miércoles, agosto 16, 2006

Santander y la nariz de Úbeda

Estaba yo hace unos meses por la capital del imperio, así a mi bola, pensando en cuestiones trascendentales tipo el sexo de los ángeles y los arcángeles, de dónde venimos, a dónde vamos a qué huelen las nubes y de qué están hechos los rollitos primavera, cuando un amiguete cantabrón me llama. Yo pensé, coño, qué alegría qué alboroto, noticias de la tierruca, y claro, descolgué el teléfono que es lo que hay que hacer cuando amiguetes cantabrones te llaman al susodicho. Qué pasa muchacho, me dijo él. Pues aquí andamos, le dije yo, ya sabe, nada de estresarnos mi amol, tranquis del todo. Me alegro, dijo él. Me alegro de que se alegre, dije yo. Supongo que no se habrá enterado, dijo él (es un individuo con amplios conocimientos sobre mi permanente caraja mental). Supone bien le dije yo, yo me quedé en lo de que los americanos llegaron a la luna, desde ahí me he enterado de bastantes pocas cosas. Bien bien, no diga gilipolleces. Es que me cuesta, ya lo sabe. Que se calle. Correcto, me callo. A que no sabe quién viene a dar un concierto a Santander. Joder, joder, en esta no me pilla, que esta yo ya me la sé, B.B. King. ¿Bibi Quién?. B.B. King. Ni guarra de quién es ese pollo, pero no, no es ese. Pues vaya, espero que tampoco sea King África. El gran Joaquín. Venga ya. Como se lo cuento. No me joda. Pues sí. Habrá que sacar entradas. Ya está hecho. Creo que ahora mismo le tocaría, dije yo. Eres un tonto del quince, dijo él. Lo sé, pero no se lo diga a la morena, dije yo.

Y uno cuelga el teléfono, y lo piensa despacio. No por nada en especial, sólo porque yo pienso despacio. Y vuelve a descolgar y llama a un acólito madrileño y se repite una conversación similar a la de arriba pero esta vez siendo yo el informador y él el informado. Pues para Santander que me voy, dice él, y me quedo en su casa, naturalmente. Naturalmente, digo yo, faltaría más, ya sabes que mi casa es un palacio donde nunca falta espacio. Y vuelves a colgar. Y vuelves a pensar despacio. Y vuelves a descolgar. Y llamas al señor portu, adorador pagano, como servidor, del genio inigualable de la nariz de úbeda. Y se lo comunicas. Coño, usted sí que es de puta madre, dice él. Lo sé, digo yo (me encanta el doramiento de píldora). Tenemos una cita, dijo él. Claro querida, póngase el tanga que me gusta, dije yo.

Y así quedaba todo listo y preparado. Bueno, todo listo y preparado hasta que una noche cualquiera de un viernes de primavera, iba yo todo cogorza con mi acólito madrileño y va y me dice que ha visto a un señor con bombín y que se va a comprar uno para el concierto. ¿Cómo que uno?, dije yo. ¿Cuántos pues?, contestó él. Siete, dije yo. Vale, no problem, yo me encargo, dijo él, que son las típicas cosas que se dicen cuando son las cinco y tienes algo de sangre en el alcohol. Y al cambiar de garito vimos a una señorita de entre quince y cuarenta con camiseta a rayas. Y nos miramos. Otras siete dijo él. Otras siete, dije yo. Y entonces ya sí que quedó todo listo y preparado.

