lunes, junio 18, 2007

El perejil, y los micrófonos

Pues qué quieren que les diga, a medida que se acerca el momento voy notando un cosquilleo en el estómago que me da un no sé qué, que qué sé yo. Miren que van pasando los veranos y no acabo de acostumbrarme. La espera es un auténtico sin vivir. Joder, deberían sacar una primicia, o un trailer o algo así, lo que fuera para saber con qué nos van a deleitar esta vez los exquisitos letristas de canciones del verano. Y es que, mis queridos amigos, cada año es mejor que el anterior, qué alardes de ingenio, qué virtuosismo del ripio en castellano (o lo que sea ese idioma que usan), qué capacidad creativa, qué mensajes comprometidos, qué belleza en el lenguaje, qué melodías melodiosas, asombrosa experiencia sensorial, pura excitación neuronal. En serio, grandiosas todas y cada una de ellas. Yo siempre llevo un recopilatorio en el coche, para los momentos íntimos en que a uno le apetece sumergirse en su profunda y rica vida interior.

Sólo a un genio se le podría haber ocurrido rimar opá con corrá. No me jodan, eso es pura lírica y lo demás cuentos. Y qué me dicen de ombliguito con meneíto. Se me erizan los cabellos sólo de pensarlo. O mayonesa con chocolate. Ah no, perdón, eso no rima, bueno, pero es que luego venía frambuesa y bate que bate. Rizando el rizo del verso florido, sublimación del endecasílabo en do menor. Ahora, si lo que uno busca es una rima en consonante como dios manda, hay que recurrir al más grande de entre los grandes, a una mente privilegiada digna de la más alta de las admiraciones: el señor Yoryi Dan, que nos hizo ver la luz al enseñarnos que cachete rimaba con cachete. Acojonante. Y pechito con pechito. Dios, que me erecciono. Y ombligo con ombligo. Madre, para, para ya, que con tanta perfección rítmica se me va a derretir el cerebro.

Y es que incluso en los escasísimos casos en los que estos genios de la literatura se ven atascados, en las contadísimas ocasiones en que no ven por dónde tirar y no consiguen cazar ese pezoncito, o calorcito, o caderita que les saque del atolladero, incluso en esas azarosas situaciones, digo, estos seres superiores consiguen tirar de sus infinitos recursos para unir perejil con trilirí, y santas pascuas. Y la grandiosidad del tema radica precisamente en que trilirí no es nada, joder, trilirí es trilirí. No me negarán que no es admirable esa fantasía sin fin de la que hacen gala y con la que adornan constantemente nuestro burdo idioma, tan lamentablemente falto de palabras que rimen con perejil. Debemos estarles eternamente agradecidos por engrandecer nuestra lengua con nuevos y sonoros vocablos. Y el perejil también, claro, si no fuera por ellos se vería injustamente relegado a un segundo plano dentro de la creación musical.

Pero no es sólo el trilirí con el perejil, o la jarana con la almorrana. Hay algunos que llevan la innovación hasta límites insospechados, y son capaces de crear una canción que toda ella en conjunto se llame porompompero. Ahí queda eso. Para la posteridad, con dos cojones. Se ve que ese día la crisis creativa fue un poco más profunda de lo normal. Una pérdida de inspiración que le sobrevino a otro pobre letrista de musas esquivas unos años más tarde, y que tan acertadamente salvó con un simple y directo aserejé. Cágate lorito. Aserejé, dejá. Mezclar turco antiguo con castellano moderno, brillante, simplemente brillante, y más ahora que se lleva tanto eso de la fusión y de hacer flamenco a ritmo de sirtaki. Pues tomen fusión y media. Dejé quetu dejébere. Que casi te hace echar de menos esa barbekiú, con sus costillas, su carne en la parrilla, su carbón y su chuletón. Arráscame un cojón (esto último lo añado yo, que no soy ni de lejos habilidoso con lo de la rima en consonante). O esa letra, clara muestra del estilo neominimalista postmoderno, que decía lá-lá-lá. Qué esplendor, joder, ni los tangas expresan tanto con tan poco. Piénsenlo un momento, lá-lá-lá. Si no les llega al alma es que no tienen corazón ni perdón de dios.

