sábado, diciembre 17, 2005

Amigo, yo que tú desconfiaría

Así que anoche dejaste a la cuqui el coche para que se fuera de farra con las amigas.

Y me dices que estuvieron tomando unas copas y echando unos bailoteos.

Ya. Bueno. No quiero que me acuses de aguafiestas, pero deberías echar un vistazo al vinículo tú mismo.


No sé por qué me parece a mí que la niña hizo algo más que bailar.

Pero claro, la culpa es tuya. Si le hubieras dejado el Volvo limpio y reluciente no existirían tales marcas. Y ya se sabe que ojos que no ven... cuernos que te ponen.

1 comentario:

el_irlandés dijo...

Soy la tía del volvo y eso no es lo que parece, lo que pasa es que se me obstruyó la garganta con una uva y un buen hombre que pasaba por allí tuvo que darme por culo y sobarme las tetas para que no muriera. El hombre es un héroe. Desde luego yo no sentí nada y lo hizo todo desde el respeto. De verdad.