Descansa, Second try

Hoy se ha consumado la segunda derrota en la nueva temporada. El resultado es lo de menos, y el desarrollo del partido pues tampoco importa demasiado.

En el capítulo anterior se le dio un tirón de orejillas a las nuevas generaciones. Pues hoy a pesar de la derrota no podemos hacer más que agradecer su esfuerzo. No podemos decir lo mismo de aquél que nos vendió en la primera jornada: Saúl, en un alarde de imitar a su ídolo madridista Jonathan Woodgate, ha conseguido introducir dos veces el balón en la portería. Evidentemente nos referimos a nuestra propia portería y a pesar de los esfuerzos del gran guardameta, MVP del equipo, y no porque lo escriba él :P, el balón superó la línea para desilusión del resto de compañeros. A partir del primer "oungoul", que dirían los ingleses, comenzaron las arenas movedizas para el jugador. Lo daba todo en cada jugada, luchaba como el que más, pero cuanto más luchaba más se hundía. Entraremos en la crónica para analizar friamente el partido.

Crónica

16.30 Llenazo en el pabellón de la UC para una nueva aventura de Descansa. Había suficientes jugadores, e incluso vino el entrenador, por fin, aunque ejerciera mayormente de fotógrafo. Una notable ausencia se anunciaba por los altavoces del pabellón a pocos instantes del inicio: el pichichi Tomé entrena (a hockey) y no puede asistir al duelo. Las cabezas se bajaron, pero el entrenador actuó invitándonos a pensar en los que estamos y no en los ausentes, y créanme dio sus frutos. El partido comenzó con un intercambió de golpes. Los nuestros físicos, los de ellos morales. Nosotros intentábamos defender con todo, y cuando digo todo me refiero al mayor de los autobuses conocidos en estos lares, y ellos tira que te tira, eso sí, sin puntería o con escasa eficacia. Su falta de puntería nos obligó a intentar atacar. Craso error. Por animarnos, la primera en la frente. El primer gol nos llegó en una contra de libro: se carga el juego sobre una banda para finalizar con uno solo en el segundo palo. No olvidéis esta jugada porque se repetirá varias veces durante el partido. Pero ayer no era un día cualquiera, y a pesar del gol nuestra moral no decayó. Seguimos trabajando y luchando como pocas veces. Nos acercábamos tímidamente a la portería contraria. Ellos perdieron la timidez para estas cosas en el momento que nos vieron entrar al vestuario. Éste es el momento en el que apareció Jonathan-Saúl Woodgate. Corner a favor de ellos, sólo uno al remate, no la toca, pero ahí estaban nuestra defensa y portero para introducir el balón en nuestrar propia portería. Saul no desperdició la asistencia al pie de Juan, y convirtió el 0-2 con un gol de bellisima factura. Ahora la moral comenzaba a decaer, quedaban 4 minutos y el bajón físico comenzaba a darnos por el saco. El partido discurrió por los mismos derroteros hasta faltar 20 segundos para el final, momento en el que repitieron el primer gol, y a pesar de que nos le marcaron igual, y cualquier árbitro con un mínimo de decencia lo habría anulado, éste, que no tenía tal decencia, lo dio por válido. 0-3 y a por agua al banquillo.

Derrotados al descanso, una vez más

El descanso fue algo distinto. A pesar del resultado estábamos contentos. Nos hacíamos fotos y todo. Y esa alegría dio sus frutos. Dimos paso a las nuevas generaciones al comienzo de la segunda mitad. Con un seguro en la portería eso sí. Apareció la samba, la clase, hasta Guardiola corría. Impresionante, no había palabras, hasta el mismísimo Portu se quedaba boquiabierto al ver el juego desplegado por estos yogurines. Y al final llegó, el rookie del año, premio got milk?, en un impresionante pepinazo, y Adrián inaugró sus estadísticas con Descansa. 1 - 3 y a ellos les empezaban a temblar las piernas. Siguió el dominió nuestro, pim pam, pim pam, balón al palo. Pim pam, pim pam, se la quita el portero de los pies a Rubo cuando estaba medio dentro. Pero se cumplió la famosa máxima de "el que perdona acaba perdiendo". Contragolpe como el primero y como el tercero, y suman otro los muy cabrones. 1 - 4. Volvemos al carrusel de cambios. El físico no es nuestro fuerte, de eso estamos seguros, pero aún así seguimos luchando un rato más, remando contracorriente. Pero volvió a salir Jonathan Saúl, y no puede ser verdad pero en una asistencia, esta vez de un rival, mando un balón inalcanzable para el portero, colocando el 1 - 5 en el marcador y anotando el 2º gol en su cuenta particular. Comenzaba a hundirse, pero le dimos todo el cariño y la confianza que con su trabajo había ganado. Le dimos demasiada confianza y no se le ocurrió otra cosa que hacer "la SAULINHA". Se define la Saulinha como aquella jugada que consiste en un autopase pegado a la banda cuando enfrente tienes a uno que es como dos veces tú. El resultado de la jugada fue más gracioso que la propia definición, ya que Saúl le intento meter el cuerpo resultando por ello expulsado en un perfecto choque inelástico. Salió muy rebotado vamos. A partir de ahí ninguno volvió a ser el mismo, nos enchufaron otro gol como el primero, el tercero y el cuarto, y al final nos metieron otro de churro, para concluir con 1-7.

Pero la conclusión que nos debemos llevar de este partido es la siguiente: Si sólo nos hubieran contado como uno todos los goles iguales que nos metieron. Si Saúl hubiera metido los goles en la portería correcta. Y si hubiéramos cubierto la cuota de palos que nos dan los rivales en todos los partidos, el partido nos le hubiéramos llevado de calle.

Sin más que alabar el trabajo de todos los miembros del equipo, incluso del poco afortunado bigoleador, me queda convocaros a todos para el próximo partido. Hay que llenar las gradas. Me despido hasta el próximo post.

Pull the string and then will never rain