Pues resulta que el otro día fue diez de agosto. Y qué se hace un diez de agosto. Pues lo que cualquier diez de agosto. Te levantas. Corrijo, te levantan tus compañeros de la meseta que se quedan en tu humilde morada y que tienen la insana costumbre de levantarse antes de las doce. Te rascas el huevo derecho. Miras por la ventana. Coño, sol. Sol en cádiz, claro, porque aquí amenaza agua que da gusto. Puto murphy. Da igual, a la playa por mis cojones. Vas a la playa. Te metes en el cantábrico. Te cagas en todo lo que se menea. Sales del cantábrico y juegas a las palas para evitar la hipotermia (gentes de la meseta, otro día les explico la diferencia entre el sagrado juego de las palas y la mierda de las paletas). La verdad es que bajar hoy a la playa ha sido forzar. Al faro a por una caña y unas rabas (gentes de la meseta, en otro capítulo explicaremos gráficamente cómo llamar a las cosas por su nombre: rabas, señores, rabas, NO calamares, calamares caca, no nos gustan los calamares). Te vas al súper. Compras alcohol para tumbar a una manada de elefantes. No te venden B-12, que esa luego ya en el hospital te la dan gratis. Chachi. Vas a casa. Te duchas. Te afeitas. Te pones camiseta de rayas y bombín. Arramplas con todo el alcohol que eres capaz de ingerir en una hora. Sacas fotos chachis. Te vas a la campa de la Magdalena. La gente te mira por el camino, no sé si por el bombín, por la camiseta de rayas, por las cervezas o por ir cantando a voz en grito el repertorio completo del señor Joaquín. Te juntas con amigos de Portu. Ellos no van uniformados y te miran con envidia. Es lo que tiene no andar con un amiguete madrileño borracho, que no se te ocurre comprar bombines y camisetas de rayas.

Y entonces te abres paso con todas las malas artes aprendidas en el metro de madrid entre la marabunta de fanes descontrolados que te miran con mala cara, pero que callan y acatan cuando ven que semos diecisiete con pinta del prota de la naranja mecánica. Y coges sitio delante del escenario. Para verlo todo de lujo. Y sale panchito varona. Y antonio garcía de diego se pone al piano. Y olguita román a los coros. Y sale él. De bombín y chaqueta de cola. Y bastón. Y tiene buena cara, y toda la buena voz que puede tener alguien que ha bebido como tres cosacos y ha fumado como quince carreteros. Y se tira dos horas de reloj cantando. Que si aves de paso, que si ahora, que si el pirata cojo. Que si los conductores suicidas, que si las noches de boda, que si nos dieron las diez y las once. Que si yo no me muevo de aquí hasta que me cante contigo, y a la román que se lo dijeron mil veces y por una vez presta atención, y se la marca a capella y luego sigue Joaquín porque de sobra sabemos que somos los primeros. Que si magdalenas, que si calles melancolías y pactos entre caballeros. Y uno las canta todas, de principio a fin y después se tira cuatro días sin poder hablar. Me la sopla. Resumiendo. Apoteósico. Y con un poco de suerte repetimos en madrid.

Al final se terminó la noche como sólo una noche así se puede terminar. Como dios manda. Ya saben, para qué más detalles, copas, risas, excesos, cómo van a caber tantos besos, en una canción.

9 comentarios:

Portu dijo...

Un día más, no nos defrauda usted con su verbo florido. Eso sí, una corrección quiero. Y una retractación exijo. Yo ya estaba informado de la venida del verbo hecho hombre a Santander town y así se lo transmití allá por el mes de.. vaya usted a saber.

Tampoco es menos cierto que me dejó como encargado de adquirir las entradas necesarias y yo, cual empanada de bonito, hice mutis por el foro y no me enteré de la misa la media, circunstancia por la cual tuvo usted que sacarme de mi ensimismamiento. A partir de ahí, todo lo relatado es verídico. O casi.

Y de sobra sabes que eres el primero, pero no hay narices de decirme en la calle esas cosas que me dices vía blog.

Y a todos ustedes les recomiendo visitar el blog de tito Pancho Varona. De nada.

al_pachino dijo...

Muy bien Irlandes, la próxima vez llamame a mí también que aunque no vaya con vosotros os pediría una entrada...que me dijeron que se acabaron.

El Pancho que no Pacho parece buen tío . Le gusta ver el mar mientras canta tiene un poco complejo de gaviota.

MALEFICABOVARI dijo...

