lunes, julio 09, 2007

Viajar es un placer

La beca Erasmus de nuestros allegados con alma emprendedora deja de suministrar (poca) guita a sus respectivas cuentas corrientes y por ello van retornando progresivamente a Cantabria querida te voy a cantar. Algunos atravesando peripecias más pintorescas que otros, la verdad sea dicha.


Brno-Santander en sólo 51 horas

Ya estoy por fin en la tierra que me vio nacer y crecer (lo de reproducirme y morir lo dejaremos para más adelante).

Después de pasar unos últimos días más que agradables en Brno, hacer todos los papeleos que tenía pendientes, ir despidiéndome de la gente y demás, me dispuse por fin a abandonar ese lugar en el que viví 9 meses. Allí, en compañía de los últimos amigos que me quedaban allí, bajo un cielo totalmente despejado y una temperatura ideal, y con poco equipaje pues la maleta grande la mandé por correo, cogí el martes a las 17:15 el autobús que me alejaba de la residencia, de ese sitio donde había pasado tanto tiempo, conocido a tanta gente y vivido tantas experiencias. Me fui de allí emocionado, sabiendo que esa era la última vez que iba a estar allí en toda mi vida.

¿O tal vez no?

Después de coger tranquilamente el autobús y los dos tranvías (el horario de verano hace las cosas más complicadas) llegué a la estación de trenes a las 17:45, con tiempo de sobra para coger mi tren a Bratislava a las 18:17.

Lo primero que vi al llegar allí es que dicho tren iba con un retraso de 3 horas. Un cálculo trivial me dice que con ese tren no llego al aeropuerto antes de las 21:50, hora de salida de mi vuelo. Rápidamente llamé al Servicio Técnico Salvavidas (STS):

El Retirao (ER): ¿Te acuerdas de lo que pasó ayer con el bar ese? Bueno, pues en ese momento pensé "esto es lo típico que le pasa a otra gente pero a mí no". Pues mi racha continúa: me han retrasado el tren. Dime qué otras formas hay de llegar a Bratislava.

STS: tienes un bus a las 18:00 desde la estación principal de buses, otro autobús a las 18:30 desde la estación secundaria, y un tren a las 18:22 pero que llega a Bratislava a las 21:18.

Bueno, pues carrerita con la maleta hasta la estación de autobuses. Normalmente en los autobuses de esa estación hay siempre plazas. Pero no esta vez. A correr hacia la estación secundaria, pero como mi memoria no es lo que era, nueva llamada a STS.

ER: Autobús lleno. Recuérdame las alternativas.

STS: A las 18:30 en la estación secundaria... (pone tono de "me da mala espina") vaya, esta es la línea que va a Budapest... Date prisa por si no hay, que te de tiempo a coger el tren.

ER: Pero el tren me deja a las 21:18, es demasiado tarde, así que sólo tengo la opción del bus. Bueno, podría ir en tren y coger un taxi...

Mientras lo pienso, toca correr, saltarme la cola de los billetes y preguntar si hay plaza libre en el autobús. No hay. Son las 18:15. A correr a la estación de trenes, comprobar que hay demasiada gente en la cola de trenes internacionales, ir a la de trenes nacionales, saltarme la cola, comprar un billete hasta la frontera, y meterme en el tren.

Este es un tren lento que para en muchos pueblos. En la frontera tengo que cambiar de tren, pero no sé cuánto margen tengo, ni si me dará tiempo a comprar el billete.

STS: Tú súbete al tren y ya pagarás luego, que del tren no te van a echar. Y recuerda que sólo tienes una maleta pequeña y el portátil, así que puede que te de tiempo porque no tienes que facturar nada.

En el tren le pregunto a la chica que tengo al lado cuánto tiempo hay para cambiar de tren. Hay 15 minutos. Al llegar a la frontera me acompaña a comprar mi billete, cogemos el siguiente tren juntos y vamos hablando durante el viaje. Es una chica eslovaca que comparte la opinión de todo el mundo: los checos y los eslovacos son desagradables.

Como no puedo hacer nada para acelerar el tren, aparte de pasar el rato hablando con la chica esta (Dominika), analizo mis posibilidades. El mostrador de facturación cierra a las 21:10, así que sólo tengo dos opciones de embarcar: que el vuelo se haya retrasado, o que la gente de Ryanair sea amable. Pero, como le dije a Dominika: "lo cual es poco probable, porque normalmente la gente de Ryanair son cualquier cosa excepto amables".

