miércoles, julio 05, 2006

Caprichos del destino

Pues resulta que El Retirao se ha puesto en contacto conmigo para comunicarme su interés en compartir con vosotros una de sus pajas mentales. Él jura y perjura que "No alcanza los niveles de brillantez habituales en mí" (¡tres hurras por la modestia!) y por eso no me lo ha mandado antes, pero está visto que mis criterios de calidad no son tan estrictos como los suyos y no tengo ningún reparo en colgarlo del blog.


Fantasía cumplida ¿O no?

¿Nunca has soñado con ello? Estás agobiado con 8 exámenes, y decides dejar de lado esa asignatura que tienes tan atravesada, de la que te matriculas por tercer año, y que tantas frustraciones te ha dado. Y cuando llega la hora de presentar las actas, ves tu nota: APROBADO, 5.3. Al profesor se la ha ido la olla y se ha traspapelado tu nota. Por fin te la has quitado de encima, cuando no tenías ninguna esperanza de conseguirlo.

Ese caso se comenta desde que empezaste la carrera, así que ya tienes perfectamente estudiado el plan de acción. Primero, hay que rezar porque a nadie le hayan puesto tu no presentado y vaya a quejarse, pues el profesor puede ponerse a revisar y darse cuenta del error. Segundo, en caso de que eso haya ocurrido, hay que ponerse en contacto con dicho alumno. Al fin y al cabo, si se espera a que estén publicadas las actas, el alumno puede reclamar que le quiten el no presentado, pero el profesor no tiene derecho a cambiar por su cuenta tu aprobado.

En todo ese plan, por supuesto, hay infinitas variables e infinitas estrategias, todo ello bajo la tensión de ver que tienes tan cerca algo con lo que tantas veces has fantaseado y, sin embargo, se te puede escapar de la mano.

Es curioso cómo piensas en esa situación, y conoces qué es lo que puede pasar, cuando, realmente, no pasa nunca. Pasas años y años de la carrera y no conoces ni un caso. Y, por supuesto, a ti no te pasa ni de rebote.

Ahora imagina una situación un tanto distinta. Imagina que estás a punto de terminar la carrera. Imagina que te has matriculado de dos asignaturas de libre elección, pero luego resulta que no necesitas cursarlas porque has convalidado los créditos gracias al nuevo sistema de idiomas (que te exige un pago de 36€) y a un cursillo por el que tuviste que pagar 50€ y en el que te aburriste soberanamente y no aprendiste nada que no habrías aprendido en 15 minutos con un profesor que hubiera puesto un mínimo de interés. Imagina que no hay países. Ningún motivo por el que matar o por el que morir. Imagina a todo el mundo viviendo la vida en paz.

En esta situación, tú, que eres una persona educada y respetuosa, decides avisar a los profesores de que no vas a cursar las asignaturas. En noviembre avisas al del primer cuatrimestre, y en marzo avisas al del segundo cuatrimestre. Por supuesto, ellos, que también son educados y respetuosos, tienen la amabilidad de no contestar. En lugar de eso, uno de ellos decide denegarte directamente el acceso a la web de la asignatura.

Pasa la primavera, pasa el verano, ... bueno, no. Mejor dicho, (strong)llega(/strong) el verano. Has hecho ya todos tus exámenes salvo una pequeña prueba que vale el 20% de una asignatura, y estás a la espera de los correos esos de "calificaciones provisionales". Y en esto que llega uno. Durante un breve instante te preguntas de qué será, porque el nombre del profesor no te suena. Hasta que caes en la cuenta: es esa asignatura de la que ni siquiera te acordabas de que estás matriculado. Menuda decepción. Lees el correo de todas maneras, y encuentras lo siguiente:

A: RETIRAO, EL

Su calificación provisional en la asignatura QUE NO TE VALE PARA NADA
en la convocatoria de JUNIO es: 9.

La revisión del examen tendrá lugar el día XX/06/2006,
entre las YY:30 y las ZZ:00 horas.

Lo lees. Parpadeas. Lo vuelves a leer. Los siguientes minutos son confusos, y no consigues escoger entre asombro, risa o emoción. Pero, sobre todo, piensas: ¡A buenas horas!

Y eso es todo, amigos. La moraleja de la historia es clara: no hay que perder la fe. Puede que cuando ya seas una de las 100 personas más ricas del mundo te toquen 6000€ en la lotería. Puede que por fin encuentres esa cosa que estuviste buscando durante meses y como no la encontrabas te compraste otra. Puede que consigas adelgazar los kilos suficientes para participar en una competición una vez esta haya terminado. Puede que esa persona que tanto tiempo te ha gustado se fije en ti cuando ya no te atrae. Puede que te den una beca para hacer deporte cuando acabas de lesionarte de por vida. Puede que te den permiso de residencia justo cuando te vas a ir del país. Pero no lo dudes, cuando ya no te haga falta, todo eso que has estado ansiando durante años será tuyo.

6 comentarios:

Portu dijo...

Yo sigo creyendo que Fantasía cumplida sería eso que te comentaba relacionado con extranjeras y fiestas erasmus, pero he de reconocer que lo tuyo tampoco está mal.

el_irlandés dijo...

Yo siempre pensé que lo de las fiestas erasmus eran un cuento chino. Eso fue, claro, hasta que el maldito Tomás de mis pelotas mandó ciertas fotos desde la república checa. Cabrón. Cabrón. Cabrón. Te odio con toda mi envidia. Cabrón.

Anónimo dijo...

Coño, pues habrá que ir a la República Checa. Nada, nada, adjudicado. Mañana mismo mando para allá por correo certificado mis datos personales junto con la solicitud de irme allí el año que viene.

Aunque me da que ni aún así. La suerte ya lo ha echado a cara o cruz: ¿qué deseo le hacemos cumplir a este: el de la fiesta erasmus o el del sobresaliente sin presentarse? La moneda ha hablado.

P.D: y sí que soy modesto: no tengo reparos en reconocer que no todo lo que escribo es una genialidad (a diferencia del eslogan de este blog :P).

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, se ve que debí haber esperado unos días más a divulgarlo. Ayer el 9 estaba ahí, bien metido en el Campus Virtual, pero hoy ha sido reemplazado misteriosamente por un "anulada convocatoria". Y me han quitado los créditos que ya figuraban como aprobados.

Seguramente alguien piense que he sido tonto por ir diciéndolo, pero la verdad es que me quedo igual, no me importa lo más mínimo.

P.D: ¿Hasta qué punto será legal cambiar las actas sin permiso del alumno? ¿Tendrán de plazo hasta la fecha límite de entrega para cambiarlas? ¿Podría reclamar el sobresaliente? Son algunas de las dudas que no me voy a molestar en resolver.

Anónimo dijo...

Por cierto, Portu, actualiza el post, que así no tendré que aclarar a todo el mundo eso de: "no, al final no".

Anónimo dijo...

Y mi cuarto comentario consecutivo. Estoy que lo tiro. Después de esto ya puedo hacer huelga veraniega (¡Cómo te voy a echar de menos este verano! Y no es broma).

Simplemente quería añadir que esta anécdota es casi tan buena como la vez en que yo suspendí un examen con un 4,5, y resultó que en un ejercicio calculé mal una impedancia y el profesor me había tachado el ejercicio a partir de ahí. En la revisión le hice ver que me había equivocado ahí pero que el posterior desarrollo del ejercicio era correcto, y me dio la razón pero me dejó con el 4,5.

Sin duda el suspenso más injusto de toda mi carrera. Casi tan injusto como el sobresaliente que me anunciaron el 22 de junio y que he tenido en las actas entre el 27 de junio y el 6 de julio.