jueves, octubre 19, 2006

Esto me pasa por no hacer caso a mi madre

Ah, irlandés, viejo lobo de mar embalsamado en ron, estabas en lo cierto. La cosa podía ser peor. Y lo ha sido.

20.21 horas. Tras cuarenta minutos de derroche físico y calidad mostrada con cuentagotas, donde el declive baloncestístico se ha hecho notorio al competir contra jóvenes deportistas que se creen mejores de lo que son y sólo se ha visto atenuado por dos señores pinchos de merluza, nuestro héroe sale corriendo al contraataque por la banda izquierda y se apresta a lograr dos necesitados puntos por medio de una sencilla bandeja. Comienza la batida. Como mandan los cánones. Balón bien agarrado a un costado. Pie izquierdo al suelo. Pie izquierdo al aire. Pie derecho al suelo. Pie derecho al aire. Chasquido en la rodilla. Balón a tabla. Portugués al suelo.

Sí, lo he vuelto a hacer. Me he roto. Fútbol es así. Por suerte el putter y el Rizox se han comportado como auténticos caballeros del deporte y han acudido raudos y veloces en mi auxilio, llegando incluso a chantajear a los amos del calabozo del pabellón universitario para así hacerse con un hielo más que necesario.

Mis agradecimientos también a Nach, que sé que lee esto y tras su descojono previo pensando que la cosa iba de cuenterete (es que soy muy dado a tirarme el rollo del dolor para hacerme el interesante, que sé que a las churris les gusta) más tarde se ha interesado por mi delicado estado de salud.

A los del Yoga no les agradezco nada, que son dos sosos y no han sido capaces de en un alarde de agilidad saltar desde la grada a la cancha para colmarme de mimines y arrumacos.

Y nada, que todos tranquilos, que me he puesto hielo como para parar un tren y por lo menos la cosa no se ha hinchado. Seguimos hablando de la rodilla, que conste. A ver mañana cómo está la amiga a la hora de levantarse de la cama. Miedo me da.

Ella, la más bella

Es de justicia reconocer que mucho peor esto que tener que pagar 500 euros por la reparación de un abollón en una de las puerta traseras de tu masseratti. Y mirad que eso duele. Duele de cojones. Una semana para el recuerdo ésta.

Me parece a mi que en el Torneo Rector voy a acabar de entrenador. Retirao, se complica mi despedida al estilo Kevin Bacon en "Una tribu en la cancha".

¿Y sabéis que es lo peor?

Que fallé la dichosa bandejita.

7 comentarios:

Juan_isho dijo...

Portu tío, pero que te hiciste, madre del amor hermoso. Las lesiones son un asco. Ahora toca cuidarse, y q te cuidemos tu tranquilo, que haremos que cojas unos kilillos con suculentos manjares que no podras bajar.

Ánimo tío.

Anónimo dijo...

Creo que, tras haber practicado las posiciones de la cobra asesina y del vigilante cocodrilo... el haberte invitado a acercarte a casa sin descuartizarte tiene su mérito!!!!!

En fin, te lo perdonaremos por la cantidad de María que te habrán dado para el dolor

Anónimo dijo...

Portuuuu!! Pero que paso! (que conste que fui informada de ello, por aquellos a los que no agradeces nada a su salida de yoga). Pero que es que ya no estamos para estos trotes, en serio, os pensais que seguis siendo tiernos imberbes en plena forma y no pue-ser! Además todos termináis cayendo con la rodilla y si no haz un pensamiento y un cálculo rápido y estudia el número de bajas por esta causa. No os enterais, que lo mejor es ver los toros desde la barrera.
Venga, te mando un beso para tu pronta recuperación (por que estabas reclamando mimos a diestro y siniestro eh..), pero no te me acostumbres! ;)

Anónimo dijo...

¿Acaso Kevin Bacon no era el entrenador precisamente porque no podía jugar? Aún estás a tiempo.

Anónimo dijo...

Ports! espero que andes buenamente y sanote. Vamos, que no haya sido nada, solo un susto de esos que te suben los huevecillos donde bien conoces, sí, justo donde se te acomodadan antes de ver un partido del Real (pa risas) Madrid.

Y más preocupado ando por el estado de tu tercera pierna. Según las malas lenguas, todas ellas de santanderin@s de regular vivir, debería apreciarse en la foto. No seas modesto. No escondas tus virtudes. No manipules. No intoxiques!

Un abrazo

el_irlandés dijo...

Joder chavales, que no aprendéis, que el deporte es malo. Deporte caca. Vais, vais. Coño, a ver si dejamos de hacer el gilipollas y nos dedicamos a los cubatas, que las rodillas no sufren.

Y bueno portu, es una putada, pero piensa que de lo malo malo, lo mismo vuelve pacho desde su destierro y nos hace bizcocho. Pacienca amigo, y ya sabes, que la fuerza sea con vos.

MALEFICABOVARI dijo...

Parecido me pasó a mi pero con el video de aerobic de la Cindy Crowford. Me puse la cinta del pelo y todo, y al médico con salida de líquido senobial de ambas rodillas, y en vez de piernas, morcillas. Sí, creo que es la edad. Nos enfrentamos a ella haciendo gilipolleces de estas que nos hacen pensar que todavía tenemos la pubertad de amiga íntima, y no, la verdad es que no. La foto podías haberla puesto con el careto de mustio y dolorido, seguro ahora tendrías varias allí poníendote el hielito y acariciándote el pelo. Macho, sácale tajada, que tu puedes, confío en que lo hagas, y me digas que las churris cayeron muertas tras tus dos muecas de dolor no fingido, y caida de ojitos tristes. Sí, que le den a la Cindy, al baloncesto, y a su puta madre. A la disco a mover el esqueleto, poco, que la cadera es lo que toca ahora, lo que va después de la rodilla, lo se por experiencias ajenas, y eso, una copita, un poco de movimiento, poco, de culete, y ale, a casa a mamarla con la almohada y si tienes suerte, acompañado.
Que se te aprecia, coño, no hacía falta poner la foto esa con los pelos...
ufffff
bss
Male