jueves, octubre 25, 2007

Sobre presuntas presunciones

Creo que fue el gran hakuna el que hace algún tiempo me dijo “eh, irlandés, mira lo que tengo para ti”. Y lo que tenía para mí era lo siguiente:


Claro, yo leí el titular y me dije para mí mismo “joder, portu, soy un hijo de puta, pero tanto como para hacer chistes de estas cosas, pues no.” Pero claro, el señor portugués es un tipo noble y recto en el obrar y, salvo por romper mesas en casas ajenas, no se le conoce pecado reseñable alguno, así que me dispuse a leer la cuestión con detenimiento a ver de qué cojones iba el tema, porque si el gran hakuna lo dice, por algún sitio tiene que andar la gracia. Y el tema, como bien recoge el titular, va de un hijo de la gran puta que intentó cepillarse a su mujer. Cepillarse de matar, no de follar. Si hubiera sido de follar pues la noticia habría sido bastante menos noticiosa, más allá de lo novedoso que tiene que un español se lo haga con su mujer y no con todas las demás que no son su mujer. Bueno, la verdad es que si no fuera por el fondo chungo, truculento y escabroso de la cuestión, se podrían hacer un par de jocosos comentarios sobre la forma escogida por el susodicho imbécil para llevar a buen término (a buen término para él, claro, para la mujer no tanto) su misión. A juego con el nivel neuronal del gilipollas, naturalmente.

Pero no es al fondo de la noticia a lo que voy yo. Es a la forma. Noten ustedes, avispados lectores, como el señor redactor y estupendérrimo periodista que firma la información se la coge con papel de fumar. Y cito textualmente: “… las manos del presunto asaltante se le lanzaron al cuello…”. Presunto asaltante. Cágate lorito. O mejor dicho, cágate presunto lorito. No vaya a ser que el que se caga no sea un lorito. De hecho, creo que el tipo (el que escribió la noticia, no el hijo de la gran puta) se quedó corto. Porque lo mismo que pudo no haber asaltante, igual de haberlo habido no tenía manos, o las lanzó contra algo que no fuera un cuello. Así que yo de él, para no pillarme los dedos con presuntas informaciones presuntamente no veraces, creo que habría redactado de la siguiente forma: “… las presuntas manos del presunto asaltante presuntamente se le lanzaron al presunto cuello…”. Claro que presuntamente sí. Mucho mejor, dónde va a parar. Que me imagino yo a la tipa atacada, ahí en su casa leyendo la noticia y dando palmas con las orejas. Presunto asaltante, huy, pues voy a llamar al periódico a felicitarles, hombre, y a lo mejor ya de paso me cago en todos sus putos presuntos muertos.

Pero no queda ahí la cosa. Qué va. Ese día el periodista en cuestión estaba especialmente inspirado, así que ni corto ni perezoso en el siguiente párrafo va y se suelta con un contundente: “…entonces descubrió que presuntamente se trataba de su marido…”. Presunto marido, amigos. Ni más ni menos. Hay que ser tonto del presunto nabo. Pero cómo que presunto, mamón, digo yo que la tipa sabría si era su puto marido o no, joder, que llevaban 30 años casados. O a lo mejor es que era presuntamente ciega, y por eso es presunto el marido, el atacante, y el lorito que cagaba. Porque lo mismo no era su marido, joder, hay que sopesar la posibilidad de que se tratara de alienígenas con forma de marido los que la atacaron. Presuntamente, claro, porque a lo mejor no era un ataque, lo mismo la estaban intentando abducir por el cuello, en vez de por el culo. Y a lo mejor la tipa no trabajaba en una panadería. Y a lo mejor no vivía en Valencia. Y a lo mejor el periodista tiene toda la razón del mundo y no es un presunto tonto del presunto ciruelo. Me presupongo yo, oigan.

Lo que está claro es que la mujer tuvo suerte de que el perspicaz y hábil periodista no fuera el policía de la comisaría, porque de haberlo sido ya me estoy imaginando la conversación. Y dice usted, que el presunto atacante, que realizó el presunto ataque, era su presunto marido. Presuntamente, sí. Presuntamente. Sí, presuntamente esa presunta información es presuntamente exacta. Gracias, presunta señora. Presuntamente a usted, caballero. Naturalmente, todos presuntos y presuntas de cagarse, oigan. Aquí somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario, e incluso en el hipotético caso de que llegara a demostrarse, que nadie nos quite el cartel de encima, no vaya a ser que llegue el juez de turno a decir que 33 puñaladas son un presunto accidente sin presunta saña. No te jode.

Pero, qué cojones, puestos a crear dudas razonables y a ser más papistas que el papa y más tontos que abundio, yo creo que el aguililla redactor debería haber empezado por cuestionarse si realmente existimos. En plan Descartes. Ya saben, todo aquello del cogito ergo sum (cogió lo suyo) y la vida es sueño y los sueños sueños son. Con lo cual, ni había esposa, ni había marido, ni había ataque, ni había periodista, ni había periódico y, desde luego, mucho menos había lorito alguno cagándose. Sólo estelas en la mar.

Bueno, como creo que ya he dicho que el escribano es imbécil y tampoco quiero repetirme, pues yo me bajo aquí y les dejo con el señor Arturo. Que ya escribió hace tiempo sobre este mismo parecer. Y mucho mejor que servidor, evidentemente.

5 comentarios:

Akroon dijo...

Lo de lanzar las manos me recuerda presuntamente a Mazinger-Z, que yo sabía que uno repartía hostias, o estrangulaba a personas y tal, pero las manos pudieran presuntamente lanzarse, como que no. Debería haber una disciplina presuntamente olímpica al efecto: Lanzamiento de Manos (variantes presuntas y no presuntas, clarostá).

Al final al lorito seguro que le metieron en la cárcel por andarse cagando donde presuntamente no debía. Animalico, el que menos culpa tenía...

No somos nadie.

Javis dijo...

Por ké no te dedikas a hazer presuntos monólogos, sr. Irlandés?

Portu dijo...

Pues de no ser porque dicha noticia no se la hice llegar yo (¿cómo puedo escapárseme?), rubricaría todo lo por usted relatado. Presuntamente.

Fdo:
Un presunto cuasi-ingeniero

Juan_isho dijo...

Felicitaciones a los presuntos premiados. Es uno de los post, que presuntamente haya leído, que más me han gustado.

Qué se puede esperar de ese periódico? JEJEJE. Ahora a darme presunta tiza :p.

Miss.Burton dijo...

Joder, pues menos mal que el se�or ese analfabeto que relata la historia ten�a en su haber la palabra "presunci�n", sino, no se qu� co�o llega a escribir.... ser� que no sabe de adjetivos, hiperboles, sustantivos... Vamos, que casi parece un cuento en vez de un suceso bien jod�o...
Hay que castrarlos, enteros. En la mente ya est� hecho el trabajo completo, ahora, falta la segunda parte del proceso... y aqu� mas de uno tiene madera para eso y mcho mas.... por el bien de nuestra sociedad y la no profanaci�n de este lenguaje tan mol�n que manejamos, no???��� Vaaaaaaaaaa, un poco mas de le�a para la hoguera.....