lunes, septiembre 10, 2007

Una de irlandeses a la Koreana (Toma II)

Bueno, creo que me quedé en lo de la cena. Según ibas para el hotel has visto un macdonals, así que como ya estás un poco cansado de tanto gesticular y de tanta innovación decides ir a lo seguro, el papeo koreano en otro momento. Entras en el establecimiento del horror y con mucho pesar de tu corazón la pides a la tipa un “big mac meal”. Cara de asombro y de estupor al otro lado del mostrador. Decides resumir la información y dices “big mac” al tiempo que levantas tu dedo índice en clara muestra de que quieres un único elemento de eso que acabas de decir. Cara de asombro y de estupor al otro lado del mostrador. Mierda, ni que la hubieras pedido unos muslos de codorniz caramelizada con espárragos trigueros y salsa de arándanos. Joder, señora, que trabaja en un maccerdo, se supone que va en el sueldo saber lo que es un puto big mac, coño. Pues nada, ante la supina estupefacción que las palabras “big” y “mac” producen en tu interlocutora decides pasar al plan B. La coges de los hombros. Cara de miedo. La giras. Temblores de acojonamiento. Apuntas al big mac. La tipa se da la vuelta y sonríe, “ching wa nik ching wong?”. Mierda, ¿pero de verdad cree que si supiera puto chino estaríamos aquí jugando al escatérgoris?. No hay duda, nos enfrentamos a una verdadera aguililla del mundo chino. “Water”, digo al azar, por aquello de que tampoco hay muchas cosas que te puedan preguntar en un macguarro. Pero claro, si una tipa que trabaja en un macasco no consigue entender big mac, las probabilidades de que “water” alcance las insondables profundidades de tan privilegiado cerebro son más bien nulas. Sonríe de nuevo, ching wa nik ching wong?. Tú también sonríes, y buscas a tu alrededor algún objeto contundente con el que esparcir sus sesos por el establecimiento. No hay ninguno, así que pruebas de nuevo: “Coca cola”. Ahora sí, la chorva pone gesto de triunfo. Seguro que estará pensando que todos sus ahorros gastados en el método de las 1000 palabras del profesor Chuang Smith no han sido en vano. Lo orgullosa que va a estar tu madre cuando se lo cuentes hija, ya me lo estoy imaginando “mamá, hoy ha venido un tipo raro al curro y ha dicho coca cola, y lo he entendido. A la primera. Soy casi bilingüe, mamá”. Hay que joderse.

Pues nada, pagas y esperas pacientemente a que te traigan tu comida. O como se llame eso que dan en los macpuercos. Y efectivamente te la traen. Con una sonrisa de orgullo de oreja a oreja (seguramente aún anda pensando en lo de la coca cola). Tú miras la bandeja con cara de pasmo. Venga ya, esto tiene que ser de coña. Pues no chaval, no es broma, es la tercera de las realidades koreanas.

- Realidad 3. El tamaño. En korea todo es pequeño. Los koreanos son pequeños, las koreanas son pequeñas y el mundo que les rodea es pequeño. Es un rollo parecido al de la peli esa de “colega, he encogido korea”. O a los niños, o lo que ostias hubiera encogido. Joder, parece como si toda korea la hubieran lavado en frío. Así que las latas de coca cola son de 25 cl, los escalones son más bajos, las toallas dan para secarse un huevo y los big mac no llegan ni a tiny mac.

Conclusión, que tu cena está compuesta por dos patatas fritas, un chupito de coca cola, un bola de papel del tamaño de una puta croqueta en cuyo interior supones que estará la hamburguesa, y un vaso de té. Té. ¿Pero quién coño pidió té?. ¿Tengo cara yo de beber agua caliente con césped dentro?. Pues nada, a beber té se ha dicho, porque como para explicarla a la de la coca cola que se puede meter su té por el culo, y ya de paso la croqueta también.