Tras ir tranquilo desde que cogí el primer tren (salvo un momento en que con la carrera, el equipaje y el calor me mareé un poco), llega el momento de la verdad, en el que los nervios empiezan a aparecer: la llegada a Bratislava. A las 21:18, como estaba previsto.

Salgo corriendo a toda pastilla a donde los taxis, y voy preguntando uno por uno si va al aeropuerto. A la tercera va la vencida. No tengo suficientes coronas eslovacas encima, pero por suerte acepta euros.

Llego al aeropuerto a las 21:33. El mostrador de facturación está cerrado, así que me salto la cola del mostrador de Ryanair y hablo con la Chica Ryanair (CR):

ER: Hola, buenas. Tengo un billete para el avión de las 21:50 a Frankfurt, pero mi tren se ha retrasado 3 horas y acabo de llegar al aeropuerto.

CR: Es totalmente imposible, señor. El mostrador cerró a las 21:10.

ER: Por favor, ni siquiera necesito facturar nada. Sólo necesito una tarjeta de embarque.

CR (en tono de reproche): No, señor, es demasiado tarde. Puede llegar 5 minutos tarde, ó 10, pero no 25 minutos tarde.

En ese momento mira al señor que está a mi lado para preguntarle qué desea.

ER: Pero el avión todavía está aquí, y no tengo que facturar nada, sólo necesita la tarjeta de embarque.

CR (en tono de "quiero salir de esta situación ya"): No hay nada que pueda hacer, señor. Puede comprar un vuelo para mañana por 375€ (entendí esa cifra).

Nuevamente se pone a atender al señor de mi lado.

ER: No, no puedo. Ni siquiera tengo un lugar donde quedarme aquí.

La conversación con el señor de mi lado continúa mientras mis palabras quedan sin escucharse. No hay nada que hacer.

Tras unos instantes de impotencia por ser tratado como alguien que estorba en lugar de alguien que quiere volver a casa y no puede, comienzo a seguir el plan que pensé en el tren en caso de perder el avión. Teniendo en cuenta que no hay forma de llegar a Frankfurt en bus o tren antes de que salga mi avión a Santander del miércoles, que no hay aviones Frankfurt-Santander los jueves, y que en Bratislava no conozco a nadie y no tengo ni alojamiento ni internet para mirar otras opciones para volver a casa, sólo me queda una salida: volver a Brno en el tren de las 22:44, y quedarme a dormir en la habitación de STS o de Sevilllista.

La buen noticia: me he ahorrado los 25€ para pasar la noche en un hotel cerca del aeropuerto de Frankfurt-Hahn.

La mala noticia: el taxi me ha costado 17€ y el tren de vuelta a Brno 7€.

Bueno, si encuentro un modo de ir de Brno a Santander por menos de 1€, todavía hay forma de que la jugada salga rentable. Concéntrate, concéntrate, vamos, vamos... Pues no, soy incapaz de teletransportarme. Habrá que buscar otra opción.

Llego a Brno a las 0:26, y vuelvo con ellos a la residencia en el autobús de la 1:00. Me voy a poner a mirar vuelos mientras Sevillista se queda dormido, pero ha sido un día física y psicológicamente agotador, con todos los trámites de cierre de contrato, las despedidas, los 4 intentos fallidos de llegar a tiempo, ...

Tras meterme en la cama me doy cuenta de que no he cenado y tengo hambre, sed, y dolor de muelas (y encima voy a perder la cita del jueves en el dentista). A comer y beber un poco y tomar una pastilla. A las 4 de la mañana por fin me duermo.

Al día siguiente estoy reventado, y me hago el remolón hasta las 12. Ahora sí, a mirar vuelos, con la ayuda de fuerzas especiales repartidas por Santander. Por fin encuentro la que parece la única opción razonable: un vuelo Praga-Madrid para el jueves a las 10:55 con Air Europa por 96€. Pues a por él.

Mmmm... un momento. Esta compañía no emite billetes electrónicos, así que hay que ir a recoger el billete. Veo que tienen oficinas en la ciudad de Praga y en el aeropuerto. Llamo a las de la ciudad, pero no lo cogen. Veamos en el aeropuerto:

ER: Hola, buenas. Querría viajar de Praga a Madrid mañana, y me preguntaba si para recoger el billete tengo que ir a las oficinas de la ciudad o puedo hacerlo en el aeropuerto.

