lunes, octubre 23, 2006

I wasn't born in the usa

No sé si lo sabrán pero la semana pasada estuve por el país de los gringos. La verdad es que no hay ninguna razón de peso para que lo supieran, así que les informo. En kentaki para ser más exactos. Sí, donde cristo dio las tres voces; vamos, en el quinto coño, en ese lugar que está a tomar por culo de todo, incluso de sí mismo. ¿Dónde está el restaurante? En kentaki (date por jodido, hoy no comes). ¿Dónde aparcaste? En kentaki (mejor haber ido andando, señor portu). ¿Dónde hay un baño? Buf, en kentaki (ahora sí que la jodiste, ya lo limpiarás campeón). Supongo que me entienden, es algo así como cuenca, pero en estados unidos. Lo que no tengo del todo claro es cuál queda más lejos, un coche aparcado en cuenca o uno aparcado en kentaki. No sé, ya lo investigaré, lo mismo portu lo sabe. Bueno, que me lío yo solo. El caso es que portu me dijo que contara cómo se llega hasta kentaki, que en principio pudiera parecer algo así como alcanzar el arco iris, pero no, al final a kentaki se consigue llegar. Así que yo que soy muy obediente se lo cuento.

Empecemos por el principio. Llego a barajas. Encuentro mi mostrador de facturación, naturalmente en la otra punta del aeropuerto. Faltaría más. Hago una cola de una hora. Un señor que está delante de mí me da palique porque por alguna razón le caigo simpático. Yo es que soy un tipo simpático. El tío me dice que su cuñada trabaja para delta air (que son lo que me llevan) y que está en trámites para colarles. Les cuela. Les odio y les deseo todos los males de este mundo y del más allá. En realidad no soy un tipo nada simpático. La cola avanza. Un tipo uniformado y que trata a la gente como si tuviera tres putos años me pide el pasaporte. No sé por qué los azafatos confunden el ser mega serviciales que te cagas con tratarte como si fueras subnormal. Deberían hacérselo mirar. Pues eso, me pide el pasaporte en inglés. Se lo doy. Ve que soy español. Me dice, huy perdona chico, es que te vi cara de americano. Y yo a ti te veo andares de bujarra y no te digo nada. Pasa mi pasaporte por un ordenata. Me sonríe y pega dos pegatinas en mi maleta, otra en mi mochila y otra en la frente. La de la frente me la quito. Pienso muy seriamente en quitarle la pluma a guantazos. Me contengo. Llego al mostrador. Me piden el pasaporte. Se lo doy. Me lo devuelven. Que no pueden facturar a lexington directamente, que en atlanta tengo que recoger la bolsa de una cinta, andar cinco metros y dejarla en otra cinta. Vale. Me dirijo a embarcar. Paso por un control de pasaportes de la policía. El menda me lo pide en inglés. Odio tener cara de americano. Me mira con ceño fruncido, yo le miro con sonrisa profident, me dice que pase. Paso. Llego a un control de maletas y de humanoides. Me piden el pasaporte. Se lo doy, me lo devuelven. Paso la mochila. Paso yo. Pita. Me quito el reloj. Pita. Me quito el cinturón. No pita. Sigo avanzando. Unos 37,2 metros más alante hay otro control exactamente igual al anterior. Justo antes de llegar una señora simpática me pregunta que dónde ha estado mi equipaje de mano desde el último control. En manos de unos terroristas surkoreanos y comeniños, señora. Bueno, mientras no sean talibanes todo va bien, pase. Paso. Me piden el pasaporte, se lo doy, me lo devuelven. Paso la mochila por el detector, me desnudo otra vez, paso yo por el detector, me visto. Ya casi estoy en la puerta de embarque. Un señor simpático me pregunta que a qué voy a los states. A tirarme a la madre de bush, señor. Bueno, mientras no vayas a tirar torres todo va bien, pase. Paso. He conseguido llegar a la puerta de embarque.

Llamo a mi hermana. Felicidades. Gracias. Me levanto para embarcar. Me piden el pasaporte, se lo doy, me lo devuelven. Pienso muy seriamente en hacer fotocopias del pasaporte y repartirlas como si fuera un folleto a todos los trabajadores de aena y de fuerzas de seguridad del estado. Entro al avión. El avión tiene una pantallita donde te van diciendo distancia a tu destino, velocidad del avión, del viento, temperatura, tiempo restante… y otros datos de evidente interés para el viajante medio. El aeropuerto de barajas está exactamente a 6969 km del de atlanta. Como se lo cuento. La cosa promete. Pero en promesa se queda, como siempre.

