miércoles, septiembre 20, 2006

Sobre muelles y fucsias

La cosa está chunga, pero chunga de verdad. Con lo fácil que era antes. Y ahora, ahora necesitas contratar a ethan hunt, a mr bond, a dos amiguetes y un teletabi para conseguir un par de playeras. Y aún así, el tema está bastante jodido. Bueno, para ser exactos y no faltar a la verdad, que eso está muy feo y luego te llevan a visitar a belcebú y sus esbirros, conseguir un par de playeras es fácil. Lo realmente jodido es que sean playeras con aspecto de playeras. De esas de toda la vida de dios, que ahora han dado en llamar de tennis. Sí, con dos ennes, que suena mucho más chic y así te meten treinta napos más por cordón, y tú con una sonrisa mientras te la clavan porque realmente si lo piensas despacio las tennis de ahora son mucho más chachis que las tenis de antes. A dónde va a ir a parar, por favor. Si a uno le tienen que dar por saco, que lo hagan, pero con dos ennes, a mí que no me jodan con una sola.

Pues eso. Que el otro día tuve que ir a comprarme unas playeras nuevas (también conocidas como spays, deportivas o zapatillas, según la zona, el cómo y el cuándo). No por capricho. No para tener unas que me hicieran juego en los días de nublado. No. Por pura necesidad. Porque las otras estaban que daba pena verlas, que pedían misericordia y una muerte digna a cada paso que daba. Así que dicho y hecho me puse manos a la obra, total, esto es tarea fácil pensé yo para mí. Y me dirigí a esa típica tienda que todos tenemos en la que compramos desde que usábamos patucos y saludé al dependiente simpático que ya me conoce y me puse a contemplar el género. Y el género daba miedo al contemplarlo. Coño, pensé yo, me he equivocado de estante, este no es el de las playeras, es del jodido calzado para el love parade. Así que me giré con cara interrogante hacia mi amiguete y mi amiguete puso esa típica cara de lo siento chaval, pero esto es lo que hay, y tú entenderás pero yo no puedo hacer nada. Así que me giré de nuevo y volví a inspeccionar aquello. Joder, señores, que la mitad eran fucsias (o como cojones se escriba) y la otra mitad plateadas. Coño, que hay que ponerse gafas de sol para mirarlas directamente y que no se te derrita la retina, con esos destellos de saturday nigth fever, y esos dorados y esas líneas súper mega fantásticas. Ni astraco, coño. La madre que los parió. Y todas con más muelles que el colchón de mi abuela que hace 50 años que no lo cambia porque dice que ya se le ha hecho a la espalda y que no se fía de los de ahora que tienen muchos agujeros. Pues eso, muelles. Pero para qué ostias quiero yo unos muelles en unas playeras. Si es que no lo entiendo.

Bueno, lo mismo es que a este buen hombre le ha dado la senilidad y trae estos esperpentos. Pues me voy a otra tienda. Y a otra tienda me fui. Y el espectáculo era tan desolador como en la primera. Así que ya decido preguntar. Pero bueno, no tienen de esas de toda la vida, blancas, de suela dura y, por el amor de dios, sin muelles, ni cápsulas de hidrógeno líquido, ni ná de ná, sólo una jodida suela. Claro, claro faltaría más caballero, aquí tiene. Y me saca las reebok estas de blancura virginal que te sientes mal sólo de tocarlas. Pero señora, a ver si me entiende, que necesito que me duren más de tres días, que no soy el puto banco de españa, que yo esas me las he ventilado de la que llegue de aquí a mi casa. Me refiero a las típicas de jugar al tenis. A, pues no, de eso no tenemos. Cago en satán, la cosa se empieza a complicarse horrores.