Air Europa Aeropuerto (AEA): ¿Ha hecho ya la reserva?

ER: No.

AEA: Entonces, para hacer la reserva, mejor llame a la oficina de billetes, porque esta es la oficina general.

ER: No, no, yo voy a hacer la reserva a través de internet.

AEA: Ah, perfecto.

ER: Llamo para preguntar si puedo recoger mi billete mañana por la mañana en las oficinas del aeropuerto.

AEA: Sí, podrá recogerlo mañana antes del vuelo.

Me pongo a hacer la reserva. Llego al momento en que he metido todos los datos y sólo tengo que hacer click en "confirmar" cuando de repente me doy cuenta de que en "tipo de recogida" dice "ciudad", con lo que entiendo que supuestamente tendría que ir a las oficinas de la ciudad a cogerlo.

Vamos a hacer una comprobación: abro otra pestaña del navegador y miro un vuelo Barcelona-Praga ida y vuelta. Llego hasta donde dice que el tipo de recogida es aeropuerto y no sigo introduciendo datos. Cierro esa pestaña y me queda abierta la pestaña con el vuelo Praga-Madrid en el que sólo tengo que pulsar "confirmar". Demasiado arriesgado: voy a intentar llamar a la oficina de la ciudad por cuarta vez. No hay suerte. A llamar al aeropuerto:

ER: Hola, buenas. He llamado antes.

AEA: Sí.

ER: Es que estoy haciendo la reserva por internet y me dice que tengo que ir a recoger el billete a las oficinas de la ciudad, y he llamado a esas oficinas pero no hay nadie, y no sé si podré recogerlo en el aeropuerto o no.

AEA: Bueno, mañana las oficinas de la ciudad estarán cerradas por ser fiesta nacional, así que lo lógico es que nos manden su billete aquí al aeropuerto. De todas maneras llame allí para confirmar.

ER: Sí, ¿sabe si abren hoy? Es que he estado llamando pero no cogen.

AEA: Bueno, a lo mejor han cerrado para comer. ¿Qué hora es? Ah, pues no. Deberían estar abiertas.

ER: De acuerdo, gracias.

Media hora más tarde por fin contacto con la oficina esa (donde hablan español y todo), y me dicen que sí, que recojo mi billete en el aeropuerto y que tengo que ir allí 2 horas antes del vuelo para recogerlo.

Así que, por fin, pulso "confirmar". El sistema me devuelve un error: "atención: la reserva no se produjo". Lógico, porque llevo más de media hora con la pestaña esa abierta.

Empiezo el proceso de reserva otra vez y esta vez con éxito. Por fin tengo mi billete, con correo de confirmación incluido.

Al cabo de un rato mi móvil checo suena. Llaman desde un número privado:

Air Europa España (AEE): Hola, buenas tardes, ¿hablo con El Retirao?

ER: Sí, soy yo.

AEE: Le llamo de Air Europa. Le llamaba por su reserva de vuelo Praga-Madrid para mañana.

ER: Sí.

AEE: La primera vez que ha intentado hacer la reserva le ha aparecido un error, ¿verdad?

ER: Sí, eso es.

AEE: Y entonces ha hecho una reserva nueva.

ER: Sí, como...

AEE: Es que la primera reserva...

ER: Como me ha aparecido el error he hecho el proceso otra vez desde el principio.

AEE: Es que en la primera reserva se ha reservado un vuelo Barcelona-Praga de ida y vuelta por un importe de 437€, y me extrañaba mucho por cómo se ha realizado le proceso.

ER: Sí, yo ese vuelo evidentemente no lo quiero. Yo estaba reservando el Praga-Madrid y como la primera vez ha habido un error lo he hecho otra vez.

AEE: Muy bien, procedo entonces a la devolución del importe de 437€.

ER: Vale, gracias.

Estoy seguro de que el fallo no fue mío porque en el vuelo Barcelona-Praga no llegué a meter los datos de la tarjeta de crédito. El sistema se hizo un lío con las dos solicitudes desde el mismo ordenador y lo mezcló todo. Menos mal que me dio por poner mi número de móvil verdadero, que si no la liamos.

Después de esto, sólo queda mirar cómo llegar a Praga, cómo llegar al aeropuerto de Praga, y cómo llegar del aeropuerto de Barajas a Santander. Miro todas esas cosas, y salgo para comprar el billete de bus a Praga para las 3:40 de la mañana, que me deja en Praga a las 6:00.

