lunes, junio 21, 2010

Podróż, podróż

Sentado en mi trono de la paciencia cartilaginosa, y pertrechado con una conexión a Internet vía corriente eléctrica (el siglo XXI, amigos), me hallo en disposición de compartir con todos ustedes un escrito facilitado por el Retirao en el que relata su más reciente experiencia viajera y deja a la altura del betún la del menda con destino Berlín. Y yo que pensaba que mis salidas al extranjero eran trepidantes...

Santander - Toruń en sólo 50 horas

Son las 19:10. Tengo 50 minutos para terminar de preparar unas cosas y llegar a la estación de autobuses.

Cuando estoy colgando la ropa, mi tendedero decide caer estrepitosamente. Intento nivelarlo, pero tras 10 minutos de pelea, soy incapaz. Acabo dejando la ropa colgada en sillas de mala manera y saliendo con más prisa de la esperada para la estación.

El viaje no ha empezado bien.

Llego al autobús con el tiempo justo. Primera parada: Bilbao. Pero a las afueras de Bilbao hay obras, así que el autobús tarda 20 minutos más de lo esperado.

Decididamente hay algo en este viaje que está saliendo torcido.

Después de pasar la típica noche anterior a un viaje de despertarse varias veces durante la noche, al día siguiente salgo nuevamente con el tiempo justo al aeropuerto. Llego a la estación un minuto antes de que el autobús para el aeropuerto salga.

Bueno, parece que con el nuevo día mi suerte ha cambiado.

Llego bien de tiempo al aeropuerto, y cuando estoy en la cola para facturar, me fijo en los carteles: mi avión a Munich va con retraso debido a que han cambiado el avión por una avería. ¿Cuánto? 35 minutos. Ya, y yo tengo 40 minutos para coger mi enlace. Me da que no lo pillo.

No pasa nada. Voy donde los amables empleados de Lufthansa para que me lo resuelvan. "Sí, no se preocupe", y me dan Bilbao - Dusseldorf - Varsovia, llegando a Varsovia a las 19:00, solamente 3 horas más tarde de lo esperado.

Claro que...

- Disculpe, antes de cambiarme la reserva, ¿me podrían dejar ver horarios de trenes en internet?

Veo que hay un tren Varsovia - Toruń a las 19:00. Así que si los aviones llegan a la hora y tardo 0 minutos del aeropuerto a la estación de trenes, podré pillarlo. Pero me da que la estación no está tan cerca... bueno, no pasa nada, a ver el siguiente tren...

El siguiente tren sale de Varsovia a las 22:55 y llega a Toruń a las 2:30. Así que sólo tendría que estar 3 horas esperando en Varsovia en la estación de trenes llena de policía (están ahí por un motivo) y pasar 3 horas en el típico tren nocturno desértico polaco. Todo esto contando con que a esas horas todavía puedan ir a recogerme, que la gente trabaja. Mis conocimientos de esos trenes del "más al este del muro pero es el centro" de Europa me impiden aceptar la generosa oferta de mi compañía aérea.

Pero no pasa nada: sí me permiten cambiar el vuelo al día siguiente. Eso sí, la vuelta no me dejan cambiarla.

- ¿Quiere a la misma hora o antes?

Anda que si mañana me pasa lo mismo...

Así que cojo vuelo para el día siguiente a las 8:00, y paso un día entero en Bilbao matando el tiempo e intentando que el desgaste mental que me producen los viajes no se vaya al extremo.
The island isn't done with you yet.
Al día siguiente facturo correctamente. Todo va como la seda.

Bueno, no exactamente.

Después de matar el tiempo una hora y pasar el control de seguridad, justo cuando voy a la puerta de embarque aparece mi vuelo en pantalla. Retrasado 30 minutos. Y esta vez tengo 55 minutos para el enlace. ¿Llegaré o no llegaré? Sólo espero que no vaya la maleta en un avión y yo en otro.

Las dudas se despejan en cuanto subimos al avión. Como hay huelga en Francia, vamos a tener que volar dando un rodeo y vamos a tardar media hora más de lo previsto. Así que el retraso ya es de una hora. Pero como además vamos tarde, hay más aviones merodeando por el aeropuerto, y tardan 20 minutos en darnos pista para despegar. Como al llegar a Munich me manden a Varsovia no mucho antes de las 19:00, les digo que de vuelta para Bilbao y cancelo el viaje.

Pero todavía no hay que relajarse: "no se preocupe: a lo mejor el vuelo que tenía que coger también va tarde". Así que según lleguemos al aeropuerto hay que buscar el vuelo a toda pastilla. Pero ya se ha ido hace rato.

Nuevamente voy al mostrador de Lufthansa a que me cambien el billete. Curiosamente me dan para la hora que tenía que haber cogido el día anterior. La buena noticia es que si hubiera intentado coger el avión de las 12 de Bilbao me habría pasado dos días seguidos lo mismo, habría cancelado el viaje, y mi cara se habría quedado inmóvil por la incredulidad durante el resto de mi vida.

Pero no hay que preocuparse. El avión llega a Varsovia a las 16:15, que es sólo 4 horas más tarde de lo que tenía previsto llegar hoy, y sólo 24 horas más tarde de lo que tenía previsto llegar al salir de Santander. Aún tengo 6 horas para llegar al concierto de AC/DC. Claro, que, una vez más (y van 3), no tengo entrada...

Como he repasado el plan mentalmente 50 veces, lo hago todo a velocidad sobrenatural: pongo en práctica todo el polaco que conozco para rechazar las generosas ofertas de taxi, pregunto en información dónde hay un cajero, dónde se coge el autobús y dónde se sacan los billetes (los conductores allí no los venden), y saco el dinero.


Relación Euro - Zloty: de esas 2 semanas, adivine el día en que el Retirao sacó dinero

Los billetes se sacan o en el quiosco o en la máquina que hay en la parada de autobús. No soy bueno tratando con máquinas, pero soy todavía peor tratando con personas, así que voy a la parada.

Una vez me las arreglo para seleccionar el billete que quiero, la máquina me rechaza el dinero que introduzco. ¿Será que es mucho? Pues el cajero no da monedas... me dice la máquina que hay un error y que siga las instrucciones que aparecen en la pantalla. Dicha pantalla está en blanco. Mientras tanto, pasa el autobús.

Bueno, al plan B. Voy al quiosco y pongo en práctica el resto de mis conocimientos de polaco para pedir un billete de autobús normal. Me contestan que lo compre en la máquina que hay en la parada de autobús.

Vuelta a la parada de las narices, y veo que hay opción de pagar con tarjeta. Seguro que mi banco me cobra comisiones, pero bueno, mejor eso que quedarme a vivir en el aeropuerto.

Llego por fin a la estación de trenes de Varsovia. O justo enfrente, mejor dicho.

Para cruzar hay que pasar el típico subterráneo cuyo familiar olor a podrido ya había conseguido olvidar después de 3 años. Por supuesto, la primera vez me pierdo, pero tras preguntar a gente con mi amplio repertorio de polaco recién adquirido y seguir unas escaleras a bulto, por fin llego.

Son las 17:23, así que llego con 17 minutos de sobra para coger mi tren de las 17:40.

Tras hacer 26 minutos de cola para sacar el billete, algo me dice que no me va a dar tiempo, así que por si acaso saco billete para el siguiente tren, de las 18:55.

Sigo preguntando cosas a gente, y llego a la siguiente conclusión científica: de cada 8 jóvenes polacos, 4 no hablan inglés, 3 entienden algo, y 1 lo habla muy bien. Una de las que entienden algo me deja su móvil para llamar y avisar de que por tercera vez llego tarde. Como no acepta que le pague la llamada (y no me habría gustado tener que hacerlo), 10 minutos más tarde se me ocurre que ya que no llevo sobaos encima, se puede agradecer con una corbata. Por suerte la chica es más lenta que mi cerebro y todavía está en la estación, así que Revilla puede estar orgulloso.

A las 18:55 llevo ya unos minutos en el andén, y ahí ni llega el tren ni se anuncia nada. Claro que a lo mejor lo han cambiado de andén y sólo lo han dicho por megafonía y no me he enterado.

Pero no, el tren llega finalmente. Un tren muy cómodo. Ahora sólo hay que mantener la mente alerta y bajarse en la parada correcta, que de noche es fácil confundirse.
Know that we'll still have each other, you can stand under my umbrella
El tren tiene prevista la llegada a las 21:40. A las 21:50 llegamos a una parada que no aparecía en el itinerario. Bueno, era mi última oportunidad para que las cosas se torcieran, pero aplico el buen criterio y todo sale bien.
We're together now. Everything's going to be fine. You'll see.
En resumen:

* Hora prevista de llegada: día 26 a las 20:28.
* Hora real de llegada: día 27 a las 21:58.
* Medios de transporte perdidos: 2 aviones, 1 autobús, y 1 tren.

Sólo 25 horas de retraso, para completar 50 horas y cuarto de viaje. Me quedo apenas a una hora de
mi récord.

Las próximas vacaciones me quedo en casa...

Dedicado a todos aquellos que alguna vez
casi no han cogido un avión.

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