domingo, agosto 13, 2006

Nos sobran los motivos

El jueves se acercó por aquí el señor don Joaquín Sabina, y para no perder las buenas costumbres decidimos llevar a cabo un fotomental, marca registrada de esta casa, patentado por el putter, y en la que nos prodigamos menos de lo que deberíamos. Parece mentira, con lo trepidantes que son nuestras vidas diarias.

19.50. Con exquisita impuntualidad portuguesa acudo al cubículo del irish man in Santander para sentarme a la mesa con el resto de convocados al evento y debatir ante unos cachis sobre cuestiones filosóficas tocantes a lo divino, lo humano, teleféricos de inmensa capacidad y calamares de proporciones bíblicas.


20.56. Nuestra timidez intrínseca nos lleva a parapetarnos tras los bombines adquiridos para la ocasión, no vaya a ser que después nos reconozca la gente por la calle y sea peor.


21.20. De camino a la tierra prometida, el irlandés y su séquito deciden retratarse para la posteridad a la entrada del establecimiento en el que con total seguridad NO cenó el maestro.


21.38. Tras encontrar en nuestro camino cienes y cienes de miradas suspicaces (pues bien guapos que ibamos) llegamos a nuestro destino, donde me reuno con mis acólitos. Menos y no tan uniformados como los de mi colega de blog, eso sí.


21.51. Tras sortear los múltiples dispositivos de seguridad, correteamos libres y pizpiretos por la campa de la Magdalena. Gal y su tropa inspeccionan el terreno. Y qué mejor lugar para comenzar que los servicios habilitados para la ocasión. Vale, sí, tenéis razón: la barra en la que estaba trabajando el rey de la night. Y sí, efectivamente, también la visitamos. Eso sí, en distintas tandas, para no agobiarle, no vaya a ser que se nos enfade y se nos acabe el chollo.


22.41. Apenas 20 minutos de concierto y el irlandés ya estaba totalmente entregado.


23.36. Llegaba el turno de cantarle una canción a la Magdalena, la más señora de todas las putas, la más puta de todas las señoras, y éramos capaces de hacer cualquier cosa por lograr una correcta visualización del escenario.


0.33. C'est fini, mes amis. Bien castiza la imagen escogida para tal trance.


0.35. La representación del blog no tiene dudas y se quita el sombrero ante lo presenciado.


Después fuimos dando un paseito cerquita del mar (moríos de envidia, gentes de interior) hasta el centro de la city para continuar la fiesta, pero ahí ya nos perdimos, cada uno hizo la guerra por su cuenta, y no hay fotos de lo acaecido. Una verdadera lástima.

Les recomiendo que no dejen de visitar su blog amigo para así poder disfrutar de la inigualable prosa de nuestro irish guy ejerciendo labores de crítico musical. La cosa promente, ¿a que sí?

Y que vivan Carmen y su cámara.

4 comentarios:

al_pachino dijo...

Bueno, bonito y barato. Por culpa de mi dejadez, como siempre, me pierdo los conciertos de los grandes... La próxima vez que venga pilladme una entrada sin preguntar.

el_irlandés dijo...

En breve le llegarán esas fotos señor portu, para que pueda incluirlas. El concierto fue la ostia. Acojonante. Sublime. Apoteósico. Y bien guapos que íbamos, claro que sí.

Anónimo dijo...

Que envidia, ni el puto Hola hace un reportaje igual, y que niñas mas monas, coño, si es que os codeáis con lo mejor... He estado fuera de la city estos días, jeje, si al fin, y hoy vengo a veros un rato. Me alegro mucho, ese señor es un genio, y la gente que lo aprecia mas de lo mismo.
un bso fuerte,
malefica

Juan_isho dijo...

Sin duda es el mejor republicano cantante amigo de los principes. Me gusta tiene estilo, y ademas es del atletiiiiiiiiiiiiiiii de madriiiiiiiiiiiiid.

Enorme la caracterización del irlandés y sus respectivos compañeros.