Bajo para el centro (perdiendo los 2 enlaces de tranvías, cosa que en horario de verano hace perder mucho más tiempo), y me informan que no hay billetes de bus con esa compañía hasta las 12 del mediodía. Bueno, no pasa nada, voy con una carrerita hasta la estación principal de autobuses. Llego a las 19:04. Se deja a la perspicacia del lector averiguar a qué hora cierran las taquillas de dicha estación.

Así que me saco un billete de tren a Praga y me vuelvo a cenar a la residencia. A la 1:40 bajo en autobús al centro, le doy con prisas desde el autobús la llave de su habitación a Sevillista, que me espera en una parada, y sigo en el autobús hasta la estación de trenes para coger el tren de las 2:25.

A las 6:05, como estaba previsto, llego a Praga. Allí veo una muestra más de la amabilidad checa cuando le pregunto a una señora de un kiosko si vende billetes de tranvía, me señala la máquina donde comprar los billetes, y cuando le pido que me cambie un billete por monedas me da las monedas de forma muy desagradable mientras me echa una buena bronca en checo por alguna razón desconocida (supongo que por el hecho de no tener monedas yo mismo).

Salgo de la estación, pregunto en checo a un taxista de unos 40 años dónde está el autobús 26, y el taxista del coche de al lado, de unos 70 años, se baja y me lo indica en inglés muy amablemente.

Cojo el tranvía 26 y un autobús al aeropuerto. No tengo apuntado desde qué terminal salgo, así que me bajo en el terminal 1 para probar suerte, y me dirijo a información, donde hay dos chicas atendiendo a la gente.

ER: Hola, buenas. Estoy buscando las oficinas de Air Europa.

Informadora Desinformada (ID): Air Europa no tiene oficinas aquí.

ER: Eh... sí, si las tiene.

Informadora Entrometida (IE): ¿Para qué quiere ir a las oficinas?

ER: Para recoger mi billete. (La Entrometida va a decir algo, así que aclaro): He hecho la reserva del billete, y vengo a recogerlo.

IE: ¿Tiene el código de la reserva?

ER: Sí.

IE: Pues entonces eso es su billete.

ER (Sacando un papel): No, es que les he llamado, y me han dicho que ellos no venden billetes electrónicos, y que tenía que venir a las oficinas para recoger el billete...

IE: Pero no es necesario recoger el billete, con el código de reserva es suficiente.

ER: Déjeme explicarme, por favor (sutil manera de decir "cállate, gilipollas"). Les he llamado y me han dicho que no venden billetes electrónicos, y que tengo que recoger el billete en sus oficinas, que están (poniendo el papel delante de ellas) en la sala de llegadas, 2ª planta, oficina 302.

ID (recuperando el mando): Entonces tiene que ir al terminal 2.

ER: ¿Está en el teminal 2?

ID: Sí, es el único que tiene dos plantas.

ER: Vale, muchas gracias. Hasta luego.

Desinformada mira a Entrometida con una mirada que se puede interpretar a gusto del consumidor.

Encuentro las oficinas de Air Europa a eso de las 7:30. Están cerradas, y no viene horario ni nada por el estilo. Bueno, hasta las 8:55 no hay que ponerse nervioso. Abren por fin a las 8:30, y cojo mi billete.

Paso todos los trámites, y a Madrid, en un vuelo en el que tengo los 3 asientos de mi fila libres y puedo ir tumbado a ratos y todo.

Llegamos a Barajas, y vamos a recoger equipajes. Seguimos las flechas indicadoras y por fin llegamos a... una puerta de cristal cerrada que no se abre. Venga, a dar la vuelta. Tras unos minutos, un policía que encontramos a mitad de camino nos abre otra puerta y nos manda por una ruta alternativa.

Llego a la recogida de equipajes, espero mi maleta, y por fin la veo. Sí, es esa de ahí. Sí, esa que tiene el mango salido y roto y no se puede recoger. Mmmm... juraría que cuando la facturé no estaba rota. Afortunadamente todavía se puede arrastrar haciendo un poco de equilibrismo.

Ahora, gracias a la eficiencia de STS buscando cosas, sé que tengo que coger el autobús 200 a la estación de autobuses. Sigo los carteles de autobús y llego a una parada en la que aparecen dos números. Ninguno de ellos es el 200. Pero no pasa nada: estoy en un país donde la gente es amable y hablan un idioma que yo entiendo. Así que pregunto a dos personas. La primera pasa de largo y me dice "no sé" sin apenas mirarme. La segunda es un obrero extranjero que no entiende muy bien lo que le pregunto. Bueno, tal vez no haya tanta diferencia entre Chequia y España, después de todo.

