De parranda por el Summer

Aprovechando la tirada de estar celebrando el 250 Aniversario de la fundación de la ciudad de Santander, nos hemos tirao el rollo y organizado un festival musical de estos tan de moda por todo el mundo mundial al que en un alarde de originalidad sin precedentes pusimos el nombre de "Santander Summer Festival".

Y claro, dado que siempre nos estamos quejando de que en esta región nuestra la oferta de ocio es extremadamente limitada y nunca hacen nada pensando en la gente joven, pos a esto había que ir, por muy poco que nos gustaran los grupos invitados. A fin de cuentas, pensándolo bien, la música es la menos importante razón que impulsa a muchos a ir a un acontecimiento de estos. Así que, allá que fuimos. Y esto es lo que nos ocurrió.

17.45 Nuestros héroes arriban al lugar de los hechos

Showtime begins

Debido a una insidiosa intriga judeo-masónica, nos fue impedido el paso al recinto portando nuestros víveres, por lo que hubimos de trazar un plan alternativo que incluyó la ingesta de productos típicos de la comarca en las proximidades del festival.

Bella estampa festivalera

21.09 Tras unas horas de animada charla y degustación, decidimos esconder estratégicamente los alimentos restantes entre las rocas por si acaso había que volver más tarde a por ellos y entrar con paso decidido, gracias a que portábamos nuestra pulsera azul que nos otorgaba control mental sobre los agentes del mal apostados en las entradas cuya misión era impedirte el paso costara lo que costara, en la tierra prometida. O sea, pa donde estaba la peña viendo las actuaciones. Y claro, como todo el mundo sabe, ése es siempre el momento adecuado para llamar a Cote. Porque donde esté la fiesta, estará el putter.

Lo mismo es el Summer que cualquier otro lao

La harmoniosa y melódica voz de J nos dio la bienvenida. Tras los lógicos instantes de desconcierto inicial por parte de los no iniciados (es que esa forma de cantar despista a cualquiera), la cosa se fue animando hasta terminar con las masas solicitando un bis y todo.

Portu introduciendo a Miguelo en el gafapastismo

22.11 Motivado en gran parte por los excesos cometidos en la jornada anterior, el putter se vio obligado a abandonarnos. Pero como en esta ciudad das una patada a un bote y salen 15 telekos, esta ocasión no iba a ser menos y pudimos cubrir su ausencia con nuevas incorporaciones de otros miembros del gremio amantes de la música moerna en particular y de la juerga y el desfase en general. Para muestra, un botón:

Santa Baticamiseta, Pombo

23.00 Tras aprovechar el rato entre concierto y concierto para salir de nuestro particular Absolom y comprobar que nuestros suministros seguían donde los habíamos dejado, retornamos al interior para comprobar con gran dolor de corazón que los indiscutibles ganadores del premio al "Grupo más paranoico del fin de semana" eran los buenos de Sonic Youth.

Ya no tenéis edad para estas cosas, chicos

1.00 Tras intentar asimilar lo que habíamos visto y, sobre todo, oído en el concierto anterior, y estar cagándonos hasta en lo peor que podáis imaginar por lo poco que nos había gustado, aparecen en escena Rinocerose y la cosa gana muchos enteros. Y cuando digo muchos quiero decir muchos. Quién me iba a decir a mí que unos gabachitos iban a ser los que me sacaran de mi estado de bajón sabatino.

Recién salido del anuncio de Telefónica

2.10 Tras este subidón, nos trasladamos a la Carpa Camel (más conocida como "Carpa Chunta") para pegarnos unos inocentes bailoteos al ritmo que nos marcaran los 2 many dj's esos. Pero ¡oh campos de soledad, mustios collados!, resulta que no son tan many, que son sólo dos, y que además no siguen el guión esperado de remezclar grandes éxitos de hoy y de siempre, sino que improvisan. Bien, pero improvisan. Y mola, pero no tanto como nos hubiera gustado.

Jóvenes del siglo XXI compartiendo inquietudes culturales

3.45 Con mi rodilla suspirando por un rato de descanso, pensando en lo bien que iba a estar en la camita y estimando mentalmente el tiempo que iba a consumir haciendo labores de taxista, opté por la sabia decisión de comunicar a la gentuza que me rodeaba que el Portu se daba el piro y que todo aquel que quisiese un viaje gratuito en Portumóvil (aún no tengo nombre para él; acepto propuestas) bien haría en acompañarme hasta el aparcamiento.

Sube a mi nave, tu amiga gorda no cabe

Resumiendo, que lo pasamos chachi piruli. Pero lo del Viernes estuvo muuuucho mejor. Y es que los Chemical son muchos Chemical (vale, son sólo dos, pero ya me entendéis). Allí sí que se vio a telekos desatados, en primera fila, saltando, gritando, alguno incluso sin camiseta. También se pudo ver a físicos recién licenciados dándolo todo. A informáticos abrumados por las circunstancias pero adaptándose al medio. E incluso a chicos INEF luciendo palmito y estilazo entre tanto pueblo llano. Lo malo es que de eso no hay fotos, porque no llevé la cámara. Ya véis. Ni siquiera yo soy perfecto.