El avión es de estos con dos asientos a un lado, tres en el medio y dos al otro. A mí me toca el del medio de en medio. Claro, qué esperaba. Maldita OPBL. A un lado me toca un señor americano al que le gustan los sudokus. Al otro una señora americana de unos 97 años y medio. El señor de los sudokus tiene muy serias dificultades en conseguir poner algún número en su sitio. El tío es torpe de cojones, ahora, a cabezonería no le gana ni dios. Se tira las nueve horas y veinte de vuelo con el mismo puto sudoku. En un momento dado estoy por decirle dónde va el tres ese que tanto busca, pero lo mismo luego me arranca la cabeza de cuajo así que decido que lo mejor es dormir. Duermo un rato. Una azafata me despierta y me da unos papeles que tengo que rellenar para entrar en estados unidos. Que si tengo algo que declarar, “yes, don’t go to the states” (homenaje a snatch). Pues no. Que si he raptado a algún niño americano. Como se lo cuento, tal y como suena. Pues no. Se ve que si has raptado a algún niño de cualquier otra nacionalidad no pasa nada, mientras no sea americano sigues molando. Que si he participado en el holocausto nazi. Joder. Pues no. Y otras preguntillas que ahora no recuerdo, pero que eran todas del pelo a las dos anteriores. Bueno, relleno los papeles. A la señora del otro lado la entran ganas de hablar. Pero por qué, por qué la gente piensa que soy su amigo. Está muy interesada en los molinos de viento españoles. Claro, yo supongo que me habla de los de don quijote así que me pongo a explicarla como puedo que sirven para moler el trigo y hacer harina y luego con eso hacer pan y otras cositas ricas. Ah, pues debéis de comer mucho pan y de las otras cositas ricas porque he visto las montañas llenas de ellos. Joder. No señora, esos son para producir electricidad. Ah, ¿y cómo funcionan?. Además de americano debo de tener cara de saber cómo funcionan los generadores eólicos. Y yo qué cojones sé. Salgo como puedo del paso. ¿Y sólo tenéis electricidad de los molinos de viento?. No señora, y de los pedos que me tiro también, no te jode. Estos americanos definitivamente son tontos del culo. Bueno, lo achacaremos a la edad. Me ponen el diablo viste de prada. Pasable. Me ponen la casa del lago. Voy al baño a echar la pota. Me vuelven a poner el diablo viste de prada, debe ser por si acaso a la primera el señor de los sudokus no la entendió. La cosa a la segunda sigue sin mejorar. Llego a Atlanta.

Pues nada, esto ya se ha alargado lo suficiente así que a lo mejor otro día les cuento mis incidentes con los negros gigantescos de la aduana americana. Que son interesantes a más no poder. Los incidentes, no los negros. Bueno, a lo mejor los negros gigantescos de la aduana eran interesantes, pero no llegué a conocerlos lo suficiente.

4 comentarios:

Portu dijo...

Que si que eres simpático, tontorrón. Amén de culto e instruido, porque a mi me llegan a preguntar lo de los molinos de viento y me pone en un apuro la venerable anciana.

Dejamos para mejor ocasión mi disertación acerca de Cuenca, Atlanta y las distancias relativas del cántabro medio respecto a ellas.

A ver si te inspiras pronto y sigues con el relato, que ya tenías a mi señor padre preocupado con tu viaje. Empezábamos a pensar que te habían metido en Guantánamo y te estaban aplicando un juicio sumarísimo de esos que hacen allí.

MALEFICABOVARI dijo...

Joder, pero si todavía no has contado el puto viaje, y ya tienes para escribir una novela... IMPRESIONANTE la aventura de volar a EEUU. Dios te está probando, debe ser, la vieja a un lado, el demente al otro, el sudoku sin resolver y tu inteligencia peleándose con el uso común de tu conciencia que te dice que te calles... y encima, te ponen pelis... coño, ERES UN JODIDO MADRILEÑO, sÍ, YA SABES QUEJARTE DE TODO, y encima con arte.
Me ha encantado, sí, me ha encantado. Este de hoy no me lo esperaba. Ah, y yo soy morena, lo que pasa es que la japuta de la peluquera me dió nosequeostias de mechas, y en santander el sol me volvió de otra raza: las mechadastontas. Pero en breve, pondré foto auténtica, de morenadeespañacañí.
besetessssssssssss
MALE

MALEFICABOVARI dijo...

JODERRRRRRRRRRRRRR, Pero si ayer puse un comentario, coño, y hoy no aparece, y se va a creer mi irlandés querido que yo no le sigo diariamente...coñooooooo, y sí, si le sigo....
Bueno, que le decía, que yo me hubiese liado a ostias con el del sudoku, para poder ejercer la mente y no ver el diablo viste de prada, que tremendo pastelmegaguay de contenido estúpido y gilipollas almibaradas-operadas.
Que me alegro que alguno de los blogueros salga del país, porque nos estamos catetizando un poco, que lo noto, lo noto...
Y que sigo fascinada por su ingenio a la hora de redactar, y no se porqué no hay hoy 499coments dedicados a su persona, CREO QUE ES LA ENVIDIA, no lo diga muy alto....
Ya no tengo piojos, pero.... si conoce ud a alguien que le caiga mal, dígale que le invito al cole de mi hija, que los regalan...
Ayyyyyyyyyyyyyyyyy, cuídese, me encntó, espero disfrutara con la madre de Bush... ya veo que le gustamos las maduritas....jeje
bss

MALEFICABOVARI dijo...

La leche, no es por ser pesada, ni para que usted vea tantos coments y se vuelva loco de alegría, pero es que me metí hoy de nuevo y no aparecía mi coment de ayer, le puse uno hoy, y....OSTIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, AHORA APARECEN TODOSSSSSSSSSSS,que sí, majo, aposta, paqueteenvidien..., no, es que por las mañanas estoy a trozos, el cerebro sin activar... ya sabes..
bss
(y este hacen 5 comentarios... )