miércoles, febrero 22, 2012

Las apariencias engañan

Pues no, no estamos muertos. Mutilados y malheridos sí, pero de ahí a ver la luz al final del túnel blogueril no, no sean tremendistas. Es sólo que nos hemos convertido en, glups, treintañeros con, glups, responsabilidades.

En fin, a lo que vamos. Anda el irlan preocupado y resentido porque en su última incursión en el mundo del maratón el pasado domingo (día grande para el madridismo del fútbol con canastas) un tipo más bien bajito y regordete le batió en buena lid. Y para un vigoréxico como él eso no puede ser.

Ay, si es que a pesar de su avanzada edad no acaba de escarmentar y sigue con sus prejuicios adolescentes. Uno no debería prejuzgar a sus rivales en una carrera popular, jamás de los jamases. Hay gente muy preparada ahí fuera. Y sé de lo que me hablo, ya que en mis tiempos mozos de empollón escolar jugador de baloncesto sé a ciencia cierta que mis compañeros de clase se imaginaban algo así cuando les hablaba de mi partido del fin de semana.



Mientras tanto servidor como sus compañeros, en gran medida de similar nivel empollonil, nos veíamos más parecidos a esto:



Supongo que nos quedamos en un ni pa ti ni pa mi.

En fin, que ya saben, cuidadín cuidadín a la hora de competir con perfectos desconocidos con pinta sospechosa. Los cracks están a la vuelta de la esquina.

Y olvídense de dietas estrictas, bajadas de calorías y chorradas similares. Al final los gorditos son los que triunfan en el mundo del deporte. Otro día Miguelovas les abunda en esta interesantísima temática.

1 comentario:

el_irlandés dijo...

Yo sigo manteniendo que ese tipo hizo trampas. O compró la carne donde Contador. O el colacao donde Marta Domínguez. O algo. Me resisto a creer que fui batido por Dani DeVito.

En breve en sus pantallas la crónica de la dudosa gili-hazaña.