Que si paz, que si salud, que si amor, que si pasa buena noche con tus familiares... bla,bla,bla y más bla.
Basta de farsas.
Fuera máscaras.
Yo, antinavideño radical irredento, acumulando cada día más bilis, lo que me hace asemejar a cierto homónimo robótico de la guerra de las galaxias, y declarado prófugo del botellón en la reciente Champanada Universitaria por el profesor menos abstemio del mundo, te deseo a ti que ahora me lees que en el año próximo y empezando desde ya triunfes como un cosaco*, logres que la vecina te mire con ojos concupiscentes como con los que tú la miras a ella y juntos disfrutéis de polvos increíbles y orgasmos inolvidables, consigas que tu número de aprobados sea inversamente proporcional a las horas invertidas en el estudio, que currando la mitad cobres el triple, que pases más de mil noches de juerga en las que las copas te salgan de gratis y tu maltrecha economía no se resienta, que al fin te regalen eso que siempre has querido, que viajes y conozcas tanto mundo como quieras, y que de una vez por todas te toque la lotería.
¡Coño, ya!
Aprovecho para invitar desde aquí a que depositéis vuestros buenos deseos para el prójimo en los comentarios.
* O cosaca. Los que ya me conocéis no hace falta que leáis esto, pero los que no debéis saber que a mí eso de lo políticamente correcto de moda en yankilandia y aquí, tan amigos del talante y de guardar las apariencias, me la suda mucho. Soy un ferviente admirador del género neutro y poseo una fe ciega en que la gente que me escucha y/o me lee es lo suficientemente inteligente como para estar por encima de estas chorradas pretendidamente igualitarias y entenderme cuando me expreso**. ¿Capici?
** ¿Veis cómo es cierto eso de que estoy acumulando toneladas de amargura que necesita ser expulsada al exterior? Debe de ser cosa del nombre.
Basta de farsas.
Fuera máscaras.
Yo, antinavideño radical irredento, acumulando cada día más bilis, lo que me hace asemejar a cierto homónimo robótico de la guerra de las galaxias, y declarado prófugo del botellón en la reciente Champanada Universitaria por el profesor menos abstemio del mundo, te deseo a ti que ahora me lees que en el año próximo y empezando desde ya triunfes como un cosaco*, logres que la vecina te mire con ojos concupiscentes como con los que tú la miras a ella y juntos disfrutéis de polvos increíbles y orgasmos inolvidables, consigas que tu número de aprobados sea inversamente proporcional a las horas invertidas en el estudio, que currando la mitad cobres el triple, que pases más de mil noches de juerga en las que las copas te salgan de gratis y tu maltrecha economía no se resienta, que al fin te regalen eso que siempre has querido, que viajes y conozcas tanto mundo como quieras, y que de una vez por todas te toque la lotería.
¡Coño, ya!
Aprovecho para invitar desde aquí a que depositéis vuestros buenos deseos para el prójimo en los comentarios.
* O cosaca. Los que ya me conocéis no hace falta que leáis esto, pero los que no debéis saber que a mí eso de lo políticamente correcto de moda en yankilandia y aquí, tan amigos del talante y de guardar las apariencias, me la suda mucho. Soy un ferviente admirador del género neutro y poseo una fe ciega en que la gente que me escucha y/o me lee es lo suficientemente inteligente como para estar por encima de estas chorradas pretendidamente igualitarias y entenderme cuando me expreso**. ¿Capici?
** ¿Veis cómo es cierto eso de que estoy acumulando toneladas de amargura que necesita ser expulsada al exterior? Debe de ser cosa del nombre.
1 comentario:
Impresionante, Portu, no sólo por expresar algunas ideas que comparto (en especial lo referente al género neutro), sino porque me has hecho buscar en el diccionario la palabra concupiscencia (eso sí, he leído lo de "en la moral católica, " y ahí me he parado).
Siguiendo la frase "Basta de farsas. Fuera máscaras", comenzaré con mi rollo que no deja títere con cabeza, cual Fraga Iribarren:
Mis deseos para el año 2006 es que el espíritu navideño desaparezca de una vez. Manda narices que nos impongan una época del año concreta para tener determinados sentimientos o reflexiones, dejadme tenerlos cuando me de la gana, no tengo por qué tenerlos ahora a pesar de que las noches sean más largas. Por no mencionar el paripé que se hace: o eres buena persona o no lo eres, o quieres ser buena persona o no quieres serlo, pero no hagas la milonga de tratar de ser buena persona dos semanas y con eso ya se cumple y el resto del año puedes ser un cabrón (o una cabrona :-P).
Bueno, en esta época del año en que uno recibe los mejores deseos tanto de personas que le odian a muerte y que no dudarán en putearle en cuanto tengan ocasión para que no se cumplan esos deseos que ellos mismos te desean, como de personas a las que realmente les importa un bledo que tengas un buen año o no, en la que si no te obligas a ti mismo a ser más feliz (o aparentar serlo) que en cualquier otra época del año es que tienes toneladas de amargura acumuladas (ahora va a resultar que hay que ser desgraciado en verano para así poder ser más feliz las dos primeras semanas de invierno), y en la que aparecen tíos con barba blanca que van de rojo porque coca-cola dijo que el verde no era buen color para su marca diciendo que hay que comprar muchas cosas para ser más feclices (ese sí es el verdadero espíritu de la navidad: los ricos metiendo en la cabeza a los pobres que si se invaden de un espíritu especial no se darán cuenta de la enorme cantidad de dinero que se están gastando para hacerles a ellos aún más ricos), en esta época mis buenos deseos para el prójimo son... qué coño, la verdad es que me la pela qué tal te vaya, pero espero al menos que saciando tu apetito desordenado de placeres deshonestos te sientas mejor y puedas dejar de tocar los cojones al resto de la gente.
Firmado: uno al que le encanta la navidad (lo digo en serio, pero evidentemente es por otras cosas no mencionadas).
P.D: ¡Buff, qué a gusto se queda uno!
--
Led Zeppelin - Stairway To Heaven
Publicar un comentario