jueves, julio 17, 2008

Sobre bazas y miembras

Bueno, hoy toca otra vez historieta de féminas. Con lo que me gustan a mí las batallitas en las que la prota es una miembra cualquiera de esta nuestra sociedad. Y más aún si es americana. Porque por todos es bien sabido que una mujer, ya de por sí, es completamente impredecible, pero si además viene de gringolandia entonces se convierte en una jodida bomba de relojería. Así que, en principio, nada de lo que hiciera una persona de estas características (me refiero a lo de la carencia de huevos y a lo de proceder del país de tito bush) debiera sorprendernos, sin embargo hay cosas que ya pasan de castaño a oscuro (que dice mi abuela). Lean, compañeros, lean.


Dos años, amigos. Dos jodidos y largos años. Y el novio que ni corto ni perezoso va y llama a la policía a decir que CREE que hay algo raro en el comportamiento de su novia. Pero vamos a ver, pedazo de subnormal, la tipa lleva dos putos años metida en una puta baza, y tú aún CREES que hay algo que no va bien. Claro imbécil, claro, según las normas básicas del sentido común el tiempo mínimo para empezar a preocuparse ante un panorama de esta índole son entre 17 y 18 años, hasta entonces puede que lo que pase es que ande un poco suelta del intestino y se la esté alargando un pelín la cagada, pero en realidad nada preocupante, claro que no, todo dentro de lo perfectamente normal. Hay que ser gilipollas, joder.

Yo es que cuanto más lo pienso más anonadado me quedo. Dos años ahí sentado. Pero si cuando llevas más de diez minutos empiezas a sentir un cosquilleo en las piernas que te hace dudar de si conseguirás levantarte de ahí o no. Y además ya te has leído el marca tres veces. ¿Qué coño se lee ahí durante dos años, la puta guía marca sobre petanca?. Joder, la tipa debía de ser una auténtica enciclopedia andante (bueno, perdón, andante no, quería decir cagante).

Ahora, la pregunta que a mí me ha mantenido en vela desde que leí tan desasosegante noticia, y que al avispado periodista no le dio por indagar, es la siguiente: ¿la casa tenía dos baños, o sólo uno?. Porque en caso de ser la segunda opción, es decir, caso de existir un único inodoro en el entrañable hogar, el que tenía que estar pasándolo realmente mal era el novio, y es en él en quien debieran centrarse todos los cuidados psiquiátricos, médicos y casi, si me apuran, quirúrgicos. Porque, amigos, se mire por donde se mire, lo de cagar por entre las piernas de tu novia tiene que ser una experiencia bastante traumática. Y más si la tipa no va bien depilada, como seguramente fuera este caso (no me imagino yo a la esteticién haciéndole las ingles brasileñas a una chorva con todo el parrús al aire y en perfecta postura depositoria), porque lo mismo se te queda parte del producto ahí enredado entre la vegetación y las lianas que tienden a crecer salvajes alrededor de la pepitilla. Que hombre, mucho peor, no nos engañemos, no va a oler, pero lo de ver a tu novia con palominos resecos y colgantes, agradable, lo que es agradable, pues no debe de ser. Y ya no les digo nada del día que el tipo tuviera cagalera. Dejo a su imaginación lo de visionar a la tipa con babero para evitar las perdigonadas emitidas en cada flatulencia proveniente del sagrado agujero de su querido novio. Un poema, oigan.

Aunque, bien pensado, también hay que sopesar la posibilidad de que el tipo, por aquello de ser respetuoso con las decisiones maritales, ideara algún tipo de mecanismo ingenioso (como por ejemplo un embudo adosado a sus posaderas, o incluso introducido por ellas) con el que descargar el marronáceo detrito lo más cerca posible del agua evacuadora (o evacuante). Si fuera este el caso habría que reconocer que seguramente lo de los palominos colgantes y el generoso y nauseabundo hedor pudiera verse paliado en gran medida.

Otra inquietante disyuntiva que se plantea ante esta primicia primiciosa es si la bella cagante estaba en posesión o no de familia. Supongo que no. O quizá sí, y todos ellos (sus familiares, me refiero) viven también felices y vivarachos en diversas bazas del mundo con lo que para la chiquilla esa es la situación normal de existencia del ser humano: sonriente y feliz en un jodido retrete.

Pues nada, amigas miembras lectoras, aquí lo dejamos por hoy, y recuerden que si alguna de ustedes siente un irrefrenable impulso de esta naturaleza, piense que siempre podrá optar por hacer como la Velasco y ponerse pañales portátiles, que hombre, no tienen todas las indudables ventajas que aporta el adosarse a una baza, pero al menos su novio no la cagará entre las piernas.

NOTA: esto no tiene nada que ver con la noticia anterior pero es una cuita que me tiene desvelado y me corroe internamente desde hace días. Me gustaría, si es que la tipa es lectora del blog, que la recién estrenada e incorrupta ministra de la igualdad y el amor fraternal me resolviera la siguiente cuestión: veamos, si podemos referirnos al aparato masculino (pito, pene, ciruelo) con el término miembro (como por ejemplo al decir “cómame usted el miembro”), en caso de utilizar la forma femenina (polla, minga, banana), ¿deberíamos decir, chúpeme usted la miembra?. De verdad que me parece una cuestión vital para alcanzar el paritarismo social y que debiera debatirse en las más altas instituciones (e institucionas) del país.

4 comentarios:

Portu dijo...

En ocasiones como la que nos ocupa me arrepiento de alabar su proverbial franqueza y esa capacidad descriptiva en la que no escatima detalles.

Creo que voy a evacuar ahora mismo la ensaladilla rusa de bote que me acabo de jalar. Suerte que dispongo de dos baños para mi solo.

Para todo lo demás, consulte la última entrada en el blog del Rey de Redonda.

Unknown dijo...

lol lol y mas lol

me mofo xDDDDD

Juan_isho dijo...

El plan estaba claro, lo de la depilación no lo acabo de ver claro, pero a la vez que tiraba de la cadena, porque quiero pensar que tenía cisterna, aprovechaba para meter la mano y limpiarse un poco, así en plan bidé.

De todas formas, para mi tiene más delito él que ella. Lo de los dos baños, alguién que se queda trabado en una taza de water no me extrañaría que le fuese la lluvia dorada y la coprofagia.

Akroon dijo...

Y la señora aún tenía culo cuando la sacaron?? Porque, discúlpeme vecino, pero si se quedó atrapada haciendo ventosa (que es lo único que se me ocurre), la concentración de sangre en los tejidos del culo no podía resultar inocua de ninguna manera.

Dos años... pegada a la taza del wc... y yo que me pregunto:
-¿No iba nunca a comer a casa de la suegra?
-¿No le llevaba el cartero cartas certificadas?
-¿No le salieron mejillones en las uñas de los pieses?
-¿No quiso cortarse el pelo o hacerse mechas?

La gente es muy rara... (disculpe la falta de inspiración... me estoy cayendo de sueño sobre el teclado...).