que servidor siente.


El Retirao

¿Y ustedes qué tienen que aportar, amantísimo resto de colaboradores y lectores?

domingo, diciembre 21, 2008

Uno que nos lee marchó a hacer las Américas...

... y yo conseguí un artículo más para engrosar mi particular Galería del Encasillamiento.


Todo un detalle, ¿que no? Hay que ver lo bien que me resulta esto de ser un acérrimo seguidor declarado de un deporte de masas pero menos. Eso sí, no oculto que la envidia me corroe y hubiera preferido impregnarme de ese aire celta, digno de las cenas navideñas en casa de nuestro irish man, del que pudo disfrutar en el ya-no-tan-mítico pabellón Celtic.

Por su dedazo le reconoceréis

sábado, diciembre 20, 2008

De Retiraos y advertencias

A las buenas. ¿Hay alguien ahí? Porque por aquí, más bien no, y tiene que ser uno de nuestros afamados lectores-corresponsales quien nos despierte del letargo invernal en el que nos hallábamos sumidos.

Alerta permanente

Hacía un día precioso. El sol brillaba en el cielo, y la temperatura era ideal.

Salí a comer algo y a despejar un poco la mente. Me senté en un banco a contemplar uno de mis lugares favoritos. El mar y la montaña juntos. La vida es maravillosa. Qué paz, qué tranquilidad, qué... ¿qué demonios es esto?

De repente noto que tengo un bolígrafo en la mano, y en mis rodillas tengo una carpeta con un papel sobre ella. Miro a mi izquierda, y hay una chica que parece ser o sorda o extranjera. Miro el papel, y es una recogida de firmas para un edificio para gente con discapacidades.

Me acaban de cortar el rollo. No me apetece discutir y ensuciar mi aura de paz. Quiero volver rápidamente a donde estaba un minuto antes. Así que firmaré el papel.

Me pongo a rellenar el nombre, la firma, y veo que hay un apartado de donaciones, en el que otras personas han contribuido con cantidades entre 20 y 300 euros. Inmediatamente le explico a la chica que no tengo dinero para donar. Me dice que si no tengo mucho, que lo que pueda. Saco la cartera y le doy 2,50€.

La chica se va por fin. Pero yo no recupero mi aura de paz. En lugar de ello, tardo unos segundos en darme cuenta de que me acaban de timar.

No lo entiendo. Recogían las firmas en un papel fotocopiado. Los términos eran muy abstractos. Ni siquiera había un apartado para poner mi DNI. ¿Cómo me la pueden haber dado tan fácilmente?

Sigo dándole vueltas. Vamos a ver: cuando llama una operadora a mi casa, les cuelgo sin dejarles siquiera explicarme la oferta. Cuando vino el timador del gas, le dije que no tenía dinero en casa y le indiqué el camino hacia la puerta. Cuando me asaltan por la calle los testigos de Jehová (que nadie tire piedras hasta que suene el silbato) sigo andando sin casi mirarles. Cuando me llamaron diciendo que había ganado un año de llamadas gratis y que tenía que llamar a un 906 para confirmarlo, llamé a la policía informando del suceso. Cuando leo o veo declaraciones de un político, inmediatamente pienso que casi con toda probabilidad lo que va a decir es mentira. Cuando me intentaron hacer socio de El Círculo de Lectores, acabé dando un portazo al hombrecillo en cuestión.

¿Por qué esta vez ha sido diferente? Por fin, caigo en la cuenta. Cuando estoy en casa y suena el teléfono, o llaman a la puerta, inmediatamente se encienden las luces de aviso en mi cerebro. Pero la chica esta me cogió justo en un momento en el que estaba distraído con una cosa, y mi prioridad no era no ser timado sino disfrutar del ambiente.

Cuando volví al curro, me prometí que eso nunca volvería a pasar. Y la solución me la había dado Alastor Moody años atrás: ¡ALERTA PERMANENTE!

A partir de hoy, por muy distraido que esté, por mucha paz y tranquilidad que tenga, por mucho que piense que el mundo es tan bonito que no puede existir mal en él, si alguien me viene me vuelve a poner un bolígrafo en la mano y me ofrece un papel-timo pidiendo una donación le meteré el bolígrafo en el ojo y le haré tragar el papel le indicaré amablemente que en estos momentos prefiero que me dejen tranquilo.

Alerta permanente, chicos. La verdad está ahí fuera.