miércoles, septiembre 27, 2006

El enemigo en casa

Iba yo a meterme en mi camita, que mañana hay que madrugar, cuando he pensado "bah, venga, voy a echar un último vistazo a mi correo a ver si alguien ha comentado en el blog" y en lugar de eso he topado con ¡¡una nueva colaboración de el Retirao!! Os dejo con ella, que es así como larga y no tiene desperdicio.


Unos días después de haber visto la factura de teléfono de Agosto y ver con buenos ojos esos 69 céntimos de consumo telefónico, llega la factura de Septiembre.

Todo bien, todo perfecto, excepto por un pequeño detalles: 12 llamadas realizadas a un 905 entre las 2:00 y las 4:00 de la mañana entre un domingo y un lunes.

"Vaya", pensamos, "habrá habido un error en la facturación. Bueno, nada que no solucione una llamada al 902 de ONO" (a pesar de que por ley tienen que tener un número gratuito, ahí sigue el 902. Al menos devuelven el dinero de la llamada si lo pides explícitamente). Llamo y me atiende una chica que, muy amablemente, me explica que esas llamadas han sido realizadas a un concurso de televisión y se ofrece e explicarme cómo evitar que vuelva a suceder en el futuro. El diálogo que sigue viene a ser, de forma resumida:

-El Retirao: Verá, es que el problema no es cómo evitarlos. Es que nos han cobrado unas llamadas que no hemos hecho.

-Teleoperadora Inepta: Es que sí se han hecho.

-ER: Verá, yo comprendo que le aparece ahí la lista y que eso le da la seguridad de que se han hecho, pero es que yo estoy seguro de que no se han hecho. Si no lo estuviera, no llamaría.

-TI: Pero es que sí se han hecho. Si lo que quiere es evitar que utilicen su teléfono para estas llamadas...

-ER: No, no, no quiero evitar nada. Lo que quiero es que no me cobren unas llamadas que no hemos hecho.

-TI: Sí se han hecho.

-ER: No, no se han hecho.

-TI: Sí se han hecho.

-ER: Bueno, comprendo que tal vez usted no puede solucionar este problema. ¿Me puede decir cómo puedo contactar con alguien de ONO para que me lo solucione?

-TI: No, no puede hablar con alguien superior a mí. Mire, señor, el dinero no se lo van a devolver, si quiere puede volver a llamar pero le van a decir lo mismo que yo.

-ER: De acuerdo, ya buscaré otra forma de hablar con ONO.

-TI: Buenas tardes. Gracias por su llamada.

Bueno, después de esto hicimos otra llamada en la que hemos llegado a la conclusión de que volvió a atender Teleoperadora Inepta, en la que no nos mostramos tan comprensivos y exigimos que ONO ofreciera una vía al cliente para solucionar estas situaciones. A regañadientes nos dio la dirección de la sede de ONO en Santander (Calderón de la Barca nº 15).

Después de consultar con un ex-teleoperador de telefónica cuál era la política de telefónica en estos casos, y que me contestara: "En un caso como el tuyo en el que se ve que nunca habéis hecho llamadas de esas ni hay reclamaciones extrañas, se devuelve el dinero y se envía a un técnico a revisar si alguien ha pinchado el cajetín", fuimos para la sede de ONO. Tras explicar la situación, nos dijeron que ONO seguramente nos devolvería el dinero por tratarse de la primera reclamación. Todo iba bien hasta que apareció el elemento del diablo: un teléfono. Nos pusieron con el departamento de reclamaciones.

-ER: Buenas, llamábamos porque nos han cobrado unas llamadas que no hemos hecho.

-Teleoperadora Estúpida: ¿Es usted El Retirao?

-ER: El mismo.

-TE: Verá, es que las llamadas sí se han hecho.

-ER: Pues no, no se han hecho. En nuestra casa vivimos 3 personas adultas, no hay ningún niño ni ningún viejo senil, y no es que haya sido una llamada por error, es que son 12 llamadas y si una persona hace 12 llamadas se acuerda de haberlas hecho.

-TE: Pero las llamadas sí se han hecho.

-ER: Mire, ya sé que constan como hechas, pero tiene que tratarse de un error.

-TE: No, el sistema no ha fallado.

-ER: No sé si el fallo está en el sistema o en qué punto exacto, pero está claro que el fallo se ha producido, y eso es lo que queremos que investiguen.

-TE: No, no se ha producido ningún error. Si se hubiera producido un error se investigaría, pero no se ha producido. Las llamadas se han hecho, y ONO no les va a devolver el dinero.

-ER: Muy bien. ¿Me puede decir su nombre, por favor?

-TE: Teleoperadora Estúpida.