Bueenoooooooooo, no me lo creo, joder, que toca en Madrid, joderrrrrrr, pues allí estará una, a dejarse la voz y el alma, espero me reconozcáis, llevaré el disfraz que hace honor a mi alias, y el careto de mala ostia que suscribe el alias tb.
Que artículo de inconmensurable estilo y crítica certera, por lo que veo, aunque no pude asistir al evento, ya me hubiese gustado, pero andaba yo trabajando, poco, pero hay que fichar... pues eso, que me alegro que lo pasarán tan bien, y que el alcohol reiniciase vuestros bodys para la canción que viniese.
Ale, besos, joder, no sabéis el frío que hace en Madrid, ah, y avisar cuando venga aquí el sr.atleticoaliassabina, sí, yo tb soy del atletic, ya me cae mejor todavía el cantante.
Agurrrrrr

el_irlandés dijo...

Correcto, corregido y retractado. Es que la última semana ha borrado casi todo de mi cerebro. Ha sido un reset en toda regla. A parte, claro, que yo siempre me acuerdo de las cosas a grandes rasgos. Sé que salgo de casa y que vuelvo, lo del medio suele estar bastante difuso.

el_irlandés dijo...

Por cierto, señora maléfica, nuestro adorado joaquín es acérrimo seguidor del ATLETI, o del ATLÉTICO, vamos el de madrid, no el de bilbo. No sé si se referirá a ese, de todas formas con su currículum sólo la faltaba ser del atleti. No se castigue así, mujer.

al_pachino dijo...

Después de esta aclaración me invade una curiosidad, si Gil hubiese sido el presidente del Atletic de Bilbao cómo llamaría a su equipo. ¿Llegaría a la "c"?

Marisa Sonrisa dijo...

El día 10 yo salía de tu tierra , lo único que llegué a ver de Sabina fueron los carteles. Me alegra que lo disfrutaras.
besos

Juan_isho dijo...

Mucho sabina, pero nadie se acuerda ahora de esos pequeños grupos que se ganan la vida honradamente, el día 10 especialmente y el domingo 13, uno de esos grupos, cantando entre otras canciones de Sabina no me dejaron dormir pq tenian ganas de fiesta en el barrio que tengo, no tan cerca como podais pensar.

Me alegro que el concierto estuviera bien, pero me cawen en tos los king africas, giorgis dan y compañía q ponen todo a todo volumen pensando q asi gustara más.

Pd. Cantan muy mal (en general).
Pd2. Gran atasco el de esa tarde en santander, menos mal que ya quedan muy pocos turistas. Hasta el año que viene que les recibiremos "encantados" :P.

Animo chicos.

MALEFICABOVARI dijo...

Sí, señor irlandés, del atletico de madrid, soy, y es que usted ya sabe que a mi me va la caña, lo de sufrir, que sino, menudo coñazo la vida. Tengo fotos con todos los jugadores, porque su campo está en Majadahonda, lugar donde vivo, y he ido a algún entrenamiento con cámara en mano y libreta para autógrafos, joder, si es que una es devota.
No me queda muy claro eso de "y con su curricúlum", supongo se referirá a mi maravillosa vida, a mis ocios impolutos, y a mis cojones de mentira con los que me paso todo por la chepa.
Anyway, en Madrid, a tenor de Sabina, nos veremos todos las caras. Porque una morena negra, con cara de mala ostia, y que chilla cómo una jodía, pues pocas, seguro, pocas. Ah, que llevo toda la semana con el directo de Sabina, mi hija ya se sabe el repertorio, y yo la digo, esto, esto es lo que vale, tu ni caso a las baladas de la Sade que pone tu padre en el coche, que esa no vive en este mundo, y luego te pegas la ostia, cómo los que escuchan ese tipo de blandeces con sabor a fiestas megaguays al borde de una piscina iluminada. Eso es mentira. No existe. Ale, sigue escuchando al poeta urbano de Sabina.
Me voyyyyyyyyyyy de vacasssss a Santanderrrrrrr, hablamos a la vuelta. Cómo haga malo, júrolo, me abono para siempre a mi Mallorca.