lunes, noviembre 24, 2008

Sobre tudancas y cabezazos

Como de costumbre, todo empezó cuando mi jefe me dijo, “oiga, irlandés, se va usted a Suiza”. Joder jefe, cómo se porta, siempre quise conocer a Heidi. Cállese irlandés, hágame el favor. Claro jefe, sólo una cosa, ¿cuánto me voy?. Tres meses. Chachi, lo mismo hasta me da tiempo a conocer a alguna otra además de a Heidi. Irlandés, cojones, que le mando a trabajar. Naturalmente jefe, ¿y qué meses me manda?. De octubre a diciembre. Je, je. ¿Puede saberse de qué cojones se ríe ahora, irlandés?. De nada jefe, de nada. Más le vale. Bien, ejem, y a dónde me manda exactamente. Al sur, a Martigny. Je, je, je, je. Irlandés, me está empezando a tocar las pelotas, ¿qué le hace tanta gracia?. Que el susodicho lugar está en los Alpes. Sí, y qué, precisamente le mando ahí porque no hay fiesta, así que tendrá que concentrarse en el trabajo, aunque mucho me temo que tratándose de usted lo mismo consigue organizar el carnaval de Río en un jodido glaciar. No sufra por eso, jefe. Entonces por qué debo sufrir, cuénteme. Por nada hombre, es sólo que la combinación Alpes, nieve, me provoca cierto regocijo interior. Irlandés, no me joda, le prohíbo llevarse los esquís. Naturalmente jefe, no se me había pasado por la cabeza, usted estése tranqui, sólo trabajar y trabajar. Joder, buena la hemos hecho. Sí jefe, de eso no hay duda, buena la hemos hecho.

Así que, amigos lectores y amadas lectoras, aquí llevo más de mes y medio en el país del queso y el chocolate, y los relojes y las navajas, recluido cual monje ermitaño, y llevando una vida más sana que la tipa de los especial k. Que de puro sobrio que estoy ya casi ni me reconozco. Hay mañanas que me miro al espejo y me pregunto quién será el gilipollas que está al otro lado. Sobre todo las de los domingos. Es muy curiosa la sensación de levantarse sin ganas de potar hasta la primera papilla, y sin creer que tu cabeza vaya a implosionar de un momento a otro. Y, lo que es más acojonante de todo, acordándote perfectamente de todo lo que hiciste el día anterior. Estoy pensando en ir al médico, no vaya a ser que sea grave esto que me está pasando.

Bueno, el caso es que en el bucólico y pastoril pueblecillo al que me ha mandado el encantador de mi jefe no hay mucho que hacer, más allá de rezar a Zeus (o quien coño sea la deidad encargada de lo de la nieve) para que dé a la manivela de una puta vez. Algo así como si en España te mandaran a Jumilla del Agua, pero peor, porque en realidad es como si te mandaran a Jumilla del Agua, y encima lo llenaran de suizos. Que no es que yo tenga nada en contra de los suizos, así como personas humanas, pero la verdad, gente fiestera, lo que es fiestera, pues no son. Más o menos tienen la alegría y expresividad de una seta. Pero no de una seta cualquiera. De una en estado depresivo. Qué cojones, he visto champiñones con más energía que un suizo. Bueno, para ser justos quizá haya exagerando un poco, en realidad hay dos casos documentados en el museo etnológico helvético (con fotos y todo), de sendos suizos que aplaudieron y mostraron lo que se cree que son claros signos de alegría cuando les dijeron que su vaca favorita había ganado el primer premio del concurso de belleza de la feria cantonal (que es mucho más importante que la comarcal) de vacas, ovejas, y suizas (el premio es único para las tres categorías y en muy raras ocasiones se lo ha llevado una suiza). Aunque creo que uno era de ascendencia italiana, así que en realidad no cuenta como suizo de los buenos.

Para que se hagan una vaga idea del tranquilo discurrir de mi existencia en el país de Pedrito el cabrero, les diré que como eventos más reseñables y que han marcado todo un hito en la agitadísima vida martigniense (y por ende en la mía propia), han estado:

- Las ferias. Algo así como las típicas ferias españolas, pero organizadas por suizos. Es decir: no hay gitanos y por lo tanto nadie intenta robarte, todo está limpio, sólo hay una montaña rusa de mierda (eso sí, con todas las medidas de seguridad en regla), todo está organizado en perfecta simetría, y hay puestos donde hacen crepes (con todos los controles y certificados de sanidad pasados el día anterior).

- El circo suizo. Algo así como el típico circo español, pero organizado por suizos. Es decir: no hay gitanos y por lo tanto nadie intenta robarte, todo está más limpio que en un jodido quirófano (de hecho yo creo que en la jaula del elefante se podría practicar sin problema una operación a corazón abierto), no huele a mierda de vaca, la gente aplaude cuando se lo dicen, ríe cuando se lo dicen, y come cuando se lo dicen, al salir todo sigue igual de limpio que al entrar (hasta los caballos están amaestrados para recoger su propia mierda). Eso sí, hay una cosa que es igual que en el resto de circos: lo más de puta madre es cuando sale el grupo de chinos a hacer sus movidas de chinos.