Volvemos a hablar con la única persona que nos ha atendido en persona y, por tanto, la única persona que nos ha atendido medianamente bien. Después de quejarnos del servicio de atención al cliente de ono, en el que se llama al cliente mentiroso ("no, claro, si dicen que las llamadas sí se han hecho están diciendo que uno de los tres es un mentiroso", tuve que añadir después de que se llevara las manos a la cabeza), la señora tomó aire y nos aclaró que la política de ONO era no devolver el dinero en las llamadas al 905, y que seguramente hayan llegado a la conclusión de que las bajas que pueden provocar casos como el nuestro es algo que les sale mejor que el devolver el dinero a la gente que llama reclamándolo. Nos dijo que ella por supuesto no podía hacer nada y que, por tratarse de política de empresa, no íbamos a encontrar a nadie en ONO que nos diera otra respuesta. Nos dijo también que teníamos la opción de ir a la oficina del consumidor.

Pero lo verdaderamente interesante fue que por fin puso sobre la mesa lo que sus compañeras de trabajo habían dicho de una forma menos abierta y mucho menos educada. Nos dijo que, aunque para ella era imposible saber si realmente se habían hecho las llamadas o no, era una lástima que no supiéramos a qué empresa en concreto pertenecía ese número, porque nos podría hacer caer en la cuenta de algo, que ella ya había visto de todo en ese lado del mostrador y que hay ocasiones en las que de repente la gente cae en la cuenta: "«Anda, pues sí, igual mi hijo...» Su hijo de 28 años... además es que esto de las 3 de la mañana es muy típico".

Lo que quiso decir, y que se vio mejor cuando dijo "El teléfono no se marca solo", fue:

Caballeros... bienvenidos a El Enemigo En Casa.

Eso es. Lo que hay que hacer es investigar quién es el culpable. Uno de nosotros es un mentiroso. Igualito que en Diez Negritos, pero con la tensión adicional de ser gente conocida. Analicemos los principales (y únicos) sospechosos de esta conspiración:

1. Mi madre. Persona que duerme al lado del teléfono. El candidato ideal. Un día se da cuenta de que a su vida le falta algo, y ese algo es: llamadas a un concurso de televisión. Cuántos años malgastados sin haber hecho esas llamadas. Mi madre además es la que recibe la factura y podría esconderla sin ningún problema sabiendo que nadie preguntaría por ella. Pero no lo hizo: seguramente dejó la factura a la vista para que nosotros la abriéramos y estuviéramos sufriendo pensando en la injusticia que nos han hecho. Ahora mismo se está riendo por dentro ante mi desesperación.

2. Mi hermana. Otro buen candidato. Durante los años que ha estado fuera no hemos tenido ningún problema, pero vuelve a casa unos meses y... ¡zas! Precisamente entonces es cuando nos clavan en la factura. Demasiada casualidad. Además mi hermana también se queda a veces despierta hasta tarde... ¿tal vez decidió que esa noche en vez de leer un rato sería mucho más interesante llamar por teléfono?

3. Servidor. El Retirao. Yo también soy sospechoso, claro. No sería la primera vez que me quedo despierto hasta tarde. Y en aquella época tal vez estaba aprovechando la noche para investigar un poco sobre una práctica que tenía que hacer. ¿Acaso encontré una divertida forma de matar el aburrimiento mientras tanto?

4. El señor X. Descartado el hecho de que alguien pueda entrar en casa a esas horas y hacer las llamadas sin que nos diéramos cuenta (realmente creo que ha quedado claro que a esas horas suele haber alguien a quien no le ha venido el sueño o que se despierte, cosa que unida al hecho de que a pesar de haber leído numerosas novelas de Agatha Christie, ninguno de nosotros es un experto criminal, hace difícil que alguno de nosotros esté llamando a esas horas sin que los demás se enteren), nos queda la otra posibilidad: un vecino nos pinchó el teléfono. Curiosamente, a diferencia de las 3 opciones anteriores, esta es la única opción que en ONO rechazaron de plano porque no le veían ningún sentido. Veían sentido a las 3 anteriores porque han visto de todo, pero ésta no estaba considerada como posibilidad aceptable.

Bueno, total, que la chica que nos sugería todo esto, empezando por un sutil "es que ustedes parten de la base de que las llamadas no se han hecho" intentando hacernos ver la luz acerca de lo inocentes que somos al pensar que conocemos a las personas con las que vivimos, acabó reconociendo que tal vez las teleoperadoras que nos atendieron por teléfono hubieran realizado una "presunción de culpabilidad".

Y mi última frase fue: "y precisamente al cliente lo que no le gusta es que le presuman culpable". O al menos en mi caso. Llámame gilipollas y te diré que tienes parte de razón. Llámame mentiroso y te la guardaré durante el resto de mi vida, porque es el único defecto que no tengo (si encima fuera mentiroso, no habría por dónde cogerme, caray). Incluso aunque seamos amigos, siempre recordaré que cuestionaste mi palabra (amigo lector, seguramente tú ya no te acuerdes, porque hace muchos años y no le diste importancia, pero desgraciadamente yo sí me acuerdo y tengo la maldición de no poder olvidarlo y sentir dolor). Y si eres mi compañía telefónica, por mucho fastidio que me produzca, no tendré más remedio que darme de baja.

