sábado, febrero 04, 2006

The end is the beginning

Sirva este pequeño homenaje a los Espachurradores de Calabazas de Guillermito Corgan para representar la tesitura en que se encuentra a día de hoy nuestro estimado Hepeti. Por un lado, ha llegado a un final. El final de su periplo como estudiante universitario. O casi, que aún hay cabos sueltos por atar en forma de papeleo, eso que tan gratos momentos le ha proporcionado al irlandés ídolo de millones.

Y por otra parte, se enfrenta a un comienzo. El de..... el de..... ummm.... lo cierto es que no tengo ni peregrina idea (Constantino dixit) de qué demonios puede estar a punto de empezar. Bueno, él sabrá, que ha sido él mismo quien por su cuenta y riesgo ha decidido acabar tan pronto la carrera. ¡En menos de 13 años! ¿Quién en su sano juicio hace algo así? En fin, el chico es una causa perdida y ya es demasiado tarde para hacer algo por él.

Sin más zarandajas, os dejo con el último artículo de su aventura escocesa. A disfrutarlo.



Escocia ya no mola


Pues tras dos semanas de dura supervivencia, se puede decir que ya he vuelto. Y sí, han sido dos semanas cargadas. Mi objetivo era terminar de escribir el proyecto y rematar los últimos detalles de éste para poder volver a mi casa, al calor del hogar y de los cocidos caseros. La cosa no podía empezar peor, teniendo problemas con los impresentables encargados del alojamiento debido a lo que llamaremos cordialmente como un malentendido. Malas caras, peores formas y hasta amenazas “legales” regaron mis primeros días allí. Al final, una disculpa del jefazo retrasado y un compromiso económico (tras aplicar ecuaciones del peso de las de Maxwell) acabaron por arreglar la incompetencia de alguno de los funcionarios de allí. De todas formas, me quedé con ganas de saber que les dirían los abogados... ¿Que papá Ryanair me llevaba a casita y que no me volvían a ver el pelo?


Tras estos días de reuniones, me propuse meterme a fondo con el proyecto. Reunión final del proyecto. Es el vistazo previo a la entrega. 3:00 pm de la tarde. Mi coordinador no aparece. Que triste. No es la primera vez que ocurre. Ni la seguda. Ni la tercera. ¡¡¡¡¡Pero en la última reunión!!!!!! Incomprensible. Vuélvete a pegar con funcionarios estúpidos para conseguir encontrarle y pedirle, al menos, ciertas explicaciones. Bien, no pasa nada. Son las 12:00 pm del día siguiente, y por fin me reúno con él. Me dice que esta todo bien, que lo entregamos... y que esta tarde a las tres tenemos la presentación... ¿QUÉ COJONES ME ESTÁS DICIENDO? Tira para casa, saca esa camisa que tu mami te compró especialmente para ese día, prepárate algo en inglés... estrés.... estrés... Dios, en el tribunal la señorita que me metió caña allá por Diciembre... intento ganármela... me hace preguntas... ¡¡¡las entiendo!!! ¡¡¡Las sé!!! Joder, menos mal, porque se me había olvidado todo lo que me preparé.


Proyecto presentado... ¿ahora qué? Pues hay que encuadernarlo y dárselo al comité de evaluación. ¡Ja! Tu cuasi título de ingeniero te capacita para ganar mucha pela haciendo el tonto con Matlab y leyendo cabeceras TCP/IP, pero NO para manejar una máquina de encuadernación. Lees las instrucciones. No hay forma. Buscas a alguien que te ayude. No encuentras a nadie. Das porrazos a la puerta del servicio técnico (sabes que hay alguien, pero no contestan). Nadie. Nadie. Nada. Nada. Sale un pavo del servicio técnico. Le coges casi por le cuello, y le pides ayuda con mucha serenidad. Te dice que te leas las instrucciones. Tu serenidad se tambalea. Le insistes. En un acto de generosidad, decide ayudarte y ganarse el sueldo. Coge el primer taco de hojas... y los taladra por el lado que no es. Serenidad a tomar vientos. MAMÓN. Se va del cuarto del crimen y va a llamar a otro pavo. Imprimo de nuevo el trabajo, llega el nuevo pavo y éste ya me ayuda con inteligencia. Del otro no volví a saber nada.


Proyecto presentado y entregado... ¿qué pasa con la convalidación? Tras escribir algunos mails (el truco del Erasmus es escribir la misma pregunta a varios, pues siempre hay alguien en las ORIs a quien no le apetece trabajar) recibes la respuesta: Hasta Junio no podrás ser ingeniero. QUÉ COÑO ME ESTÁS CONTANDO. Vuelta para arriba, vuelta para abajo... al fin, alcanzo la oficina y hay alguien. Le digo que hace dos días recibí una respuesta que no me parece muy inteligente. Tras 10 minutos contándome historias (yo sólo soy un trabajador, esto es lo que hay) y debido a mi insistencia en inglés oxidado, decide ganarse el sueldo y hacer una llamada por teléfono... ¡y sorpresa! Parece que existe una vía alternativa para los estudiantes que están en casos como el mío... ¡¡y puedo tener la nota en Febrero!! ¿Ves? ¡¡¡Si no era tan difícil!!!


Y después de todo esto... Dios descansó. Ya no tuvo que oír mi quejas por todo. Me tomé un haggis para celebrarlo. Un buffet libre de pizza de PizzaHut por 4 libras. Y un viaje por la imponente isla de Skye, la cual merece ser visitada por todos los lectores.


Conclusión: Hay que dar la chapa hasta que se decidan a trabajar

La pregunta del millón: ¿Querías volver? Quería volver (por la comida, la casa, los cocidos, la novia, los amigos...) pero no me quería ir (por la fiesta, los viajes, la gente, el deseo de dominar el inglés...).

¡¡¡Saludos a todos!!!



PD: Todavía estoy esperando la convalidación...

3 comentarios:

el_irlandés dijo...

Joder, ha dado con la clave para sobrevivir en esta vida.

Hay que dar la chapa.

Claro que sí. Hasta el infinito. Y venga y dale, y además siempre como con sorna, que les jode, y como les jode al final deciden que por no soportar tus ironías finas y tu sonrisa de este de aquí delante es subnormal pues van a ver qué se puede hacer en tu caso. Claro que sí hepeti, viva tus cojones y su princesa. Y recuerda, ahora te tienen que tratar con respeto, que eres ingeniero, y si no lo hacen tienes perfecto derecho a contestarles como se merecen, ahí pinchando donde duela, y a tomar por culo.

Well done man.

Anónimo dijo...

Desde luego, no me extraña que este año no haya plazas para el Reino Unido si los que van allí son estudiantes desagradecidos y maleducados que pierden los nervios ante pobres funcionarios.

En cualquier caso, enhorabuena por haber acabado y porque al final nadie vaya a pedir tu extradición.

Anónimo dijo...

Puedo prometer y prometo que sólo los insulté en castellano... :-P