lunes, enero 12, 2009

Miedito Ryanerico

Transcurrido casi un mes desde mi última peripecia en el extranjero, estimo conveniente haceros partícipes de las peripecias vividas en mi tercera visita a la pérfida Albión. Sí, lo sé, hay otros sitios por descubrir, pero qué queréis: la chavala tenía interés por conocer London Town, existe vuelo directo desde la tierruca y teníamos la oportunidad de okupar impunemente la casa del amigo Sasha. Eran demasiados factores jugando en mi contra. La visita a otros parajes más apetecibles y menos frecuentados tendrá que esperar.

La estancia en sí, un primor, oigan. Aquí nuestros anfitriones nos trataron a cuerpo de Juan Carlos I. Desayunos pantagruélicos, facilidades para el transporte, invitaciones varias, bolsita de viandas para la hora de la comida... Poco más y volvemos con más dinero del que salimos hacia allá. Unos desprendidos. El tema de la gotera asesina que rondaba por las noches mi lado del colchón inflable se salía de su rango de influencia, que bastante tienen los pobres con que su habitación parezca un aquapark y les envíen ñapas polacos no angloparlantes a ¿reparar? la avería.

Y aún faltaba la tortilla de salchichas sobre tostada. Shaq, allá voy

Tras una placentera y bien abrigada por temas climatológicos estancia, un paseo de reconocimiento por Camden Town en el que comprobar que todo sigue como estaba, excepto la parte que ardió en llamas tras mi última visita (ambos acontecimientos NO RELACIONADOS), un "The Lion King" y un "La Clique" cabaretero, donde coincidimos con alguna que otra paisana, después, llegó el momento del retorno al hogar. Y lo que parecía un trámite apacible, en el que aprovechar para hacer una compritas y quedar bien con la gente que esperaba tu vuelta y más aún tus regalos, tornó en una pequeña y azarosa aventura que me río yo de Viktor Navorski y su Krakosia natal. Pero mejor que el relato de los hechos corra a cargo de cónyuge b, que lo cuenta con más gracia que yo y así debuta en el maravilloso mundo del posteo. Eso sí, iré haciendo entre corchetes aportaciones de mi cosecha. No puedo estarme quietecito, es verdad.

¡Hola chicos!

Voy a intentar resumiros nuestra peripecia en el día de ayer. Seguramente Portu lo haría mucho mejor, ya os contará su versión mas adelante que ahora anda sin Internet [sí, a mi vuelta a casa comprobé que la conexión a la red se había perdido por un quítame allá esa cornisa caída]. Intentaré ser breve: casi no cogemos el avión. Y no un "casi" para exagerar.

Llegamos a la estación de Golders Green con tiempo de sobra, pero [tras realizar las consultas y comprobaciones pertinentes en las oficinas de National Express para no quemarla y equivocarnos de autobús] nuestra tranquilidad se vió interrumpida cuando a eso de las 14.00 (la hora ya era un poquito preocupante) nos viene una mujer [BBWW, Big Black Woman with the Walkie, para los amigos como Portu, que ya había entablado nerviosa conversación con ella previamente] y dice que no sabe nada del autobús que va al aeropuerto de Stansted; no hay comunicación, y lo mismo vienen dos seguidos en unos minutos que tardan en pasar 2 horas. -¡MIEDO!-

Plan B. Tras varias llamadas a los expertos londinenses, nos decidimos a ir a Liverpool Station [a coger el tren directo al aeropuerto]. (-¡Se me rompe el asa de la maleta, ya no puedo tirar de ella, noooo!-)

Acertamos con la dirección del metro y con el transbordo -¡BIEN!- y llegamos justo a tiempo para sacar billetes y coger el tren que salía en ese mismo momento dirección aeropuerto de Stansted. -¡MILAGRO!- Creo que salimos sobre las 14.45 aproximadamente (Portu me corregirá pero estaba tan nerviosa que prefería no ver lo mal que íbamos de tiempo). [14.55, siendo precisos. No perdamos de vista que el avión despegaba a las 16.50 y el trayecto centro ciudad - Stansted viene a tomar 45 minutos].

Ahí ya nos relajamos un poquito. Si todo salía bien, aún nos iba a sobrar tiempo y podríamos mirar tiendas en el aeropuerto. [En nuestra euforia hasta nos permitimos el lujo de sacarnos una "foto de la victoria". Nada presagiaba el paso por un Valle de Lágrimas posterior.]

Llegamos al aeropuerto corre que te corre desde el tren. Vamos a los mostradores de Ryanair y nos encontramos unas colas que daban miedo.

Nos vamos al mostrador indicado en la pantalla. -¡ERROR!- Hay que hacer el chek-in antes en las machines habilitadas para ello y luego ir a facturar.

-Que no cunda el pánico, vamos a la machine-.

Portu mete el código y ahí salen nuestros nombres -pero... ¡oh no!- El mío no puede seleccionarse en la pantallita táctil.