Con lo coñazo que es cambiar de compañía... en fin, ahora todo el rollo de buscar una oferta de teléfono+internet, y entrar en una nueva vorágine de pésimo funcionamiento y horrible atención al cliente. Y seguro que pagando más. Pero al menos no estaremos con alguien que nos haya insultado (de momento, que ya tocará). Y es que eso de seguir en esta compañía después de esto sería algo que acabaría afectando demasiado a mis nervios, y después de mi segunda subida a Peña Cabarga ya quedó claro que mi corazón no está para excesivos trotes. No, es mejor pagar más por el teléfono.

Y encima no estaré yo aquí para supervisar toda esa operación, que como haya algún problema...

Bueno, ya que la gente que se va por ahí cuenta historias para no dormir que le pasan según se va, yo cuento historias que me pasan justo antes de irme. Sí, estoy cabreado y me siento impotente. Espero que en el extranjero no me pase eso. Sobre todo lo de la impotencia.

Saludos menosmoleros desde la que muy posiblemente sea mi última contribución. El Retirao se retira.


P.D: los nombres reales de Teleoperadora Inepta y Teleoperadora Estúpida de momento no serán publicados.

10 comentarios:

Portu dijo...

¡¡¡Retirao, no te retires!!!

¿Qué será de nuestras vidas sin tus artículos? ¿Quién nos relatará aventuras y desventuras checas sin parar?

Oh, campos de soledad, mustios collados. Me siento morir. Piro a la cama, a ver si se me pasa.


Por cierto, ¿tan borde me puse? Que normalmente mis cuestionamientos son más cachondeo que otra cosa. Alguien me habría pe(r)dido apuntes o similar. Fijo. Fue un misunderstanding de esos. Seguro.

el_irlandés dijo...

Esto debería haber comenzado como lo del señor reverte: "querida ono de mis cataplines...".

Lo de los teleoperadores, teleoperadoras, repartidores de entradas del boss y demás fauna de la atención al cliente sonrisa inmaculada pero ni puta idea de lo que me hablas, es para escribir un post aparte. De esos con pocos tacos.

Juan_isho dijo...

Insisto en la idea de Portu, RETIRAO NO TE RETIRESS!!!!!!.


Seguro que allí tienes un momento para escribir cosas y mandarlas. Aunque te honra ser de los que se van de Erasmus y advierten que no postearan, no como otros, sin rencor, que yo soy el menos indicado para decir nada.

En fin, larga vida a telefónica y sus usuarios. Menos mal que surge Orange, de la fusión de Amena (ca) y Wanadoo (ca). Fusionandolas sale una cosa mu graciosa, por otro lado, Wanadoo por si sólo ya lo era.

En fin que cosas tiene la tecnología. Qué fue de las señales de humo, ayyyyyyyssssssssssssss (suspiros).

Anónimo dijo...

Hola no he escrito nunca aqui, pero bueno el retirao me invitó a leer el artículo y leyendo artículo y respuestas no tengo más remedio que hacer alguna consideración, sobre todo a esta frase Lo de los teleoperadores, teleoperadoras, repartidores de entradas del boss y demás fauna de la atención al cliente sonrisa inmaculada pero ni puta idea de lo que me hablas

He trabajado de teleoperador y ahora trabajo también de atención al público en otro trabajo también bastante estresante como lo son todos los de atención al público y que estan todos tan mal visto y este ejemplo ha sido claro.

En mi anterior trabajo había teleoperador@s de todo tipo, incluso los había que ponían ilusión.. ilusión que poco a poco se fue yendo al garete porque si todos los días recibes insultos al final acabas volviendote arisco es ley de vida, o sino simplemente hay que ver a los cajer@s de un carrefour o similares.

Con esto quiero decir que esa generalización es errónea ya que el debate no tiene que ser si la teleoperador o la persona de la atención al público me ha tratado bien o mal sino que la COMPAÑÍA tiene una política lamentable.

Conociendo al retirado no pongo en duda que le tocó una teleoperadora con poco tiempo o que no sabía explicarse, porque hubiera sido tan fácil como decirle da igual si las llamadas son inventadas como salen en la factura y ono tiene como política no devolverlas nosotros no podemos hacer nada, en su punto ono más cercano le informaran de medidas que pueda tomar y fin de la conversación.

Anónimo dijo...