Yo este año tengo dos claras candidatas. Dos perlas de la creación musical. El mismísimo Mozart se cagaría de envidia si pudiera deleitarse con ellas. La primera es Micromanía. Canción de originalidad sin par que consiste en alternar cualquier nombre que conozcas, y mejor si tiene connotaciones sexuales obvias, con la palabra micrófonos. Gozadera total. Les pongo un ejemplo para que no se pierdan: el chirri, los micrófonos, el folleteo, los micrófonos, el rabo, los micrófonos, de tu abuelo, los micrófonos. Me quedo sin palabras de alabanza y loa. Es esta una canción con marcada influencia del estilo kingafricaniano, cuyo máximo exponente hasta la fecha era la archiconocida bomba, tema en el que repetía bomba hasta el punto que a uno le entraban unas irresistibles ganas de meterle una ídem por el culo. Pero en este caso se percibe una evidente evolución del estilo, puesto que han cambiado bomba por micrófono, que está anatómicamente mucho mejor pensando para entrar por el esfínter trasero. Sin olvidarnos del hecho de que en vez de un negro gigante de pelo rojo, lo canta una perraca del calibre treintaitrés, que fácilmente puede introducirse media docena de alcachofas sin inmutarse, y hasta con alegría, si me apuran.

Mi otra candidata se acerca más a la canción veraniega de claro compromiso social. Es esta una tendencia iniciada tiempo ha por un pizpireto grupo de jóvenes y alegres muchachos que en pleno aperturismo sexual decían: coge tu condón y póntelo, para acto seguido y en una nueva muestra de exquisitez y de enriquecimiento del lenguaje, añadir sin despeinarse: chiribiribí popopompóm (de nuevo se advierte la fusión del castellano con el arameo neogótico que, años más tarde, y como ya he mencionado, quedaría patente en el aseré dejá). En realidad, no estoy seguro de que dijeran condón, puede que fuera sombrero, que curiosamente rima con porompompero. Seguramente fuera el mismo letrista. Bueno, que me pierdo, como les digo, la otra candidata a canción del verano también versa sobre el póntelo, pónselo, aunque esta vez no se refiere al chubasqueiro du pito, sino al cinturón de seguridad. La canta una loca trastornada, y dice algo así como: ponte el cinturón, protege tu vida, tu seguridad es muy importante. Que si se fijan no rima ni aunque lo traduzcan al suajili, pero aquí eso carece de valor, porque lo que de verdad vale es el mensaje.

Pues nada, que esto se está alargando en demasía, que se admiten apuestas a ver cuál es la que sale este año, y que yo voy a practicar mi castellano recién adquirido: cojan su sombrero, y los micrófonos, porompompero, y los micrófonos, chiribiribí popopompóm, y los micrófonos, arrásquense un cojón, y los micrófonos, aserejé dejá, y los micrófonos, en el corrá, y los micrófonos, de opá, y los micrófonos.

5 comentarios:

MALEFICABOVARI dijo...

Qué mas añadir a esas grandes creaciones líricas que dejan a nuestra España a la altura del betún... por sino había suficientes motivos ya... ya saben la pandereta, las sevillanas, los toros, Almodóvar, sí, Almodóvar, porque tendrá alguna peli buena, pero la Españacañí se huele en todas sus producciones haciendo guiños prehistóricos siempre...
Pues yo creo que el rey de la canción del verano, para mi, el mítico, es, y fué, el admirado Georgie Dann, ese sí que supo alternar bailes, mazizorras, y ritmo, penoso todo, pero no se, cómo que el conjunto hacía gracia, y se lo curraba un poco. De la canción del Opa, mejor ni hablo, creo que es una de las que mas odio cómo hit veraniego.
Bueno, veo que una vez mas ha puesto el alma, y se ha empapado de la cultura nuestra para hacer el post de antaño, espero no haya mermado sus neuronas, puedo jurar ya que no...
Bsssssssssssss

Anónimo dijo...

Jajajaja. Muy bueno, Irlandes, muy bueno...

(O terrible, que depende como lo mires)

Un saludo

Portu dijo...

Se ha hecho de rogar pero ha merecido la pena. Estaba inspirado a la hora de redactar esto, ¿eh? Me alegra ver que su encéfalo aún no se ha derretido por los rigores madrileños.

Ahora bien, muy mal eso de no premiar con un youtube explicativo a nuestros lectores. Si es que se lía a redactar epítetos por aquí y despotricamientos por allá y se deja lo más importante. Por lo que respecta a mi opinión sobre este derroche de musicalidad, me adhiero a lo expresado por el Neng de Castefa.

Ah, dice Miguelovas que es justo y necesario hacerse con lo último del maestro Yoryi, donde destacan temas como "Mecagüentó" o "El socorrista".

¡¡Larga vida al señor Dan!! ¡¡Y los micrófonos!!

al_pachino dijo...

Joder, veo que España sigue igual sin mí. Tata golosa... flipante.
Yo voto por el tienenombresmil le miembro viril de Leonardo Dantes.

Me han dicho los turcos que hay por aquí que aserejé en turco significa trilirí.

Juan_isho dijo...

Simplemente magnífico.