domingo, febrero 08, 2009

Entré por el aro

Tras unas raudas gestiones en el mercado de invierno del Coach H, llevadas en el más absoluto secretismo, de las que bien podría aprender Mijatovic y en las que ha jugado las bazas de la pena (es que hace un par de domingos le vi muy soluco en el banquillo visitante de los Escolapios) y la temporalidad, he decidido aceptar su oferta. Así que ya me tenéis en el redil: le haré compañía en la banda (y me refiero a la ubicación en la cancha, no al equipo del Bezana Soto Junior... que también) durante los dos últimos meses de temporada, a ver qué tal llevo el aprendizaje bajo su pizarra protectora.

Y en esas que el pasado sábado debuté como assistant coach. Nada menos que un asalto contra el quinto clasificado. La cosa pintaba mal incluso antes del partido, dado que el buen señor encargado de abrir el pabellón sostiene que en su contrato dice que no debe realizar tal acción hasta las 16.30 (hora de comienzo del encuentro, para los no iniciados), con lo que chupando frío en la puerta que nos quedamos. Mas nuestros jugones decidieron hacer un corrillo para que uno de ellos sacase su teléfono móvil y pusiese a todo trapo un discurso musicado de ese gran orador que responde al nombre de "Melendi". Debe de ser su modo de concentrarse. Y la réplica del otro compi con hip-hop turbio en español, la culminación del rito. Espero. Ganas de hacer la ola me dieron.

En fin, al lío. Cuando al fin dio inicio al partido, los chicos tenían ganas de agradar a su nuevo semi-mister y salieron en tromba, colocando un 15-2 en el marcador que me hacía soñar con grandes éxitos, del tipo ganar a una tropa de tipos que había aprovechado la ausencia de su entrenador titular y su suplente para hacer el gamba en lugar de calentar. Por desgracia, la cosa no duró mucho y en breve nos vimos a remolque, incapaces de superar una seudo-presión en toda la cancha por su parte.

Pero había despreciado la tozudez de los chavales, que se pusieron a zapatear hasta ponernos 56-45 a falta de 5 minutos para el final. Claro, que aún quedaba la gran cagada por nuestra parte. Y por partida doble, además. Después de pasar de esa ventaja definitiva a un 57-60 quedando 1.15, antideportiva mediante, y calmar como mejor pudimos el puteo de nuestros chicos regalando zanahorias por doquier durante el tiempo muerto de rigor, pillamos la pelota y anotamos nada más salir a jugar. Los de Solares marean la perdiz, aprovechando que el reloj de posesión brillaba por su ausencia, pero en un alarde de inteligencia sobre la cancha pierden el control de la bola. En el tiempo muerto subsiguiente, con 59-60 y 11.5 segundos para el final, se traza una infalible jugada resolutiva para penetración por la derecha de nuestro ala-pivot. Sacamos desde medio campo, el base decide pasársela al pivot, por supuesto la perdemos y hacemos una nueva falta antideportiva. Tararí que te vi. 59-62 y a otra cosa. Traca mix.

Al menos en mis dos visitas a la mesa de anotadores me saqué 4 puntitos de la manga que nos querían escatimar. Igualmente, decidí no oponerme a la tozudez del señor colegiado y permitir que esos dos puntos imaginarios que según él habíamos conseguido subieran al marcador. ¿Quién soy yo para discutir las decisiones de un árbitro?

Es decir, que sí, ocurrió lo que están pensando: ni con 2 puntos regalados fuimos capaces de ganar. Así de legales somos. O de mantas.

2 comentarios:

el_irlandés dijo...

Joder, el Aíto del futuro arranca con fuerza. De puta madre, tío. Supongo que tu primera lección a los zagales sería lo que son, y lo que no son pasos. Concepto de difícil asimilación para algunos, como bien sabes.

Juan_isho dijo...

Todo lo que quieras, pero una presión en toda la cancha y se hace de noche. Eso sí, cuando salieron, lo hicieron de madre, cuatro pases sin bote y para dentro. Baloncesto en estado puro. Me falto la orden de partir las piernas al 10, que os cosió a triples y ya tienen edad para hacer perrerías.

Ánimo y ¡¡¡¡¡ 1, 2, 3 Equipo!!!!!