Vayamos por puntos:
Primero, al contribuyente inmediatamente superior, me parece bien que los teleoperadores, asi como el resto de personas que trabajan de cara al público, lleguen a un punto, un dia, incluso una semana en que acaben hasta los webs de la gente, pero al fin y al cabo, te pagan por estar de cara al público y dar tooodas las explicaciones del mundo. Por que el que trabaja recogiendo basura acabara igualmente hasta las narices del olor de basura, pero si quiere seguir trabajando no le quedará mas remedio que seguir oliendo basura.
Segundo, Retirao! que no has tenido en cuenta la opcion del nuevo gas utilizado para inhibir la voluntad, igual ahi esta la clave....
Por ultimo y de nuevo Retirao, no te retires!!!!

Anónimo dijo...

Que tendrá que ver dar explicaciones con lo que yo he dicho en fin.., como de los de aquí soy el único que sabe de que va el tema y con bastante experiencia de lo que es tratar con la gente pues lo dejo porque a ejemplos podría contar miles de historia donde el protagonista es Clientemongólicoignorante.

Y vuelvo a repetir que no me cabe duda de que las que atendieron a el retirado no sabían muy bien por donde salir y por eso se pusieron asi de lerdas.

MALEFICABOVARI dijo...

La ostia con el exteleoperador, pues le diré que yo he trabajado cara al público, y que, efectivamente, la peña debería tener vocación, porque hay cada uno-a, que alucinas. No hablamos de teleoperadores, sino de personas, y casualmente la gente que te encuentras cara al público, coño, parece que es que se les metió en el cño joder la vida a los prójimos. Y la que tiene ilusión, la mantiene, le habla la voz de la experiencia.
Vamos a echar de menos estos textos, sobre todo a la teleoperadora estúpida que daba mucho juego, por su impresionante capacidad de razonamiento, que parecía que ponía el play y se iba a otra parte, qeu suele ser así....(ostis, aquí el exteleoperador me estará poniendo a caer de un burro...).
Pues yo creo que fué la madre, mireusted, con mi instinto de Patricia Highsmith se lo digo.
Bss, cuídese en aquella ciudad, abríguese, y mande retales de su vida vía ordenata.

Anónimo dijo...

Bueno, quería decir que estoy de acuerdo con el señor exteleoperador, que el trabajo de teleoperador es una mierda porque te tratan mal tanto los clientes como los que te contratan. Y mantengo que fueron unas maleducadas, pero por supuesto mi queja no va dirigida a esas personas que tienen ese trabajo sino a la empresa que ofrece semejante formación para atención al cliente y semejante política de trato con dicho cliente. Las mismas teleoperadoras trabajando para El Corte Inglés no se habrían puesto tan exaltadas.

Y, para las personas que hasta el momento han pedido que me retire de mi retirada, sólo puedo decir que en breve recibirán noticias mías, que, previendo el estrés de los días venideros, el lunes entre 2:00 y 3:00 de la mañana aproveché un momento de inspiración al llegar a casa y me dediqué a... no, no a hacer llamadas telefónicas :D.

Anónimo dijo...

yo he trabajado cara al público

Pues seguramente más de uno y más de dos si postearan en un blog hablarían de usted como estúpida y no por su comentario, sino porque no a todos los clientes uno le cae bien precisamente.

Es como si me pongo a decir yo que todas las mujeres cuando tienen la regla se vuelven estúpidas, cuando ni siquiera soy mujer para saber que es eso.

Para haber trabajado usted de cara al público una de dos, o es muy poco solidaria con la gente que tiene que hacerlo o su ego esta muy alto por salirse fuera del círculo.

MALEFICABOVARI dijo...

Maléfica de da por aludida con este post anterior al que escribo. Le diré primero que no se esconda en el anonimato, porque aunque una tenga un nombre ficticio que no deja de ser anonimato también, por lo menos firmo mis posts. Y lo de haber trabajado cara al público, le diré que muchos años, y que la compañera que hacía la tarde caía como el culete, porque a diferencia mía, pasaba de la peña, cosa que yo no hacía, porque SE LO QUE ES ESTAR AL OTRO LADO, Y hay que tener un poco de psicología y saberse meter en la piel de los demás, cosa que hago porque luego yo voy a sitios donde me atienden personas que tb trabajan cara al público. Puedo jurarle que conozco pocas que fueran tan pacientes y gilipollas como yo, y se dejasen avasallar, con tal de intentar luego buscar la solución adecuada, o la palabra justa. Así que no hable de lo que no tiene ni puta idea, que no me conoce de nada, y además, gilipichi, las mujeres con la regla estamos mediotontas, por lo menos todas las que yo conozco, porque es un proceso hormonal que dura x días y que revoluciona cuerpo y mente. Ahora me firma la contestación, sogilipichi. Sorry por la noeducación, ya saben que yo soy muy sincera y me salen los tacos con facilidad cuando tengo que decir verdades.