martes, diciembre 20, 2005

Ojo con los calentones

Que sí, que en el momento están muy bien y no veas si disfrutas, a la par que alivian (y si no que se lo digan al exiliado en los madriles, que ya tiene la vista más nublada que el ciego del Lazarillo), pero como no tengáis un poquito de cuidadín cuidadín se os puede quedar una cara de gilipichi como a esta amiga de la foto, pecadores.




¿Queréis saber lo que la pasó? Pues entrad aquí y lo descubriréis. Y así quizá la próxima vez os lo penséis dos veces antes de entrar a matar, pandilla de salidos.

Dedicado a mi querido Tomasek, que como tenga la desfachatez y la osadía de volver a meterse conmigo en los comentarios de un post de mi propio blog sufrirá en sus carnes la justa ira del Portuguesk exterminador.

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