sábado, septiembre 30, 2006

Queremos tener un millón de amigos

Este verano Miguelovas volvía a la tierruca de su exilio anual leonés un poco harto de linimentos, pesas y estiramientos, por lo que decidió dar un giro tecnológico a su vida y adquirir cuantos más dispositivos electrónicos mejor, consiguiendo así de paso asemejarse más y más a los miembros de este telequil blog.

Tras comenzar desafiando a la suerte adquiriendo un disco duro portátil de tochocientos gigas vía nuestros viejos conocidos de Pixmania, asistió con dolor al deceso de su pequeño reproductor mp3, que tan buen servicio le había proporcionado. Por ello hace unos días me embarcó en la misión de acompañarlo en la búsqueda del sustituto ideal: un aparatejo de Sony del que había quedado prendado. Que sí, que tiene poquita capacidad, pero cuenta con radio incorporada, y eso para las duras tardes invernales de la estepa castellana viene de pegada, que así puede escuchar el Carrusel Deportivo. La compra fue rápida (más o menos), y nada hacía presagiar el terrible destino que aguardaba a nuestro héroe. A la llegada a casa y proceder a la realización de la prueba de rigor, comprobó con pavor cómo se la habían metido doblada hasta el fondo: que si no reconoce mp3, sino que utiliza unos archivos personales e intransferibles, que si no organiza bien las canciones, que si lo de crear carpetas es una tarea encomendable a Ethan Hunt... vamos, como el chisme Airis que tengo yo, pero de una marca de calidad. Solución: devolverlo. Parece fácil, ¿verdad? Pues después de leer lo que habéis leido en este blog, ya deberíais estar escarmentados. Lean el estremecedor relato [en el que he realizado labores de corrector/adornador, que falta le hacía]. Ni Bram Stoker.


Cómo tardar 60 min en devolver un mp3

Sí señor, 1 hora que he tardao. Tras largas negociaciones me decido a mandar a la mierda al reproductor, voy a cambiarlo y espero 25 minutazos de cola en "Atención al cliente", donde permanecían guardando cola tres entrañables marujas interpelando a las dependientas por chorradas de diverso pelaje. Total, para que me digan que se devuelve dentro. Otros 15 de propina dentro porque no aparecen los señores azules con camisa tan bordes de costumbre. Sí, esos que mientras estás tan tranquilo mirando en cualquier sección te vienen a agobiar con la cantinela del "¿Puedo ayudarle en algo?", y en cambio cuando los necesitas se dedican a hacer el truco del hombre invisible. Tras esperar durante un rato en un mostrador, opto por la opción de internarme en los pasillos en busca de algún amable señor de azul con camisa, logrando un temprano éxito en mi empresa. Después de cambiarlo, para lo cual he de soportar un duro y exhaustivo interrogatorio...

Inciso: debido a su indiscutible interés para la compresión del relato procedemos a la transcripción íntegra de dicha conversación. Más o menos.

Miguelovas - Hola, buenas. Venía a devolver este reproductor.

Señor de azul con camisa - ¿Qué le pasa?

M - Nada, sólo que no me gusta mucho cómo funciona. Pensaba que era otra cosa.

Sdacc - ¿Has grabado alguna canción?

M - Sí, pero ya he borrado todo.

Sdacc - Vale, pues ahora te doy un ticket para que te devuelvan el dinero.

[Ya os advertí que había sido mazo exhaustivo]


...me dan un ticket para que me den el dinero en la Caja Central. Y, ¿a que no adivináis cuál es el sinónimo de "Caja Central" en argot Carrefour? Habéis acertado, ¡¡"Atención al cliente"!! (sí, donde antes esperé 25 minutos) Y otros 15 allí de nuevo hasta recuperar mi pasta. Las cuentas son fáciles, y para colmo me olvido el móvil para llamarte. En fins, se me ha hecho tarde y me encuentro plof, como en esos días sum sum. Mañana nos despediremos en plan no-gay, ¿no? See you.



¿Soy el único al que este tipo de situaciones le recuerda a cierta prueba que hubieron de superar Astérix y Obelix?

De impresos, circulares, pases y demás familia

Y sí, le perdoné su despiste que conllevó que me quedara en casa toa la tarde. Y sí, ayer nos despedimos. Y sí, lo hicimos en plan no-gay. Cotillas. Que todo lo queréis saber.

5 comentarios:

MALEFICABOVARI dijo...

Joder, yo tengo que devolver la tele nueva, que dice mi hermana que se ve azul, todo, da igual la vuelta ciclista con llena de parajes con árboles, que el pelo de la presentadora del telediario, todo lleva un extraño velo azul...
Ya lo contaré, seguro qeu tengo menos suerte que este señor, porque cuando una tiene dos cojones, y encima cara de chula, pues la dan doble por el culo, que son personas que como en la vida real no pueden joderte, pues ale, a joderte en su terreno. Da igual. Lo superaré. Pero que me den mi pasta.
Y recomendando ya HP, tremendo portátil que tengo con de todo un poco y sin ninguna tara ni desperdicio.
bss

MALEFICABOVARI dijo...

Demencia senil. El post para este texto está en el texto del día anterior... es que cuento ya con 35tacos a mis espaldas y a las dos de la mañana estoy espesísima. SORRY, como dice Madonna y la Terremoto de Alcorcón.

Portu dijo...

Ego te absolvo, Maléfica.

In nomine patris, ....

MALEFICABOVARI dijo...

Joder, que mal, colgando aquí dos posts, uno que si tal, el otro ya para llamarme abuelaaaaaaaaaa. Sí, de ego voy bien, gracias. De verdad que no soy así en la vida real, es que me adoro un poco porque como me da tanto por culo uno que yo me se, pues es terapia, ahora estoy con lo de acabar besándome a mi misma para luego decirme que soy la ostia.
Gracias por la absolución, portu, una pena que no nos viéramos en la playa. Olvidaré mi egocentrismo para futuros posts, lo juro. Palabra de fardona en ciernes.
bss

el_irlandés dijo...

Bueno señor miguelovas, a usted no por lo menos no le vaciló una puta señora enlatada. Cabrones de pixamnia.