miércoles, mayo 20, 2009

Torrelavega infinita

Extraido de un e-mail de ignoto autor y adaptado levemente a las circunstancias vitales de este redactor.

Allí donde la desmesurada polución aspirada en pequeñas dosis, provoca altas sensaciones de felicidad..

Allí donde las fábricas son culpables del cambio climático en pequeñas hectáreas.


Un lugar donde al menos un miembro de cada familia se ganó el pan en la misma empresa.

Donde las calles se rebelan ante la lógica y el protocolo urbanístico.

Donde las palomas son casi negras o rosas y ninguna conserva íntegramente su cuerpo ni su dignidad.

Donde "La Lechera" no es una marca de bollos, y "Royal" nunca fue una marca de postres.


Un lugar donde los carros del Simago forman parte de la fauna acuática del río principal.

Un lugar en el que para visitar el Amazonas más salvaje sólo tienes que preguntar por "Pista Río".


El único sitio de España donde la palabra "Inmobiliaria" tiene un significado mucho más amplio.

El único lugar en el que parece que el cine se pasó de moda y decidieron quemarlo o tirarlo.

Una ciudad respetable, donde los curas y las monjas siempre estuvieron muy separados.

Un sitio en el que nos gusta dar vueltas a las cosas y por eso lo llenamos todo de rotondas.

Donde las fuentes nunca funcionaron.

Allí dónde los centros neurálgicos de reunión juvenil, se escogen por la hiper-concentración de azúcares.

Allí existen "Flati" o "Mantecón", donde lo mismo te venden un chicle, que una peluca, que el último Premio Planeta, que petardos ilegales.

Un lugar con tradiciones… como evitar la necesidad de pagar en el "Peña´s".

Una ciudad que no tiene miedo a la mutación por la contaminación ni a caminar por las vías del tren.

Donde el "colesterol", no es sólo una enfermedad.

Un sitio donde llamamos a las cosas por su nombre: que si hay vinos, pues Zona de Vinos. Que si tiene el suelo rojo, pues Plaza Roja.


Un lugar con color y olores propios, donde ni los ríos ni el cielo son azules.

Mi patria.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La zona de vinos de Torlavega mola; y su gente también. ¿Será cosa de la polución aspirada?

el_irlandés dijo...

Creo que obviaré el chiste de cómo vuelan las palomas sobre Portugolandia, porque bastante tienen con lo de ser rosas.

L0la dijo...

Ya que no sabes quién es el autor yo te diré. En este caso es autora y su nombre es Paula González Peña, buen texto verdad?

El Retirao dijo...

Muy bonito. Aunque Torrelavega no es un sitio que se defina con palabras. Hay que sentirla. A poder ser sólo una vez en la vida, que tampoco es plan de jugar con el cáncer de pulmón.