viernes, octubre 20, 2006

Bocato di cardinale

Entre postura de la flor de loto y posición del Lagarto Juancho, Hepeti hace un receso en su búsqueda del Ramatahatta y vuelve al mundanal ruido para demostrarnos la veracidad de eso que dicen de que la venganza es un plato que se sirve frío.


Come con Chun Li


¡Acercaos! Pequeños incautos… Tras varios años de batallas sin cuartel, de dimes y diretes con prácticamente todos vosotros por mi más que radical negativa a cenar en restaurantes de dudosa calidad alimenticia, por fin… hoy veo cumplido mi sueño. Por fin, Jinfu Xiang ha sido desenmascarado. ¿Y quién coño es ese? Se preguntará el lector cántabro y despistado. Ni más ni menos que aquel que hizo nuestras delicias en numerosas cenas, comidas, champanadas… Sí, el dueño del restaurante chino al lado de… Según el BOC del 6 de Septiembre [paciencia con el enrevesado camino de descarga; merece la pena] este local de colores llamativos esconde curiosas perlas informativas.

Entrevistamos a Jinfu en exclusiva acerca de lo escrito sobre su restaurante en el boletín oficial:

Deficiencias técnicas e higiénico-sanitarias: Existe un servicio higiénico sucio (inodoro con chorretes negros, al igual que paredes y suelo). Es de comunicación directa a la cocina.

“Mire usted, me entró un apretón de estos de última hora y fui corriendo, casi no llegaba, así que se me escapó un poco la mano (risas chinas). Ya es mala pata que justo ese día venga el inspector de sanidad”

Se encuentran heces de ratones en los almacenes y en el armario de los motores, encontrándose en el mismo sitio una rata muerta y seca. Igualmente en uno de los almacenes existen dos ratoneras con cebo entre botellas. Presenta un documento de desinsectación y desratización sin indicación de empresa, número de registro, persona y número de aplicador, productos utilizados, firma del aplicador, etc.

“Pobres animalitos. Intentamos que se tranquilicen, y a veces se relajan demasiado. Son nuestro “especial del día“, 7 euros y te pones hasta las patas (no es coña). Y la rata no está seca, está disecada”

El local se encuentra extremadamente sucio.

“Tendría que ver mi cuarto para hablar y poner adjetivos tan alegremente”

Existen zonas con falta de alicatado y con huecos.

“Los obreros de hoy en día, un asco, que le voy a contar”

Las tapas de las ollas están llenas de suciedad y apoyadas en el suelo.

“Pero estarían tapando la olla de la comida, que este es un listillo”

Existen huecos al exterior en la zona de motores sin mosquitera e igualmente un cristal roto en la zona de almacén.

“En China cazamos moscas con palillos… es un entrenamiento físico y mental. ¿Acaso hacer deporte es un delito?”

El extractor está sucio y con grasa.

“Coño, será que funciona bien”

No existen zonas diferenciadas para la manipulación de productos crudos y elaborados. El almacén se encuentra desordenado, sucio, con heces de ratón, baldas de madera, sacos apoyados directamente en paletas de madera y abiertos sacos de harina y arroz. En las cámaras están conjuntamente alimentos crudos y elaborados sin protección. La puerta de la cámara tiene zonas de óxido y las baldas restos de suciedad.

“Como van a existir zonas diferenciadas si la comida se sirve cruda, ¿éste habrá ido alguna vez a un chino? Y vuelta con la cagadita de ratón, ¿no lo dejé claro ya?”

En el momento de la inspección se está descongelando pavo en el lavamanos a temperatura ambiente.

“Nuestro pinche es un olvidadizo. Si lo dejamos ahí, se acuerda de lavarse las manos”

Existe un armario con unos motores en desuso que se encuentra sucio, y que comunica directamente con la cocina, separado por puertas que no cierran herméticamente.

“¿Desuso? Ja, ya le digo yo que algún condimento especial saldrá de ahí”

La vajilla se encuentra almacenada en la cocina encima de unos trapos sucios.

“Pues mejor no mire lo que hay debajo de los trapos sucios”

En el momento de la inspección la ropa de la calle se usa como ropa de trabajo. Se encuentra ropa de trabajo sucia en un armario. No se dispone de cubrecabezas.

“Viejo dicho español: No controles mi forma de vestir porque es total.”

¿Algo qué decir a nuestros lectores?

“Sí, claro, les espero en la C/Joaquín Costa número 25, ya saben, el restaurante chino Gran Paraíso, ¡¡al lado del Santemar!!”

(Por obra y gracia de Portu, ¡un enlace al BOE aquí!)

3 comentarios:

Portu dijo...

¡Desalmado! Cómo eres capaz de acabar así con la ilusión de tanta y tanta gente.

Si obviamos el detalle de la cucaracha en la carta y de que la población pececil de su "lago artificial" decrecía a cada visita, el sitio tenía una pinta de lo más aparente.

Anónimo dijo...

Yo no sé por qué hay tanto prejuicio con los restaurantes chinos. Hace 2 semanas cené en un restaurante de comida italiana, y cuando fui al baño vi a un ratoncito muy mono que entraba y salía del baño por un hueco debajo del suelo del restaurante.

Y nunca he enfermado tras cenar en un restaurante chino. Cosa que no puedo decir del Telepizza, o del sitio de comer que tengo aquí enfrente.

MALEFICABOVARI dijo...

Yo odio la comida china, y mi exmarido la adora, con eso, ya está todo dicho, que le sigan dando...
La verdad es que para los amantes de esa especial comida, ha sido un golpe duro, bajo, vamos, que ni en la piel de ellos te has puesto, la vida ya es muy dura para encontrarse un informe de tan alta calidad y grandioso ingenio destrozándote el mito del CHU-LIN.
Lo dicho, yo ni pisarlos, pero un consejo: caí muerta en un hollywood de esos, la hamburguesa me dejó diarréica perdida 4 días, andarse con ojo, y sobre todo, ni una visita a la cocina del local en cuestión, ahí si que nos jodemos del todo.
bss
malefica