martes, enero 27, 2009

¿Temporales a nosotros?

Un día más, recurrimos a nuevos valores que sean capaces de rellenar con prestancia y solvencia el vacío producido por el receso creativo de los contribuyentes ¿habituales? del blog. En esta ocasión, es Renazhete (según él, así bautizado porque cual Ave Fénix renace de sus cenizas... sí, lo sé, yo tampoco acabo de tener claro a qué se refiere) quien nos relata sus tribulaciones en un día de alerta climatológica en el norte peninsular. Ahí les dejo con él.

Año estelar 2009, tarde de un sábado cualquiera de un 24 de Enero cualquiera y muy poco que hacer. Por un lado mi querida contraria trabajando y por otro los partidos que uno juega por aquello de estar en forma ya están jugados, cachis. Pues va a ser toda una tarde de coñazo fijo, pero hete aquí que a alguno se le enciende la bombilla, (una de esas de 40w) medio fundida pero se enciende, y por qué no nos acercamos yo y mi propia persona y hacemos fotos del vendaval. Hala, ya tenemos la medio tarde encarrilada, y digo media porque no me pienso pasar toda la tarde tirando fotos, que no me pagan y hace mucho frío.

Bueno, pues a eso de las 15.35 salgo de mi hogar en lo mas recóndito y profundo del Canton Foral de Khajuria, que para aquellos que no lo conozcan es tierra de indómitos cántabros, cojo las bajartu y llego al coche, enciendo mi arre-28 particular y como las balas marcho con rumbo proceloso hacia el faro.

Serían sobre las 16.00 cuando una vez aparcado me dispongo a tirar fotos con la ilusión de un periodista buscando su Pulitzer, pero bueno, con encontrar una buena foto para poner en el salvapantallas del currelo me basta (es muy triste reconocerlo, pero esto último que acabo de decir fue lo que decidió que saliera a hacer fotos en vez de quedarme en casa comiendo panchitos y viendo un par de pelis, eh).

Pues ahí estoy. Frente a viento y marea descubro que no soy el único al que la fotografía despierta un incipiente interés: todo el mundo haciendo fotos (estos turistas que ya tienen ganas de venir aquí en Enero) y mis cohetáneos también. Fotos a arboles caídos, el portento marino de las olas embravecidas, olas agitadas por el viento del noreste, mar picado, hermoso, vivo con tonos verdosos, evocador de novelas de gran postín, postales bucólicas y ensoñadoras. Y al fondo mi coche en el picadero municipal, pasa totalmente desapercibido mimetizado en el ambiente. En fin fue una buena media tarde. Serian las 18.00, estaba tomando café en una céntrica calle del Casco Viejo, escuchando a los Rollings y echándome unos cigarros en compañía de buenos amigos.


Mencionar sólo que uno no es un gran fotógrafo, mirando estoy el precio de una buena Reflex, pero con una hipoteca acechando no me puedo permitir caprichos. Os dejo con unas fotos de las que tiré, espero les gusten...... Saludos




2 comentarios:

el_irlandés dijo...

Quisiera aclarar aquí para los lectores foráneos, que los árboles que se cayeron eran los traídos de tierra conquistada (del Escudo hacia el sur). Los árboles cántabros ni se enteraron de que hizo un poco de aire. Faltaría más.

Miss.Burton dijo...

Joder, Portu, has puesto tu vida en peligro para captar la esencia del temporal en tu tierra, a eso le llamo yo huevos+aburrimientoletaltardedomingo. Están muy bien, yo me quedo con la primera, que es la hostia, aunque la del árbol también impone lo suyo.
Ah, y una cosa, con los años, te vuelves mas romántico... Qué párrafo tan hermoso aquel que conjuga palabras como bucólicas y ensoñadoras...
No te hace falta cámara de mas, lo que cuenta es la iniciativa, y las ganas, en otra vida, fijo trabajabas para el periódico local...
BSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS