martes, junio 23, 2009

Estrenando palmarés

Transcurridos los pertinentes 15 días para asimilar el tremendo éxito cosechado en la desde ya histórica mañana del 7 de Junio de 2009, puedo al fin compartir con mi legión de seguidores las sensaciones vividas en tan turbulenta mas fructífera jornada.

Resulta que el club del que actualmente formo parte tiene a bien organizar un campeonato anual para que los pipiolos de sus distintas categorías se exhiban a lo largo de todo un día y el público asistente se eche unas risas. Piénselo por un instante: si ya sólo con un partido de los nuestros uno se lo pasa mejor que viendo a Chiquito de la Calzada, contemplar más de 20 de sujetos de la misma entidad de todas las edades y tallas sólo puede asemejarse a un combo de magos del humor tipo "No te rías que es peor".

El Junior, que es el que nos importa, debía pugnar por el trofeo con el representante Agustiniano, cuna de elementos de renombre como el irlandés, Carlsbart o el rey de la night. A partido único, con el peligro que eso representa. Porque esto es 5 contra 5 y no hay enemigo pequeño. Para agravar la situación, se contaba con sensibles bajas, tanto entre los jugadores, que entre exámenes, novias y resacas no están para nadie, como en el staff técnico. Y es que resulta que Coach H está muy solicitado y los domingos los dedica por entero a la selección, rollo Scariolo. Así que una vez sopesada y descartada la opción de cargar con el marrón a uno de los chavales y lavarnos las manos, asumí la responsabilidad de dar la cara, dirigir con más miedo que vergüenza y afrontar con entereza las críticas posteriores.

Instrucciones del coach ante esta tesitura: pocas pero selectas. La primera y primordial, la siguiente:

CH - "Pues nada, Portu, domingo a las 11.30 en el pabellón de Bezana. Ojo, en el de Bezana, eh, no en el de Soto en que solemos jugar."

Ok, mister, entendido. Allí estaré. Lástima que sólo estuviera yo. Y a las 11.45 también, así que hubo que recurrir a la telefonía celular para desfacer el entuerto. Primer intento, el señor entrenador se encuentra absorto con sus jóvenes promesas y no responde. A ver si con uno de mis pupilos hay más suerte. Movistar me informa de que el número al que llamo está apagado o fuera de cobertura en este momento. La trama se complica. Última bala en mi recámara, el otro jugador del que tengo número de contacto (2 de 12, no está mal)... y hay suerte. Mis peores temores se confirman: el evento es en Soto de la Marina, como aseguran los carteles que una vez superada mi ansiedad veo en la fachada del polideportivo bezanero. "Pero vamos, Portu, que todavía estoy en casa. Iré ahora, dentro de un rato". Así me gusta. Mis chicos siempre en tensión antes de un partido.

Una vez en el pabellón correcto, tras echar una parlada con los entrenadores rivales y confirmar que no sólo yo había sido engañado por coach H (suerte que algunos de los chavales viven cerca y al ver el revuelo se la jugaron al "a ver si va a ser aquí y no en Bezana"), minutos antes de comenzar la contienda recibo un nuevo jarro de agua fría. Rebelión a bordo. Los cadetes que apuntalan el equipo juvenil han terminado su participación en el torneo y se amotinan. Al uno no le apetece, el otro tiene ganas de poner un fax, y ambos llevan por el mal camino al tercero, a quien sí le apetecía echarse otro partidito. En resumen: 6 jugadores a mi disposición y pocos representantes del star system entre ellos. Pero yo confío en mis jugones y lo sacaríamos adelante.

A pesar de lo precario de nuestra situación, optamos por emplear una defensa al hombre, escasamente agresiva, eso sí. Ya habría tiempo de refugiarse en una cobarde zona si la ocasión lo requería. Mas la peculiar duración del partido (2 partes de 20 minutos a reloj corrido... ni en minibasket he visto algo así) unida a la bondad de los señores colegiados se tradujo en la ausencia de problemas de faltas, con lo que no hubo que recurrir a rastreras tácticas defensivas de esas que no molan a Prigioni.

A todo esto, el partido bien, gracias. Correcalles arriba y abajo manteniendo la delantera hasta que un fatídico parcial de 0-7 nos coloca 3 abajo al filo del descanso. Los sublevados aparecen de pronto en el banquillo con las orejas gachas solicitando su inclusión en el partido, pero me muestro inflexible y tajante en mi decisión de contar sólo con aquellos que han mostrado interés desde un principio. Sí, lo sé, no está el horno para ser fiel a los principios de uno y estupideces por el estilo, pero así soy yo. Por suerte, un arranque de furia y el inusual acierto en el tiro libre deja la cosa en tablas en el medio tiempo. 19-19. Miserable tanteador, pero ni tan mal. Las rotaciones continuas han surtido efecto y no hay rastro de fatiga en mis seis elegidos. Algo es algo.

Tras mi ración de ánimos y balbuceos de opciones tácticas, decido emplear la variante Pepu y otorgar el turno de palabra a los chicos. Éstos no se andan por las ramas y viendo el percal exclaman en voz alta "Venga, hombre, si jugando así vamos empate, hay que apretar un poco y ganarlos, eh". Claro meridiano, vaya. Yo no quería ser tan crudo en mi apreciación, pero ahí lo tenían. Se ordena una vuelta a los orígenes de los sistemas de ataque obviando las teóricas mejoras introducidas durante las últimas semanas además de una tímida presión en toda cancha tras canasta anotada y el parcial de 16-2 que se comen a continuación los del Sardi lo dice todo. Partido a la saca, amigos. De ahí hasta el final sólo queda evitar las marrullerías rivales y sus ataques a la desesperada, aderezando la faena con dosis de espectáculo, alley-oop incluido, para goce del respetable. El 43-29 final es irrefutable: somos campeones, amigos míos. Luchamos contra los elementos y prevalecimos. La calidad, que es mucha. Eso y un estilo de juego deudor de los mejores tiempos del maestro Boza en el Limoges. Qué les voy a contar que no sepan.

Así que aquí me tienen, batiendo récords de precocidad que ni Xavi Pascual y sopesando la posibilidad de hacer la cama a mi head coach a tenor del exitazo alcanzado en solitario. Todo se andará.

Hoja rosa + trofeo + pastitas. Esto es lo que se llama llegar y besar el santo

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Suerte del principiante?
Aún así mis más sinceras felicitaciones,
¡porque tú lo vales! ;)

el_irlandés dijo...

Joder tío, tú antes molabas. Eras un perdedor, como todos nosotros. Y ahora nos vienes con estas. No lo esperaba. De ti no.

El Retirao dijo...

!!!!

Ojalá no me hubiera pasado una temporada hace año y pico sin leer el blog. ¡Estas noticias son épicas!