domingo, marzo 19, 2006

La ciencia se pone de nuestro lado

Sí chicos, porque unos meses atrás el portal digital infobae.com tuvo a bien publicar el siguiente artículo que despeja las dudas que pudieran existir acerca de un tema que ha provocado terribles discusiones entre hombre y mujer desde tiempos inmemoriales. Atentos:


La voz femenina agota el cerebro del hombre

Un estudio científico detectó que la incapacidad de un caballero para mantener la atención con lo que le dice una mujer tiene fundamentos científicos

La voz de la esposa o la suegra hartan al hombre pero, cuidado, que no es por la costumbre, sino que está científicamente comprobado que la voz de las mujeres agota el cerebro del hombre.

Esta reveladora conclusión fue publicada por “Neuroimage”, una revista de ciencia en la que el profesor Michael Hunter, de la Universidad de Sheffield, relata que los tonos femeninos toman toda el área auditiva del cerebro, mientras que la voz de otro hombre sólo requiere del área subtalámica, según relata el diario inglés Daily Mail.

El estudio se realizó a través de una tecnología especial para poder detectar estos movimientos, de la misma manera que puede verse en una resonancia magnética. Según este profesional, “las mujeres tienen una voz natural con sonidos más complejos”.

Con este contundente resultado científico, es más que razonable no poder sostener la atención en el diálogo con una mujer por mucho tiempo.

Las esposas suelen quejarse de que sus maridos no las escuchan, pero no comprenden que detrás de esta situación hay fundamentos científicos que impiden poder escuchar durante mucho tiempo sus planteos y conversaciones.

La realidad parece indicar que un esfuerzo así podría afectar la zona cerebral masculina.

Ahora, la ciencia debería continuar con su investigación para detectar con fundamentos que algunas mujeres, no sólo hartan con su voz, sino que acaban con la paciencia.



¿Lo véis? No es que no os hagamos caso o que no os entendamos. Simplemente, nuestro cerebro se ve obligado a realizar una selección natural de la información que le enviáis, en ocasiones en dosis demasiado grandes y a velocidades vertiginosas. Nos sacáis de frecuencia, que diría Constantino.

Reflexionad sobre ello, chicas. Por un mundo más tolerante y comprensivo.

1 comentario:

al_pachino dijo...

Ya sabía yo que no era porque no me interesasen las conversaciones de muchas mujeres...