domingo, noviembre 27, 2005

Sayounara, Sensei

Hay días en los que es mejor no levantarse de la cama. Porque hacerlo para encontrarte con lo que me he encontrado hoy es un bajón.

Resulta que, al haber cumplido ya con mis obligaciones, estaba aprovechando la mañana de domingo para echar un vistazo a páginas y blogs que acostumbro a visitar de cuando en cuando, llegando a Bajo la máscara (sí, dedicado básicamente a Spiderman. ¿Qué le vamos a hacer? Debajo de esta fachada, uno tiene su corazoncito) donde he podido leer, vía Moonfleet, la noticia de que el bueno de Pat Morita ha muerto la pasada semana. Podéis ver una nota de prensa al respecto aquí.

Y pensar que anoche mismo, por azares de la vida me quedé en casa y haciendo un zapeo topé con la cuarta entrega de la saga que le lanzó a la fama. Película que aún no había visto y que por supuesto me tragué hasta su finalización. Entre la nostalgia y la curiosidad por ver a Hillary Swank cuando empezaba en esto y debía aceptar papeles de jovencita no iniciada en las artes del Karate (tiene narices que años después haya ganado premios por un papel de boxeadora), no tenía otra opción sino quedarme a verla.

Creo que no hará falta deciros quién es Pat Morita, ¿verdad? Si realmente es preciso hacerlo, no merecéis ser unos menosmola. Estamos hablando del hombre que enseñó a Ralph Macchio a ser una perfecta máquina karateca de matar gracias a un entrenamiento basado en cazar moscas con palillos, cuidar bonsais con mimo y esmero, pasar la escoba y dar y pulir cera a ventanales.




Karate Kids aparte, no estoy muy al tanto de su filmografía, pero me temo que no pasó de ser un secundario habitual en películas en las que hiciera falta alguien con pinta de japonés serio y sosegado curtido en mil batallas, a quien más valía no provocarle porque te podía dar una santa paliza de las que hacen época. Amén de los cameos que realizaba en series diversas aprovechando su bien ganada fama: valga como muestra su aparición en la grandiosa "El Príncipe de Bel-Air" (y fijaos que ahora mismo estoy pensando en si es posible que le viera algún día en "Los vigilantes de la playa"). ¡Ah! Y encima tuvo su propio personaje de dibujos animados, que yo sé que todos vosotros veíais la serie animada de Karate Kid en las mañanas de los fines de semana en Telecinco.

Yo por mi parte siempre quise dominar el golpe de la grulla.

Doumo arigatou, Miyagi San

No hay comentarios: