lunes, agosto 07, 2006

¿Casualidades? No lo creo

Antes de empezar quiero dejar claro que esto no es producto de un delirio. Está basado en experimentos que se han ido desarrollando durante los últimos doce meses con datos exactos, pero que viene desde mucho más atrás.

¿Nunca os ha pasado yendo de cena con los amigos, familia o quien corresponda que siempre se queda una croqueta de la vergüenza? Momento en el que te preguntas si todos habéis comido el mismo número, para no parecer un golitrón. ¿Pero por qué ocurre siempre? A continuación, voy a tratar de explicar el motivo de este fenómeno.

La solución es sencilla. La gran mayoría de las personas que trabajan en establecimientos tales como restaurantes, bodegas o similares, no tienen una formación en matemáticas como pueda tenerla un ingeniero, pero se apoyan en las matemáticas para generarnos un problema. Independientemente de cómo queramos repartir las raciones de croquetas entre los comensales, nunca tenemos opción de hacer un reparto igual, lo que supone tener que andar con medias croquetas, cuando no se dividen en tres, por cierto, un tanto desagradable. Llegado un momento en mi vida como aficionado a probar las croquetas allá por donde voy, decidí hacer un plante y comenzar este estudio con datos reales. Expondré mis resultados. De la siguiente manera (Restaurante -> nº de croquetas en cada ración)

- La Vegana (Maliaño) -> 7 croquetas
- La Trova (Cacicedo) -> 7 croquetas
- Mesón Javi Quintanilla (Santander) -> 5 croquetas
- El hipódromo de Bellavista (Santander) -> 11 croquetas, pero pequeñas
- Mesón Los LLanos (Camaleño) -> 7 croquetas
- La Cascada (Santander) -> 7 croquetas
- Casa Ciana (Monte) -> 7 croquetas
- ...

Podría seguir con unos cuantos restaurantes más, pero el número que más se repite es el 7. Si nos quedamos en el 7, podríamos interpretarlo como el símbolo bíblico de la perfección, pero entonces por qué en otros lugares daban 5 u 11 croquetas, tenía que haber una relación más allá de eso. Y sí que existe, podemos comprobar cómo todos los número que anteriormente se han enumerado son NÚMEROS PRIMOS, es decir, números sólo divisibles por sí mismos. Qué cabrones, están jugando con nuestra vida y nuestros sentimientos. A pesar de que alguno de esos trabajadores no hayan completado ni la EGB, si que son lo suficientemente hábiles como para crisparnos y acabar con amistades por esa última croqueta. Las causas para que esto ocurra sólo se me han ocurrido tres:

1º El Gallo-gallo de control mental ataca de nuevo.
2º Un plan de los moritos para hacer crecer la crispación entre los humanos, en pos de llevarnos a la nueva Guerra Mundial.
3º Los cocineros son unos cabrones y disfrutan grabándonos para ver qué ocurre con esa croqueta.

En fin, no tengo más que añadir. Bueno sí, no sería justo no reconocer, que encontré pocas excepciones, creo que 2 en más de un año: en uno de los sitios nos sirvieron 8 croquetas y en el otro 9, todo un detalle.

A pensar en ello.


Pull the string and then will never rain

9 comentarios:

al_pachino dijo...

Grande Juanisho. Así es como me gustan a mí las cosas, llevadas a la práctica, experimentadas...

La última croqueta lleva tu nombre a partir de ahora jejeej

Portu dijo...

Acojonante. Más acertado no se podía estar. La experimentación era esto.

Sirva como apoyo a este estudio la cena a la que tuve ocasión de asistir el pasado jueves en la que el plato de croquetas estaba compuesto por, efectivamente, 7 unidades. ¿Podría ser que es comúnmente aceptada dicha cantidad para simbolizar los siete pecados capitales y que la de la vergüenza (o Juanisha a partir de ahora) no sea sino la representación de la gula?

Dejo ahí mi reflexión no sin antes resaltar el hecho de que mis dos compañeros comensales decidieron de mutuo acuerdo dejar para mi esa última representante. ¿Tanta cara de hambre tengo?

Anónimo dijo...

Tienes mucha suerte, en Madrid, el número suele ser el 4, o el 6. Dado que somos cuatro, las majas que salimos por ahí a quemar el reino, pues cuando hay 4, todas somos mas que amigas, y cuando hay 6... Empieza el martirio: venga, tía, que tu no comes nada, no, bueno, me la como yo, coño, pienso yo, no te la comas, cabrona, que yo estoy mas delgada y la necesito, y estoy atravesando un bache emocional en mi vida, y esa croqueta podría ser el final de éste... y así hasta la próxima tapa que nos ponen, entonces, uno ve mas comida, y cómo que piensa, -bueno, si ya están frías, que se las coma la mas pringada, que en este caso suelo ser yo. Ah, y eso no es lo peor, lo peor es que las que comemos aquí, suelen estar llenas de grasa, dejar una estela de aceite en el plato, y tener una temperatura volcánica, que vamos, llevo desde el viernes con el paladar quemado e hinchado por el hambre generado de quedar a cenar a una hora tardía. Creo que no quieren jodernos, lo que pasa es que hay determinada masa para cada plato, y les tienen que salir las cuentas, nada mas, no creo que conspiren contra nosotros, sería ya entrar en un debate serio y de datos severamente contrastados, y la verdad, para hacer un estudio sobre algo en concreto, hay que estar verdaderamente motivado, y a mi las croquetas... todavía si fuera sobre George Cloney, o mi Noriega adorado, eso ya sería otro cantar... dedicada en cuerpo y alma estaría.
cuídense, y pasen unos días de felices vacaciones, sin pedir croquetas, por favor¡

el_irlandés dijo...

Pues yo nunca las cuento, estoy demasiado ocupado protegiendo lo que es mío de tenedores cabrones.

Juan_isho dijo...

Os parecerá mentirá, pero para celebrar mi cumpleaños compramos una caja de delicatesen la ermita de san pedro de croquetas de carne. Mis ojos no daban crédito porque el número de croquetas que contenía la caja era de 17!!!!!!!

No puede ser real.

Por cierto, aquí que te pongan tapas con cuatro croquetas son utopías, nadie aspira a nada más que aceitunas de muchos días antes.

Anónimo dijo...

No, las croquetas iban acompañadas de unas tapas, previopago. Namás, namenos. Bueno, que estoy en el trabajo y así no se puede, que me enganché a los menosmolones del barrio. Un saludin para el irlan, pacho, y portu, y que sepas, irlandés, que igual hubiese estado bien matar a uno que yo me se, por la novedad, digo, pero como decía María Jimenez, con su acabó, bonito epitafio para este amor que toca fondo, cómo diría ella con sus cuatro cojones, éste ya está matado. En mi, por dentro.
Bueno, cuidénseme, ah, perdón por la inclusión de este comentario al irlan que poco tiene que ver con las croques, que en Madrid, están a un euro por pieza en la terraza de los Madroños, por mi querida Latina, joder,,, y seguimos comiendo y pagando a esos precios...
bss a todos.
Ya sólo me queda una semana para plantarme en el Sardinero y comtemplar vuestro cielo terrenal.

el_irlandés dijo...

Welcome to paradise babe. Whenever you come.

In the Cruz Blanca, six croquetas. For five of us. Still no match. Juanisho is right, they hate us. Right now im so drunk i cant even write properly. God save the Vicente.

el_irlandés dijo...

Por cierto. A bordo de la gira "Carretera y top manta", Joaquín era el hombre más importante después de dios. O según se mire, más que dios. Resumiendo, Dios.

(Plagio a mi admirado Reverte, espero que me perdone).

Portu dijo...

Añadamos dos nuevos establecimientos a nuestro catálogo:

Casa Sampedro (Adarzo) -> 8 croquetas

El Trébol (Cueto) -> 8 croquetas


La verdad está ahí fuera.