Justo en ese instante veo al autobús 200, que llega, y me deja en la estación de buses a las 14:20. Me voy a la taquilla y pido para el primer bus a Santander. Es a las 15:00, y es un Supra. Vale 35€, pero, como dijo aquel personaje toca-huevos, me lo merezco. Así que viajo 5 horas en medio de la comodidad, y encima me ponen como película "Crash", que no la he visto. La verdad es que desde que cogí el tren a las 2:26 he estado de buen humor todo el día, pero en ese momento alcanzo la plenitud espiritual.

Llego por fin a la estación de buses de Santander, a donde me va a recoger el Exteleoperador, que tiene experiencia en no poder volar desde Bratislava a Frankfurt. Me deja en casita, a donde llego tras 51 horas y 35 minutos de viaje.

En resumen:

Hora prevista de llegada a casa: 13:15 del miércoles.

Hora de llegada a casa: 20:50 del jueves.

Un retraso de sólo 31 horas y 35 minutos.

Hasta aquí llega la historia. Fin del relato.



¿Se os ha hecho largo?

Pues imaginad si hubierais tardado más de 51 horas en leerlo...



Así que ya estoy en la tierruca. Tras el fin de mi primera etapa, que empezó con mi relación con el alemán y terminó con la visita del Círculo de Lectores, vuelvo a la acción una vez más. Señores:


¡El Retirao ha vuelto!***



***El Retirao se reserva el derecho a volver a retirarse en cualquier momento sin necesidad de comunicarlo.

6 comentarios:

Juan_isho dijo...

Eso son viajes interesantes y no las mierdas que hacía Colón, si hubieras descubierto algo por casualidad ahora te estarían estudiando todos los jóvenes y las jóvenas del mundo.

Portu dijo...

Te iba a comentar que al menos lograste un placentero viaje en Supra donde pudiste sablear a la compañía autobusera pidiendo galletitas y coca-colas hasta arruinarles, pero como antes me has contado que no lo hiciste, pos no lo hago. Mal, Retirao, mal.

Eso sí, llama a los del Guinness, que estas chorradas les encantan y fijo que has batido el record vigente.

al_pachino dijo...

Los checos? Claro que son amables. Fíjate que cuando estuve conduciendo por la amable ciudad de Praga me pararon unos senyiores de uniforme muy amables para preguntarme que tal me iba el viaje de vuelta a Alemania y que si quería podía pisar el carril de bus unos metros que no pasaba nada, y seguro que también me indicaron amablemente como salir de esa puta ciudad tan bonita. Pero como me lo dijeron en checo no les entendí...

Así que me quedé con su amabilidad y lo demás fueron anécdotas.

MALEFICABOVARI dijo...

Joder, me lo he leido entero, y eso que hace que no cojo un libro siglos... pero se te aprecia, y hay que ponerse en tu piel... yo creo, no me hagas mucho caso, que el destino trataba de decirte algo... igual no tenías que volver a Santander y todo, y tu vida iba a ser la hostia, alejado de las playas perfectas de tu tierra, de los colegas simpáticos, y de tu casita, pero va a ser que no, y que ya estás en el hogar, dulcehogar. Menuda putada, tío, menudo entrenamiento para la paciencia, y menudas pelotas y aguante... que quieres que te diga... creo que ya tienes otro doctorado, para mi lo tienes.
Ahora intenta olvidar la experiencia, que ya sabes que por menos de nada estamos con taras, y se consciente, de que muchos, en tu caso, nos habríamos cortado las venas, o simplemente, por no revivirlo, ni lo hubiésemos escrito... pero...ayyyyyyyy, cómo te mola que te digamos que molasmazo, y que tremendos huevos para afrontar situaciones jodidas.
Ale, ya a otra cosamariposa, y tío, quien sabe si la Dominika esa, era la mujer de tu vida... y tu dejándola escapar.... ( joder, no tengo que ver tantas pelis de amor, coño, no debo¡ ).
Bss, y por supuestísimo, bienvenido a Spain¡

al_pachino dijo...

Es verdad! Dominika prometía tío. Que estabas a uvas?

Anónimo dijo...

Bienvenido caradura! Espero que no se te haya olvidado la camiseta... ;)