Ahí es cuando ya casi me pega mal. El tiempo va pasando... -ya vamos un poquito mal-. [16.10: hora límite de facturación. 16.20: hora de embarque] Ninguna azafata libre y colas en todas las mesas.

[Tras negociar y discutir con dos nada amables azafatas de Ryanair, y lograr que la última de ellas alcance a entender la magnitud de nuestro problema y vea que no es que seamos muy torpes, que también, sino que sus fuckin' machines no funcionan como es debido, se nos redirige a "Atención al cliente en apuros".]

Nos ponemos en una cola [donde Portu, a pesar de la premura de la situación y haciendo gala de una educación exquisita y pazguata, intentó ejercer de buen samaritano con dos desesperadas señoras de mediana edad jerezanas, que a grito desconsolado de "Chorri, chorri. Jel mi, plis. Solo güan" intentaban dar con la solución a sus problemas, similares a los nuestros], y nos dice la chica, que "¡Oh, apellido español! La famosa janderklander line" Tras comprobar algo, nos manda a facturar y a sacar el billete al mostrador inicial. Que ella llama por teléfono a la otra azafata para que nos espere. Tranquilos, que facturáis aún cuando hayan pasado 10 minutos desde el límite estipulado para Santander.

Ahí llegamos, serían las 16.15 o así. Hora de embarque 16.20, y aún faltaba pasar el control de pasaportes. La contamos todo lo que había pasado y que la iban a llamar informándola de nuestro caso, pero a ella no le había llamado nadie... grrr. Pero la chica, maja a la par que sosa e inexpresiva, nos factura las maletas y nos da billetes. [A todo esto, las distintas conversaciones fueron llevadas a cabo en un extremadamente fluido y para nada atropellado Inglés, como podrán suponer a sabiendas de nuestra pericia y soltura idiomáticas y lo relajado de la tesitura.]

-¡Vamos mejorando!-. Al menos las maletas llegarán a Santander (o eso preferíamos pensar...). Y como no iba a ser menos, seguía habiendo colas curiosas en el control.

Bien. Aún desesperados, guardamos cola, nos quitamos todo lo que nos mandan, mis botas incluidas (casi no le tiro con una) y echamos a correr. Reconozco que fue mejor no ver el tiempo estimado para llegar a la puerta de embarque [unos 12 minutos a pie, siendo ya las 16.40], si no hubiera desistido.

Echamos a correr y justo llegamos cuando estaban embarcando los últimos. Mientras yo presento pasaportes y billetes, Portu se afana en enviar sms varios tanto a la tierruca como a nuestros anfitriones londinenses, avisando de nuestra hora de llegada y el éxito de nuestra misión, respectivamente.

Subimos al avión y pillamos sitios separados pero en la misma fila -¡MISIÓN CUMPLIDA!-.

[Y después llegamos antes de la hora prevista a nuestro destino, lo cual se celebró con una vomitiva fanfarria que nos indujo a morder el ojo a alguien (para celebraciones estábamos nosotros), e incluso aparecieron nuestras maletas.]

Espero no haberos aburrido mucho. Como veis, fue un día bastante intenso.

Espero veros prontito y que no tengáis ningún problema con los vuelos que cojáis. ¡Cuidado con Ryanair!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Bah!

¿Pero qué es esto? ¿Casi no cogéis el avión? ¿Esa fue la tragedia? ¿Acaso celebráis cuando casi os toca la lotería?

Aunque he de reconocer que hay ciertas similitudes con mi historia (Portu, muy mal por no haberla enlazado, que la tenías a huevo. Asumiré que no querías reconocer la existencia de aventuras más épicas :P). Por ejemplo, lo de romperse el asa de la maleta, lo de los medios de transporte que llegan tarde, o lo de lo simpáticas que son las chicas de Ryanair.

Anónimo dijo...

Casi, casi me toca la lotería.
Efectivamente también lo celebré.

Haciendo una observación diré,
que este post no es una celebración
sino el relato de una simple desazón.

Miss.Burton dijo...

AHHHHHHHHHHHH, yo volé con la misma compañía en noviembre a London, UNAPUTAMIERDAAAAAAAAAA¡¡¡¡¡¡
Pero vamos, que veo que somos unos cuantos los afectados, y además si Londresmolamazo...
Creo que volveré, eso sí, con otra cía de vuelo, que la experiencia es para eso... para usarla.
Un besazo, feliz año, y bueno, que mola que la conjuge b relate..
La foto no tiene desperdicio, si esa mesa hablara....

Anónimo dijo...

Vamos, que podían venderlo como aventura extra. Claro que a lo mejor no serían tan baratos. Riete tu de los Safaris en Kenia.

Jeje

Saludos.

Juan_isho dijo...

Hay que ver la cosa positiva del asunto. Habéis demostrado que para volar con Ryanair y facturar no hace falta estar 3 horas antes en el aeropuerto. Y yo desde mi humilde posición de esporádico usuario de esas aerolineas lo agradezco.

A seguir viajando y contándolo.