- La feria de ganado. Básicamente sólo vacas (creo que las suizas iban acompañando a los maridos y que no formaban parte de la exposición). Durante la feria reparten vino caliente para no morir del puto frío. La gente espera el vino en una línea perfecta. Cuando te cuelas nadie protesta ni te insulta, porque no conocen el significado del verbo colarse. La atracción principal del citado evento es la guerra de las vacas. El tema se trata de meter a diversas vacas (suizas) en un recinto, y mirar cómo se dan de cabezazos, mientras varios suizos pululan entre ellas vigilando que los cabezazos sean ejecutados según el orden estipulado y siempre siguiendo los cánones del buen cabezazo. La utilidad de estos suizos cuidadores es relativa, porque las vacas son suizas, y por tanto, ellas ya saben perfectamente cómo y en qué orden se tienen que dar los cabezazos. Todos los suizos contemplan el espectáculo en muda admiración, sin parar de beber vino y sin dejar que la más mínima emoción te deje adivinar cuándo ostias una vaca ha dado un gran cabezazo. Al final, a la vaca ganadora (que no sabes muy bien por qué ha ganado) la ponen un campano y todos los suizos se van para casa en silencio y ordenademante (dando algún tumbo que otro a causa del vino, pero es que los suizos hasta los tumbos los dan ordenadamente). La única conclusión lógica a la que se consigue llegar tras un rato de mirar vacas suizas dándose cabezazos es que semejante despropósito jamás podría organizarse en Cantabria, porque si tú metes a varias tudancas en un recinto cerrado, lo primero que harían sería sacarle las tripas a los tipos que velan por la correcta ejecución de los cabezazos. Y luego se pondrían a pacer tranquilamente.

Bueno amigos, ya no les aburro más, el caso es que toda esta sarta de absurdas gilipolleces era sólo para anunciarles que mi peregrinar por el desierto ha terminado. Ayer me levanté con tres palmos de nieve a la puerta de mi casa. Y con los 300 kilómetros esquiables de la estación más cercana llamándome a gritos. Creo que esta semana me voy a poner muchos días malo. Es más, puede que la que viene aún no me haya recuperado del todo. Si le ven, coméntenselo a mi jefe.

6 comentarios:

Juan_isho dijo...

La verdad es que Suiza siempre me pareció muy atractivo. La única duda que me queda es cuál es el color de las vacas.

Con 300 kms de pistas necesitaras salir fuera de ellas para alimentar el alma de un esquiador irlandés?

Disfruta lo poco que te queda por allí.

Portu dijo...

Qué quiere que le diga, yo lo de los domingos por la mañana no me lo acabao de creer. Igual la andaluza hace como que le sigue el juego, pero todo quien le conozca tendrá claro que esa posibilidad del irlandés sobrio es una utopía.

En cuanto a los suizos, mi otro contacto en allende la France no es tan magnánimo en sus apreciaciones sobre los susodichos. Y el país muy grande no es que digamos, así que hay opciones de que hayan tratado con los mismos. Con el juego que daría en este blog el que usted topase con algún nativo impresentable como le ha ocurrido a él.

Del tema vacas no tengo nada que aportar, aparte de la mención obligada a la representativa de Milka (Vavrinec). ¿Es púrpura y lleva un tenista al lado como dicen?

Miss.Burton dijo...

Es el país favorito de mi exmarido, así que no te digo nada, ya las conclusiones sobran...
Bueno, creo yo que a veces viene bien lo de la reclusión, uno se acuerda de que el estómago puede funcionar sin sobresaltos, de que hay peña que vive sin vivir, y de que existen eventos tan subnormales en este siglo XXI.
Yo creo que tienes que ponerte a esquiar como un cabrón, y pasarte un poco por el forro todo lo que ya has absorbido, que no hecho tuyo.
Un besazo, y tira de pista, ya¡

al_pachino dijo...

jejeje, Que crack! No tuvimos representacion espannola con nuestra pedazo tudanca? la vaca de los cuernos a la virule pero que buena carne nos ofrece (Revilluca me ha robado la cuenta). No te pusiste tu a dar cabezazos a la par con tu cresta kie?

A ver si me pongo un poco al dia que no hago mas que recomendar el blog por aqui, pero ando un poco desactualizau. Por cierto, portu aqui tienes fans incondicionales (tambien irlandes por supuesto). Y si, hay al menos una mujer entre ellos. Y si, esta buena. Me ha dicho que mola cuando dices eso de: "mas se perdio en cuba y de alli venian cantanto"

Un abrazo amigos.

Miss.Burton dijo...

ALPACHINOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Alabados sean ls ojos que te leén, los míos¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Resucitas, eso está bien, ahora te marcas un post y ya la hostia... oye, espero estés pluscuamperfecto, de descuartizau nada, tío, te veo entero.
Un besazo, majo¡

al_pachino dijo...

Joder male, ya estas otra vez con las dislexias jejeje. Bueno, esta gente ya no me habla. Normal. Todo este tiempo desaparecido, como dirían en mi barrio "tienes detalles de NO colega".

besuco pa' ti también jefa.