A pesar de que sólo unos pocos hemos considerado justo y necesario dar un paso al frente y confesar al mundo nuestra menosmolería, son legión aquellos que llevando el germen dentro de sí no han sido capaces de afrontarlo con gallardía, y permanecen en el refugio del economato, atenazados ante la posible reacción de un mundo que les teme y les odia.
Por fortuna, y gracias a gobiernos plenos de buen rollito como el que hoy por hoy disfrutamos en nuestro país, esto va a cambiar. Y como muestra de la incipiente invasión menosmolérica que se avecina, un botón:
Por fortuna, y gracias a gobiernos plenos de buen rollito como el que hoy por hoy disfrutamos en nuestro país, esto va a cambiar. Y como muestra de la incipiente invasión menosmolérica que se avecina, un botón:
Confiesa, Mini-Yo, tú has tenido algo que ver en ésto. Ese estilo de construcción te delata. Desembucha. A no ser, claro, que estuvieras controlado por el gallo-gallo de control mental y no recuerdes en absoluto tu participación en semejante frikada.
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