Suponiendo que todos tenéis cerca televisión, radio, o en su defecto algún amigo siempre a la última que os lleva a garitos de moda y os deleita los oídos con temazo tras temazo de estilos musicales tan diversos como la batuka, el reggaeton o el más actual rumbatón, en ese supuesto digo yo que a estas alturas de la película reconozcáis esta canción con sólo oir sus primeros ¿acordes?
Ahora bien, me apuesto tres gallifantes a que sois pocos los que la habéis podido disfrutar ¡así!
Espectacular, grandioso, inenarrable, acojonante, estupentástico, demasié pal body, o como se limita a decir abrumado por tal despliegue de creatividad el colaborador de Guillem en Kabuki de nombre difícilmente recordable por mi maltrecha neurona pero cuyo estilo me hace recordar a mi estimado camarero de moda, SUBLIME.
Este Koala es un fenómeno, además de bastante cachondo y de compartir semejanzas con nuestro paisano Bustamante: ambos llevan lo de la argamasa en sus genes. Por todo ello ha cambiado mi percepción sobre él, y de ahora en adelante trataré con el debido respeto a este tema rompedor e incluso guardaré un minuto de silencio en señal de reconocimiento a su creador cada vez que lo oiga. Que no se por qué pero me da a mi en la nariz que va a ser más de dos veces. Y de tres.
Este Koala es un fenómeno, además de bastante cachondo y de compartir semejanzas con nuestro paisano Bustamante: ambos llevan lo de la argamasa en sus genes. Por todo ello ha cambiado mi percepción sobre él, y de ahora en adelante trataré con el debido respeto a este tema rompedor e incluso guardaré un minuto de silencio en señal de reconocimiento a su creador cada vez que lo oiga. Que no se por qué pero me da a mi en la nariz que va a ser más de dos veces. Y de tres.
2 comentarios:
Le ha faltado una versión bisbalera...
Joder qué cabrón el tío, ahí de risas pero a ver cuántos son capaces de hacer eso. Crack.
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