martes, mayo 15, 2007

Fallas '07. Toma 2

Casi un mes después de obsequiarnos con la primera parte de su periplo fallero por tierras valencianas, Hepeti tiene a bien finalizar su relato. Y como supongo que estén todos expectantes como si de la sentencia judicial contra la Pantoja se tratara, no alargo más la introducción.


Érase una vez un mundo de fantasía multicolor
(II)

Y, por supuesto, el momento más intenso: la petardada o, como gusta llamarse por aquellas tierras, ¡¡la mascletá!!. Señores, puede que sólo sea ruido, puede que sea malo para la salud, puede que estemos encajados miles de personas en unos metros, pero es el anhelado subidón de adrenalina… cinco minutos de gritos, tensión y tembleque... y uno se queda con ganas de más (pero eso ya es otro tema).

La pereza de subir nuestros videos es infinita, así que aquí tenéis uno “ajeno”


Y en ese hormiguero humano estaban todas las culturas entremezcladas: desde las brasileiras (y algún brasileiro también, no se me enfaden las féminas, pero el que suscribe no podía estar a todo) bailando al ritmo del pa pa pa papapa papa hasta los viciosos de los pelochos.

Los pelochos hicieron las delicias de las más pequeñas

Pero ¿qué sería de un viaje a Valencia sin comer una buena paella? Lo intentamos en el chiringo chino el primer día, lo reconozco, pero para nuestra suerte o desgracia, no pudo ser (¿escasez de arroz?). Así que, coche y GPS en mano, nos lanzamos a un pueblecito a unos kilómetros llamado El Palmar, lugar dónde la relación población – restaurante estará cerca del uno a uno. Y esa competencia será por algo, ¿no? La cuchara sobrevoló la paellera y decidióse a realizar un aterrizaje forzoso. Sólo pronunciaré una palabra mientras me relamo una vez más: COJO – NUDO.

Hepeti gozándoselo como mandan los cánones

El frotar se va a acabar

Y, a diferencia de otros viajes, en los que uno se pasa la vuelta buscando la disculpa menos extravagante para volver, en éste ya lo tenía claro de antemano. ¿Por qué te me resistes codiciada perla del mundo? Dicen que a la tercera va la vencida… ¡La respuesta sólo en menosmola!

¿Alguien me lleva?

6 comentarios:

Joyce dijo...

A veces las Fallas invitan a... irse de la ciudad! Pero Valencia es una ciudad que en general invita a quedarse, o al menos a volver. Y para vivir, no está nada mal. Por cierto, buena puntería eso de ir a El Palmar... vaya paellitas que hacer por allí!

el_irlandés dijo...

Pues la verdad, yo no veo la diferencia entre esa paella y la que nos pusieron en el pesquero. Igualita, igualita, oye.

Portu dijo...

Alabados sean Hepeti y su decisión de no colocarnos más fotos de arquitecturas valencianas, porque en buena hora se me ocurrió a mi ir a visitarle a la vuelta de su viaje y ponerme a ver las fotografías que había sacado.

Completo reportaje. Si acaso echo a faltar alguna instantánea de las brasileiras esas que mencionas.

Y ahora me explico tu negativa a acompañarnos a nosotros, mero vulgo, a comer paella al pesquero. Siempre hubo clases.

Anónimo dijo...

Coño, pues si este tío ha necesitado un mes y dos partes para hablar de su viaje a Valencia, ¿cuánto necesitará para hablar de ese viaje en el que visitó 4 países? Voy a empezar a hacer los cálculos: si la esperanza de vida en España es 79,65 años...

MALEFICABOVARI dijo...

Este es corresponsal de guerra, no? Hostia, porque con esas titis que salen, diosssssssssssssss, la paella de aspecto tétrico y guarro, diosssssssssssssss, y esas moles del final de la foto tipo armas nucleares, sólo cabe decir que el que postea por lo menos tiene dos cojones para empapelar las putas fallas, o que le va el masoquismo heavy. Ya me lo cuentan... eh, que yo alucino con tantas ganas de.... no se, un viaje a Formentera, algo mas cool... ya me contarán.
Ale, bss.
Male

Anónimo dijo...

Maléfica...

"...moles del final de la foto tipo armas nucleares"

Espero que no te refieras a la Ciudad de las artes y las ciencias, mente retorcida.

"...paella de aspecto tétrico"

¡¡Viva la cultura de alimentos transgénicos!!

Del resto de comentarios, mejor no opinar sin estar en el mismo estado de euforia temporal y antinatural de la "bloguera" más dicharachera de todo el mundo menosmolérico

Desde luego, sin acritud