En la tercera me tocó el tonto del culo. Siempre hay uno de esos en las tiendas de deportes. Y claro, si voy y pido un palo de golf pues el tío me puede contar la biblia en verso que yo voy a tragar cual jenna bien entrenada y me venderá el palo que a él le dé la gana, y por el precio que a él le dé la gana y yo me iré feliz a mi casa. Porque la verdad, de palos de golf como que no. Pero de playeras y otras cosas sí, así que si entro y pido una cosa, señores toca huevos, es porque quiero esa cosa. No pido consejo. No quiero que me vendan la puta moto. Quiero que me digan si tienen o no los esquís de los huevos y no el porqué estoy totalmente equivocado con mi elección. Que usted también se equivocó al escoger su cara y nadie le dice nada, coño. Bueno, que estaba en las playeras, que lo de los esquís es otra historia que quizá cuente en su momento. Pues el pollo entendido que me dice que cómo que unas playeras para todo. Lo que oye, chaval, así tal y como suena. Es que eso no puede ser. Que sí cansino, de verdad, sólo cierre el pico y dígame si las tiene. Es que eso no puede ser, el calzado debe ser específico y técnico. Específica y técnicamente le voy a arrear en toda la geta si me sigue soltando monsergas, porque yo ya sé que sería de puta madre tener unas playeras para cuando voy a jugar a futbito, y otras para el tenis, y otras para correr y otras para los mortales con tres tirabuzones, pero es que repito que no soy el jodido botín, ¿me capta?. Es que eso no puede ser. Lo de sus neuronas sí que no puede ser chaval.

Bueno, para abreviar, que seguro que se aburren, al final en la sexta tienda conseguí mis playeras. Ahora, que como la cosa siga así, me parece que la próxima vez me compro unas zapatillas de andar por casa y a tomar por culo. Aunque ahora que lo pienso, seguro que hasta esas vienen ya con los putos muelles amortiguadores de serie.

4 comentarios:

Portu dijo...

Bambas, tío. Se llaman bambas.

Por suerte mi carrera deportiva acabó antes de la llegada de los muelles y las tonalidades atrevidas. Eso sí, en mi caso el tema de la compra de calzado cuenta con el agravante de mi pie de bigfoot, totalmente en desacorde a mi estatura.

Y no, no es verdad lo que dicen acerca de lo que pasa si tienes un pie grande.

Por cierto, una alegría verle por aquí fuckin' putter criticón.

MALEFICABOVARI dijo...

En Madrid, los que las llaman tenis, son unos catetos, y bambas, los pijos reveníos, aquí los normales, las llamamos zapatillas, y créeme, hay un montón, yo que se mucho de esto, pues tengo en mi haber varias, ya que sólo camino en ellas. No soy Botín, pero gasto en eso, y no en otras cosas. Pues que sí, que lo mejor hubiese sido que me hubieras llamado, y yo te habría llevado a un sitio superchuli, con un dependiente maricón que tiene de todo, y unos precios cojonudos, juro.
Pero... como tu te bastas solito, pues eso, hiciste el recorrido de antaño, y diste con el producto deseado, que eres listo hasta para eso. Eso de que te llamen fucking putter criticón, mola, significa que te quieren, mucho, tb que envidian tremendo estilo al ordenata, y es que lo que no se puede imitar...jeje, jode, jode. Para mi no eres criticón, sólo ácido y franco. Eso es. Ya lo dije. Sí, no es peloteo, y hay que renovarse un poco, que luego la chorba te dirá que el calzado también está cambiando, por las modas, digo. Pero has hecho bien. Algo práctico y que valga para todo. No esperaba menos de ti. Ya te regalaré yo unas megaguays por tu cumple, 26, no???
bss, malefica vela por ti

Anónimo dijo...

Tío,cómprate dos pares... así nos ahorramos el post del año que viene

Juan_isho dijo...

Lo que hubiera dado por que el post incluyera un encontronazo con un dependiente bujarrilla, sin ánimo de ofender a los maricas. Con independencia de si compraste allí o no, hubiera sido todavía más entretenido.

Alguien sabe cómo resolver mis problemas con los Schedulers???? les odio.