Por todos es sabido (y si no ya os lo cuento yo) que la carrera de Telecomunicaciones es dura, exigente y larga (en algunos casos muuuuy larga). Es por ello que uno no puede dejarse llevar por distracciones terrenales que en otras licenciaturas forman la base de lo que se da en llamar "vida universitaria": borracheras, fiestones criminales, fumadas varias y folleteo. Ante todo, folleteo. Así que nos ganamos fama de "ingenieritos sin vida social, ni ganas de ella". ¡Craso error!, que diría el amigo Arnie Chuacheburger. Sí que tenemos ganas de experimentar tales manjares vitales (oigh, qué bonito me ha quedado esto). Y es por ello que en cuanto se tiene la oportunidad (esto es mayoritariamente cuando uno está a puntito de acabar su periplo universitario), se aprovecha. Y si hay que irse de Erasmus para lograr un mejor aprovechamiento, hace uno las maletas y se va de Erasmus. Faltaría plus.
Esto es lo que ha hecho una significativa representación de los menosmola, de la que aún esperamos noticias en forma de post sobre sus vivencias allende los Pirineos, así como otra destacable facción de la generación Telekos'82, ahora mismo diseminada por la vieja Europa. Desde este blog, trataremos de cultivaros a todos vosotros, pobres lectores que no salís de casa ni para comprar el pan, y mostraros que hay un mundo ahí fuera, lleno de placeres con los que no podéis ni soñar, relatando periódicamente sus aventuras y desventuras allá donde les ha tocado en suerte vivir durante este curso.
Y nada mejor que empezar con el inigualable Hepeti, del que aún hay pendiente un "Todos tenemos un pasado" para que le conozcáis mejor. Al bueno de Héctor le hemos mandado a Escocia, tierra de lagos con monstruos, whiskies y William Wallaces. Aunque, como él mismo dice en su más reciente mail "Aquí andamos en las tierras nobles de sires y princesas… jajaja, eso será en las películas, porque a nivel de calle… son todos más bien como Garfields: Regordetes, anaranjados, y siempre dispuestos a comer/beber cualquier cosa en cualquier sitio!!!!" . Efectivamente, la cruda realidad siempre supera a la ficción. Sin más dilación, os dejo con su resumen acerca de lo que le aconteció los dos primeros días que salió por ahí. Agarraos, que vienen curvas.
Vida nocturna de (casi) las HighLands
Aparentemente tienes sueño. ¡Coño! No lo vas a tener. Te acabas de despertar de la siesta. Ya está anocheciendo, ¿qué hora es? Mejor no mirar… Hoy es XXX (dónde XXX no quiere decir censura, sino cualquier día de la semana). Vaya, SIGUE lloviendo… trinca chubasquero. Vamonos de fiesta, a ver si entramos en calor… Sales de la resi, con tu jersey de lana, cazadora de nieve, chubasquero, guantes, gorro… Toda precaución es poca. Te encuentras con una tía en minifalda. Te encuentras con una tía en tirantes. Te encuentras con una tía en minifalda y tirantes. Te dices a ti mismo: Seré cabronazo, estamos en verano y yo sin enterarme. Subo la cremallera hasta arriba.
Después de tomarnos algunas cervecillas para evitar ser apuñalados vilmente en los pubs, ponemos rumba a alguno de ellos. Paramos enfrente de una Iglesia. No, no nos hemos convertido en una de las facciones radicales de la iglesia. Simplemente, aquí, cualquier bar que se precie tiene que haber sido una iglesia antes. Así que, ni cortos ni perezosos, nos adentramos en busca de la pila bautismal de cerveza y la santificación de todos y cada uno de los placeres carnales. Primer detalle: Aquí el bailoteo es una forma de vida, de ligue, y de que te respeten… ¡Joder! Primer codazo de la noche… La chica, gruesa donde las haya, y de cara “out of service”, está en el mismísimo centro de la pista, aunque para ella debe ser toda entera… Los españoles, un poco más educados, nos apartamos un poco para dejarla su momento de gloria, total, aquí, en la pista, no sobrevive la más fuerte, sino la más grande. Bien, ya tenemos nuestra pequeña parcela tipo “clásico rondo futbolero” compuesto por unas 20 personas… GRAVE error. No hay cosa que excite más a la población autóctona que un rondo sin nadie en el centro… En dos segundos, un par de negratas se ponen a bailar en el puto centro al más puro estilo rapero del Bronx. Eso sí, suena Sweet Home Alabama. Dos de los nuestros, los más borrachos, osan intentar imitarles y se adentran en el “nuevo” centro. En estos 5 segundos de desconcierto, tres o cuatro pavas se han ido acercando al centro de gravedad… Estás por lo menos entrar, y se mueven como auténticas GUARRAS. Entran y salen del círculo pidiendo guerra. Los negratas, al ver a los nuestros bailar y ver que NO tenemos NPI, nos miran con desprecio y se van. Las tías siguen entrando. ¡Dios! Pisotón y codazo a la vez… Cagüen sus muertos, yo de aquí ya no me muevo. Me he precipitado. Llega una rubía, altísima, empieza a mover los brazos de manera extraña… su novio 4x4 la acompaña. No consigue captar suficientemente nuestra atención. ¿Qué hacer? Obvio, se quita la parte de arriba del vestido. No, no lleva ropa interior. Su novio se pone bruto y empieza a meterla mano como un descosido. Recuerdo: estamos en una iglesia. Siento no tener fotos, tenía la misma cara que teníais vosotros ahora mismo. Mientras los chicos estamos inmersos en nuestros pensamientos, un scottish se acerca a una de las españolas, y sin más dilación, suelta: “Quiero follarte esta noche. Te invito a una bebida, pero no hace falta que pases la noche conmigo”. Si, aquí el ataque frontal debe rondar un 80% de efectividad. GUARRAS. Feas, sí, pero GUARRAS.
Marchamos, tras la repetición de la jugada por parte de la rubia un par de veces más. En otra disco, se repiten las mismas jugadas. En un momento se para la música. ¿Qué coño pasa? Son las 0:00, no se puede acabar ya. Sale el DJ pdiendo voluntarios para jugar a un juego. En fin, veamos que pasa. Dos son los valientes… y el juego consiste en comer la mayor cantidad de salchichas en un minuto. Traen un cubo de fregona repleto de salchichas para cada uno. Joder, uno de ellos es una tía. No quiero mirar. Gracias a dios, la tía se comporta y come de una en una. Al otro lado, el mayor CERDO del mundo, su contrincante, se mete salchicas por la boca a puñados… va a estallar, pero es su lanzamiento al estrellato. Tenemos un vídeo. En cuanto lo consiga, os lo paso. Sobran las palabras. Eso sí, el tío ganó una tele de 14”. El tío lo celebra metiéndose su cubata de un trago en su asquerosa boca todavía llena hasta reventar de salchicas… Se acaba la noche: Son las 2 de la mañana (¡cabrones!)
En próximos capítulos, ¿logrará Héctor salir algún día hasta tarde? ¿Impondrá el himno del Racing como canción oficial de salutación a su persona cuando entre en los bares? ¿Irá algún día por la Universidad para trabajar en su proyecto o pasará olímpicamente? ¿Le entrará algún escocés borracho con ganas de mambo? Y lo más importante... ¿le dirá que sí o que no? Para saber eso y más...¡Permaneced atentos!
1 comentario:
Joder muchachos, realmente de todo lo que he leído sin duda alguna y por goleada, gana héctor. Juanillo ya sabes a dónde hay que ir a visitar primero. Sin duda.
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