Bueno, pagaste la novatada, pero al día siguiente, como ya has escarmentado y estás plenamente familiarizado con la realidad 3, te vas con tu amiguete a un sitio donde anuncian grandes y fastuosas chuletas. Por mis cojones que hoy no nos quedamos con hambre. Estaría bueno. Así que miras el menú y te vas directamente al súper ultra giga chuletón de pierna de elefante que te cagas, y tal. Puesto allí en una foto con signos de exlamación, calaveras, señales de cuidadín cuidadín y un aviso de redactar testamento antes de comenzar la ingesta. Creo que las fotos de las paredes eran de la gente que había conseguido terminárselo y sobrevivir. O algo así. Pues nada, la cosa está clara comentas con tu acólito, nos vamos a poner titos. A la salud del jefe, dice él. Y a su cuenta bancaria, añades tú. Es entonces cuando caes en la cuenta de que debajo de la foto del suculento y faraónico manjar, junto a las señales de achtung y otros dibujitos incomprensibles, hay una cifra que no deja lugar a dudas: 250 gramos. Una chuleta de 250 gramos. Para quedarse sin respiración del susto señores, supongo que tendrán platos tamaño especial para que entre semejante atrocidad cárnica. Desde luego, es una vergüenza que en pleno siglo XXI haya todavía países en los que se permita servir chuletas de menos de medio kilo, de hecho, si yo fuera chuleta me alzaría en señal de protesta y crearía la plataforma PDDCNM (Plataforma en Defensa de la Dignidad de la Chuleta, Nunca Mais). Vamos anda, no me jodas, pero qué mariconada por dios, que he visto lonchas de jamón de york más grandes que eso.

Pues nada, la jugada es evidente. Viene el camarero y le decimos que dos de esas para cada uno. El camarero abre los ojos con desmesura en clara muestra de incredulidad. Bueno, en realidad tampoco fue con tanta desmesura, pero abrió los ojos todo lo que un koreano puede abrir los ojos para mostrar incredulidad. Que sí, que sí, que ha entendido bien, que nos traiga dos a cada uno, que somos spanish y tenemos hambre. El tipo sigue sin reaccionar. Yo creo que le ha dado un soponcio, dice mi amiguete. Parece que aún respira, digo yo. Y sí, respiraba, porque al final nos trajo las chuletas, y las despachamos bien a gusto, y cuando nos íbamos hubo ovaciones, bises, y vuelta al ruedo. Creo que casi llaman a la televisión a que hicieran un reportaje sobre el tercer mundo: “En España mueren de hambre. Ayudemos a España”.

Pues aquí lo dejo por hoy. Joder, a este paso va a haber más capítulos que en Cristal. Bueno, intentaré contenerme y resumir para que no se aburran. Otro día la tercera parte, siempre que no me domine mi habitual vagancia, claro.

5 comentarios:

MALEFICABOVARI dijo...

Joderrrrrrrrrrrr, yo creo que pasas hambre porque no dominas el lenguaje, porque sino, fijo que le pides a la tiparraca diez wanchis de esas en el McD, y a tomar viento... Lo de la chuleta, ... bueno, te dieron dos, no??? Yo creo que ellos comen bien, lo que pasa es que en Spain somos un poco burros, y hasta esta que habla y pesa 50 kilos, se come 2 bigmacs, y se queda tan ancha. De todas maneras, coño, el próximo destino, acuérdate de ó que manejas idioma, o qué comen cómo cerdos, porque sino, jodidojodido, aunque por las chuletas, ya veo que le has cogido el truco, multiplicar, digo, y punto.
Cómo sigas así, te veo pidiendo cita para la biógrafa de la Sara Montiel... qué de experiencias acumuladas en tan pocos años, no??? Joder, debí estudiar ingeniería, bueno, estoy a tiempo... sí,notejodeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee¡¡¡¡
PERDONEN EL POST DE AYER DE BALONCESTO, pero estoy del baloncesto que me priva de ver lo poco que veo a mi hombre, que no les cuentoooooooo, es que veo una puta pelota y me pongo enferma, ... bueno, pues eso, que por eso me abstuve de comentar, baloncesto igual a mi hombre bebiendo cerveza y con mi nombre borrado en las tres neuronas que saca a pasear por los bares...
Bssssssssssssssssssssssssssssss

Portu dijo...

Pero es que tú eres muy grande y voluminoso, tío. Los pobres Lee Chun So's no pueden competir contigo. Aún así, me adhiero a la PDDCNM, cómo no. Con tal de figurar, lo que haga falta.

Hala, Gulliver, sentadito espero la continuación de tus aventuras. A ver si no tardas mucho en derrocar a sus gobernantes y dominar el país.

Juan_isho dijo...

No se qué será peor, qué te pongan una mierda pequeñita para comer, o un buen puchero de alubias rojos y que te le lleven cuando no te has tomado ni la mitad. No aprendemos irlan, no aprendemos, no obstante, para que olvides semejante ofensa al nombre de la chuleta, cuando vuelvas por casa habrá que ir a uno de esos restaurantes que te ponen el precio de las chuletas por kilogramo. Y luego a sudar majete.

Javis dijo...

Diooooooooooooox... 250gr de xuleta!!!!

Portu, tenemos ke juntar a las Viejas Glorias y konkistar Korea!!!!

al_pachino dijo...

Korea y Japón la misma mierda son!