martes, marzo 20, 2007

Patricios, francesés, y otras cuestiones del meter

Los putos gabachos de mis cojones, también conocidos a veces (pocas) como franceses de las pelotas, o franchutes de los cataplines, nos han robado el 6 naciones. Cuando digo nos, me refiero a los irlandeses, que yo me identifico con cualquiera que les unte el morro a nuestros vecinos de la marsellesá. Y para el que no esté muy puesto, lo del 6 naciones es un torneo de rugby que juegan, curiosamente, 6 naciones. Que no países. Bueno, lo mismo sí son países, o realidades nacionales, o pseudopaíses, o casinaciones, o imperioloides, o algo de eso, no sé, pregúntenle a un catalán, que yo no acabo de aclararme mucho con estas subnormalidades. Pues eso, que no es que yo sea un entendido del rugby, de hecho más bien al contrario, entender, lo que es entender, entiendo poco, pero sé que prefiero los tréboles a los gallos, y los verdes a los azules, y con eso me basta. Y además, qué cojones, te guste o no el rugby cualquier excusa es buena para insultar a los súbditos del señor bonaparte.

Así que lo dicho: malditos cabrones. Si ya me parecía a mí que se habían quedado cortos guillotinando gente, coño. Cuando uno se pone, pues se pone, y lo mismo se cepilla a Luis 16 (o al que fuera, que ahora no lo recuerdo bien) que al media melé de la puta selección, el caso es no parar hasta que no quede ni un pierre, ni un fransuá con el cogote sobre los hombros. Joder, que está muy mal eso de ponerte a cortar pescuezos de franchutes y quedarte a la mitad. Eso sí, a las lulús ni tocarlas, no confundamos términos. Que los franceses sean imbéciles, no quita para que sus madres y hermanas, especialmente estas últimas, merezcan todos nuestros respetos. Que una cosa es que no nos guste su idioma y otra bien distinta que no nos guste el francés. Como decía aquel “las corridas son de puta madre… y los toros también, claro”.

Con lo bonito que habría sido ganar el susodicho torneo rugbiano el día de Saint Patrick. Coño, es que ni hecho a propósito. Pero no, siempre tiene que haber algún enfant de la patrí jodiendo la marrana. Eso sí que habría sido una celebración y no el cumpleaños de ronaldo. Bueno, para el que pudiera celebrarlo, porque yo estaba con antibióticos en vena intentando que mi amígdala izquierda recobrara un tamaño que no obturara u obturase mis vías aéreas superiores (putas series de médicos, me están destrozando la vida). Vamos, que estaba bien jodido intentando recuperarme para ir al día siguiente a uno de estos encuentros cicloturistas que frecuento, en los que mucha gente con bicis se pone de acuerdo para sufrir al unísono mientras unos a otros se recuerdan lo poco que falta, lo machos que son, y la hombría que les caracteriza (que es bastante escasa porque toda ella está aplastada contra el puto sillín). Y todo eso mientras sueltan anécdotas varias de cuando subieron al everest en triciclo y sin oxígeno, o cuando le dieron para el pelo al mismísimo induráin en una contrarreloj de 273 km. Se hacen cargo, supongo. Un rollo así como cuando el cuñado de turno cuenta la historia de su épica lucha con el salmón de 57 kilos (curiosamente todo el mundo tiene un cuñado que alguna vez en su vida pescó un salmón de 57 kilos). Debería estudiarse ese fenómeno. El de los salmones de 57 kilos, digo, no el de los cuñados imbéciles. Ese no tiene remedio. Bueno pues eso, que yo no celebré el día de los Patricks y las Patrickas. Nombre este último que no existe, pero que en breve se encargará la vicepresidenta de implantar por sus cojones, porque no se puede permitir semejante menosprecio al género femenino, y porque la paridad es la paridad, cuyons. Vamos, resumiendo, que no salí porque estaba jodido, porque al día siguiente, jodido y todo, tenía que ir a mirarles el culo prieto a tipos atléticos de piernas depiladas y aceitosas (pero sin mariconadas, naturalmente), y bueno, qué coño, porque las carretas nunca tiraron lo suficiente y siempre me fueron más las morenas que las rubias, aunque las sirvan frías y en vaso grande.

Pues nada, si se van a quedar con algo de este engendro de post, que sea con que odiamos a los franceses, con que nos gustan las francesas en general y el francés en particular, con que vale más pivón andaluz que barril de cerveza, y con que el señor portu, el señor putter fallero, y todo aquel que se quiera unir, me deben una noche de ingesta de birra en calderos de gran tamaño. Porque Saint Patrick lo vale.

5 comentarios:

Juan_isho dijo...

1-) Odiamos a los franceses. Las fresas españolas son mucho mejores que cualquier vichisuas.

2-) Ya siento lo de Irlanda. Me hubiera gustado ver a los hijos de ese pueblo borrachos de alegría por algo, normalmente suele ser porque sí.

3-) En pos de un país más neutro, en lo que al género se refiere, sugiero frases como: "por los cojones u ovarios" y similares, que ellas no se sientan subestimadas.

Portu dijo...

a) Lo mismo os digo una cosa que os digo la otra.

b) Fíjense si odiaremos a los vecinos de allende los Pirineos que el putter y yo nos hemos apuntado a un intensivo de alemán en lugar de a uno de franchute simplemente porque los gabachos son unos cabrones que nos caen mal.

c) Por supuesto, nos caen mal ellos, no ellas y sus particulares artes amatorias

d) Go, Ireland, go! Los años de espera para reeditar título rugbístico valdrán la pena.

e) Joer, el día que al fin celebremos tanto mi buena nueva académica como el Saint Patrick & Patricka's day vais a tener que inyectarme en vena una dosis de B12 para elefantes, porque pasar de la miseria más absoluta de quedarse en casa tó mustio y sobrio al todo de una jornada de muerte y destrucción como estipulan los cánones menosmoléricos no lo aguanta ni mi cuñado el pescador de salmones de alto tonelaje y cicloturista de éxito probado.

Y no queráis que os venga la f)....

Anónimo dijo...

Estamos con vosotros. Viva el 2 de mayo.

Y Agustina de Aragón.

Saludos desde el agua

al_pachino dijo...

?Sabéis cómo es el francés de las francesas? Utilizan mucho los fonemas guturales.

MALEFICABOVARI dijo...

Siento mucho lo de los gabachos, también siento mucho que algún amigo irlandés mío, que se encabronó en demasía, no acudiese luego a la cita que tenía en un concurrido bar con mis sisters y mua. Por lo menos se cogería la borrachera esa guapa, y con dos cervezas le darían el gorro honorífico, no? Eso espero, que de alguna manera, aunque fuera inconscientemente, al final lo pasase bien.
Cuídese, y no se mate a disgustos, no dependiendo de ud....
bss
Male