jueves, junio 11, 2009

Del rosa al amarillo

Tras un prolongado periodo de silencio, toca importunarles con un resumen de los últimos partidos de la temporada de mi retorno a las canchas. Como habrán olvidado, dejamos nuestra historia en un momento álgido-pesaroso, con la épica primera victoria seguida de una miserable derrota en el plazo de 20 horas. ¿Y que pasó con el póker de despedida? Pues a continuación podrán saberlo. Sigan, sigan, no se corten.

Empezamos con un apasionante Solares C - Bezana, en duelo directo por la sexta plaza. La hora no acompañaba mucho, que un domingo por la mañana nuestros chicos no están para nadie, pero íbamos esperanzados. Lástima que la regla del 69 se mostrara implacable una vez más. Tras remar durante buena parte del partido, y alcanzar un empate a 67 en el minuto 38, perdimos nuestra opción de amarrar la victoria anotando dos puntitos de nada hasta en dos ocasiones y los pipiolos de donde cuatro huevos son dos pares no tuvieron piedad. A esos dos les siguieron otros 6, lo que unido a un periodo de enajenación transitoria bezanera en el que se tiraba triples hasta algún padre desde la grada, desembocó en un 75-67 nada favorable y el basket-average a freír monas. Buen trabajo de la dupla entrenadora, como bien se encargó de resaltar uno que nos lee, que se acercó gustosamente a presenciar el encuentro. Y lo peor es que esta vez estaba en lo cierto.

A continuación, y en la extraña fecha de viernes por la tarde, que seguimos unos horarios que parecemos los Oklahoma City Thunder, tocaba recibir a los representantes del SAB Torrelavega. En "casa" por llamarlo de algún modo, porque hubimos de exiliarnos a Cacicedo, lo cual estuvo bien para todo aquel que estuviera buscando una excusa para pasarse por el Elefante Azul y darle un agua al coche. La situación era compleja, pues además de estos condicionantes había que contar con el inminente viaje a tierras de Papi Berlus de 3 de nuestros pivots. Vamos, que estaban pensando más en borracheras a la luz de la Piazza del Popolo que en meterla por el arito (no haré jueguecitos de palabras con el verbo "meter" y su viaje de fin de estudios hormonado porque no es el lugar ni el momento de ello). Suerte que el llamamiento a la afición realizado durante la semana surtió efecto y un nutrido elenco de ultras acudió a presenciar el dantesco espectáculo que teníamos preparado para ellos. Allí estaban los genuinos Valich y consorte, el infatigable uno que nos lee, y por descontado cónyuge b, arrastrando a una incauta compañera de curro al evento.

En juego, nada menos que mantener la séptima plaza, conseguida gracias a los deméritos de uno de nuestros rivales directos. No debía despistar el vapuleo a domicilio por 50-73 del partido de ida, ya que mis compatriotas iban al alza en las últimas jornadas y nosotros nos desplazábamos en sentido contrario a pasos agigantados. Y los tres primeros lamentables periodos y su más que gráfico 32-34 (y gracias) daban buena cuenta de ello. Mas no recuerdo bien qué gritos en concreto surtieron efecto en las volátiles mentes juveniles a nuestro cargo que salieron revolucionados y plantaron un parcial 28-9 en 10 minutos que no se lo salta un gitano. 60-43 y a otra cosa, como por ejemplo convidar a nuestros fieles seguidores a unos cacharros por los servicios prestados. Y pagando ellos, claro, que nosotros la entrada no se la cobramos.

Y con las mismas, nos plantamos en el fin de fiesta baloncestístico. Tras el aplastante 71-89 cosechado el anterior domingo en las proximidades de Castro, donde se puso un día más de manifiesto ese estilo "Barça de Aíto en los 90" que implica llevar el partido igualado hasta el hachazo final de los últimos 5 minutos (2-16 esta vez, nenes, cuidadín con nosotros), el cual hemos debido inculcar sin quererlo en nuestros pupilos, el Bezana Soto Junior afrontaba el último partido de la temporada ante su público y con la sana intención de agradar a su afición dando un susto al campeón de Copa y actual tercer clasificado (empatado a victorias con los dos primeros, ojo) para que fueran calentitos a la Final a Cuatro. Cantbasket, vamos a por ti.

En juego..... nada... ni siquiera la honra. Los unos ya no podíamos aspirar a nada más allá del séptimo puesto y los otros iban encaminados a comerse al Pas en tremenda semifinal de ahí a dos semanas. Cualquiera diría que es el partido ideal para liberarse de tensiones competitivas y dar rienda suelta a los jugones que se llevan dentro, pero como me temía no fue así. Los recuerdos de la debacle forman una nebulosa en mi memoria, pero con decirles que el marcador acabó indicando un 69-105 podrán hacerse una idea de lo acontecido. Desastroso colofón a mi estreno en los banquillos.

Tras este equitativo reparto de 2 hojas rosas por 2 amarillas, mi balance particular queda en un 3-6. 33% de victorias, rollo Clippers. Espero que en este club valoren otros aspectos por encima de los resultados, como por ejemplo el tener coche propio o utilizar bolígrafos de dos colores distintos para llevar la estadística, porque si no voy dado.

1 comentario:

el_irlandés dijo...

No te preocupes, el señor Bryant se ha marcado un espectacular 40% en tiros de campo en las finales y todo el mundo anda lamiéndole el cimbrel. Una hoja rosa más, y estaréis al nivel.