miércoles, mayo 17, 2006

Un, dos, tres, velitas fuera

Chavales, seré breve, que un día es un día y voy a hacer un exceso: estoy dispuesto a ver la final de la liga de champiñones. Bueno, no puedo mentiros: dado lo poco factible que resulta que yo me trague un partido de jurgol entero y verdadero (excepción hecha de aquellos a los que asisto en calidad de invitado del magnánimo, aunque blaugrana, Hepeti) prometo visionar un ratuco al menos. Y ya deberíais saber todos que siempre me he sentido un gunner y que Eboue es mi jugador favorito, así que me ahorraré más comentarios al respecto de mis preferencias en el encuentro parisino.

Eso sí, considero mi obligación recordaros que hoy es el cumple de una buena amiga mía que antes me ha comunicado que ha echado en falta vuestras felicitaciones. Es que estáis en la parra. No sé a qué andáis, de verdad. Menos mal que ya la he consolado yo lo mejor que he podido.

Ya estáis tardando en hacer llegar vuestros mejores deseos a la señorita Andrea Corr, a la que hoy caen 32 castañas y sigue tan adorable como cuando la conocimos con su This is the right time.


Aquí os dejo su página semi-oficial para que la conozcáis mejor y le trasladéis vuestras felicitaciones en un día tan especial.


Ahora, resulta curioso que en los últimos meses amigos míos (y yo mismo, hay que aceptarlo) hayan estado o estén en las islas británicas ocupando Inglaterra, Escocia e incluso Gales y a ninguno se le haya ocurrido asentarse en Irlanda, tierra de origen de la niña y sus hermanas, que no desmerecen nada.

¡He dicho hermanas!

Irish man, ¿para cuándo una visita guiada a la tierra de tus ancestros?

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